Título: El regreso del Capitán Marvel Autor: Jose Luis Miranda Portada: Cinar Publicado en: Agosto 2009
¿El Regreso del Capitán Marvel? Acompaña a Billy Batson, Superman y Lobo en un imposible viaje para conseguir rescatar el alma del Capitán Marvel. En el camino descubrirán el secreto más oculto del mago Shazam.
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Nota del Editor: Viene de Aquaman Especial Imperio y de Superman 19: Imperio III.
Escucha, pobre mortal, mi historia. Tú, cuya existencia es un parpadeo, no puedes entender qué es ser inmortal. Yo lo soy. Soy tan anciano como las pirámides. Mis pasos han recorrido miles de años. Soy esclavo de la historia y la historia es mi existir.
Mi nacimiento ha quedado oculto en la penumbra del olvido. Nada he acumulado en esta vida. Mis únicas pertenencias son esta poblada barba blanca y la túnica que ves. No recuerdo cuando abracé la magia por vez primera, pero mi existencia cambió para siempre. El soplo de la muerte que nos invade se congeló y los segundos dejaron de circular por mi cuerpo. ¿Preguntas qué quién soy? La respuesta es sencilla:
Soy el mago Shazam, paladín de los desfavorecidos y de las almas afligidas. Vivo en la Roca de la Eternidad, situada en el confín del tiempo, donde el principio y el final de los días confluyen en un espacio místico. Soy Shazam.
En diferentes periodos de la historia, he concedido poderes milagrosos a varios mortales para que guíen a la humanidad en momentos de dificultad extrema. Con sólo pronunciar mi nombre, un rayo caía sobre ellos dotándoles de extraordinarias habilidades.
Así, en el antiguo Egipto, durante la XIX dinastía, Teht-Adam fue el primero que recibió esta bendición. Obtuvo la resistencia de Shu dios egipcio del aire, la luz y el sostenedor del firmamento, la velocidad de Horus, dios del cielo, la fuerza de Amon, rey de los dioses, la sabiduría de Zehuit (Thot), dios de la escritura, el poder de Aton, representante del sol y el valor de Montu, dios de la guerra. Pero, Adam se corrompió y empezó a utilizar sus poderes para su lucro personal. Fue llamado Adán Negro. Me enfrenté a mi discípulo derrotándolo y quitándole su poder. Guardé dicha fuerza en un amuleto con forma de escarabajo. Acabando el siglo XX, otro mortal tocó el amuleto convirtiéndose en Black Adam con los poderes y recuerdos del egipcio. (1)
Mi primer fracaso me hizo ver que el alma humana es sencilla de corromper. Pero la grandeza que a veces demostráis, me hizo intentarlo de nuevo. En la antigua Grecia, durante la época de las Guerras Médicas, otorgué, al legislador Euminos, (2) la sabiduría de Sócrates, padre de los filósofos griegos, el valor de Héctor, héroe de la Ilíada, la resistencia de Ares, dios de la guerra, el poder de Zeús, padre de todos los dioses, la velocidad de Apolo dios del sol y el saber de las Musas, inspiradoras de artistas e intelectuales. Por un tiempo, Euminos fue un baluarte para sus compatriotas, una luz del bien. Incluso, pensé que podría ser mi sucesor. Abandoné la magia y conocí el amor mortal. Ella se llamaba Eclea y me dio un hijo, Acra. (3) Sin embargo, esa feliz etapa terminó cuando Euminos también fue seducido por el lado del mal. Donde había bondad y solidaridad pasó a haber egoísmo y crueldad. Me obligó retomar mi posición de mago para detenerle. En la batalla, Euminos asesinó a mi mujer e hijo. Al ver los cadáveres de Eclea y Acra me volví loco. El injusto crimen me llenó de odio y dolor. Derroté a Euminos y encerré su alma en un rincón de la Roca de la Eternidad en el que no existía el tiempo. Jamás obtendría el descanso y el perdón. No contento con ello, borré de la historia de la humanidad sus terribles actos y hasta el más mínimo recuerdo de su existencia. Euminos pasó a ser el Olvidado.
Entendí que no cualquiera era digno de recibir el poder. Intenté buscar un alma pura durante siglos. Por fin, la encontré en el joven Billy Batson. Un niño que vivía en la calle, al que otorgué la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, el valor de Aquiles y la velocidad de Mercurio. Al pronunciar mi nombre, Billy, era transformado en el mortal más poderoso del mundo, el Capitán Marvel. Consiguió llegar a ser uno de los más grandes héroes del planeta y sacrificó su vida intentando detener al terrible General kryptoniano Zod. (4)
Este General había sido encerrado en la Zona Fantasma por sus crímenes. Permanecía en su prisión, aún después de la destrucción del planeta Krypton, cuando se produjo una brecha debido a las maquinaciones del omnipotente Trampero Temporal. El malévolo Trampero creó, a partir del nuestro, un universo de bolsillo para utilizarlo en una venganza contra la Legión de Superhéroes. Esto generó un desgarro en la Zona Fantasma por pocos segundos y Zod y dos sicarios escaparon irrumpiendo en el planeta Tierra de aquel universo. Allí, masacraron a 5000 millones de seres humanos. Los pocos supervivientes pidieron ayuda al héroe más grande de todos los tiempos, Superman, que sólo pudo detener a los malvados matándolos con kryptonita. Sin embargo, Zod no absorbió suficiente radiación y, en lugar de fallecer, cayó en un profundo coma del que le despertó el androide Brainiac. (5) Zod se recuperó y se entrenó enfrentándose a algunos de los héroes más fuertes de la galaxia. En una de esas luchas había combatido a mi pupilo logrando matarle. Antes de morir, Batson pronunció mi nombre y el cambio se produjo. El chiquillo huyó atemorizado.
El cuerpo del Capitán Marvel yace en un lugar de la Roca de la Eternidad: el Limbo de los Justos. Fue creado para albergar el cuerpo que no se utilizase: Batson o Marvel. Nada podía entrar allí y nada lo había hecho durante siglos.
Hasta hoy.
El universo de bolsillo creado por el Trampero ha retornado a su lugar original. Esto ha provocado que la prisión donde encerré al Olvidado se haya llenado de tiempo. El alma del malévolo ser ha escapado accediendo al Limbo de los Justos emponzoñando el éter e introduciéndose en el cuerpo sin vida del Capitán Marvel. Mi magia resulta insuficiente para detenerlo. Necesito un campeón noble y puro que pueda salvar a la única persona que he llamado amigo en muchos siglos…
Mi nacimiento ha quedado oculto en la penumbra del olvido. Nada he acumulado en esta vida. Mis únicas pertenencias son esta poblada barba blanca y la túnica que ves. No recuerdo cuando abracé la magia por vez primera, pero mi existencia cambió para siempre. El soplo de la muerte que nos invade se congeló y los segundos dejaron de circular por mi cuerpo. ¿Preguntas qué quién soy? La respuesta es sencilla:
Soy el mago Shazam, paladín de los desfavorecidos y de las almas afligidas. Vivo en la Roca de la Eternidad, situada en el confín del tiempo, donde el principio y el final de los días confluyen en un espacio místico. Soy Shazam.
En diferentes periodos de la historia, he concedido poderes milagrosos a varios mortales para que guíen a la humanidad en momentos de dificultad extrema. Con sólo pronunciar mi nombre, un rayo caía sobre ellos dotándoles de extraordinarias habilidades.
Así, en el antiguo Egipto, durante la XIX dinastía, Teht-Adam fue el primero que recibió esta bendición. Obtuvo la resistencia de Shu dios egipcio del aire, la luz y el sostenedor del firmamento, la velocidad de Horus, dios del cielo, la fuerza de Amon, rey de los dioses, la sabiduría de Zehuit (Thot), dios de la escritura, el poder de Aton, representante del sol y el valor de Montu, dios de la guerra. Pero, Adam se corrompió y empezó a utilizar sus poderes para su lucro personal. Fue llamado Adán Negro. Me enfrenté a mi discípulo derrotándolo y quitándole su poder. Guardé dicha fuerza en un amuleto con forma de escarabajo. Acabando el siglo XX, otro mortal tocó el amuleto convirtiéndose en Black Adam con los poderes y recuerdos del egipcio. (1)
Mi primer fracaso me hizo ver que el alma humana es sencilla de corromper. Pero la grandeza que a veces demostráis, me hizo intentarlo de nuevo. En la antigua Grecia, durante la época de las Guerras Médicas, otorgué, al legislador Euminos, (2) la sabiduría de Sócrates, padre de los filósofos griegos, el valor de Héctor, héroe de la Ilíada, la resistencia de Ares, dios de la guerra, el poder de Zeús, padre de todos los dioses, la velocidad de Apolo dios del sol y el saber de las Musas, inspiradoras de artistas e intelectuales. Por un tiempo, Euminos fue un baluarte para sus compatriotas, una luz del bien. Incluso, pensé que podría ser mi sucesor. Abandoné la magia y conocí el amor mortal. Ella se llamaba Eclea y me dio un hijo, Acra. (3) Sin embargo, esa feliz etapa terminó cuando Euminos también fue seducido por el lado del mal. Donde había bondad y solidaridad pasó a haber egoísmo y crueldad. Me obligó retomar mi posición de mago para detenerle. En la batalla, Euminos asesinó a mi mujer e hijo. Al ver los cadáveres de Eclea y Acra me volví loco. El injusto crimen me llenó de odio y dolor. Derroté a Euminos y encerré su alma en un rincón de la Roca de la Eternidad en el que no existía el tiempo. Jamás obtendría el descanso y el perdón. No contento con ello, borré de la historia de la humanidad sus terribles actos y hasta el más mínimo recuerdo de su existencia. Euminos pasó a ser el Olvidado.
