Título: Imperio (III) Autor: Jose Luis Miranda Portada: Israel Huertas Publicado en: Mayo 2009
Superman retorna en un mundo que le necesita más que nunca. Luthor y Zod dominan la Tierra. Es el momento de saldar cuentas. Además, el Hombre de Acero descubrirá el verdadero origen de Zod.
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Enviado a la Tierra desde el moribundo planeta Krypton, Kal-El fue criado por los Kent en Smallville. Ahora como un adulto, Clark Kent lucha por la verdad y la justicia como...
Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster
La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida.
(Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)
(Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)
Prólogo en tres partes
I
La Antártida es el lugar más frío de la tierra. Tiene una superficie de 14.000.000 de kilómetros cuadrados. Allí está situada la Fortaleza de la Soledad. Clark Kent entró en ella, vestido con ropas andrajosas y una barba poblada. El lugar permanecía arrasado desde el ataque de Zod. (1) Una de las pocas pantallas gigantes de ordenador que aún estaban intactas se iluminó a su paso.
- Me alegro de su vuelta, amo Kal El.
La voz sonaba metálica e intermitente. Pertenecía a su sirviente robótico, aunque su cuerpo había sido destruído mantenía su conciencia informática inserta en la red de los ordenadores de la Fortaleza.
- Yo también me alegro, Kelex.
- A pesar de este caos no hay motivo para la preocupación. He guardado las bases de datos. No hemos perdido nada de información.
- Bien hecho, Kelex. Siempre haces un trabajo magnífico.
- No es cierto. No pude detener al intruso. Siento mucho no haber podido proteger a Krypto. (2) Le echaré de menos. Llegué a apreciar a ese perro…
- No te culpes por lo que nadie hubiera podido evitar. Escucha, debo ausentarme otra vez. Desconecta tus funciones hasta que retorne.
- Bien, amo. ¿Volveremos a reconstruirlo todo?
- No lo dudes. Todo lo material. Hasta la vista.
Clark pulsó un botón oculto en la pared y una especie de armario sofisticado emergió del suelo. Al descorrerse las puertas varios uniformes de Superman quedaron a la vista. Descolgó uno de ellos que estaba cosido con tejidos kryptonianos. Se quitó las ropas ajadas que llevaba y las tiró al suelo. Luego, sostuvo las gafas y se quedó observándolas unos segundos para, por fin, depositarlas sobre la ropa. Por último, se ciñó la camiseta ajustada con la ese roja y amarilla característica, se puso los pantalones, las botas, el cinturón y, por último, la capa roja. Vestido como Superman proyectó su visión calorífica en un metal graduándola a baja intensidad para que el rebote fuera afeitándole. Ya rasurado, pulsó la Madre Caja que acababa de darle Orion (3) y un Boom Túnel apareció ante él. Su destino era claro: la tierra de la que provenía Zod.
II
El viaje no duró ni tres segundos. Nada más llegar sus supersentidos le hicieron saber que algo había cambiado. La localización espacial era distinta. Observó las estrellas y lo entendió a la perfección. El planeta y su entorno estaban en otro lugar diferente. Recordaba que el Trampero Temporal creó una especie de universo de bolsillo en el que duplicó un Krypton y una Tierra con el objeto de enfrentarse a sus principales enemigos: La Legión de Superhéroes. De ese Krypton provenían tres villanos que escaparon de la Zona Fantasma: Zod, Quex Ul y Zaora. El trío arrasó todo este duplicado de la Tierra, matando a cinco mil millones de seres. Los pocos supervivientes de ese mundo le pidieron ayuda y Superman se enfrentó a ellos. Aunque logró detenerlos no pudo evitar que antes asesinaran a los últimos supervivientes del planeta. Aquel día Superman se convirtió en juez, jurado y verdugo y utilizó kryptonita para acabar con las vidas de los tres malvados. (4) Al menos eso había creído, Zod sobrevivió.
Mientras iba hacia las tumbas, su mente revivía el momento en el que ajustició a los tres malvados. En aquel instante, pensó que era la única opción. Era joven, su carrera como Superman apenas llevaba pocos años. Aquellas cinco mil millones de víctimas eran, sin duda, el mayor horror que había presenciado. Hoy, no estaba tan seguro. No lo haría. No los hubiera matado, hubiese encontrado otra salida.
Miró al suelo, la tierra parecía estar cubierta por una enorme sábana de ceniza. Por fin, llegó a las tres fosas. Una de ellas estaba vacía, la de Zod sin duda. Pero, ¿cómo había logrado volver a la vida?, se preguntaba el héroe. Examinó con su visión microscópica hasta el mínimo milímetro de la Tierra y lo adivinó. Encontró restos ínfimos de material metálico y de contaminación radiactiva. Su supercerebro buscó incesante una analogía con aquella radiación. Al fin llegó la respuesta: Brainiac dijo en un murmullo.
III
De repente, a su espalda apareció el Trampero Temporal. Sangraba. Llevaba su túnica violeta destrozada, cortada, hecha jirones. Andaba arrastrando los pasos con dificultad. Al llegar a su altura, el Trampero habló:
- Todo esto va a desaparecer.
- Trampero Temporal. Tú fuiste el culpable. Tú creaste este universo de bolsillo.
- Mi creación tiene los días contados. ¿No lo notas? Utiliza tus supersentidos, mira el espacio. Todo se mueve, todo vibra… pronto dejaremos de existir.
- ¿Qué quieres decir?
- Cuando cree este universo lo hice a partir del tuyo. Atrapé un instante del tiempo para crear una galaxia propia. Al hacerlo, dejé un destello sin rellenar. Ese vacío significaba que, en tu universo, por una millonésima parte de una micra de segundo todo dejaba de existir. Fue tan breve que nadie lo percibió. Sin embargo, esto rompía el orden natural de las cosas. La física del cosmos, inevitablemente, tendió a corregir el error. ¿Cómo? Rellenando el vacío que originé de la única forma posible: mi universo de bolsillo va a retornar a su lugar original.
- Entonces…
- Todo esto que nos rodea se está fundiendo de nuevo con el universo de donde proviene. Es decir, con el tuyo.
- ¿Qué efectos provocará?
- Pocos realmente, el tamaño de mi universo es insignificante comparado con el original. En el mío sólo había dos mundos habitados, Krypton y la Tierra. Es como si echáramos una gota de vino en una tonelada de agua. Mi universo se diluirá afectando a pequeños eventos.
- ¿Cuáles?
- Por ejemplo, lo único que queda con vida de mi creación es Zod. Al integrarse los dos universos y dado que el Zod que pudiera haber existido en tu Krypton evidentemente está muerto, lo más probable es que este Zod ocupe el lugar del anterior.
- Es decir…
- Que va a pasar a ser un kriptoniano de tu mundo, que escapó a su destrucción por estar prisionero en la Zona Fantasma.
- Pero, ¿Zod recordará todo esto?
- Será el único que lo recuerde junto contigo. Porque ambos lo vivisteis. Aunque también adquirirá recuerdos de su nueva vida, de su pasado en tu Krypton, de sus acciones, de las personas que conociera allí.
- ¿Y el resto de personas que conocí en este mundo marchito?
- Al estar muertas no provocarán cambio alguno, será como si nunca hubieran existido.
- ¿Este proceso de fusión cuando se inició?
- Hace meses. En el momento en que tú y Luthor fuísteis transportados al pasado. (5)
- ¿Cómo lo sabes?
- Mi reino es el tiempo, siento sus alteraciones. El proceso de fusión comenzó y una onda de sus efectos fue trastocar pasado y presente, breves pinceladas. Aún hay algunos que viajaron y siguen perdidos en el tiempo. (6)
- Hay otra persona que nació aquí y sigue viva.
- Es cierto. La conocida ahora como Superwoman. En su estancia en la Tierra ha ligado su alma a la de otra persona llamada Linda Danvers, además llegó a ser un ángel terrenal, todo ello ha modificado sus raíces temporales. Aunque evidentemente ella recordará también su pasado. No creo que provoque cambio alguno, salvo el que su presencia pueda ser compensada con la aparición de otra Supergirl…
- ¿Qué significa?
- No lo sé… percibo que las mínimas variaciones en el pasado de tu Krypton, tendrán repercusiones en tu futuro.
- ¿Y el por qué de tu estado? ¿Quién te ha hecho tales heridas? ¿Y qué pasará con la Legión de Superhéroes del futuro?
- Mis heridas… resulta irónico. Toda mi vida he intentado matar a los legionarios y ahora que por fin lo he conseguido… yo moriré con ellos. Toda la línea temporal futura va a verse alterada. Los legionarios estuvieron en mi universo y se llevaron el cadáver de mi Superboy. Todo esto les afectará.
- Es decir, el futuro que conoces…
- Desaparecerá por completo, pero igual que sucede en el pasado, que se corrige para adaptarse a los cambios, lo mismo sucederá en el futuro. La Legión y su universo tendrán un recomenzar, el tiempo nos hará olvido para renacer de otra manera. Mi estado es consecuencia de mi negativa a desaparecer. Empleo todo mi poder para mantenerme en esta corriente temporal y las energías temporales me desgarran. Me queda poco tiempo de vida. Al venir del futuro yo no recordaré nada. Si nos volvemos a ver será la primera vez para mí.
- ¿No hay manera de detener esto?
- Ya está hecho.
- Trampero… Si esto causa daño te buscaré por el tiempo y el espacio y te haré pagar por ello.
