Green Arrow nº 16

Título: Acontecimientos
Autor: David Guirado
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Agosto 2012

Los acontecimientos que se suceden en Star City conforman un complejo puzzle. ¿Podrá Flecha Verde reunir todas las piezas antes de que suceda un desastre??
Tras naufragar en una isla desierta, el industrial Oliver Queen tuvo que aprender a cazar y a sobrevivir en la jungla. Hoy utiliza esas habilidades para continuar la caza en una jungla muy diferente. Armado sólo con su arco, sus flechas y sus agallas, lucha con todas sus fuerzas para hacer un mundo más justo. El es...
Creado por Mort Weisinger y George Papp
Star City, hace un mes...

Tony Manticore era un adinerado hombre de negocios. Las últimas inversiones le habían salido especialmente bien, por lo que su capital no había hecho otra cosa que crecer. Al entrar en su oficina, sentía que esa mañana se iba a comer el mundo y, con un poco de suerte aumentarían aún más sus ingresos.

Sin embargo, al girar el pomo de la puerta de su despacho, se encontró una desagradable sorpresa. Un japonés trajeado estaba sentado en su silla.

- ¿Quién es usted y que hace aquí?- preguntó Manticore.

Los ojos del japonés se volvieron de color rojo mientras dirigía la vista hacia su objetivo.

- ¿Qué es lo que está pasando aquí?- insistió Tony Manticore, sin saber que esas iban a ser sus últimas palabras.

Los ojos del japonés empezaron a brillar más intensamente, hasta que emitió de los mismos un destello del mismo tono rojizo. Antes de que Manticore pudiese abrir la boca se vio alcanzado por el impacto del rayo. En apenas unos segundos quedo reducido a cenizas, como si nunca hubiese existido.

El japonés permaneció en todo momento sentado en la silla. Casi sin inmutarse, encendió el ordenador portátil que tenía delante y empezó a teclear apresuradamente.



En el interior de una furgoneta, Green Arrow, Speedy y Connor Hawke estaban huyendo tras haber acabado con varios de sus enemigos, en concreto de un grupo de japoneses trajeados.

- Podéis suspirar de alivio, chicos- comentó Ollie.

- ¿Por qué?- preguntó Connor.

- Esos hijos de perra no han usado sus habilidades a plena potencia. Mejor dicho, no han podido hacerlo. En caso contrario no se hubiesen limitado a dispararnos unos insignificantes balazos- comentó Green Arrow.

- Papá, siento no estar de acuerdo contigo. Quizás lo que ocurre es que no han querido desvelar su tapadera- corrigió Connor.

Olliver Queen se quedó pensativo por un momento. Para su propia sorpresa, le pareció más acertada la teoría de su hijo que la suya propia.

- Tienes razón, hijo. Eso suena más plausible- rectificó Ollie- Lo que no es ni mucho menos una buena noticia.

- Exacto, ya que eso quiere decir que no necesitan descansar- añadió Connor.

- Sea como sea, acabaremos con ellos- dijo Mia.

Green Arrow miro fijamente a su hijo, quien asintió disimuladamente con la cabeza.

- Más nos vale- comentó finalmente Queen.


Star City, hace seis meses...

Hiro Toriyama estaba paseando tranquilamente por la ciudad. Hacía tiempo que no tenía el placer de pasear por las calles de Star City, más de una década. Cuando las circunstancias de sus negocios le habían traído de vuelta a América no quería desperdiciar la ocasión de visitar aquella, por entonces, tranquila ciudad que tanto le había gustado en su anterior visita hacia, de la que hacía ya tanto tiempo.

Hiro llevaba encima una cámara de fotos último modelo, fabricada en su propia empresa. Con ella empezó a sacar fotografías a lo largo y ancho de toda la ciudad. Deseaba poder recordar este viaje a Star City durante mucho tiempo.

Mientras estaba andando peligrosamente cerca de un callejón, continuaba ensimismado sacando fotografías, sin percatarse de la amenaza que le acechaba. De sopetón, Toriyama notó como alguien tiraba de él con una fuerza sin duda sobrehumana, arrastrándolo hacia el interior del callejón.

- ¡¡Socorro!!- exclamó Hiro, en un vano intento de conseguir ayuda.

El japonés acabo de rodillas en el suelo, con la cámara rota a su lado. Al levantar la vista, Hiro Toriyama únicamente tuvo tiempo de contemplar como una especie de robot con forma humanoide le disparaba un rayo de color rojo.



Star City, ahora...


El hombre conocido como Bane había experimentado muchas emociones en la vida. Había conocido tanto el triunfo como la tragedia. Recordaba como había alcanzado su mayor triunfo en el instante en que quebró a Batman, rompiéndole la columna vertebral tan fácilmente como si hubiese rotó un palillo por la mitad. Lamentablemente también recordaba el instante en el que un impostor que ocupó el lugar de Wayne le había arrebatado el dominio de Gotham City.