Entendí que no cualquiera era digno de recibir el poder. Intenté buscar un alma pura durante siglos. Por fin, la encontré en el joven Billy Batson. Un niño que vivía en la calle, al que otorgué la sabiduría de Salomón, la fuerza de Hércules, la resistencia de Atlas, el poder de Zeus, el valor de Aquiles y la velocidad de Mercurio. Al pronunciar mi nombre, Billy, era transformado en el mortal más poderoso del mundo, el Capitán Marvel. Consiguió llegar a ser uno de los más grandes héroes del planeta y sacrificó su vida intentando detener al terrible General kryptoniano Zod. (4)
Este General había sido encerrado en la Zona Fantasma por sus crímenes. Permanecía en su prisión, aún después de la destrucción del planeta Krypton, cuando se produjo una brecha debido a las maquinaciones del omnipotente Trampero Temporal. El malévolo Trampero creó, a partir del nuestro, un universo de bolsillo para utilizarlo en una venganza contra la Legión de Superhéroes. Esto generó un desgarro en la Zona Fantasma por pocos segundos y Zod y dos sicarios escaparon irrumpiendo en el planeta Tierra de aquel universo. Allí, masacraron a 5000 millones de seres humanos. Los pocos supervivientes pidieron ayuda al héroe más grande de todos los tiempos, Superman, que sólo pudo detener a los malvados matándolos con kryptonita. Sin embargo, Zod no absorbió suficiente radiación y, en lugar de fallecer, cayó en un profundo coma del que le despertó el androide Brainiac. (5) Zod se recuperó y se entrenó enfrentándose a algunos de los héroes más fuertes de la galaxia. En una de esas luchas había combatido a mi pupilo logrando matarle. Antes de morir, Batson pronunció mi nombre y el cambio se produjo. El chiquillo huyó atemorizado.
El cuerpo del Capitán Marvel yace en un lugar de la Roca de la Eternidad: el Limbo de los Justos. Fue creado para albergar el cuerpo que no se utilizase: Batson o Marvel. Nada podía entrar allí y nada lo había hecho durante siglos.
Hasta hoy.
El universo de bolsillo creado por el Trampero ha retornado a su lugar original. Esto ha provocado que la prisión donde encerré al Olvidado se haya llenado de tiempo. El alma del malévolo ser ha escapado accediendo al Limbo de los Justos emponzoñando el éter e introduciéndose en el cuerpo sin vida del Capitán Marvel. Mi magia resulta insuficiente para detenerlo. Necesito un campeón noble y puro que pueda salvar a la única persona que he llamado amigo en muchos siglos…
Cada vez que invoca el nombre del mago "Shazam" el joven Billy Batson es bendecido por diferentes dones de distintas figuras mitológicas que le transforman en el Mortal Mas Poderoso del Mundo, que lo convierten en el...
Capitan Marvel creado por CC Beck y Bill Parker
Superman emergía del océano tras haber luchado junto a Aquaman consiguiendo rechazar el ataque a Atlantis del Amo del Océano. (6) De repente, su vuelo quedó paralizado. En su mente resonaban palabras pronunciadas en egipcio antiguo. Su supercerebro tradujo sin problemas el antiguo idioma y reconoció la voz. Se trataba del anciano Shazam, que le convocaba a la ciudad de Fawcett City.
Superman, sin dudar, voló en aquella dirección. La voz le condujo hasta una estación de metro abandonada en la calle. La suciedad se extendía por paredes y suelo. Aquella estación llevaba décadas sin ser utilizada. De repente, el túnel se iluminó anunciando la llegada de un tren. Éste se detuvo y abrió sus puertas. La voz le dijo que entrara en él. Superman se sentó y se dejó llevar. Tras un breve trayecto el tren paró y Superman se apeó en una oscura caverna. Avanzó varios pasos por un largo pasillo. Allí, antorchas colgadas en las paredes dejaban ver siete horrendas estatuas que representaban a los siete pecados capitales: orgullo, envidia, codicia, odio, egoísmo, pereza e injusticia. Sobre ellas, grabado en la roca, una frase: los siete enemigos mortales de la humanidad. Un poco más adelante, sentado en un trono pétreo su anfitrión: el anciano mago Shazam. (7)
- Bienvenido a mi humilde morada, Kal El. Necesito tu ayuda.
- Se trata de Billy, ¿verdad?
- La maldad de tu mundo natal ha interferido en su vida. El Capitán Marvel no pudo derrotar al General de Krypton.
- Lo sé.
- Antes de morir, Billy pronunció la palabra.
- Shazam.
- En efecto. Cuando se pronuncia la palabra el cuerpo que deja su lugar al otro acude al Limbo de los Justos, situado en la Roca de la Eternidad. Ese lugar creado por mí es de inalcanzable acceso. Allí reposa y se regenera hasta que se vuelve a pronunciar mi nombre.
- ¿El cuerpo de Marvel está curado?
- Aunque llegó en coma, a un paso de morir. El limbo sanador consiguió regenerar su vigor.
- Entonces, Billy, sólo tiene que pronunciar tu nombre y volver a ser el Capitán Marvel.
- En teoría si, pero algo ha sucedido. El estado de Marvel era tan grave que ha tardado mucho en curarse, aprovechando este tiempo algo se ha introducido en el cuerpo del Capitán.
- Creí que habías dicho que nada podía acceder al Limbo.
- Toda regla tiene su excepción. Se ha producido un cambio temporal que ha permitido escapar a un ser maligno y se ha ocultado en el cuerpo del héroe. Un antiguo héroe llamado Euminos. Ahora conocido como el Olvidado. Si Billy pronuncia la palabra traerá al Capitán con él en su interior y Billy quedará perdido para siempre.
- No sería agradable. Si estoy aquí es que tienes una solución. ¿Cuál?
- Mis poderes abrirán un acceso al Limbo de los Justos. Allí deberás desligar a Marvel de ese ser. Billy debe acompañarte.
- Bien, localizaré a Billy y …
- Es una tarea inmensa. Eres el campeón que he elegido, no hay nadie más capaz, pero necesitarás más ayuda. Elige a un aliado que te acompañe, alguien que no valore su vida, alguien que no tema al infierno más terrible y alguien que el mundo pueda permitirse perder.
- Tengo el candidato perfecto.- dijo sonriendo Superman.
Superman, sin dudar, voló en aquella dirección. La voz le condujo hasta una estación de metro abandonada en la calle. La suciedad se extendía por paredes y suelo. Aquella estación llevaba décadas sin ser utilizada. De repente, el túnel se iluminó anunciando la llegada de un tren. Éste se detuvo y abrió sus puertas. La voz le dijo que entrara en él. Superman se sentó y se dejó llevar. Tras un breve trayecto el tren paró y Superman se apeó en una oscura caverna. Avanzó varios pasos por un largo pasillo. Allí, antorchas colgadas en las paredes dejaban ver siete horrendas estatuas que representaban a los siete pecados capitales: orgullo, envidia, codicia, odio, egoísmo, pereza e injusticia. Sobre ellas, grabado en la roca, una frase: los siete enemigos mortales de la humanidad. Un poco más adelante, sentado en un trono pétreo su anfitrión: el anciano mago Shazam. (7)
- Bienvenido a mi humilde morada, Kal El. Necesito tu ayuda.
- Se trata de Billy, ¿verdad?
- La maldad de tu mundo natal ha interferido en su vida. El Capitán Marvel no pudo derrotar al General de Krypton.
- Lo sé.
- Antes de morir, Billy pronunció la palabra.
- Shazam.
- En efecto. Cuando se pronuncia la palabra el cuerpo que deja su lugar al otro acude al Limbo de los Justos, situado en la Roca de la Eternidad. Ese lugar creado por mí es de inalcanzable acceso. Allí reposa y se regenera hasta que se vuelve a pronunciar mi nombre.
- ¿El cuerpo de Marvel está curado?
- Aunque llegó en coma, a un paso de morir. El limbo sanador consiguió regenerar su vigor.
- Entonces, Billy, sólo tiene que pronunciar tu nombre y volver a ser el Capitán Marvel.
- En teoría si, pero algo ha sucedido. El estado de Marvel era tan grave que ha tardado mucho en curarse, aprovechando este tiempo algo se ha introducido en el cuerpo del Capitán.
- Creí que habías dicho que nada podía acceder al Limbo.
- Toda regla tiene su excepción. Se ha producido un cambio temporal que ha permitido escapar a un ser maligno y se ha ocultado en el cuerpo del héroe. Un antiguo héroe llamado Euminos. Ahora conocido como el Olvidado. Si Billy pronuncia la palabra traerá al Capitán con él en su interior y Billy quedará perdido para siempre.
- No sería agradable. Si estoy aquí es que tienes una solución. ¿Cuál?
- Mis poderes abrirán un acceso al Limbo de los Justos. Allí deberás desligar a Marvel de ese ser. Billy debe acompañarte.
- Bien, localizaré a Billy y …
- Es una tarea inmensa. Eres el campeón que he elegido, no hay nadie más capaz, pero necesitarás más ayuda. Elige a un aliado que te acompañe, alguien que no valore su vida, alguien que no tema al infierno más terrible y alguien que el mundo pueda permitirse perder.
- Tengo el candidato perfecto.- dijo sonriendo Superman.
El Espacio.
El asteroide Gave estaba a dos horas de la tierra. Era un pequeño asteroide sin vida inteligente, con algunas plantas autóctonas parecidas a mazorcas de maíz. Allí, había pasado meses Lobo. En su último enfrentamiento con Superman había sufrido la rotura de su cuello y el héroe kryptoniano le había enviado a aquella roca espacial.(8) Por suerte para él, un carguero comercial espacial se aprovisionaba allí de esa especie de mazorcas y Lobo aprovechó la ocasión para inscribirse “amablemente” en la tripulación. Tras un largo viaje retornó al bar intergaláctico del que había sido arrancado por Zod. Después de eso, un encargo le llevó a enfrentarse con el más reciente Green Lantern. (9)
Lobo retornaba de esa misión. Surcaba el espacio en su moto intergaláctica, cuando sobrevoló el asteroide citado. Descendió y aterrizó en uno de los campos de mazorcas. Putas mazorcas, pensó. Sacó un lanzallamas de la moto e incineró unos cuantos metros cuadrados. Una voz sonó a su espalda. Lobo quedó absolutamente sorprendido. Era la de Superman:
- ¿Te han hecho algo esas plantas?
- No me lo puedo creer. ¡El rajado Superman! ¿Te atreves a presentarte ante mí después de lo que me hiciste?
- ¿Romperte el cuello? Sabía que tu habilidad regenerativa te curaría.
- No me refiero a eso, gilipollas.
- Siempre tan amable.
- Me refiero a que en este jodido asteroide, maldito hijo de puta kryptoniano, lo único que hay de comer son jodidas mazorcas de maíz. Me tiré meses en esta mierda de lugar comiendo, como los cabrones de los conejos, putas mazorcas de maíz.