- Si llegáramos a vernos yo no tendría culpa alguna, la persona que soy muere, el que seré no habrá cometido acción semejante. En ese momento el Trampero cayó al suelo de rodillas y se llevó las manos al estómago. Mi tiempo termina, quizá en el futuro nos volvamos a ver, aunque yo no te recuerde, quizá como aliados, quizá como enemigos, quizá esta sea la última vez que nos encontremos. Adios, Superman. El tiempo continúa…
El Trampero Temporal empezó a desintegrarse ante la mirada del Hombre de Acero. Pronto no quedó de él ni el más mínimo jirón de aquella impresionante túnica morada. Superman se dio la vuelta, levantó su vista al cielo y murmuró:
- Acaba de cerrarse un círculo, es hora de que personalmente cierre otro: el de Zod.
Capítulo 1
La Tierra estaba invadida por las tropas Iron. Luthor distribuía sus ejércitos Iron entre cuatro generales. Ra’s Al Ghul dirigía los ejércitos que invadían China e Irán en Asia y Modora en Europa. El profesor Sivana se ocupaba del continente americano atacando Santa Prisca, Venezuela, Cuba y Bolivia. Y la pareja de Ivo y T. O. Morrow conquistaba practicamente el interior del continente africano.
Europa y Asia
En Europa, sólo era atacada Modora, una de las pocas naciones no democráticas que existían en ese continente. Su conquista fue rápida. El héroe local y presidente del país, Sonar, enemigo clásico de Green Lantern, había luchado personalmente contra los Iron, pero su derrota había sido completa y aguardaba herido en una cárcel especial. Junto a él otros líderes dictatoriales y terroristas recién capturados como Sadam Hussein o Ben Laden.
Una vez conquistada Modora, y anexionada al Imperio, Ra’s decidió montar la base de operaciones en su capital. Se construyó un búnker secreto similar al que dirigía las operaciones desde Washington y, con el beneplácito de Luthor, R’as se trasladó allí. También China veía como sus ejércitos retrocedían ante el enemigo imparable que resultaban ser los Iron. La planificación de Ra’s Al Ghul aumentaba el daño y la efectividad de los robots.
Vladimir Putin, el presidente de Rusia, había hecho manifiesta su oposición a las actuaciones americanas y amenazó con defender a China si era atacada. El teléfono rojo volvía sonar y Luthor contestaba en persona la llamada de su homólogo ruso:
- Señor Luthor.
- Señor Putin.
- He hecho pública mi manifiesta oposición a esta política destructora e imperialista que está llevando a cabo. Sabiendo que puedo dar origen a la III Guerra Mundial hago presente mi decisión de defender China. Si las tropas Iron no cesan en su ataque daré orden de lanzar una bomba nuclear sobre ellas.
- Bonita forma de defender al pueblo chino.
- El presidente chino está de acuerdo y tengo su permiso. Si no hacemos algo pronto no habrá China que salvar. El sacrificio de unos millones propiciará la libertad del resto. Además, el arsenal nuclear chino será activado por técnicos rusos. Le pido encarecidamente que cese en esta escalada…
- Le animo a que lance su bomba, me proporcionará la perfecta excusa para atacar Rusia.
Así las cosas, el gobierno chino dio su aprobación, aunque sabiendo el precio de la muerte de millones de ciudadanos. Señaló como objetivo la ciudad de Shangai que estaba siendo tomada por los Iron. Shangai, ciudad con 14 millones de habitantes, sufrió el impacto de la primera bomba atómica. Un millón de sus habitantes perecieron en la explosión. La mitad de las tropas Iron allí presentes resultaron dañadas. Además, un ejército de Rocket Reds, el ejército ruso de superarmaduras, comenzó un ataque incesante contra los Iron. R’as se puso en contacto con Luthor:
- Lex, las tropas Iron han sufrido su primera derrota. Tengo no operativas a la mitad. Esto supone un duro freno a nuestras aspiraciones. ¿Debo replegarme de China o…?
- Ni hablar. El material con que están fabricadas hará que se autorreparen en días. Y mañana tendrás otras tantas unidades Iron como las que has perdido. No te preocupes, no habrá más ataques nucleares.
Luthor llamó a Zod.
- General, no pensé que utilizaran tan rápido el armamento nuclear. Viajarás a Rusia, a China a Irán, a cualquier país que disponga de la bomba atómica, y harás desaparecer sur arsenales nucleares.
Así, Zod, ayudado por Circe y el androide Amazo, en misiones secretas eliminaron todo el arsenal nuclear de Irán, China y Rusia. Las autoridades militares no salían de su asombro. Misiles convertidos en flores, armas desaparecidas, inutilizadas en un día. Por si fuera poco, los Iron se mostraban más poderosos que los Rockets Red y en poco tiempo el ejército ruso sucumbía. Ahora no existía arma capaz de detener a los Iron.
Por último, tras la conquista de Irán. Luthor completó su pantomima diciendo que en los combates habían dado muerte a los miembros del grupo terrorista Contraamérica. Recordemos que dicho grupo no existía, Luthor los había inventado para culparles de diferentes ataques terroristas y poder iniciar así su plan de conquista.
América
El Doctor Sivana era el líder de las tropas Iron que atacaban los páises americanos: así Santa Prisca, Venezuela, Cuba y Bolivia ya estaban bajo su control. No existía oposición alguna a la fuerza Iron. Las potencias del continente se declararon neutrales. México, Argentina, Brasil y Chile dejaron clara su oposición pero no se atrevieron a oponerse a las tropas de Luthor. Sivana informaba:
- Señor presidente, la primera fase completa. Las cuatro naciones están sometidas y sus líderes, Fermín Caballero, Hugo Chávez, Fidel Castro y Evo Morales encarcelados. En cuanto de la orden comenzaremos la siguiente fase.
En concreto en la capital de Cuba, La Habana, corresponsales extranjeros informaban de la caída del dictador más antiguo del planeta. Uno de ellos, Jack Ryder, emitía en directo:
- Aquí Jack Ryder desde La Habana. Estoy presenciando como la Fuerza Iron acaba de derrotar a los últimos bastiones de la resistencia cubana. El mismísimo Fidel Castro ha sido introducido en un coche oficial esposado. Ayer fueron Hugo Chávez y Evo Morales quiénes cedían el poder ante el empuje norteamericano. Multitud de personas se han echado a la calle, aunque huyen despavoridas ante la fuerza de ocupación.
Nada más acabar la crónica, el periodista observó como una casa incendiada en los combates estaba a punto de desmoronarse con gente en su interior. En concreto, al acercarse vio como un par de niños pequeños, no tendrían tres años, estaban llorando desconsolados. Ryder lanzó el micrófono al suelo y corrió hacia la parte de atrás de la casa para que su cámara no observara el cambio. En segundos, Jack Ryder había dejado paso al Creeper. Se convirtió en un ser de fuerza y agilidad asombrosa, con el pelo verde, la piel amarilla y unos guantes y una piel curtida de oveja roja que usaba como capa. Sus poderes le permitieron entrar de un salto por la ventana, agarrar a los dos niños y a una anciana que yacia en el suelo, y sacarlos segundos antes de que la casa se viniera abajo. Cuando el cámara llegó, Ryder volvía ser él mismo. Uno de los robots Iron registró la acción y lo transmitió a los técnicos que los dirigían.
África
Para atacar África, Luthor había realizado un incendiario discurso en el que acusaba como culpable del atraso del continente a la mayoría de las monarquías y repúblicas dictatoriales islámicas que lo poblaban. Su plan preveía dotar a cada región conquistada con amplios recursos alimentarios y materiales para que las condiciones sociales mejoraran desde casi su entrada. Sabía que esto dividiría a la opinión pública internacional. Respetó la franja norte de África por ser los países que más relaciones tenían con las potencias europeas, así Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto se vieron libres de su ataque, y también la franja sur desde Zambia y Malawi hasta Sudáfrica. Tampoco atacó de momento las islas.
El resto se vio invadido en su totalidad. Bajo la dirección de los científicos Ivo y T. O. Morrow se conquistaba a velocidad de vértigo a Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Bissau, Guinea, Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil, Malí, Burkina Faso, Ghana, Togo, Benín, Níger, Chad, Nigeria, Camerún, República Centroafricana, Guinea Ecuatorial, Santo Tomé y Príncipe, Gabón, Congo, República Democrática del Congo, Angola, Sudán, Eritrea, Etiopía, Yibuti, Somalia, Uganda, Kenia, Tanzania, Luganda, Ruanda y Burundi. (7)
La conquista fue impresionantemente rápida. Las tropas Iron tomaban la capital de Mauritania, Nuakchot, y, apenas dos semanas después, estaban entrando en la de Burundi, Bujumbura. Pero lo más asombroso fue que en las dos semanas siguientes el hambre había desaparecido de Ruanda, Etiopía o Somalia. Continuos abastecimientos de comida cruzaban las fronteras a diario. Las cosechas florecían incluso en los desiertos. Las luchas étnicas terminaban en Kenia o Ruanda. Un incipiente tejido industrial comenzaba a aparecer con inversiones de las multinacionales más poderosas. Luthor imponía un régimen totalitario, pero asegurándose de cubrir las necesidades alimenticias o de seguridad de todos los ciudadanos. Aparecieron reacciones internacionales de muy diferente signo. Algunas clamaban contra Luthor:
- ¿Qué clase de nación es la que permite ser presidente a un genocida internacional?
- ¿Es esta la libertad que promete Lex Luthor? ¿Ha instaurado ya en los países dominados una democracia representativa? Estamos sustituyendo el culto a los dictadores por el culto a Luthor. No hay libertad, no hay ya República. Lo que Luthor está haciendo es un imperio. Es, sin duda, un moderno emperador. El mundo está amenazado.