Tras el regreso de Bruce Wayne al manto del murciélago ambos se habían vistos las caras en varias ocasiones, pero no fue capaz de lograr una victoria tan aplastante como el día en el que provocó la caída del murciélago.

Una mañana decidió sin más que era hora de cambiar de territorio y, sobretodo, de adversario. A sus ojos reconocer eso no era sinónimo de reconocer la superioridad de Batman, sino de aplicar una estrategia de combate. Prosperaría en otra ciudad y una vez estuviese preparado volvería a Gotham, dispuesto a volver a enfrentarse al murciélago.

Sus planes habían empezado a tomar forma cuando se quitó de en medio a James Morris, uno de los peces gordos de la ciudad. Ahora era el momento de empezar la segunda fase del plan.

Para ello necesitaba la ayuda, por más que le doliese admitirlo, de un poderoso hombre de negocios que se encontraba actualmente en la ciudad: Hiro Toriyama. Tenía más contactos e influencia de la que Bane podría conseguir en toda su vida. Toriyama se había mantenido toda la vida dentro de la legalidad, pero en los últimos meses, cada vez se mencionaba entre susurros de Hiro Toriyama como promotor, asesor y financiador de los más diversos crímenes.

Bane estaba dispuesto a cooperar con el japonés si de esa forma lograba medrar en Star City, para en el momento que Hiro menos se lo esperase acabar con su vida y asumir el control total de sus operaciones.

Cuando el villano estaba encaminándose hacia el hotel en el que su futurible socio estaba hospedado, recibió una llamada telefónica.

- Bane al aparato. Infórmame de la situación, Halconero- dijo el criminal al contestar su teléfono móvil.

- Toriyama ha caído- contestó su secuaz.

- Repíteme eso- exigió Bane.

- Toriyama ha caído. Al parecer, asesinado por Green Arrow cuando se disponía a abandonar su hotel. Ha ocurrido a plena luz del día- respondió el Halconero.

- Interesante- contestó Bane antes de colgar, cortando en seco la conversación.

La mayoría de la gente comete un grave error a la hora de describir a Bane. Y ese es considerarlo únicamente un saco de músculos, sin nada en el cerebro. El villano peca justamente de lo contrario y es que es al menos tan concienciado como Batman. En la mente de Bane una idea le rondaba por la cabeza. Por lo menos durante los últimos tiempos, Green Arrow había evitado matar a nadie en combate, mientras que el asesinato a sangre fría no era considerado ni como una posibilidad remota para el arquero. Así que una de dos, o bien Olliver Queen había cambiado radicalmente de postura o bien había algo en Hiro Toriyama que era más de lo que parecía. En cualquier caso, los planes de Bane habían dado un giro radical.


Gotham City, ahora...


Silver St. Cloud se acababa de despertar entre las lujosas sabanas de una casa que tenía en alquiler en Gotham City. La cabeza le dolía horrores, una molestia atribuida con total seguridad a un exceso con la bebida la noche anterior. Mientras Silver abría los ojos se prometió a si misma que dejaría de beber tan descontroladamente, aunque una parte de su ser era consciente que llevaba demasiado tiempo haciéndose ese juramento en vano.

Salió de su cama y como pudo se colocó delante del espejo. Mientras contemplaba su reflejo veía a una mujer resacosa que apenas era una sombra de su antiguo ser. Una única pregunta rondaba por su mente y era: “¿Cómo he llegado a esta situación?”.

Lo más triste, es que Silver conocía a la perfección la respuesta. Y era que estaba harta de todo. Había pasado de ser una mujer fuerte, que nada la podía perturbar, a convertirse en una triste sombra de sí misma, debido a los altibajos de su relación con Bruce Wayne.

Tan pronto estaban bien y todo parecía ir encaminado hacía la dirección correcta, como que de pronto surgía algún bache en el camino, desestabilizándolo todo. Ya fuese por parte de Bruce o por decisión propia, algo parecía interponerse entre ellos de vez en cuando, arrasando con todo lo que habían construido juntos de golpe y porrazo, como un huracán que destruye de repente y sin previo aviso una aldea.

Hay un límite de veces que cualquier persona puede sufrir una decepción tras otra e incluso alguien del carácter y el talante de Silver es humano y su inmensa fortaleza puede verse superada.

Tras haberse prometido hacia unos minutos que iba a dejar de beber, Silver abrió un pequeño armario de su dormitorio y se sirvió un vaso de Vodka.

- Al fin y al cabo, necesito algo que me de fuerzas para empezar el día. Y tras este vaso no pienso probar el alcohol en todo el día- se mintió Silver St. Cloud a si misma.

Star City, hace tres semanas...


Green Arrow había salido de patrulla como era habitual. Llevaba semanas escuchando rumores de que asuntos muy turbios estaban aconteciendo en su ciudad. Habían llegado a sus oídos rumores de algunos extraños sucesos cometidos por individuos con superpoderes, pero hasta el momento no se había topado con ninguno de los sujetos responsables. Esa noche, sin embargo, iba a cambiar su suerte.