- Cálmate Lobo. Los conejos no comen mazorcas, sino zanahorias.
- ¡¡¡Aaarggg!!!
Lobo saltó hacia él. Superman se elevó y le esquivó. Lobo cayó al suelo y Superman ascendió varios metros y volvió a hablarle:
- Escucha. Con mirar tu moto puedo destruirla. Puedo hacerlo, elevarme y volverte a dejar aquí. Así que tranquilízate un momento y escúchame.
- Cabrón malnacido. Si tu puto mundo no hubiese explotado iría allí y violaría a todas sus hembras, para luego comerme a los vástagos que hubiesen procreado.
- Sigue insultándome y me iré sin decirte qué quiero de ti.
- Me importa un rajado huevo de pato viudo lo que quieras decirme. Sólo quiero…
Superman miró la moto de Lobo y proyectó su visión calorífica a plena intensidad. La moto explotó en segundos. Lobo quedó atónito. Acto seguido, el Hombre de Acero se elevó todavía más amenazando con irse. Lobo quedó paralizado, prefería el suicidio a comer otra mazorca de aquellas. Superman volvió a hablar:
- ¿Quieres pasarte otros cuantos meses aquí o prefieres vengarte de Zod?
- ¿Me estás diciendo que nos unamos? ¿Tú y yo juntos?
- Necesito ayuda. Voy a viajar a un lugar infernal. Necesito una garantía de salir vivo de allí.
- ¿Garantía?
- Tú. Y, luego, iremos a por Zod.
Lobo quedó pensativo. Miró las mazorcas de maíz que había comido durante meses, después a su moto arder y, por último, a Superman y dijo:
- Eres un hijo de ramera kryptoniana, pero entre ayudarte o volver a comer una puta mazorca no hay jodidas dudas. Machaquemos a Zod. Ahora bien, pongo una condición…
- ¿Cuál?
- O me reparas la moto o cuando todo esto acabe encontraré la manera de matarte muy lentamente.
- De acuerdo, tendrás una moto nueva. Me alegro de tu elección- Superman le dio la mano y le alzó volando rumbo a la Tierra. Pero, si vuelves a insultarme o a manchar la memoria de mi planeta natal, te meteré todas estas mazorcas por el orificio más pequeño que tengas en el cuerpo. ¿Queda claro?
- Ok, azulón. Tengamos la fiesta en paz hasta que Zod esté bajo tierra y luego ya veremos.
- Agárrate fuerte.
Lobo retornaba de esa misión. Surcaba el espacio en su moto intergaláctica, cuando sobrevoló el asteroide citado. Descendió y aterrizó en uno de los campos de mazorcas. Putas mazorcas, pensó. Sacó un lanzallamas de la moto e incineró unos cuantos metros cuadrados. Una voz sonó a su espalda. Lobo quedó absolutamente sorprendido. Era la de Superman:
- ¿Te han hecho algo esas plantas?
- No me lo puedo creer. ¡El rajado Superman! ¿Te atreves a presentarte ante mí después de lo que me hiciste?
- ¿Romperte el cuello? Sabía que tu habilidad regenerativa te curaría.
- No me refiero a eso, gilipollas.
- Siempre tan amable.
- Me refiero a que en este jodido asteroide, maldito hijo de puta kryptoniano, lo único que hay de comer son jodidas mazorcas de maíz. Me tiré meses en esta mierda de lugar comiendo, como los cabrones de los conejos, putas mazorcas de maíz.
- Cálmate Lobo. Los conejos no comen mazorcas, sino zanahorias.
- ¡¡¡Aaarggg!!!
Lobo saltó hacia él. Superman se elevó y le esquivó. Lobo cayó al suelo y Superman ascendió varios metros y volvió a hablarle:
- Escucha. Con mirar tu moto puedo destruirla. Puedo hacerlo, elevarme y volverte a dejar aquí. Así que tranquilízate un momento y escúchame.
- Cabrón malnacido. Si tu puto mundo no hubiese explotado iría allí y violaría a todas sus hembras, para luego comerme a los vástagos que hubiesen procreado.
- Sigue insultándome y me iré sin decirte qué quiero de ti.
- Me importa un rajado huevo de pato viudo lo que quieras decirme. Sólo quiero…
Superman miró la moto de Lobo y proyectó su visión calorífica a plena intensidad. La moto explotó en segundos. Lobo quedó atónito. Acto seguido, el Hombre de Acero se elevó todavía más amenazando con irse. Lobo quedó paralizado, prefería el suicidio a comer otra mazorca de aquellas. Superman volvió a hablar:
- ¿Quieres pasarte otros cuantos meses aquí o prefieres vengarte de Zod?
- ¿Me estás diciendo que nos unamos? ¿Tú y yo juntos?
- Necesito ayuda. Voy a viajar a un lugar infernal. Necesito una garantía de salir vivo de allí.
- ¿Garantía?
- Tú. Y, luego, iremos a por Zod.
Lobo quedó pensativo. Miró las mazorcas de maíz que había comido durante meses, después a su moto arder y, por último, a Superman y dijo:
- Eres un hijo de ramera kryptoniana, pero entre ayudarte o volver a comer una puta mazorca no hay jodidas dudas. Machaquemos a Zod. Ahora bien, pongo una condición…
- ¿Cuál?
- O me reparas la moto o cuando todo esto acabe encontraré la manera de matarte muy lentamente.
- De acuerdo, tendrás una moto nueva. Me alegro de tu elección- Superman le dio la mano y le alzó volando rumbo a la Tierra. Pero, si vuelves a insultarme o a manchar la memoria de mi planeta natal, te meteré todas estas mazorcas por el orificio más pequeño que tengas en el cuerpo. ¿Queda claro?
- Ok, azulón. Tengamos la fiesta en paz hasta que Zod esté bajo tierra y luego ya veremos.
- Agárrate fuerte.
Fawcett City
Dos horas después, Superman y Lobo entraban en uno de los peores garitos de Fawcett City. En el tugurio se hizo un silencio sepulcral al ver aparecer al Hombre de Acero. Mientras Lobo se sentaba en la barra pidiendo una cerveza bastante maleducadamente, Superman avanzaba hacia el fondo del local. Todos se apartaban a su paso. En la última mesa un chico pasaba inadvertido al resto con una cerveza medio acabada enfrente. Superman se sentó a su lado y le dijo:
- Hola Billy. Creo que todavía no tienes edad para beber.
- Déjame… no entiendes lo que me ha pasado.
- Lo sé todo.
- Han arrancado una parte de mí. Una parte que me convertía en un dios, que me otorgaba la sabiduría de siglos, que me guiaba y protegía. Ahora soy un simple niño que ha probado el manjar de los dioses. Ahora me siento perdido.
- Billy, lo que te hacía ser un héroe no ha cambiado. Los poderes no son nada, lo que importa es el interior. Tu valor…
- Mi valor provenía de Aquiles, era una de mis habilidades. Sin ellas estoy atemorizado.
- Tú eres la esencia de Marvel. El mago no te hubiera elegido si no hubiese visto en ti un corazón noble.
- Marvel ha muerto.
- No. Vengo de ver al Mago. Él me envía.
- ¿El mago Shaz…?
Superman tapó la boca de Billy con la mano antes de que pronunciara la palabra.
- Sí, pero algo se ha introducido en el cuerpo de Marvel. Debes acompañarme a la Roca de la Eternidad y recuperar lo que te pertenece por derecho.
- No seré capaz. Sólo soy un niño.
- Eres uno de los mayores héroes del planeta. Necesito al Capitán Marvel.
- ¿Estás sordo? ¿No ves que tengo miedo?
- Calla. Lo único que veo es un niño que se ha rendido. Pero, es normal. Todos en un momento dado podemos sentir que hemos fracasado. A todos nos pueden derrotar. El problema es que hay que saber levantarse y volverlo a intentar. Es tu momento.
Billy alzó la vista por vez primera, las palabras de Superman removían su interior:
- ¿Estarás conmigo?
- Siempre. Tendrán que acabar con mi vida para que no triunfemos. Vamos, el tiempo apremia. Tenemos que ir a la Roca.
- ¿Y si me niego?
- Te obligaré. Hay demasiado en juego. No se trata sólo de ti, es el planeta entero el que está en peligro.
- Entonces,… no tengo elección.
- No, pero esto no saldrá bien si no colaboras voluntariamente.
- De acuerdo, Superman. Iré contigo.
Lobo estaba iniciando una trifulca con tres borrachos y uno de ellos volaba a estrellarse contra una de las paredes. Superman sopló y creó un colchón de aire que detuvo el terrible golpazo.
- Lobo- habló Superman. Es hora de irse.
Al levantarse Superman el bar quedó de nuevo en silencio. Con Billy y Lobo flanqueándole, atravesó la sala y salió por la puerta dejando a una nutrida concurrencia con la boca abierta.
Dos horas después, Superman y Lobo entraban en uno de los peores garitos de Fawcett City. En el tugurio se hizo un silencio sepulcral al ver aparecer al Hombre de Acero. Mientras Lobo se sentaba en la barra pidiendo una cerveza bastante maleducadamente, Superman avanzaba hacia el fondo del local. Todos se apartaban a su paso. En la última mesa un chico pasaba inadvertido al resto con una cerveza medio acabada enfrente. Superman se sentó a su lado y le dijo:
- Hola Billy. Creo que todavía no tienes edad para beber.
- Déjame… no entiendes lo que me ha pasado.
- Lo sé todo.
- Han arrancado una parte de mí. Una parte que me convertía en un dios, que me otorgaba la sabiduría de siglos, que me guiaba y protegía. Ahora soy un simple niño que ha probado el manjar de los dioses. Ahora me siento perdido.
- Billy, lo que te hacía ser un héroe no ha cambiado. Los poderes no son nada, lo que importa es el interior. Tu valor…
- Mi valor provenía de Aquiles, era una de mis habilidades. Sin ellas estoy atemorizado.
- Tú eres la esencia de Marvel. El mago no te hubiera elegido si no hubiese visto en ti un corazón noble.
- Marvel ha muerto.
- No. Vengo de ver al Mago. Él me envía.
- ¿El mago Shaz…?
Superman tapó la boca de Billy con la mano antes de que pronunciara la palabra.