Por el contrario, otras abogaban por defenderlo:
- No hemos conocido en mi país una sola generación que se haya visto libre del hambre y ahora lo estamos. No hemos conocido en muchos lugares de este continente periodos de paz y calma sin que etnias se enfrenten con sangrientos resultados. Y Luthor ha conseguido paz y comida en apenas un mes. ¿Qué más queremos? ¿Democracia? Prefiero comer a votar.
Capítulo 2
Gotham
Superman aparecía en el cielo de Gotham. Tenía que hablar con Batman. Era de día, por tanto, poco probable de que Bruce estuviera vestido de murciélago. Su visión y su oído enfocaron la mansión Wayne sin encontrarlo. Sobrevoló la ciudad hasta que halló a Bruce Wayne en el interior de una limusina dirigiéndose a un acto benéfico. Descendió a toda velocidad y se pegó a uno de los cristales del coche enseñando la gran ese. Bruce ordenó al chófer que parara y se bajó apresurado. Nada más poner pie en el suelo, Superman lo elevó y un segundo después ambos estaban en la Bat Cueva. Con Bruce poniéndose el uniforme al que consideraba su segunda piel.
- Me alegro de tu vuelta. Creí que esta vez no …-acostumbrado a ocultar sus emociones, Batman, contenía su alegría.
- Venga, Bruce, como si fuera la primera vez. Es hora de ponerse a trabajar.
- Estoy de acuerdo, he estado planeando… esto es lo que vamos a hacer…
- Lo siento Bruce, haremos las cosas a mi modo.
- Ni hablar. Has esperado demasiado. Tus métodos no sirven. Sólo esperas a que las catástrofes se produzcan, no las evitas. ¿Sabes que han matado al Capitán Átomo y estoy convencido de que ha sido Zod? (8)
- No lo sabía. Maldito sea. Pero no es momento de discutir.
- Pues vamos a hacerlo.
- Bruce…
- Deja ya ese tono conservador, Clark. Ahora te está hablando el Hombre Murciélago, no un millonario huérfano, así que si te diriges a mí llámame Batman. Además, eres consciente de que deberías haber detenido a Luthor mucho antes. El destino te ha dotado de un poder asombroso y para lo único que lo utilizas es para pavonearte y rescatar gatitos de los árboles.
- El poder tiene que estar al servicio de los demás. No puedo utilizarlo para imponer mi voluntad. Creo en la libertad
- La libertad que nos roba Luthor es por culpa de habérsela dado.
- Batman, ya está bien.
- No, no está bien…
Batman lanzó un puñetazo que Superman esquivó para evitar que su amigo se partiera la mano. Batman saltó hacia atrás y sacó un anillo de kryptonita de su cinturón, pero Superman proyectó su superaliento y éste voló de las manos. Inmediatamente, emitió su aliento gélido y la kryptonita quedó envuelta en una tonelada de hielo. Batman sorprendido le lanzó una patada de kung fu que Superman detuvo sin esfuerzo para, acto seguido, retorcerle el pie y arrojarlo al suelo.
- Deja ya este baile infantil antes de que te lastimes.- gritó Superman.
- No cesaré hasta que me escuches.
- Ya estoy harto de escucharte. ¡¡Cállate por una vez en la vida y abre tus oídos!! ¿Es que si hubieras matado al Joker la primera vez no habrías salvado la vida a cientos de víctimas futuras? ¿Debo recordarte que entre ellas Jason? (9) ¡Lo mismo podría decir yo de ti! Déjame preguntarte algo: ¿Matarías al Joker sabiendo lo que sabes la primera vez que le detuviste?
- No es lo mismo…
- Contéstame ¿le matarías sabiendo lo que hizo después?
- No, no lo haría.
- Pues entonces ponte en mi lugar. Siempre hemos respetado la vida por encima de nuestras diferencias. Déjate guiar por mí. Yo dirigiré el contraataque y si fracaso, no te preocupes, tengo un as en la manga, un plan B.
- ¿Cuál?
- Tú.
Batman esbozó una sonrisa que intentó disimular. Superman siempre conseguía de alguna u otra manera sacarle de su posición macabra.
- Ok. ¿Qué se supone que tienes pensado?
- Lo primero…, -Superman a supervelocidad le quitó la máscara- hablar cara a cara con mi amigo Bruce. Lo segundo pedirle una cosa…
- ¿Qué necesitas?
- Entrenamiento.
- ¿Cómo?
- Necesito que me enseñes todas las técnicas de lucha que domina Zod.
- Pero… yo he tardado años en aprenderlas…es imposible…
- Tendremos todo el tiempo del mundo…
Superman volvió a pulsar la Madre Caja y ambos héroes desaparecieron. Aparecieron en Nueva Génesis. El Alto Padre les esperaba, alzó su mano y la sala quedó envuelta en un aura verde. Metrón estaba a su lado y le susurró al oído al patriarca de Nueva Génesis:
- Te estás implicando demasiado. No se debe jugar con el tiempo de esta forma.
- Tienes razón. Pero ya he prometido mi ayuda. No lo volveré a hacer. Se lo debo.
La sala estaba acondicionada como un gigantesco gimnasio, con múltiples armas de diversa índole. Superman abrazó al Alto Padre como símbolo de agradecimento y alzó la mano para despedirle cuando él y Metrón salían de la estancia. Entonces, se volvió hacia Batman y le habló:
- El tiempo está detenido. No envejeceremos, no necesitaremos comer, ni beber, nuestras funciones vitales están congeladas, no sufriremos dolor, no podremos herirnos, no respiramos… Ya sé que es extraño… es simplemente magia. Magia de la que no se debe abusar. Cuando salgamos de la habitación volveremos al mismo segundo del que partimos. Y ahora: empecemos a entrenar.
Superman le enseñó a Batman el arte marcial kryptoniana que podía dominar al concentrarse. Eso facilitó el aprendizaje, pues dicha arte marcial estaba más avanzada que las de la Tierra y agrupaba muchas de las aquí existentes. Una vez puesto el punto de partida, Batman empezó con técnicas sencillas y fue complicando paulatinamente los movimientos. Al no existir cansancio, ni sudor, ni heridas, los dos amigos entrenaron en lo que les pareció un par de horas durante meses. Sus paradas eran cada vez más escasas. No eran conscientes de que el tiempo transcurriera. Realmente para ellos es como si se encontraran en los primeros cinco minutos de entrenamiento. Cuando Batman estimó que Superman estaba preparado habían pasado cinco años. Sin embargo, al salir de la zona verdosa no había transcurrido ni un solo segundo.
- Aprendes rápido. Ahora podrás medirte con Zod. ¿Cuáles son tus planes?
- Pronto hablaremos. Gracias por todo.
Superman pulsó la Madre Caja y Batman desapareció para reaparecer en el mismo lugar y en el mismo momento en que Superman le había encontrado. El Hombre de Acero cruzó a la estancia siguiente en donde aguardaban el Alto Padre, Orion, Lightray y, alguien a quien no esperaba, Krakoom. (10)
- Bien, vuelvo a la Tierra. Sigo necesitando mucha ayuda, Alto Padre.
- No puedo implicarme más sin que también lo haga Apokolips. Creo que ya te he ayudado. Pero, a título personal, hay tres guerreros que quieren estar a tu lado. No puedo impedírselo. Los aquí presentes.
- Orion y Lightray son bienvenidos. Pero, lo siento, no quiero a Krakoom.
Krakoom dio un paso adelante, su aspecto seguía siendo igual de monstruoso, pero, su expresión, su voz, eran sin duda muy diferentes.
- Por favor, déjame ayudar. Quiero paliar parte del daño que causé…
- Murieron muchas personas por tu culpa.
- Darkseid me enloqueció. Llevo viviendo estos meses en Nueva Génesis. He aprendido el valor de palabras como justicia, compasión, paz… Quiero rehabilitarme a tus ojos.
- Eres el hijo de Darkseid.
- Esa es mi vergüenza.
Orion habló con fuerza:
- También la mía Superman. ¿O es que olvidas que, igualmente, soy hijo de ese demonio? El único culpable del daño que se causó fue Darkseid y tú lo sabes. Sus manipulaciones nos han perjudicado a todos. Incluso a ti. En cierta ocasión fuiste títere de sus planes y causaste mucho dolor. Yo borré de tu mente ese recuerdo. No me obligues a devolvértelo.
- ¿De qué hablas?
Orion pulsó su Madre Caja y recuerdos escondidos en la mente de Superman durante una década afloraron de golpe. Se vio así mismo con la mente controlada sirviendo a Darkseid en el mismísimo Apokolips y siendo su paladín frente a los Perros Hambrientos. (11) Superman bajó la cabeza y asintió. Incluso antes de haber recordado estos sucesos, sabía perfectamente que Krakoom fue controlado mentalmente por Darkseid en el ataque a Metrópolis.
- Está bien… espero no arrepentirme. Aunque ya hablaremos sobre la manipulación de mi mente.
Orion se adelantó y habló:
- Lo hice para ahorrarte los remordimientos y la culpa que sufre ahora Krakoom. Además sus habilidades en combate serán necesarias: fuerza inmensa, velocidad como el rayo, aliento de fuego corrosivo, capacidad casi instantánea de regenerar sus heridas y la facultad de ver el futuro.
Krakoom también quiso hablar:
- Gracias. Lucharé a tu lado con valor. Algún día me vengaré de mi padre.
Superman tomó la palabra:
- Dice Orion que lees el futuro, ¿qué nos depara?
- El futuro no es inmutable, mi visión sólo atisba futuros parciales y cambiantes que pueden ser modificados.