Ollie recorrió casi toda Star City, pero la ciudad estaba de lo más tranquila. La única información relevante que obtuvo fue que el capo del crimen conocido como Franchesco Monaguigui estaba haciendo gestiones para trasladarse a vivir a Star City. Desde que salió de la cárcel el orondo criminal había permanecido limpio y sin meter sus narices en problemas, pero Ollie sabía bien como eran los de su calaña. Así que en cuanto Monaguigui pusiese un pie dentro de su territorio, no dudaría en mandarlo de vuelta al estercolero del que proviene.

Después de dar casi toda la noche por perdida, Green Arrow se disponía a volver a su guarida, cuando de repente sintió que una mano le tocaba la espalda. Era algo asombroso que alguien pudiese burlar las defensas de Ollie y acercársele tanto sin que este se percatase siquiera.

- Olliver Queen- dijo una voz fría y metalica.

Green Arrow se giró de inmediato, encontrándose detrás de si a un joven muy alto, de aspecto nórdico, que lucía una larga melena rubia.

- Mi nombre es Green Arrow, Thor de pacotilla- fue la respuesta de Ollie, quien apartó la mano de su acechador con un gesto lleno de rabia.

- Green Arrow es Olliver Queen- se limitó a contestar el melenudo.

- Empiezo a entender los rumores de cosas chungas por Star City- replicó Ollie al observar que los ojos de su contrincante se habían vuelto de color rojo.

Un rayo salió disparado hacia Queen, pero este contaba con años de entrenamiento en caso de verse involucrado en situaciones así, por lo que logró esquivarlo rodando por el suelo.

Antes de concederle tiempo a su enemigo para pensar su siguiente movimiento, agarró su arco por instinto y empezó a colocar una flecha en el mismo con la intención de dispararla contra su adversario.

Mientras Green Arrow apuntaba al nordico, este emitió un nuevo disparo contra el arquero, logrando alcanzar su arco. Este quedo completamente destrozado, dejando a Olliver desarmado.

- Olliver Queen- repitió su enemigo, poniendo de nuevo sus ojos de color rojo.


Gotham City, ahora...

Silver St. Cloud había salido aquella noche a pasárselo bien. Si bien aquella mañana se había prometido que tras el vaso de Vodka de aquella mañana no probaría una gota más del alcohol en todo el día, ya se sentía ansiosa de quebrantar esa promesa.

Al entrar en un bar, no tardo en pedirse una copa de Vodka con Naranja. Mientras esperaba que su anhelada bebida le fuese servida, reparo en una revista que alguien se había dejado olvidada encima del taburete contiguo al suyo.

En la portada de la revista aparecía una plano aéreo de Star City, acompañado de la siguiente frase “Star City: La ciudad en la que los sueños se pueden cumplir”. Los ojos de Silver se abrieron como platos al leer eso. Fue como si hubiese recibido una epifanía.

Si permanecía en Gotham quedaría atrapada en un círculo sin fin. Tenía que poner fin a su senda de autodestrucción. Para ello, el primer paso era alejarse de Bruce y de esa maldita ciudad que no permitía que ella y su antiguo amado fuesen felices.

Cuando el camarero le sirvió el trago, Silver se quedo muy pensativa mirando el vaso. Permaneció contemplándolo casi diez minutos, hasta que el camarero se acercó a ella al ver que algo le ocurría.

- ¿Se encuentra bien, señorita? ¿Va beberse eso?- le preguntó el camarero a Silver.

Ella abandonó su ensimismamiento, y sujetó el vaso.

- Si, por supuesto- contestó Silver, manteniendo en alto su bebida- Pero con una condición.

- ¿Cuál?- le interrogó el camarero, un poco malhumorado.

- Que usted se sirva otra y brinde conmigo- respondió Silver St. Cloud- Tengo cosas que celebrar.

El camarero no se lo pensó ni por un instante y no tardo en servirse una copa de su mejor Whisky.

- ¿Por qué brindamos exactamente?- comentó el hombre, mientras terminaba de rellenar su vaso.

La respuesta de Silver fue clara y concisa.

- Brindamos porque voy a marcharme de Gotham. Es hora de que vuelva a ser yo misma.



Continuará...

1 comentario :

  1. Bueno, pues si el número anterior resultaba prometedor como inicio de etapa (y de saga), este segundo sin duda confirma la promesa. Los misterios comienzan a desvelarse, aunque el autor todavía se guarde algunos ases en la manga, y la historia resulta cada vez más interesante mientras se van colocando las piezas de este puzzle.

    Quizá se le pueda achacar que un personaje secundario que hasta ahora ni siquiera pertenecía al entorno del protagonista, como Silver St. Cloud, acapare más atención (y espacio) que el propio Ollie, pero bueno, se entiende que precisamente por ser nueva en Green Arrow, requiere introducirla con mayor detalle que a nuestro arquero favorito.

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