- Sí, pero algo se ha introducido en el cuerpo de Marvel. Debes acompañarme a la Roca de la Eternidad y recuperar lo que te pertenece por derecho.
- No seré capaz. Sólo soy un niño.
- Eres uno de los mayores héroes del planeta. Necesito al Capitán Marvel.
- ¿Estás sordo? ¿No ves que tengo miedo?
- Calla. Lo único que veo es un niño que se ha rendido. Pero, es normal. Todos en un momento dado podemos sentir que hemos fracasado. A todos nos pueden derrotar. El problema es que hay que saber levantarse y volverlo a intentar. Es tu momento.
Billy alzó la vista por vez primera, las palabras de Superman removían su interior:
- ¿Estarás conmigo?
- Siempre. Tendrán que acabar con mi vida para que no triunfemos. Vamos, el tiempo apremia. Tenemos que ir a la Roca.
- ¿Y si me niego?
- Te obligaré. Hay demasiado en juego. No se trata sólo de ti, es el planeta entero el que está en peligro.
- Entonces,… no tengo elección.
- No, pero esto no saldrá bien si no colaboras voluntariamente.
- De acuerdo, Superman. Iré contigo.
Lobo estaba iniciando una trifulca con tres borrachos y uno de ellos volaba a estrellarse contra una de las paredes. Superman sopló y creó un colchón de aire que detuvo el terrible golpazo.
- Lobo- habló Superman. Es hora de irse.
Al levantarse Superman el bar quedó de nuevo en silencio. Con Billy y Lobo flanqueándole, atravesó la sala y salió por la puerta dejando a una nutrida concurrencia con la boca abierta.
Superman volaba a gran velocidad. En su pecho llevaba enlazado un arnés que se enganchaba a una especie de sofisticado trineo. En dicho trineo, Lobo y Billy se sentaban anclados. Para llegar a la Roca de la Eternidad, Superman, debía superar la velocidad de la luz. Gracias a su amigo Flash había aprendido a conectarse a la Fuerza de la Velocidad, no sin gran riesgo. (10) Lobo sobreviviría al viaje, pero Billy no. Por ello Billy llevaba un cinturón, ideado por Emil Hamilton, científico amigo del héroe, que generaba un campo de fuerza. Cuando la velocidad superó a la del sonido, Superman advirtió que le iba a costar conseguirlo. Lobo aullaba como si estuviera en un rodeo. Billy estaba atemorizado, cerró los ojos y se puso a rezar lo que provocó una risotada en el czarniano. El héroe de Krypton aumentaba la velocidad llegando a su límite. Estiró una de las manos y todo a su alrededor se incendió de un aura amarillenta señal de que acababa de conectarse a la Fuerza de la Velocidad. Todo se distorsionó.
Superman intentaba controlar el vuelo pero no lo conseguía. Por un segundo, creyó perder el rumbo. Pero, entonces Shazam se apareció en forma astral y señaló con el brazo hacia un punto de luz. Superman se concentró en él y dirigió sus esfuerzos a alcanzarlo. Por fin, una oscuridad total se hizo dueña de la situación y una enorme montaña en medio del universo se apareció ante ellos. Las estrellas se veían lejanas como si no se atrevieran a acercarse a aquel lugar. Estaban en el mismo principio y final del tiempo y del espacio. Habían llegado a la Roca de la Eternidad.
Superman aterrizó exhausto. Sudaba y casi no podía hablar. Lobo se desenganchó del trineo y comenzó a mirar la amplia sala en la que se encontraban. Parecía imposible que aquella lujosa y extensa sala estuviese dentro de esa especie de montaña que habían flanqueado. Sacó un puro y lo encendió mientras Billy desconectaba su campo de fuerza y se dirigía a ayudar a Superman. Lobo hablaba socarrón:
- Vaya, si que te ha costado. Yo pensé que estabas hecho de otra pasta.
- Será… que… estás… demasiado… gordo. La última… vez… conté… con la ayuda de Flash… Ahora… lo he… tenido… que hacer… solo…
De repente, un trueno retumbó en el amplio salón. La luz se rebajó un poco y una explosión de rayos anunciaron la aparición de Shazam. Nada más verlo, Billy, se lanzó a sus brazos y el anciano mago le acogió con evidentes muestras de afecto. Lobo miraba asqueado. Mascó la parte final del puro y la escupió al suelo pensando: ¿Misión peligrosa? Esto parece un capítulo de la puta Casa de la Pradera? (11) Shazam se secaba un par de lágrimas mientras hablaba:
- Billy, me alegro de verte. Pensé que jamás…
- Mago… he fallado. El mal ha conseguido derrotarme.
- No, aún hay una oportunidad. El cuerpo de Marvel está sanado. Pero, un malévolo ser, llamado el Olvidado, se está adueñando de él. Si no lo impedís controlará el cuerpo con todos sus poderes y despertará desligado para siempre de ti.
Superman se levantó y aunque daba muestras de fatiga habló:
- Partamos ya.
- Habrá horrores que afrontar.- contestó Shazam tajante.
- Mira, viejo, ¿te parecemos unas nenazas?, joder… interrumpió Lobo. Estoy hasta los cojones de tanta palabrería. Entremos en el jodido limbo, machaquemos al puto Olvidado y devolvamos a este niñato los poderes del Capitán.
- La mala educación no sinónimo de entereza. Si vuelves a dirigirte a mí en ese tono perderás el uso del habla por los siglos de los siglos.- contestó amenazante Shazam.
Superman intentó tranquilizar la situación:
- Perdona a Lobo, su boca es tan desagradable como su aspecto. Shazam, necesitamos ir ya. Guíanos.
Una gruesa puerta de piedra empezó a abrirse con un estruendo atronador. Un pasillo con paredes de roca en la que estaban grabados relieves con diferentes escenas de la historia de la humanidad se abrió ante ellos. Aunque no había antorchas una extraña luz iluminaba tenuemente el pasadizo. Shazam señaló hacia su interior. Superman dio un paso hacia delante seguido de Lobo y Billy. Billy se detuvo en el umbral y dudó. Miró al mago y sintió un gran temor. Shazam le sonrió y murmuró: Vamos, no podrán hacerlo sin ti. Billy tragó saliva y entró.
Superman intentaba controlar el vuelo pero no lo conseguía. Por un segundo, creyó perder el rumbo. Pero, entonces Shazam se apareció en forma astral y señaló con el brazo hacia un punto de luz. Superman se concentró en él y dirigió sus esfuerzos a alcanzarlo. Por fin, una oscuridad total se hizo dueña de la situación y una enorme montaña en medio del universo se apareció ante ellos. Las estrellas se veían lejanas como si no se atrevieran a acercarse a aquel lugar. Estaban en el mismo principio y final del tiempo y del espacio. Habían llegado a la Roca de la Eternidad.
Superman aterrizó exhausto. Sudaba y casi no podía hablar. Lobo se desenganchó del trineo y comenzó a mirar la amplia sala en la que se encontraban. Parecía imposible que aquella lujosa y extensa sala estuviese dentro de esa especie de montaña que habían flanqueado. Sacó un puro y lo encendió mientras Billy desconectaba su campo de fuerza y se dirigía a ayudar a Superman. Lobo hablaba socarrón:
- Vaya, si que te ha costado. Yo pensé que estabas hecho de otra pasta.
- Será… que… estás… demasiado… gordo. La última… vez… conté… con la ayuda de Flash… Ahora… lo he… tenido… que hacer… solo…
De repente, un trueno retumbó en el amplio salón. La luz se rebajó un poco y una explosión de rayos anunciaron la aparición de Shazam. Nada más verlo, Billy, se lanzó a sus brazos y el anciano mago le acogió con evidentes muestras de afecto. Lobo miraba asqueado. Mascó la parte final del puro y la escupió al suelo pensando: ¿Misión peligrosa? Esto parece un capítulo de la puta Casa de la Pradera? (11) Shazam se secaba un par de lágrimas mientras hablaba:
- Billy, me alegro de verte. Pensé que jamás…
- Mago… he fallado. El mal ha conseguido derrotarme.
- No, aún hay una oportunidad. El cuerpo de Marvel está sanado. Pero, un malévolo ser, llamado el Olvidado, se está adueñando de él. Si no lo impedís controlará el cuerpo con todos sus poderes y despertará desligado para siempre de ti.
Superman se levantó y aunque daba muestras de fatiga habló:
- Partamos ya.
- Habrá horrores que afrontar.- contestó Shazam tajante.
- Mira, viejo, ¿te parecemos unas nenazas?, joder… interrumpió Lobo. Estoy hasta los cojones de tanta palabrería. Entremos en el jodido limbo, machaquemos al puto Olvidado y devolvamos a este niñato los poderes del Capitán.
- La mala educación no sinónimo de entereza. Si vuelves a dirigirte a mí en ese tono perderás el uso del habla por los siglos de los siglos.- contestó amenazante Shazam.
Superman intentó tranquilizar la situación:
- Perdona a Lobo, su boca es tan desagradable como su aspecto. Shazam, necesitamos ir ya. Guíanos.
Una gruesa puerta de piedra empezó a abrirse con un estruendo atronador. Un pasillo con paredes de roca en la que estaban grabados relieves con diferentes escenas de la historia de la humanidad se abrió ante ellos. Aunque no había antorchas una extraña luz iluminaba tenuemente el pasadizo. Shazam señaló hacia su interior. Superman dio un paso hacia delante seguido de Lobo y Billy. Billy se detuvo en el umbral y dudó. Miró al mago y sintió un gran temor. Shazam le sonrió y murmuró: Vamos, no podrán hacerlo sin ti. Billy tragó saliva y entró.
Ni la visión telescópica de Superman adivinaba el final de aquel pasillo. Las paredes estaban completamente adornadas con relieves de diferentes momentos históricos de la Tierra. Superman reconocía la batalla de las Termópilas, la crucifixión de Cristo, el descubrimiento de América, la llegada del hombre a la Luna… Se detuvo asombrado cuando vio el aterrizaje de su nave kryptoniana en la Tierra. Lobo, fumaba iracundo sin prestar atención a nada. Y, Billy, adelantó sus pasos para agarrarse de la capa del Hombre de Acero. Superman le observó. Estaba aterrorizado. Le tendió la mano y Billy la aceptó. El trío continuó su andar.