- Pero, ¿qué ves ahora?
Alto Padre hizo un gesto para que Krakoom se callase. Superman lo apreció y habló con más firmeza:
- Vamos, Alto Padre, ¿crees que algo de lo que pueda decirme va a atemorizarme? Mi futuro lo escribo yo y nada de lo que me diga me hará vacilar lo más mínimo.
- De acuerdo, en ese caso. Veo el fin de Superman.
Todos quedaron en silencio. Sólo Superman habló:
- Todo tiene un final. Aunque realmente estos sean mis últimos días, no será sin antes derrotar definitivamente a Luthor, Brainiac y, sobre todo, Zod. Agradezco vuestra ayuda. Esperad mi llamada.
Superman pulsó la Madre Caja y desapareció en un Boom Túnel. A pesar de la ayuda ofrecida, se fue con una sensación de desagrado y malestar.
Capítulo 3
En el interior de los EE.UU. la nueva orden presidencia que prohibía las actividades superheroicas sin registro maniataba a la mayoría de los héroes. Utilizar sus poderes en público era incumplir la ley algo que muchos de ellos llevaban protegiendo toda su vida. La JSA había hecho una declaración pública por medio de uno de sus líderes, Alan Scott, el primer Green Lantern de la Tierra:
- Como portavoz de la JSA debo anunciar que el grupo obedecerá la ley aunque no estemos de acuerdo con ella. Creo que el país está tomando un sendero erróneo y pedimos al presidente que reconsidere sus actuaciones. No es la primera vez que nuestros políticos yerran en sus decisiones. Recordemos la caza de brujas que promulgaron, entre otros, el senador Joseph Mc Carthy en los cincuenta. Sin embargo, en la Sociedad de la Justicia creemos que las leyes deben cumplirse y que no podemos decidir cuáles queremos aceptar y cuáles no, salvo por los procedimientos democráticos. Por ello, pedimos movilizaciones populares pacíficas, manifestaciones y proclamas de todos los sectores sociales para que esta administración rectifique.
Casi a la par, Titanes y Outsiders hacían una declaración conjunta con el mismo portavoz, Nightwing:
- Titanes y Outsiders me han pedido que les represente en este discurso. Hace poco comparecía ante la opinión pública para denunciar los abusos de esta administración en la cárcel para supervillanos Black Riot. También para anunciar la puesta en marcha de los Protocolos Iron, una serie de robots superpoderosos. (12) Lamento que mis palabras resultaran proféticas. Los Iron furon concebidos para invadir mucho antes de los atentados de las Torres Gemelas y de la Estatua de la Libertad. Debemos oponernos a Luthor y a sus planes. Por mi parte, Titanes y Outsiders lo harán. Encontraremos las pruebas necesarias para que el presidente deje de serlo. Detendremos a los Iron en la medida de nuestras posibilidades y no cesaremos en nuestra actividad superheroica, que no ha tenido otro objeto que el de beneficiar a la sociedad. Esta nación se fundamentó sobre el incumplimiento de leyes injustas. Jamás seríamos Estado si no nos hubiéramos situado en la ilegalidad. Mi meta es la justicia, no la ley. Gracias por su atención.
Luthor miraba la televisión junto a Deahtstroke. Cuando la intervención de Nightwing terminó dijo airadamente:
- Creo que es hora de darle un escarmiento a este niñato.
- No es un niñato. No le subestime. Es uno de los diez mejores luchadores y estrategas del planeta. Le aseguro que si pensamos que será fácil capturarle fracasaremos.
- Me está diciendo que nuestro Escuadrón Suicida no podrá con una panda de adolescentes hipermusculados.
- Le estoy diciendo que no será fácil. Téngalo por seguro. Pero, no tenga dudas, yo soy el mejor.
- ¿Y Batman? Meterse con el chico hará enfadar al murciélago.
- Batman ya está en nuestra contra, el enfrentamiento con él es inevitable. Yo de usted reforzaría la vigilancia por las noches.
- ¿Es usted mejor que el murciélago?
- Le decía que Nightwing era uno de los diez mejores luchadores sin poderes del mundo. En ese barco están Talia, Richard Dragón, Cassandra Cain, Green Arrow, Hawkman y algún otro. Batman es el primero.
- Entonces…
- Yo tengo poderes, no lo olvide. La capacidad de utilización de mi cerebro es de un 90%, mis reflejos pueden percibir la velocidad de Flash, mi fuerza es como la de Cyborg. Supero a Batman en mucho.
- Bueno, hagámoslo oficial: Titanes y Outsiders acaban de situarse fuera de la ley. Señor Deahtstroke asuma el mando del Escuadrón Suicida y captúrelos vivos o… muertos.
Capítulo 4
Isla Paraíso
Superman sobrevolaba Isla Paraíso. Sentía que una aureola especial impregnaba el aire que envolvía a la Isla. Al tocar las nubes le parecía que notas de música salían de ellas. Desde el cielo podía oler la vegetación fresca y húmeda y al ir descendiendo sus sentidos se llenaban de buenas sensaciones. No ocultó su presencia lo más mínimo. Un grupo de amazonas montadas en águilas gigantes le escoltaron hasta el templo de Palas Atenea. Allí, Artemisa se le puso delante.
- Está en la sala de las columnas. Lleva sin hablar con nadie dos días. Ha pedido que no la molestemos.
- Necesito verla.
- No puedes, no te dejaremos pasar. Ha sufrido mucho, ya lo ha dado todo por el mundo. ¿Dónde estábais vosotros cuando ella se dejaba el alma? (13)
- Ojalá me hubiese sucedido a mí en su lugar. Déjame pasar, Artemisa. Nada me impedirá hacerlo. Aunque traigas aquí a todos los ejércitos del universo.
Artemisa sopesó la situación. Todas las amazonas se empezaron a situar tras ella sabiendo que ninguna podría detener a aquel hombre. Aunque también estaba segura de que dejarían la vida en el empeño. La tensión llegaba a su punto álgido cuando sonó la voz de Diana desde el fondo:
- Artemisa déjale entrar. Gracias hermanas, por vuestra devoción y entrega.
Las amazonas se apartaron. Superman se adentró en la penunbra. Su visión le permitía ver a la amazona envuelta en una túnica de lino blanco que le cubría cuerpo y rostro:
- Diana.
- Kal. Me alegro de tu vuelta.
- ¿Cómo estás?
- Bastante mal. Has venido a pedirme algo, ¿verdad?
- Diana, necesito tu ayuda. El mundo corre un gran peligro.
- Y se supone que tú vas a salvarlo…
- Juntos, como siempre, tú y yo, y la Liga y…
- Ya… poco puedo hacer yo ahora mismo.
- Necesito un ejército que se enfrente a los Iron.
- Y has pensado en mi.
- Y en las amazonas…
- Morirán muchas.
- Morirán más en todo el mundo si no triunfamos.
- No puedo prometer que luchen. Debe ser una decisión de ellas.
- Lo sé. Diana… podemos hablar. ¿Qué sucedió…?
- No quiero contarlo… ahora no. Necesito tiempo y descanso.
- Cuando quieras, Diana aquí estaré.
- Decían que habías muerto.
- Ya sabes… no será la última vez que lo digan…
- Kal… mírame. Una vez me besaste. Me deseabas. ¿Serías capaz de desearme ahora?
Diana se mostró quitándose el velo. Parecía tener cien años. Envejecida, delgada. Superman se acercó y la abrazó. Diana se sentía avergonzada de mostrarse así.
- Veo a mi amiga. Una de las personas más maravillosas que he conocido. Siempre te he querido y siempre lo haré.
Diciendo esto la besó. La envejecida Diana no pudo reprimir el llanto se soltó del abrazo y volvió a la penumbra.
- Estaremos en contacto Kal. Te comunicaré nuestra decisión en breve.
Capítulo 5
Torre de los Titanes
La reunión albergaba a los miembros más recientes de ambas formaciones. Por parte de Outsiders estaban: Nightwing, Faith, Zauriel, Manitu Raven y Jesse Quick. Y los Titanes aportaban a Cyborg, Starfire, Changeling, Flamebird, Arsenal, Superboy e Impulso. Junto ellos antiguos miembros como Tempest. Nightwing hablaba:
- Estamos fuera de la ley, por el simple hecho de llevar estos trajes o de emplear nuestros poderes. Todos aquí somos conscientes de lo que esto supone. Ahora cada uno individualmente tiene que decidir si quiere seguir en esto o retirarse.
- ¿Y la Liga? Todavía no ha hecho declaraciones- habló Starfire.
- La Liga está dividida, Batman les intenta convencer de que actúen. Las desapariciones de Superman y de Wonder Woman han hecho mella en ese equipo. Sin ellos les falta el corazón y el alma.
- Debemos meditar bien. Si nos oponemos al gobierno elegido por los ciudadanos, ¿dónde nos sitúa eso?- dijo Superboy.
Las alarmas de la Torre saltaron con violencia. Se trataba de un ataque inminente y peligroso. Pero era como si hubiesen aparecido por arte de magia.
- Las alarmas… ¿Ciborg, qué…?
- Problemas… ¡¡Titanes, Outsiders preparaos…!! ¡¡Deathstroke está fuera y no viene solo…!!- habló Ciborg.
Deathstroke gritaba desde el exterior.
- ¡¡Titanes, estáis incumpliendo la ley!! ¡¡Tenemos una orden de detención contra vosotros, salid con los brazos en alto y no opongáis resistencia al nuevo Escuadrón Suicida!!