Poco a poco, las paredes se hacían más frías. La luz se iba apagando. Y en segundos, el pasillo acabó, apareciendo ante ellos unos bloques de piedra suspendidos en un vacío iluminado por estrellas. Era como si estuviesen cruzando el universo por unos peldaños de roca. Superman pensó en volar, pero desechó la idea. Suponía que sólo podrían llegar al Limbo de los Justos a través del camino que había forjado Shazam. Lobo volvió a reír:
- Joder, esto mejora. Ya estaba hasta los huevos del pasillito de los cojones.
- Lobo, ¿podrías guardar silencio?
- Hey, amigo. Fuiste tú quien me pidió que viniera y no al revés…
- Sí, y ya me estoy arrepintiendo.
Los tres aliados siguieron avanzando hasta que apreciaron que en uno de los bloques de roca, que se situaban delante de ellos, había una persona sentada mirando al vacío. Estaba vestido con una ceñida malla azul oscuro. No tenía cara, su rostro era un mar de estrellas, aunque se podían apreciar dos ojos blancos. Superman se adelantó y le habló:
- No queremos molestar tu meditación. Pero, tenemos que pasar. Nos dirigimos al Limbo de los Justos.
- No conozco ese lugar. Yo estoy en este mundo ahora, pero vengo de otro.
- ¿Quién eres?
- Me llamaba Mar-Vell. Los hombres me conocieron como Capitán Marvel.
Billy dio un paso adelante:
- Yo también era conocido así.
- Son las paradojas del tiempo. En otra vida te prohibieron volar. Y yo tomé tu apodo. Cuando retornaste ya no te podías llamar así. Pero, luego yo fallecí.
- No entiendo tus palabras. ¿Quién me prohibió volar?
- Forma parte de un pasado que sólo existe en el mundo real. Ni en tu universo ni el mío somos conscientes de ello. Hablar más sería un galimatias que nunca podrías descifrar.
- ¿Cómo moriste?
- Mi fin llegó en una cama. En paz, sin las luchas a las que dediqué toda mi vida. Y ahora, debo irme. Sólo soy un pedazo de otro universo que no debería estar aquí. Todo está en la imaginación de alguien que escribe sobre nosotros. Pero, recuerda esto Billy: el auténtico Capitán Marvel eres tú. Fuiste el primero. No lo olvides.
- No sé si podré volver a volar.
- Podrás.
El extraño empezó a desvanecerse. Superman prosiguió y Lobo y Billy siguieron tras él. Por fin, el camino se vio interrumpido por una intensa luz rosácea que conformaba un enorme círculo.
- Este es el Limbo al que venimos. Tenemos que cruzarlo.
Poco a poco, las paredes se hacían más frías. La luz se iba apagando. Y en segundos, el pasillo acabó, apareciendo ante ellos unos bloques de piedra suspendidos en un vacío iluminado por estrellas. Era como si estuviesen cruzando el universo por unos peldaños de roca. Superman pensó en volar, pero desechó la idea. Suponía que sólo podrían llegar al Limbo de los Justos a través del camino que había forjado Shazam. Lobo volvió a reír:
- Joder, esto mejora. Ya estaba hasta los huevos del pasillito de los cojones.
- Lobo, ¿podrías guardar silencio?
- Hey, amigo. Fuiste tú quien me pidió que viniera y no al revés…
- Sí, y ya me estoy arrepintiendo.
Los tres aliados siguieron avanzando hasta que apreciaron que en uno de los bloques de roca, que se situaban delante de ellos, había una persona sentada mirando al vacío. Estaba vestido con una ceñida malla azul oscuro. No tenía cara, su rostro era un mar de estrellas, aunque se podían apreciar dos ojos blancos. Superman se adelantó y le habló:
- No queremos molestar tu meditación. Pero, tenemos que pasar. Nos dirigimos al Limbo de los Justos.
- No conozco ese lugar. Yo estoy en este mundo ahora, pero vengo de otro.
- ¿Quién eres?
- Me llamaba Mar-Vell. Los hombres me conocieron como Capitán Marvel.
Billy dio un paso adelante:
- Yo también era conocido así.
- Son las paradojas del tiempo. En otra vida te prohibieron volar. Y yo tomé tu apodo. Cuando retornaste ya no te podías llamar así. Pero, luego yo fallecí.
- No entiendo tus palabras. ¿Quién me prohibió volar?
- Forma parte de un pasado que sólo existe en el mundo real. Ni en tu universo ni el mío somos conscientes de ello. Hablar más sería un galimatias que nunca podrías descifrar.
- ¿Cómo moriste?
- Mi fin llegó en una cama. En paz, sin las luchas a las que dediqué toda mi vida. Y ahora, debo irme. Sólo soy un pedazo de otro universo que no debería estar aquí. Todo está en la imaginación de alguien que escribe sobre nosotros. Pero, recuerda esto Billy: el auténtico Capitán Marvel eres tú. Fuiste el primero. No lo olvides.
- No sé si podré volver a volar.
- Podrás.
El extraño empezó a desvanecerse. Superman prosiguió y Lobo y Billy siguieron tras él. Por fin, el camino se vio interrumpido por una intensa luz rosácea que conformaba un enorme círculo.
- Este es el Limbo al que venimos. Tenemos que cruzarlo.
Superman intentó penetrar la luz rosácea con su visión de rayos-x, pero no conseguía ver nada. Introdujo una mano en la luz contemplando como desaparecía. Armándose de valor entró en el Limbo. Sus sentidos dejaron de funcionar. La realidad se esfumó de sus percepciones. La sensación de estar ciego y sordo duró un minuto, pero pareció un siglo. Por fin, atravesó el umbral y llegó a un espacio extraño… totalmente blanco. No había esquinas ni lejanía, ni podía diferenciar arriba de abajo. Sus pies se aposentaban en algo invisible, porque si miraba hacia ellos, seguía percibiendo un infinito espacio blanco. Según avanzaba recuperaba lentamente la sensación de sus poderes. Miró hacia atrás y vio como Lobo y Billy emergían a su espalda tan desorientados como él. Se dirigió a Billy sosteniéndole. Billy miró a su alrededor y habló:
- ¿Hemos llegado?
- Creo que sí.
- ¿Y Marvel? ¿Dónde estará su cuerpo?
Una especie de nube negra se iba conformando sin que los héroes lo advirtieran. Los tres aliados reiniciaron la marcha cuando Lobo detectó la nube:
- Mirad eso de ahí atrás no tiene muy buena pinta.
Sacó un arma y disparó contra aquella masa sin que el disparo le hiciera el menor efecto.
- Vámonos de aquí- gritó Superman.
Superman cogió a Billy y a Lobo y se elevó. Los tres avanzaron a gran velocidad pero no se separaban lo más mínimo de la amenazante nube que seguía creciendo. Lobo miró hacia atrás y dijo:
- Déjalo azulón. No nos despegamos de esa cosa. Aquí las reglas de la física no se aplican.
Superman descendió comprobando que aunque habría volado unos treinta kilómetros la distancia con la nube no se había alterado. Los tres miraron a la nube que ya alcanzaba cinco metros de alto y tres de ancho. Cuando se situó encima de ellos su altura sobrepasaba los diez metros y su anchura llegaba a seis. Por fin, la nube les envolvió. Cada uno quedó paralizado y en sus cerebros comenzaron a aparecer terribles pesadillas.
Superman veía como Luthor dominaba el mundo y Zod masacraba a Lois, a Jimmy, a Perry y a su madre. Vio a su padre, Jonathan Kent, sin vida. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cayó de rodillas. Su supercerebro luchaba por rechazar este control. Consiguió convencerse de que todo eran ilusiones y se concentró en intentar negarlas, pero no conseguía moverse.
Billy en el momento de que la nube le tocara se encontraba aterrado. Sus miedos le desbordaban y la nube no tuvo que hacer demasiado para controlarle. Veía como Fawcett City, su ciudad, ardía en llamas sin que él pudiera hacer nada por evitarlo. El Doctor Sivana, Mister Mind, Ibac, Black Adam, masacraban a todos sus habitantes y estaban diseccionando a su hermana Mary Marvel y al Capitán Marvel Jr. Veía el cadáver de su tío y del tigre humano Mr. Tawny. El ser no le consideró ninguna amenaza y centró sus esfuerzos en dominar al Hombre de Acero que seguía resistiéndose.
En el corazón de la nube apareció un ser monstruoso, como una mezcla de reptil e insecto de tres metros de largo, con cientos de afilados colmillos en su cara, decenas de ojos diminutos y repleto de tentáculos. Su aspecto repulsivo era semejante a su peligrosidad. Primero, proyectaba esa nube para controlar a sus víctimas y luego, introducía los tentáculos por ojos, oídos y boca depositando un liquido corrosivo en su interior. El ser avanzaba hacia Superman y Billy.
Sin embargo, Lobo resistía el ataque psíquico de aquel enemigo. Sus miedos se reducían a ver como unos delfines intergalácticos a los que apreciaba se morían de hambre. De hecho, en la pesadilla él también se moría por la falta de alimento y recurría a comerse a uno de ellos. Así, que recuperó el control antes de que Superman empezara a ser devorado. El ser atacaba a Kal El, aunque su invulnerabilidad resistía los ácidos del terrible depredador. Entonces, Lobo golpeó duramente a aquella cosa en los tentáculos. Rápidamente, una espuma corrosiva bañó al czarniano tumbándole. Superman y Billy despertaron del sueño. El insecto se movió a una terrible velocidad. Sus pensamientos herían como cuchillas y los proyectaba a sus rivales. Envolvió a Lobo rodeándole con los tentáculos y clavándole sus colmillos en la pierna derecha. Lobo se alzó y le gritó a Superman:
- ¡Seguid adelante, yo le entretendré…!!
- Debemos ayudarte- dijo Superman.
Superman proyectó una ráfaga de visión calorífica que hizo aullar de dolor al monstruo. Éste, muy enfadado, volvió a emitir ondas metales negras que cortaban el aire y la piel. Billy resultó herido en un brazo. Lobo volvió a gritar:
- Yo me ocuparé de este bicho. Billy corre peligro si no te lo llevas. Y no es que me importe una mierda que se muera, pero no podremos ganar sin él. ¿No?
- Ok. Lobo. Volveré.
- No te preocupes por mí y lárgate supermarica de playa.
Superman agarró a Billy y continuó el camino. Miró una última vez hacia atrás y vio como Lobo introducía sus manos en las decenas de pequeños ojos que tenía la criatura.
- ¿Hemos llegado?
- Creo que sí.
- ¿Y Marvel? ¿Dónde estará su cuerpo?
Una especie de nube negra se iba conformando sin que los héroes lo advirtieran. Los tres aliados reiniciaron la marcha cuando Lobo detectó la nube:
- Mirad eso de ahí atrás no tiene muy buena pinta.
Sacó un arma y disparó contra aquella masa sin que el disparo le hiciera el menor efecto.
- Vámonos de aquí- gritó Superman.
Superman cogió a Billy y a Lobo y se elevó. Los tres avanzaron a gran velocidad pero no se separaban lo más mínimo de la amenazante nube que seguía creciendo. Lobo miró hacia atrás y dijo:
- Déjalo azulón. No nos despegamos de esa cosa. Aquí las reglas de la física no se aplican.
Superman descendió comprobando que aunque habría volado unos treinta kilómetros la distancia con la nube no se había alterado. Los tres miraron a la nube que ya alcanzaba cinco metros de alto y tres de ancho. Cuando se situó encima de ellos su altura sobrepasaba los diez metros y su anchura llegaba a seis. Por fin, la nube les envolvió. Cada uno quedó paralizado y en sus cerebros comenzaron a aparecer terribles pesadillas.
Superman veía como Luthor dominaba el mundo y Zod masacraba a Lois, a Jimmy, a Perry y a su madre. Vio a su padre, Jonathan Kent, sin vida. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cayó de rodillas. Su supercerebro luchaba por rechazar este control. Consiguió convencerse de que todo eran ilusiones y se concentró en intentar negarlas, pero no conseguía moverse.
Billy en el momento de que la nube le tocara se encontraba aterrado. Sus miedos le desbordaban y la nube no tuvo que hacer demasiado para controlarle. Veía como Fawcett City, su ciudad, ardía en llamas sin que él pudiera hacer nada por evitarlo. El Doctor Sivana, Mister Mind, Ibac, Black Adam, masacraban a todos sus habitantes y estaban diseccionando a su hermana Mary Marvel y al Capitán Marvel Jr. Veía el cadáver de su tío y del tigre humano Mr. Tawny. El ser no le consideró ninguna amenaza y centró sus esfuerzos en dominar al Hombre de Acero que seguía resistiéndose.
En el corazón de la nube apareció un ser monstruoso, como una mezcla de reptil e insecto de tres metros de largo, con cientos de afilados colmillos en su cara, decenas de ojos diminutos y repleto de tentáculos. Su aspecto repulsivo era semejante a su peligrosidad. Primero, proyectaba esa nube para controlar a sus víctimas y luego, introducía los tentáculos por ojos, oídos y boca depositando un liquido corrosivo en su interior. El ser avanzaba hacia Superman y Billy.
Sin embargo, Lobo resistía el ataque psíquico de aquel enemigo. Sus miedos se reducían a ver como unos delfines intergalácticos a los que apreciaba se morían de hambre. De hecho, en la pesadilla él también se moría por la falta de alimento y recurría a comerse a uno de ellos. Así, que recuperó el control antes de que Superman empezara a ser devorado. El ser atacaba a Kal El, aunque su invulnerabilidad resistía los ácidos del terrible depredador. Entonces, Lobo golpeó duramente a aquella cosa en los tentáculos. Rápidamente, una espuma corrosiva bañó al czarniano tumbándole. Superman y Billy despertaron del sueño. El insecto se movió a una terrible velocidad. Sus pensamientos herían como cuchillas y los proyectaba a sus rivales. Envolvió a Lobo rodeándole con los tentáculos y clavándole sus colmillos en la pierna derecha. Lobo se alzó y le gritó a Superman:
- ¡Seguid adelante, yo le entretendré…!!
- Debemos ayudarte- dijo Superman.
Superman proyectó una ráfaga de visión calorífica que hizo aullar de dolor al monstruo. Éste, muy enfadado, volvió a emitir ondas metales negras que cortaban el aire y la piel. Billy resultó herido en un brazo. Lobo volvió a gritar:
- Yo me ocuparé de este bicho. Billy corre peligro si no te lo llevas. Y no es que me importe una mierda que se muera, pero no podremos ganar sin él. ¿No?
- Ok. Lobo. Volveré.
- No te preocupes por mí y lárgate supermarica de playa.
Superman agarró a Billy y continuó el camino. Miró una última vez hacia atrás y vio como Lobo introducía sus manos en las decenas de pequeños ojos que tenía la criatura.
Superman y Billy anduvieron despacio y se alejaron de la lucha. Cada vez que el héroe kryptoniano se elevaba e intentaba aumentar la velocidad, no conseguía progresar ni un metro. Sólo andando eran capaces de avanzar distancia. Por fin, llegaron a un umbral del que refulgía una luz rojiza. Al cruzarlo se encontraron en un espacio similar al anterior, pero bañado de una intensa luz escarlata. En el centro de aquel lugar un cuerpo flotaba. Era el del Capitán Marvel. Superman y Billy se acercaron y, cuando estaban a apenas tres metros de él, el cuerpo abrió los ojos mostrando unos ojos sin pupila, negros como el carbón que miraban amenazantes a los dos amigos. Acto seguido, el Capitán Marvel se incorporó. Billy miraba envuelto en miedo. Nunca había tenido esa visión de sí mismo tan lleno de odio. El traje parecía más rojo que nunca. El amarillo del rayo en el pecho brillaba con intensidad y la capa blanca irradiaba belleza. Sus músculos rebosaban de energía. Nunca aquel cuerpo había sido más poderoso. Era como si hubiese sido recargado al máximo.
- Mortales. ¿Conocéis mi nombre?
- Eres Euminos. – contestó Superman.
- Sabes quién soy. Creí haber sido negado de la historia.
- El mago nos contó tu caída.
- ¿Mi caída? Dirás que te contaría su traición. No conocéis al mago. Tiene secretos ocultos… borró de la memoria de los hombres mi nombre. Soy el Olvidado. Y no es lo único que hizo olvidar, ¿queréis saber qué más cosas ha borrado? Ja, ja, ja. El mago os dirá siempre mentiras para que acabéis haciendo lo que él quiere que hagáis.
- ¡No te creo! - intervino Billy. Te rebelaste contra él e hiciste el mal.
- Huelo la magia en ti. Tú has estado ligado a este cuerpo. Tú fuiste bendecido como yo con los poderes del mago. Cuando descubras quién es realmente, la clase de manipulador que puede llegar a ser, te volverás en su contra. Yo sólo ayudé a mis compatriotas. ¿Es ese el camino del mal? Intenté que la tiranía de los persas no se extendiera por la Hélade. Masacré a los que mataban a nuestros hijos. Sólo devolví la guerra, que ellos nos trajeron, a sus pueblos y ciudades persas. Ellos nos atacaron, cuando les derrotamos, yo seguí buscando su exterminio.
- El mago…
- Al mago poco le importaba la muerte de unos y otros. Se había retirado y encontrado el amor en una mortal con la que tuvo un hijo. Vivían en la región persa de Armenia. El hijo murió alistándose contra mí y la mujer se suicidó. El mago recuperó su poder y se me enfrentó. Sólo lo hizo por venganza.
- Tú eres el que se incendió de venganza contra los persas. – Superman tomó las riendas de la conversación.
- Piensa lo que quieras. Por fin, vuelvo a vivir. He pasado siglos sin un cuerpo. Condenado a vagar perdido en un lugar sin tiempo. Encadenado al olvido. Pero, ahora he retornado y se lo haré pagar. Primero os mataré a vosotros, sus peones, de la manera más sanguinaria que sea capaz de imaginar. Y, segundo, devolveré al mago la tortura de mi cautiverio. ¿Creéis que vais a poder contenerme? Sois sólo dos humanos.
- Te pido que reconsideres todo esto. Quizá el mago pueda perdonarte.
- ¿Perdón? Prefiero la muerte a su perdón.
- No me dejas otra opción. Debo obligarte a dejar ese cuerpo.
- ¿Tú? Ja, ja, ja, ja. ¿Es que sabes el poder que poseo? ¿Sabes que puedo alzar montañas, beberme el agua del mar o recorrer el firmamento a la velocidad de la luz? ¿Osas amenazarme? Un pobre mortal, vulnerable a la magia. ¿Quién te crees que eres?
- Es Superman. El héroe más grande de todos los tiempos. Te derrotará.- interrumpió Billy.
- No puedo ser vencido. Es hora de acabar con esta conversación. Decidme ¿quién quiere morir primero?
Superman dio un paso al frente. Apartó a Billy con una mano y le susurró:
- Mantente al margen. No sé como, pero debes jugar un importante papel. Haré lo que pueda por derrotarle. Que yo tenga debilidad a la magia no quiere decir que la magia no pueda verse afectada por mi.
- Mortales. ¿Conocéis mi nombre?
- Eres Euminos. – contestó Superman.
- Sabes quién soy. Creí haber sido negado de la historia.
- El mago nos contó tu caída.
- ¿Mi caída? Dirás que te contaría su traición. No conocéis al mago. Tiene secretos ocultos… borró de la memoria de los hombres mi nombre. Soy el Olvidado. Y no es lo único que hizo olvidar, ¿queréis saber qué más cosas ha borrado? Ja, ja, ja. El mago os dirá siempre mentiras para que acabéis haciendo lo que él quiere que hagáis.
- ¡No te creo! - intervino Billy. Te rebelaste contra él e hiciste el mal.
- Huelo la magia en ti. Tú has estado ligado a este cuerpo. Tú fuiste bendecido como yo con los poderes del mago. Cuando descubras quién es realmente, la clase de manipulador que puede llegar a ser, te volverás en su contra. Yo sólo ayudé a mis compatriotas. ¿Es ese el camino del mal? Intenté que la tiranía de los persas no se extendiera por la Hélade. Masacré a los que mataban a nuestros hijos. Sólo devolví la guerra, que ellos nos trajeron, a sus pueblos y ciudades persas. Ellos nos atacaron, cuando les derrotamos, yo seguí buscando su exterminio.