Todos los héroes se abalanzaron a los monitores para ver a los asaltantes. Ciborg ya los tenía enfocados:
- Pero, ¿cómo han podido reunir a todos estos…? ¿Quiénes están?
- Al fondo Deathstroke y a derecha e izquierda, Circe y Amazo. Delante los Cinco Temibles (Psimon, Gizmo, Mamut, Shimmer y el Doctor Luz). Como primera línea de combate la Hermandad del Mal (Cerebro, Monsieur Mallah, Teleportador, Fobia, Houngan y Plasmus). Una fuerza realmente impresionante
Nightwing asumió instintivamente el mando.
- Vic, dijo dirigiéndose a Ciborg, conecta las defensas de la Torre y llama a la Atalaya de la Liga, podemos necesitar ayuda.
- Lo siento, no lo consigo, los sistemas informáticos no funcionan. Algo está interfiriendo en…
- ¡¡Escuchadme todos!! – gritó Nightwing. ¡¡Este es el momento de decidir, quienes no deseen el enfrentamiento que salgan con los brazos en alto y no les pasará nada!! ¡¡Quienes se queden que sepan que estarán cruzando el Rubicón y no habrá vuelta atrás!! ¿Alguien quiere irse?
- ¿Estás de broma?- dijo Arsenal.
- Vamos, ya hemos pateado sus traseros en más de una ocasión. Hagámoslo una vez más.- intervino Changeling, que adoptaba forma de león.
- No sé si esta vez podremos, pero tengo claro que no pienso rendirme ante Deathstroke. Ya he tenido en mi vida suficientes dosis de rendición.-habló Starfire.
- Bien, escuchadme- volvió a tomar la palabra Nightwing. Zauriel, Starfire, Superboy, Wonder Girl sois los más poderosos, en cuanto comience la pelea debéis detener a Amazo. Emplead toda la fuerza de que dispongáis. Jesse e Impulso, debéis derribar a Psimon, Cerebro, Houngan y Fobia.
- Ok, susurró Superboy.
- Arsenal conmigo vamos a por Deathstroke.
- Eso me gusta, sonrió socarrón el arquero.
- Tempest, Faith, Ciborg, Changeling, a por Plasmus, Shimmer, Mallah, Teleportador y Luz.
- ¿A qué estamos esperando?, volvió a hablar Changeling.
- Manitú tienes que encargarte de Circe o al menos anular su poder. Flamebird tú quédate alejada y ayuda a quién veas que lo necesita más
La Torre entera empezó a deshacerse. Las paredes de metal se convertían en agua y helio. Enseguida comprendieron que se trataba del poder de Shimmer amplificado por Circe. Shimmer era capaz de trasmutar elementos durante un breve tiempo. Sin embargo, nada de ello rompió la concentración de estos héroes curtidos en mil batallas a pesar de su juventud. Todos supieron pefectamente lo que hacer. Actuaron al unísono y se dirigieron a los enemigos que Nigthwing les había indicado.
Titanes y Outsiders salían en tropel cuando Deahtstroke dio una señal. Una descarga eléctrica bañó a todos los héroes por un segundo. Era el Doctor Luz también con Circe como amplificadora de sus poderes. La electricidad frenó su avance y los villanos dieron el primer golpe.
Amazo era, si duda, el enemigo más peligroso. El androide poseía los poderes de la Liga de la Justicia en pleno. Con la fuerza conjunta de Superman y el Detective Marciano, golpeó a Superboy en el pecho. Éste perdió la respiración mientras caía al suelo. Wonder Girl golpeó en la espalda al androide, pero no se inmutó. Amazo adquirió la velocidad de Flash y con el poder de Wonder Woman asestó trescientos impactos a una Wonder Girl que sólo veía sangre. Después, con la energía de Green Lantern encadenó a Zauriel que pugnaba por liberarse. Starfire lanzó toda su energía pero el robot adoptó la invulnerabilidad de Superman y no sufrió daño alguno. Se estiró como el Hombre Elástico cogiéndola y con la fuerza del Detective Marciano la estampó contra el suelo. Acto seguido, voló como Hawkman añadiendo la velocidad de Flash y volvió a golpear a Superboy que ya se situaba a su espalda. Zauriel logró romper su prisión pero fue atrapado por el brazo elástico de Amazo que le proyectó hacia sí. Antes de que Zauriel hiciese un movimiento, le habían llovido cien golpes y la mano de Amazo penetraba en su cuerpo para arrancarle un trozo de intestino.
A pesar de su velocidad, Jesse e Impulso no llegaron nunca a alcanzar a Psimon. Cerebro y Psimon se protegían mutuamente y cuando los jóvenes estaban a punto de golpear a éste último, Cerebro ralentizó sus pensamientos y les detuvo. Acto seguido, Fobia se adueñó del cerebro de Impulso mostrándole sus miedos más profundos. Impulso se retorcía en el suelo pensando que no era lo suficientemente bueno para Wally. Mientras, Houngan cortaba un cabello de Jesse y aplicándolo a su tecnológico muñeco de vudú hacía que el dolor en sus piernas fuese insoportable.
Nightwing y Arsenal se enfrentaban a Deathstroke. Éste sonreía. Los tres enemigos bailaron una danza que parecía coreografiada. Nightwing y Arsenal habían sido entrenados por Batman y Green Arrow, respectivamente, dos de los mejores maestros que podrían encontrarse en el mundo. Sin embargo, Dethstroke parecía estar jugando con ellos, sus reflejos superrápidos le permitían apreciar los movimientos de los dos amigos como si fueran a cámara lenta y su fuerza era sin duda superior a la de ambos. Nigthwing era consciente de ello, si querían tener alguna oportunidad debían atacar al unísono desde flancos diferentes. Una patada del mercenario alejó a Arsenal y un puñetazo casi fractura la nariz de Nigthwing. Deathstroke enarboló su barra láser y disparó al cuerpo de Arsenal. Éste lanzó dos flechas que al impactar en la descarga la desviaron sin tocarle. Nigthwing aprovechó la distracción y le arrancó de las manos la barra de una patada. Acto seguido, logró conectar en la cara del mercenario un puñetazo. Wilson se revolvió y sacó un cuchillo que atravesó la mano de Nightwing. En ese momento una flecha de Arsenal volaba hacia el corazón del villano. Deahtstroke la sostuvo en el aire y volvió a lanzarla hacia Arsenal segando la cuerda de su arco. Nigthwing dio un salto mortal y con tres volteretas consiguió alejarse de Deahtstroke. Miró la escena, todos sus amigos estaban cayendo uno tras otro…debía hacer algo.
Tempest estaba con las piernas clavadas en la tierra debido a los poderes de Shimmer. Faith se veía acorralada por Plasmus y Teleportador. Changeling, convertido en elefante, intentaba aplastar al gorila Mallah. Teleportador creó un portal que transportó a Faith y a Changeling juntos estrellándolos. Tempest escapaba del suelo y tumbaba a Mallah con sus rayos pero recibía en la espalda el toque de Plasmus que vaporizaba carne y piel. El Doctor Luz bañaba a Ciborg con sus rayos mientras Gizmo, el enano volador, le bombardeaba con sus trampas mortales. Ciborg resistía a duras penas intentando convertir su brazo en un cañón de ultrasonidos. Circe y Manitú se enfrentaban en una guerra mágica de hechizos. Circe se mostraba más poderosa y Manitú acabó viendo como sus manos y pies se convertían en plantas.
Flamebird observaba la derrota de sus amigos. Las palabras de Nigthwing resonaban en su cabeza, quédate alejada y ayuda a quién veas que lo necesita más, pero estaba aterrada y no se atrevía a actuar.
- Dios mío, ¿qué voy a hacer…?
- Irnos de aquí.
La voz salió de una mujer que acababa de aparecer a su lado. Estaba envuelta en una capa con capucha larga que impedía ver su rostro.
- ¿Quién eres?
- Me llamo Raven, y soy una antigua amiga. Haz lo que te pido. Proyecta tu poder de fuego entre los grupos de contendientes.
Flamebird empezó a generar muros llameantes entre los luchadores. Que se separaron por un segundo. Raven se concentró y proyectó su forma astral que en forma de sombra fue envolviendo uno a uno a todos los héroes desapareciendo. Circe no salía de su asombro:
- ¿Qué ha sucedido…?
- Que nos han burlado. Increíble. Ya les teníamos. – contestó iracundo Deahtstroke.
Capítulo 6
Keystone City
Flash corría a velocidad invisible para el ojo humano. No quería ser captado por nadie que pudiera acusarle de desobedecer los mandatos presidenciales. Pretendía llegar a casa y darse una buena ducha. Lejos de acabar el día tranquilo pronto se encontraría a las puertas de la muerte. El Capitán Frío estaba seguro que Flash incumpliría la ley. Así que situó detectores de velocidad en diferentes puntos de Keystone City para comprobarlo y luego tener una prueba para Luthor. El resto del plan era de libro, estaba en el manual de todo buen supervillano: edificio en llamas, niña en la tercera planta… Flash no tardaría en aparecer.
En efecto, cuando Wally escuchó las sirenas de los bomberos no tardó un segundo en presentarse en la casa ardiendo. Su sorpresa fue que nada más entrar lo que eran llamas se convertían en bloques de hielo y es que Frío, en cuanto se percató de que el velocista entraba, había accionado su pistola gélida al máximo. El héroe se vio prisionero en un bloque helado que le impedía el movimiento. Flash estaba agonizando. Su mente buscaba incesante una solución. Sólo el meñique tenía algo de movimiento. No era suficiente para liberarse en segundos. Frío se acercaba. Alzó la pistola y se dispuso a apretar de nuevo un rayo gélido que le partiría en pedazos. De repente, Wally observó un destello azul y rojo. Era Superman. El hielo que le rodeaba se deshacía, sin duda, gracias a la visión calorífica del kryptoniano. Flash reaccionó en la décima parte de una décima de segundo, pero Frío debía contar con algún aparato teletransportador y cuando el hielo yacía destrozado a sus pies no había ni rastro del villano.