- El mago…
- Al mago poco le importaba la muerte de unos y otros. Se había retirado y encontrado el amor en una mortal con la que tuvo un hijo. Vivían en la región persa de Armenia. El hijo murió alistándose contra mí y la mujer se suicidó. El mago recuperó su poder y se me enfrentó. Sólo lo hizo por venganza.
- Tú eres el que se incendió de venganza contra los persas. – Superman tomó las riendas de la conversación.
- Piensa lo que quieras. Por fin, vuelvo a vivir. He pasado siglos sin un cuerpo. Condenado a vagar perdido en un lugar sin tiempo. Encadenado al olvido. Pero, ahora he retornado y se lo haré pagar. Primero os mataré a vosotros, sus peones, de la manera más sanguinaria que sea capaz de imaginar. Y, segundo, devolveré al mago la tortura de mi cautiverio. ¿Creéis que vais a poder contenerme? Sois sólo dos humanos.
- Te pido que reconsideres todo esto. Quizá el mago pueda perdonarte.
- ¿Perdón? Prefiero la muerte a su perdón.
- No me dejas otra opción. Debo obligarte a dejar ese cuerpo.
- ¿Tú? Ja, ja, ja, ja. ¿Es que sabes el poder que poseo? ¿Sabes que puedo alzar montañas, beberme el agua del mar o recorrer el firmamento a la velocidad de la luz? ¿Osas amenazarme? Un pobre mortal, vulnerable a la magia. ¿Quién te crees que eres?
- Es Superman. El héroe más grande de todos los tiempos. Te derrotará.- interrumpió Billy.
- No puedo ser vencido. Es hora de acabar con esta conversación. Decidme ¿quién quiere morir primero?
Superman dio un paso al frente. Apartó a Billy con una mano y le susurró:
- Mantente al margen. No sé como, pero debes jugar un importante papel. Haré lo que pueda por derrotarle. Que yo tenga debilidad a la magia no quiere decir que la magia no pueda verse afectada por mi.
El Olvidado se movió a la velocidad del relámpago para impactar en el cuerpo del kryptoniano. Mas, éste, lo esperaba y contuvo el impacto como pudo para, inmediatamente, contraatacar con un puñetazo en el rostro de su rival. El Olvidado alzó las dos manos y las bajó con una velocidad infinita para castigar la nuca del héroe con un golpe que podría haberle dejado fuera de combate. El Capitán mantenía las órbitas de los ojos absolutamente negras. Los puñetazos de Marvel aturdían a un Superman que no quería devolver con la misma intensidad.
Superman le observó con su visión de rayos equis. Aunque estaba en el cuerpo del Capitán Marvel no podía dejarse intimidar por ello. No era su amigo el que estaba allí y no podía dejar en modo alguno que aquel ser triunfara. Si lo hacía, Billy y él morirían. Así que, volando hacia atrás con supervelocidad, cobró impulso y salió disparado hacia el Capitán impactándole con fuerza en el pecho. Marvel cayó de espaldas. Superman se situó encima y volvió a golpearle en el rostro. Descargó cada golpe con la máxima fuerza que disponía. Marvel resistió y quitándoselo de encima se puso de pie. Ambos se movían a supervelocidad. Los conocimientos de lucha que Batman le había impartido hace poco (12) eran contrarrestados con la sabiduría de Salomón de Marvel. El empate parecía quedar patente en los dos contendientes.
- Eres duro… malnacido. ¿También te han concedido los poderes de los dioses?
- Ríndete.
- ¿Volver a la oscuridad perpetua, al frío eterno? ¿Perder esta fuerza, renunciar a mi vida por la de otro? Nunca.
- Escucha, hablaré con el Mago para que seas perdonado. Encontraremos una solución, pero debemos terminar este enfrentamiento.
- Terminará cuando reposes sin vida.
De nuevo, los rivales se bañaron de golpes capaces de destrozar un planeta. Marvel situó un duro golpetazo en los ojos de Superman que perdió por un segundo la estabilidad. El Olvidado lo aprovechó y descargó varias acometidas que tumbaron al Hombre de Acero. El mal parecía triunfar. El Olvidado situó una bota sobre la ese de Kal El y rió bravucón. Sin tregua, le impactó en pleno rostro con la otra pierna y terminó descargando sus dos manos unidas con todas las fuerzas que pudo reunir. Superman parecía inerte.
El Olvidado creyó vencer. Sin embargo, Superman no estaba derrotado. En una milésima de segundo reaccionó. Eludió la siguiente acometida y conectó un superpuñetazo en pleno rostro de su enemigo. El malvado se tambaleó y se frenó un instante. Superman no dudó en aprovechar la ventaja. Emitió su visión calorífica a plena intensidad. El rostro del Capitán se vio bañado por una energía roja que hubiese atravesado la Tierra de par en par y, un instante después, por el aliento gélido del héroe. El ser que habitaba a Marvel quedó aturdido. Superman se situó a su espalda y le hizo una presa terrible que puso de rodillas al portador del rayo.
- Billy, no podré sujetarlo mucho más tiempo. Cuando se libere retornaremos a esta batalla que puede durar días. No tenemos tiempo necesito que me ayudes.
- Pero, ¿qué puedo hacer yo…? Soy un simple chico…
- No lo eres. Lo sabes.
- ¿Qué quieres que haga…? No se me ocurre nada que pueda hacer para ayudarte…
- Di la palabra… estamos en el Limbo… algo puede suceder… di la palabra.
- ¿Y si sale mal? ¿Y si no sirve para nada…?
- Billy, por favor…
El Olvidado pugnaba por liberarse. Superman agarraba a su rival con todas sus fuerzas. Sabía que no podría detenerlo sin matarle. Apretó la traquea de Marvel y dudó si aplastarla con violencia. Su enemigo oponía cada vez más resistencia. Si se liberaba volvería el combate brutal. Tenía la vida de Marvel en sus manos. Pero la decisión pronto vino a él. No lo haría. Pasase lo que pasase encontraría otra manera de vencer. No mataría.
Billy se sentó temeroso. ¿Qué pasaría si pronunciaba la palabra allí? ¿Obtendría la conciencia en el cuerpo del Capitán o la perdería para siempre? Pero, ¿a quién quería engañar? Estaba en la situación más difícil de su vida y no había otro camino que el de arriesgarse. Se levantó y pronunció un sonoro:
- ¡¡Shazam!!
Un rayo mágico apareció de repente. Impactando en el cuerpo de Billy. Al momento, se convirtió en el Capitán Marvel. Y un sorprendido Superman sintió como lo que tenía agarrado en ese instante era a Billy poseído por el Olvidado. Aflojó su tenaza para no aplastar el cuerpo de Batson. Ya no suponía la menor amenaza. El Olvidado se vio de repente en el cuerpo de un frágil niño sujetado por unos dedos capaces de doblar la esquina del universo. Enseguida cesó su resistencia. El Capitán Marvel dio un paso hacia delante y habló:
- He estado mucho tiempo fuera.
- Demasiado. Es hora de terminar con esto. Dijo el kryptoniano.
- Sí.
Marvel se acercó y tocó a Billy que gritaba desesperado, Shazam, Shazam, Shazam. El Capitán le habló:
- Sólo yo tengo el don de la palabra. Tu pecado estuvo en la venganza. Te abandonaste al rencor y a la destrucción. Serás perdonado cuando te perdones a ti mismo.
Al ponerle los dedos encima, el Olvidado, salió de su cuerpo en una forma astral y flotó sobre las cabezas de los amigos difuminándose en el espacio. Aún pudo emitir una última frase:
- Malditos seáis por siempre. Ojalá nunca conozcáis la paz en vuestras vidas.
El Olvidado desapareció como niebla. Superman soltó a Billy. Por un segundo, Billy y Marvel estuvieron frente a frente. Se miraron y se fundieron en un abrazo. Marvel recuperó el color de sus ojos cuando Billy y él se fusionaron.
- ¿El cuerpo de Billy no permanecerá en este limbo?- preguntó Superman.
- Parece que el limbo ha quedado corrompido. Ahora Billy dormitará en mi interior y yo en el suyo. Es hora de volver.
Superman le observó con su visión de rayos equis. Aunque estaba en el cuerpo del Capitán Marvel no podía dejarse intimidar por ello. No era su amigo el que estaba allí y no podía dejar en modo alguno que aquel ser triunfara. Si lo hacía, Billy y él morirían. Así que, volando hacia atrás con supervelocidad, cobró impulso y salió disparado hacia el Capitán impactándole con fuerza en el pecho. Marvel cayó de espaldas. Superman se situó encima y volvió a golpearle en el rostro. Descargó cada golpe con la máxima fuerza que disponía. Marvel resistió y quitándoselo de encima se puso de pie. Ambos se movían a supervelocidad. Los conocimientos de lucha que Batman le había impartido hace poco (12) eran contrarrestados con la sabiduría de Salomón de Marvel. El empate parecía quedar patente en los dos contendientes.
- Eres duro… malnacido. ¿También te han concedido los poderes de los dioses?
- Ríndete.
- ¿Volver a la oscuridad perpetua, al frío eterno? ¿Perder esta fuerza, renunciar a mi vida por la de otro? Nunca.
- Escucha, hablaré con el Mago para que seas perdonado. Encontraremos una solución, pero debemos terminar este enfrentamiento.
- Terminará cuando reposes sin vida.
De nuevo, los rivales se bañaron de golpes capaces de destrozar un planeta. Marvel situó un duro golpetazo en los ojos de Superman que perdió por un segundo la estabilidad. El Olvidado lo aprovechó y descargó varias acometidas que tumbaron al Hombre de Acero. El mal parecía triunfar. El Olvidado situó una bota sobre la ese de Kal El y rió bravucón. Sin tregua, le impactó en pleno rostro con la otra pierna y terminó descargando sus dos manos unidas con todas las fuerzas que pudo reunir. Superman parecía inerte.
El Olvidado creyó vencer. Sin embargo, Superman no estaba derrotado. En una milésima de segundo reaccionó. Eludió la siguiente acometida y conectó un superpuñetazo en pleno rostro de su enemigo. El malvado se tambaleó y se frenó un instante. Superman no dudó en aprovechar la ventaja. Emitió su visión calorífica a plena intensidad. El rostro del Capitán se vio bañado por una energía roja que hubiese atravesado la Tierra de par en par y, un instante después, por el aliento gélido del héroe. El ser que habitaba a Marvel quedó aturdido. Superman se situó a su espalda y le hizo una presa terrible que puso de rodillas al portador del rayo.
- Billy, no podré sujetarlo mucho más tiempo. Cuando se libere retornaremos a esta batalla que puede durar días. No tenemos tiempo necesito que me ayudes.
- Pero, ¿qué puedo hacer yo…? Soy un simple chico…
- No lo eres. Lo sabes.
- ¿Qué quieres que haga…? No se me ocurre nada que pueda hacer para ayudarte…
- Di la palabra… estamos en el Limbo… algo puede suceder… di la palabra.
- ¿Y si sale mal? ¿Y si no sirve para nada…?
- Billy, por favor…
El Olvidado pugnaba por liberarse. Superman agarraba a su rival con todas sus fuerzas. Sabía que no podría detenerlo sin matarle. Apretó la traquea de Marvel y dudó si aplastarla con violencia. Su enemigo oponía cada vez más resistencia. Si se liberaba volvería el combate brutal. Tenía la vida de Marvel en sus manos. Pero la decisión pronto vino a él. No lo haría. Pasase lo que pasase encontraría otra manera de vencer. No mataría.
Billy se sentó temeroso. ¿Qué pasaría si pronunciaba la palabra allí? ¿Obtendría la conciencia en el cuerpo del Capitán o la perdería para siempre? Pero, ¿a quién quería engañar? Estaba en la situación más difícil de su vida y no había otro camino que el de arriesgarse. Se levantó y pronunció un sonoro:
- ¡¡Shazam!!
Un rayo mágico apareció de repente. Impactando en el cuerpo de Billy. Al momento, se convirtió en el Capitán Marvel. Y un sorprendido Superman sintió como lo que tenía agarrado en ese instante era a Billy poseído por el Olvidado. Aflojó su tenaza para no aplastar el cuerpo de Batson. Ya no suponía la menor amenaza. El Olvidado se vio de repente en el cuerpo de un frágil niño sujetado por unos dedos capaces de doblar la esquina del universo. Enseguida cesó su resistencia. El Capitán Marvel dio un paso hacia delante y habló:
- He estado mucho tiempo fuera.
- Demasiado. Es hora de terminar con esto. Dijo el kryptoniano.
- Sí.
Marvel se acercó y tocó a Billy que gritaba desesperado, Shazam, Shazam, Shazam. El Capitán le habló:
- Sólo yo tengo el don de la palabra. Tu pecado estuvo en la venganza. Te abandonaste al rencor y a la destrucción. Serás perdonado cuando te perdones a ti mismo.
Al ponerle los dedos encima, el Olvidado, salió de su cuerpo en una forma astral y flotó sobre las cabezas de los amigos difuminándose en el espacio. Aún pudo emitir una última frase:
- Malditos seáis por siempre. Ojalá nunca conozcáis la paz en vuestras vidas.
El Olvidado desapareció como niebla. Superman soltó a Billy. Por un segundo, Billy y Marvel estuvieron frente a frente. Se miraron y se fundieron en un abrazo. Marvel recuperó el color de sus ojos cuando Billy y él se fusionaron.
- ¿El cuerpo de Billy no permanecerá en este limbo?- preguntó Superman.
- Parece que el limbo ha quedado corrompido. Ahora Billy dormitará en mi interior y yo en el suyo. Es hora de volver.
Superman y Marvel recorrieron el camino a la inversa. Encontraron a Lobo sentado y comiéndose el corazón del ser que le había atacado.
- No es un gran manjar, pero sabe mejor que las putas mazorcas que comen los conejos.
- Los conejos no comen mazorcas… empezó a decir Marvel. Superman le interrumpió.
- Es una larga historia. Déjalo estar.
Cuando accedieron de nuevo a la Roca de la Eternidad. El mago Shazam se fundió en un abrazo con su pupilo. Ante la mirada asqueada de Lobo y la emocionada de Superman.
- Bien, dijo el mago. Hoy es un gran día para la humanidad. El Capitán Marvel ha regresado. Debéis estar unidos ante el gran reto que os espera: devolver la paz a la Tierra.
- Sí, es hora de derrotar a Zod.
En segundos, Lobo se subió al trineo que le había traído, mientas que Superman y Marvel se disponían a transportarlo.
- No es un gran manjar, pero sabe mejor que las putas mazorcas que comen los conejos.
- Los conejos no comen mazorcas… empezó a decir Marvel. Superman le interrumpió.
- Es una larga historia. Déjalo estar.
Cuando accedieron de nuevo a la Roca de la Eternidad. El mago Shazam se fundió en un abrazo con su pupilo. Ante la mirada asqueada de Lobo y la emocionada de Superman.
- Bien, dijo el mago. Hoy es un gran día para la humanidad. El Capitán Marvel ha regresado. Debéis estar unidos ante el gran reto que os espera: devolver la paz a la Tierra.
- Sí, es hora de derrotar a Zod.
En segundos, Lobo se subió al trineo que le había traído, mientas que Superman y Marvel se disponían a transportarlo.
Epílogo
Has sido testigo, pobre mortal, de la segunda venida del Capitán Marvel. A veces los hilos que siegan las parcas vuelven a coserse. El destino puede ser cambiado. Y eso me llena de satisfacción, porque las profecías del enfrentamiento que se avecina entre las fuerzas que dirigen Zod y Luthor contra las que reunirá Superman, no son nada halagüeñas. Lo que se pronostica puede ser cambiado. Quizá. Sólo así tengo esperanza al ver los designios que se marcan para el Hombre de Acero. La Fuente que controla el Alto Padre ha anunciado: Y cuando el Emperador y el General claven sus rodillas un superhombre dejará de existir. Mi visión del futuro también es trágica: veo el fin de Superman. Pero, ya lo he dicho, las profecías muestran un momento del futuro no su continuación. Quizá, más allá de ese momento, como ha sucedido con mi pupilo, pueda existir una lejana esperanza para el héroe de Krypton.
Quizá el futuro no esté escrito y tengamos que forjarlo… paso a paso.
¡Continúa en Superman nº 20: Imperio IV!
Has sido testigo, pobre mortal, de la segunda venida del Capitán Marvel. A veces los hilos que siegan las parcas vuelven a coserse. El destino puede ser cambiado. Y eso me llena de satisfacción, porque las profecías del enfrentamiento que se avecina entre las fuerzas que dirigen Zod y Luthor contra las que reunirá Superman, no son nada halagüeñas. Lo que se pronostica puede ser cambiado. Quizá. Sólo así tengo esperanza al ver los designios que se marcan para el Hombre de Acero. La Fuente que controla el Alto Padre ha anunciado: Y cuando el Emperador y el General claven sus rodillas un superhombre dejará de existir. Mi visión del futuro también es trágica: veo el fin de Superman. Pero, ya lo he dicho, las profecías muestran un momento del futuro no su continuación. Quizá, más allá de ese momento, como ha sucedido con mi pupilo, pueda existir una lejana esperanza para el héroe de Krypton.
Quizá el futuro no esté escrito y tengamos que forjarlo… paso a paso.
¡Continúa en Superman nº 20: Imperio IV!
Agosto 2007- julio de 2008. José Luis Miranda Martínez jlmirandamartinez@hotmail.com
Referencias
1.- Ver la novela gráfica El Poder de Shazam de Jerry Ordway.
2.- Ideado para esta historia.
3.- Este argumento también está ideado para este relato.
4.- Ver Superman 13.
5.- El ya clásico Superman 6.
6.- Ver Especial Imperio: Aquaman.
7.- Todo ello es el mismo recorrido que hizo Billy cuando conoció al mago Shazam y obtuvo sus poderes en Whiz 2 (1940).
8.- Ver Superman 13.
9.- Ver Green Lantern 10 .
10.- Ver Superman 19
11.- Es probable que viera alguna reposición en su primera estancia en la Tierra cuando fue transportado por Big Barda desde el espacio en las páginas de Justice League International 18.
12.- Ver Superman 19
1.- Ver la novela gráfica El Poder de Shazam de Jerry Ordway.
2.- Ideado para esta historia.
3.- Este argumento también está ideado para este relato.
4.- Ver Superman 13.
5.- El ya clásico Superman 6.
6.- Ver Especial Imperio: Aquaman.
7.- Todo ello es el mismo recorrido que hizo Billy cuando conoció al mago Shazam y obtuvo sus poderes en Whiz 2 (1940).
8.- Ver Superman 13.
9.- Ver Green Lantern 10 .
10.- Ver Superman 19
11.- Es probable que viera alguna reposición en su primera estancia en la Tierra cuando fue transportado por Big Barda desde el espacio en las páginas de Justice League International 18.
12.- Ver Superman 19
Wapo, wapo... aunque por un momento casi creí que el elegido de Shazam iba a ser el propio Kal-El para aumentar su arsenal contra Zod!! Si ahora es magapoderoso, no me lo querria imaginar asi...
ResponderEliminarTengo que reconocer que no soy un gran fan del Capitan Marvel y desconozco si el Olvidado ha sido creado por el autor o ha sido simplemente utilizado, pero tengo que reconocer que me ha gustado.
Especialmente destacable la aparición de Mar-Vell. Sinceramente, no me la esperaba...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente capitulo: muy buena y cómica la aparición de Lobo. También que el texto se leyera a si mismo, con la aparición de Mar-Vell, y el guiño al autor. Y por último el final genial. Extrañe el charrasquillo de Billy: santo moli :D
ResponderEliminarReseña del 5 de diciembre de 2009:
ResponderEliminarUn nuevo número especial de esta saga escrito por Jose Luis Miranda, que una vez más, profundiza en algunos de los aspectos "adyacentes" que no tendrían cabida en la saga principal que narra los hechos más importantes de "Imperio" en la serie de Superman. Un bueno número, más extenso e intenso que alguno de los anteriores (los dedicados a Aquaman o Wonder Woman, por ejemplo), que permite al autor acercarse de nuevo a la figura del Capitán Marvel (fallecido en Superman #13), para contarnos la misión que emprende Superman para recuperar a este héroe. Bien escrito e interesante (curiosa la aparición del "otro" Capitán Marvel), y una vez más, el final nos remite al esperadísimo Superman #20. ¡A ver si sale ya!