- Gracias al cielo. Te necesitamos.- Flash se fundió en un sincero abrazo con Superman. La Liga se divide. Luthor está dominando todo el mundo. Diana no ha vuelto. Necesitamos que…
- Lo sé Wally. Estoy en ello. Antes necesito que hagas algo por mí.
- Claro lo que quieras. ¿Estás bien?
- No. Necesito más poder…
- No sé cómo puedo dártelo yo.
- Quiero conectarme a la Fuerza de la Velocidad.
- ¿Cómo?
- Mi poder es muscular, al correr casi puedo igualarte. Al volar podría incluso superarte salvo cuando te sumerges por completo en ese misterioso campo energético.
- Pero no sé como...
- Quiero que corramos juntos y que te conectes a la Fuerza. Necesito entrar contigo y conseguir algún lazo que me una a ella. Quiero adquirir más velocidad.
- Superman, no estoy seguro de…
- Por favor, Wally.
¿Cómo negarle algo a Superman? – pensó Wally y, acto seguido, empezaron a correr. Flash iba por delante, Superman aceleró todo lo que pudo adelantándolo. Wally aumentó la velocidad, se puso a la altura de Superman y le superó en un paso. Ambos estaban llegando al límite. Superman perdió asidero y empezó a volar volviendo a rebasar a Wally. Éste puso su poder al límite y quedaron iguales. En ese momento, Wally agarró de la mano a Superman y se conectó a la Fuerza de la Velocidad. El mundo dejó de tener sentido y pasaron a un nuevo estado de conciencia. Todo se detuvo. Los segundos parecían millones de años. Los dos héroes se veían aislados de la realidad.
- Esta es la Fuerza de la Velocidad.- dijo Flash.
- Vayamos más allá. Más rápido.
- Si lo hacemos cruzaremos la barrera del tiempo… Frena.
- No Wally, no estoy unido a la Fuerza. Sólo compartes la velocidad conmigo. Necesito introducirme, buscar una conexión, estar inmerso en ella… Por favor, más rápido…
Flash dudó pero accedió. El movimiento dejó de tener sentido las partículas del universo iban y venían a su alrededor. Los dos héroes daban vueltas alrededor de la Tierra contemplando cambios en el espacio y el tiempo. Así, contemplaban escenas prehistóricas en las que Vandal Savage obtenía su inmortalidad o el cromañón Anthro guiaba a su pueblo. Vieron a la mítica Atlantis perecer bajo las aguas, al mago Arión crear hechizos, al sabio Shazam otorgando sus poderes a Black Adam y el primer vuelo del faraón que milenios después se convertiría en Hawkman. Vieron el auge y la caída del Imperio romano y como algunos héroes luchaban allí por la justicia, como el Gladiador Dorado o el Jabato. Vieron la corte del rey Arturo en Camelot, con el Caballero Brillante, el Príncipe Valiente, Lancelot, Galahad, Gawain, Merlín y el demonio Etrigan. Los milenios se sucedían apenas podían apreciar etapas en la vida de héroes como el Príncipe Vikingo, el Guerrero del Antifaz, el Capitán Trueno, el Corsario de Hierro, Tomahawk, Jonah Hex, As Enemigo…
Los dos héroes aumentaron la velocidad y el tiempo dejó de tener sentido. Sus pensamientos quedaron conectados, pero éstos llegaban segundos más tarde de ser ideados. Habían superado la velocidad del pensamiento. Superman se deshizo de la mano de Flash, quería ver si podía mantener la conexión con la Fuerza por sí solo. Ante la sorpresa de Flash, los dos separados recorrieron a una velocidad infinita el tiempo y el espacio. Superman empezó a adelantarle mientras el tejido espacial se rasgaba. Estaban entrando en otra dimensión. Flash llegó al límite, veía la espalda de Superman. Conectó su velocidad a la de Superman y la suma les catapultó a una velocidad que ningún ser había alcanzado. Flash sintió como se desestabilizaba la realidad. Superman seguía alejándose. Le perdería si no hacía algo inmediatamente. Alargó su brazo y tocó el hombro de Superman. El Hombre de Acero miró hacia atrás y vio la cara de preocupación de Flash rogándole que se detuviera. Superman empezó a frenar. Cuando consiguieron detenerse Flash habló molesto:
- Superman, esto es inhumano. No debemos abusar de las leyes del universo.
- Ahora sé como aumentar mi velocidad y cómo traspasar la barrera del tiempo. Seré más veloz que Zod… Gracias, Wally … volvamos.
Capítulo 7
La nación de Kahndaq estaba gobernada por Black Adam. Black Adam había recibido sus poderes del mago Shazam miles de años antes que el Capitán Marvel. Era otro de los seres más poderosos del universo. Poseía las mismas habilidades que el héroe citado. Su traje negro con el relámpago dorado inserto en él le confería una apariencia tenebrosa. En estos momentos, mantenía una entrevista con Lex Luthor a través de una video conferencia. Black Adam se negaba a colaborar con el plan del presidente americano.
- Entonces su respuesta es definitiva, comentaba Luthor.
- Sí, no me uniré a ti. No estoy en venta. Si osas poner el pie en Kahndaq acabaré con tus robots como si fueran de papel.
- ¿No hay nada que pueda decir o hacer para que cambies de opinión?
- No puedes ofrecerme nada que no tenga, Luthor.
- Entonces, no hablemos más.
Un estruendo horrible cortó la conversación. Los muros de palacio caían derribados por una fuerza terrible. Era Zod. Entró en la habitación como un ciclón impactando a Black Adam como si fuera una bomba.
- Vamos, levanta. Esto de matar a miembros de la Familia Marvel parece que va a convertirse en costumbre.- gritó el terrible Zod.
Black Adam se levantó y se abalanzó hacia Zod. Éste le esquivó y comenzó a utilizar sus conocimientos de artes marciales para desequilibrarle. La lucha fue intensa, pero breve. La sorpresa había dado ventaja a Zod. El kryptoniano golpeó brutalmente a su enemigo y aplastándole contra el suelo empezó a estrangularlo. De repente, en la entrada el Doctor Psycho, se concentró y sus pensamientos nublaron la mente de Adam. El poderoso Black Adam perdió su voluntad en manos del infame Doctor Psycho.
- Impresionante, dijo el malévolo enano, no creí que nadie pudiera con este bruto.
- Yo soy más que nadie. Ahora, nos toca destrozar a cierta Liga de la Justicia.
Capítulo 8
Frank Rock estaba sentado en el porche de su casa. (14) El anciano de 85 años aún conservaba su porte militar, a pesar de su edad y de la camiseta sus brazos y pectorales delataban que el hombre había hecho ejercicio continuado en su juventud. Superman descendió hasta situarse a su altura:
- Saludos General.
- ¡Superman! Pero, decían que estabas muerto.
- Yo podría decir lo mismo de usted. ¿Qué sucedió tras el ataque de Imperiex?
- No se cómo sobreviví… perdí la memoria tras la explosión. He pasado en un hospital sin identificar mucho tiempo. Cuando recobré los recuerdos, aproveché el anonimato para retirarme a esta antigua casa.
- Vengo a pedirle un último servicio al país.
- Superman, tengo 85 años. Creo que ya he estado en demasiadas guerras y que ya he servido convenientemente a mi país. Creo que me merezco esperar la muerte tranquilo y sin disparos alrededor ¿verdad?
- General Rock, Frank… Necesito ayuda. Sus palabras están llenas de razón, pero mire los tiempos que corren… la muerte se extiende por todos los rincones del planeta. Necesito a alguien con su prestigio, a alguien sin poderes, que se ha jugado la vida por los demás durante toda su existencia. Necesito alguien de honestidad probada que pueda devolver al mundo algo de esperanza y justicia.
- Estoy muy mayor. ¿Qué quieres que haga? ¿Dirigir tropas convencionales…? ¿Dar un golpe de estado contra Luthor? Aunque consiguieras que el ejército de los EE.UU. se volviera contra el presidente sería imposible que pudieran detener a los Iron, mi liderazgo no te sirve. Estoy cansado de vivir. No sé cómo puedo serte de utilidad.
- Quiero que seas candidato a la presidencia.
- ¿Cómo?
- Quiero que seas el próximo presidente de los EE.UU. de América.
Capítulo 9
La Atalaya de la Liga de la Justicia en la Luna
En aquellos momentos el Detective Marciano, Átomo, Zatanna, Hawkman, Aquaman y Green Lantern (Kyle Rayner) eran los únicos miembros en la base. El Detective Marciano no quería incumplir el mandato presidencial y había pedido a miembros y reservistas que de momento no emplearan sus poderes. Iba a cerrar temporalmente la Atalaya. Justo cuando iba a desconectar los sistemas el monitor principal emitió una petición de ayuda. El Detective dio paso a la señal y la sorpresa de todos fue mayúscula al ver que provenía de Atlantis.
- Arthur, dijo el detective refiriéndose a Aquaman, son tu pueblo…
- ¿Qué sucede…?
- Son… los Iron.
Modelos acuáticos de los Iron estaban invadiendo Atlantis al mando del Amo del Océano, hermano de Aquaman. El héroe marino no dudó. Aquaman dio un salto y se dirigió al teletransportador más cercano gritando:
- ¡¡J’Onzz conéctalo, debo regresar!!
Sin embargo, no hubo tiempo. Las alarmas saltaron a intensidad máxima. Era un ataque. J’Onn J’Onzz, el Detective Marciano, utilizó su telepatía y supo quiénes eran. Pulsó el avisador para el resto de miembros, pero descubrió que las comunicaciones eran interceptadas. Los enemigos habían destruido la pared norte y se acercaban a gran velocidad.
- No hay tiempo para nada, el ataque es inminente. Son Siniestro, Black Adam, Metallo y el Doctor Psycho. Preparaos todos.
Los héroes se situaron en semicírculo, Átomo se empequeñeció para no ser visto, Zatanna se dispuso a formular hechizos y Hawkman agarró con fuerza su mazo. Sólo Aquaman se alejaba hacia el tubo transportador.
- Detective, tengo que ir a Atlantis. Tendréis que solventar esto sin mí.
- Arthur vamos a necesitarte. Dijo J’Onn .
- Mi pueblo también. Podréis defenderos sin mí. Mi mujer, Mera, mis amigos…
- Ya he conectado el transportador. Tú decides…- habló, de nuevo, el Detective.
- Lo siento… de veras que lo siento.
Aquaman se detuvo en la puerta del teleportador y estuvo a punto de meterse cuando la entrada principal saltó por los aires apareciendo Siniestro, Metallo, Black Adam y el Doctor Psycho. J’Onzz estaba ya dirigiendo el ataque, Átom disminuyó aún más de tamaño hasta resultar invisible, dispuesto a lanzarse sobre el primero de los atacantes. Siniestro barrió la sala con su anillo golpeando a Hakwman y lanzándolo al otro lado de la habitación. Zatanna pronunció una de sus terribles frases mágicas dichas al revés:
- Ortseinis emreud.
Sin embargo, no funcionó su poder. Zatanna quedó sorprendida. No acertaba a comprender. La causa era el Doctor Psycho. Con su energía mental hacía creer a la maga que estaba lanzando hechizos, cuando en realidad se tapaba la boca con las manos. Psycho pensó en violarla en cuanto acabase la batalla. Pero ahora optó por mantener su concentración para seguir esclavizando la mente de Black Adam y la de Zatanna. Cualquier descuido supondría el fracaso del ataque. Green Lantern emitió su energía verde y detuvo la amarilla de Siniestro, ambos se enzarzaron en un duelo de voluntades. Siniestro se burlaba:
- Vaya, veo que has recuperado el anillo. ¿No has aprendido ya que oponerse a mí es morir?
- Creo que Hal te pateó el culo en más ocasiones de las que puedes contar, ¿verdad?
- Voy a disfrutar con esto.
Mientras, Black Adam se lanzó como un rayo hacia Hawkman. Aunque, debido al control de Psycho era un poco más lento, seguía siendo mucho más rápido que el Hombre Halcón. Así, Carter Hall, vio como su enemigo le incrustaba contra la pared. Con todo, consiguió recobrar algo de vigor, alzar su maza y partirla, literalmente, en la cabeza invulnerable de Black Adam. Carter Hall, viendo los pedazos de su arma y la sonrisa de su rival, comprendió que no podría detenerle. Intentó razonar con él:
- Escucha Adam, ¿cómo te han convencido para participar en esto?
El puñetazo de Adam fue la única respuesta. Carter sintió como si un tren le impactara en el casco alado que se fracturó al instante. El Halcón sacó una daga del cinto y se la clavó en un ojo, pero Adam prosiguió su ataque como si le hubiese entrado solamente una gota de agua. De nuevo, Carter le tenía encima. Probó con su espada sólo para que saltara en mil pedazos al golpear el brazo del rival. Adam propinó un último puñetazo en el pecho de Hakwman que le proyectó a la pared más alejada y que le rompió un par de costillas.
J’Onzz sabía que era el único que estaba la altura de Adam, pero Metallo le sujetaba con fuerza. Los lásers de los ojos de Metallo habían impactado en el cuerpo del Detective Marciano y le habían hecho dos heridas sangrantes. El hombre de metal lanzaba misiles que aturdían al marciano. Estiró un brazó mecánico y comenzó a estrangularle. Átom necesitaba darle a J’Onzz un respiro, diminuto como estaba se lanzó contra el brazo de metallo aumentado su peso sin cambiar de tamaño. Así, ochenta y cinco kilos golpeaban el brazo del androide. Sorprendido soltó un segundo su presa y J’Onzz le pegó con toda su superfuerza proyectándole tres metros atrás. Miró a Hawkman y le gritó:
- Enroque.
J’Onzz salió volando y se interpuso entre Adam y Hawkman, cuando éste último estaba a punto de recibir el golpe de gracia. El Detective Marciano y Black Adam se enzarzaron en una lucha de titanes en la que cada golpe parecía hacer temblar el universo. Hakwman estiró sus alas y con la red, única rama que le quedaba, envolvió a Metallo haciéndole caer.
Aquaman no se marchaba. Veía en el monitor como las tropas Iron atacaban su ciudad, pero aquí sus amigos estaban a punto de ser asesinados. No podía partir. Salió del teleportador, levantó una de las vigas que habían caído al suelo y la arrojó contra Psycho. La viga arrasó al enano que perdió el conocimiento. Tanto Black Adam como Zatanna despertaron de su trance. El primero, en medio de una lluvia incesante de golpes que le propinaba el Detective Marciano. Desorientado empezó a responder al ataque del marciano. Aquaman no sabía que Adam tenía la voluntad enajenada y volvió a levantar la viga para impactarla contra él. Así, el rey de Kahndaq decidió machacar a los dos rivales para luego preguntarse qué hacía allí. Metallo desde el suelo proyectó sus lásers rompiendo la red que le apresaba e incendiando las alas de Hawkman. Se puso en pie y sus láseres quemaron la espalda de Aquaman, que cayó de rodillas. Zatanna recobraba su voluntad y emitió un hechizo hacia Metallo:
- Atolpxe ollatem.
Y el hombre-robot sintió como uno de sus brazos dejaba de existir en medio de una explosión tremenda. En el otro extremo de la sala, Siniestro, reía. Su luz amarilla parecía más fuerte que la de Green Lantern. Kyle Rayner sudaba, a duras penas podía aguantar el ataque de Siniestro. Siniestro se concentró y un millón de rayos amarillos penetraron la guardia de Kyle derrotándole. Sin embargo, no tuvo tiempo de disfrutar la victoria. Zatanna volvió a poner su atención en él:
- ¡Ortseinis etemréud!
El Green Lantern renegado sintió como sus ojos se cerraban y perdía la conciencia, pero ordenó a su anillo que luchara contra la sensación y la magia de Zatanna se vio detenida por la ciencia de los Guardianes del Universo.
La pelea estaba igualada cuando apareció el General Zod. Un soplo helado dejó a Zatanna inserta en un bloque de hielo. Al verle, el Átomo se introdujo en su oído y golpeó el tímpano como si fuese un saco de boxeo. Zod no sintió el más mínimo dolor, se movió a supervelocidad tan rápido que Átomo salió despedido. Zod agarró a Aquaman y le lanzó contra Hawkman. Después, despertó a Psycho que volvió a controlar a Black Adam. Adam y Zod se abalanzaron contra el Detective Marciano que resistió como pudo antes de perder la consciencia. Zod lo levantó con una mano y lo arrojó a los pies del bloque de hielo que retenía a Zatanna.
Aquaman y Hawkman se levantaban doloridos, pero se situaron delante de Zatanna y J’Onzz. Al segundo, Átomo crecía poniéndose al lado de sus amigos. Y, también, Green Lantern que, recuperado, levantaba el anillo preparándose para reiniciar la lucha. Sabían que, ahora, no tenían la más mínima esperanza de vencer este comabte. Lo que no significaba que fueran a rendirse. Una mirada cómplice entre todos sirvió para preparar el plan de huída.
- Bien, hijos de puta, gritó Aquaman, veréis como mueren los auténticos héroes. Venid a por nosotros.
Átomo se hizo pequeño y pulsó en el panel central un código de autodestrucción. El espacio entre los dos grupos explotó nublando por un instante la vista de los villanos. Hakwman levantó el bloque de hielo con Zatanna dentro y lo introdujo en una de las cápsulas de salvamento. Lo mismo hizo Aquaman con el Detective Marciano, que ya despertaba y utilizaba su visión marciana para deshacer el hielo que cubría a la maga. Green Lantern creó una barrera verde de cinco metros de grueso. Zod y Adam la golpearon, Siniestro utilizó su anillo para horadarla. Sin duda, la romperían pero tardarían al menos un minuto. La Atalaya empezó a vibrar. Todo iba a estallar. La visión de Zod comprobó que había activado protocolos de autodestrucción. Vámonos, la Liga está acabada, murmuró.
Adam cogió a Psycho, Siniestro a Metallo y se elevaron. Zod les siguió, mientras todo a su alrededor explosionaba en un estruendo impresionante. La cápsula de salvamento con los héroes surcaba el espacio, Lantern utilizó el anillo para transportarla a la Tierra para que no les pudieran seguir. En minutos aterrizaban en la vieja cueva de Gotham que les había servido como primer cuartel general. Nada más salir, Aquaman fue corriendo hacia el viejo teleportador e intentó ponerlo en funcionamiento.
- Nos han dado una tunda como si fuésemos putos aficionados.- clamaba Hawkman.
- Nos cogieron por sorpresa. - respondió el marciano.
- Otras veces también y no salimos derrotados.- volvió a interpelar el Halcón.
Aquaman consiguió encender el teleportador, esperando que reuniese energía suficiente para partir a Atlantis. De repente, uno de los monitores de la cueva se iluminó y en él apareció Batman:
- ¿Estáis bien?
- ¿Cómo te has enterado? – respondió el Detective Marciano.
- Recibí una señal en la Bat-cueva de la destruccción de la Atalaya. Sabía que vendríais aquí. Yo redacté los protocolos de huída. Todas las bases de datos han sido transferidas a mis ordenadores…
- Vete al infierno, murciélago.- gritó Hawkman. Te preocupa más la información que nuestro pellejo.
- Creo que no es momento de volver a discutir, Carter. Te advertí que pasaría algo así.
- Estoy muy enfurecido. Si estuvieras aquí delante te aplastaría esa nariz de roedor que tienes. Dame una buena razón para no hacerlo.
- Superman ha vuelto.
Estas palabras produjeron un efecto calmante en el Halcón. Todos, incluso Aquaman, que esperaba impaciente que el transportador estuviese listo, miraron a Batman. El murciélago volvió a hablar:
- Ha vuelto y me ha pedido que os transmita un mensaje, sobre todo a Arthur y a Carter. Necesitamos que atlantes y thanagarianos se pongan de nuestro lado. Necesitamos sus ejércitos y naves.
El teletransportador se iluminó, señal de que tenía la energía suficiente. Aquaman se introdujo en él y se despidió:
- Atlantis estará de vuestro lado si es que queda algo de ella. Debo ir con mi pueblo.
Diciendo esto desapareció. Batman miró a Carter y éste habló:
- Haré lo que pueda…
Capítulo 10
Espacio Exterior
La nave espacial con forma de cráneo de Brainiac acababa de cambiar de posición. Brainiac hacía esta maniobra regularmente, aunque sus instrumentros de invisibilidad la protegían de cualquier dispositivo de detección convencional. Después, conectó las alarmas, que saltarían si algo se acercaba a una distancia de trescientos kilómetros, el campo de fuerza impenetrable que rodeaba la nave y una multitud de armas atómicas.
Su sorpresa fue enorme cuando las señales de alarma sonaron. Los radares detectaban un ser vivo que se iba aproximando. Venía a gran velocidad pero, fuese quien fuese, estaba claro que no quería ocultar su llegada. Brainiac lo analizó y en sus circuitos apareció una sensación que no recordaba haber tenido nunca. Buscó en su base de datos alguna palabra que pudiera definir lo que sentía y tras consultar, en un segundo, un billón de términos, el más ajustado a su sensación fue el de miedo. Acto seguido, dio órdenes mentales a su nave de que empleara la máxima fuerza en la batalla que se avecinaba. El ser volador no era otro que Superman.
En cuanto el kryptoniano se supo detectado, aumentó su velocidad hasta el punto de que los instrumentos le perdieron. Lo siguiente que supo Brainiac es que impactaba con el campo de fuerza una y mil veces intentando abrir una brecha. Brainiac situó su energía en la máxima intensidad. No lo romperás, murmuró. El Hombre de Acero lo golpeaba en diferentes puntos y en una de la embestidas logró horadar unos centímetros el campo. Éste no dejaba de autorregenerarse. Los lásers de la nave bañaron el espacio intentando destruir al superhéroe sin éxito. Se movía demasiado rápido. La nave inició otro movimiento de alejamiento de la Tierra para que resultara más difícil golpearla. Un láser contactó con el kryptoniano. Su potencia podría haber desintegrado Australia y, sin embargo, se deshizo en el pecho del héroe. Examinó hasta el último rincón de la nave con sus rayos equís. No dejó un centímetro sin analizar. Desde Brainiac en el puente de mando, a los lugares de salida de lásers y misiles. Su supercerebro asimilaba la información.
Superman no empleaba todavía su máxima fuerza y velocidad. Quería que Brainiac pensara que podía con él. Golpeaba en torno a la frontal de la nave en forma de cráneo, aunque su objetivo real era el lado contrario, donde se encontraban los motores. Proyectó varias ráfagas de visión calorífica a plena intensidad hasta que consiguió volver a rasgar el campo. Descendió con tremenda rapidez al punto dañado y descargó sus dos puños con la mayor potencia que pudo. El campo se tambaleó y se fracturó en un lateral. En segundos, empezó a autorrepararse, pero el kryptoniano introdujo en la fisura un bloque de hielo proveniente de su aliento gélido y volvió a impactar en aquel lugar, de nuevo, con toda la velocidad y fuerza que fue capaz de generar. El campo estuvo a punto de partirse. Brainiac concentró toda la autorreparación en aquel punto. La densidad del escudo se debilitó en otros lugares para fortalecer el sitio amenazado. Los sentidos de Superman lo detectaron. A la par, la nave de Brainiac empezó a escupir misiles atómicos mientras iniciaba una maniobra de alejamiento. El Hombre de Acero no cesó en su ataque en la parte frontal, mientras esquivaba la mayoría de los obuses.
Varios lásers le impactaron. Se vio frenado un instante, cosa que aprovechó Brainiac para conseguir que varias bombas le alzanzasen. Pero, alejándose unos kilómetros volvió a chocar contra el campo de fuerza. Entonces, giró sorpresivamente hacia la zona de los motores a la rapidez del pensamiento. Proyectó su visión calorífica al unísono que su aliento gélido y debilitó la zona antes del impacto. Al golpearlo atravesó el escudo de fuerza como una bala un papel y se estrelló contra el motor principal destruyéndolo. Acto seguido, quebró la coraza de la nave y aterrizó en uno de los pasillos interiores. Había entrado.
Si los androides pudiesen sudar, Brainiac lo estaría haciendo. Debía destruirlo. Cada parte de su nave era una extensión de su voluntad. Superman se puso en pie. Miró ante sí el pasillo que tenía y localizó con su vista la sala principal en donde estaba su enemigo. Allí, vio algo que sí podñia dañarle: los pedazos de kryptonita que habían robado de su fortaleza. De repente, de cada pared salieron cientos de rayos lásers bañándole por completo. Casi sin tiempo, unos tentáculos metálicos surgían de suelo y techo envolviéndole y drenando su energía con corrientes eléctricas de millones de voltios. Nada de eso le detuvo. Aunque sentía latigazos de dolor, el kryptoniano se puso en pie destrozando los tentáculos. Utilizó el supersoplido para proyectar los restos metálicos contra las armas que aparecían por los túneles. Después, congeló con su aliento helado todo el pasillo y de una patada desmoronó la pared y se introdujo en nuevas salas.
Brainiac, calculó que quedaban minutos para que irrumpiera en la sala principal. Necesitaba pararlo. Su arsenal de armas atómicas estaba a quinientos metros de Superman. Calculó que si lo autoexplosionaba conseguiría matarle, aunque el androide era consciente de que perdería un cincuenta por ciento de la nave. Brainiac quedaría inerte al menos tres horas sin motores y propulsión, hasta que la autorreparación tuviera la nave operativa de nuevo. Era un gran riesgo que tenía que llevar a cabo. Dicho y hecho, clausuró aquel segmento de la nave y apretó el botón de la destrucción del arsenal. Superman escuchó dicha señal una décima de segundo antes y mientras la orden eléctrica llegaba a su destino se movió con celeridad envolviéndose en los gruesos metales de la nave de Brainiac. La explosión le cogió de lleno, pero la improvisada armadura resistió parte del daño. El poder de mil bombas nucleares le envolvió como si fuese una mosquito en medio de un huracán.
La nave de Brainiac sufrió más daño del previsto, fue desgajada y destrozada. Quedó reducida a un 25%. Sobrevivió la sala de mando principal sellada por gruesos muros de metal. Allí, en el centro de la misma, Brainiac continuaba sentado en su sillón de gobierno. Sentía como si le hubiesen partido por la mitad. Realmente así había sido. Puso en funcionamiento su autorreparación y calculó que en cuatro horas estaría de nuevo operativo. Las luces de emergencia iluminaron la sala en la que estaba. Las paredes se reestructuraban. Un tejido metálico se autogeneraba y comenzaba a construir, literalmente, el resto de lo explosionado.
Entre los restos de la nave destrozada el cuerpo inerte del Hombre de Acero flotaba en el espacio en dirección a la Tierra. Inconsciente y herido se precipitaba hacia su planeta de acogida. Al entrar en la atmósfera la fricción le despertó. Enseguida fue consciente de su situación. Frenó su caída. Se detuvo un minuto. Dejó que los rayos del sol le envolviesen, mientras su visión telescópica volvía a localizar a Brainiac. Jamás tuvo mayor determinación. Sus ojos irradiaban furia y rabia. Murmuró: Acabemos de una puta vez. Inspiró de nuevo una bocanada de aire y salió volando como un relámpago en dirección a su enemigo.
El ordenador humano lo escuchó. Conectó los sistemas auxiliares de la nave, le quedaban apenas un centenar de rayos que se pusieron a disparar en la dirección en que se aproximaba el Hombre de Acero. Éste atravesó sin problemas las defensas que le restaban y se plantó en la sala principal delante de Brainiac.
- Brainiac.
- Kal El… Superman.
Brainiac se puso en pie. Su nave estaba arrasada, incendios se sucedían a raiz de la entrada del kryptoniano. Su sistema autorreparador se veía desbordado y luchaba por controlar los daños crecientes. La nave estaba a punto de estallar. Sin embargo, el poder del ordenador viviente seguía siendo enorme. Sus ojos podían vaporizar continentes y su mente aún podía controlar a la de cualquier ser. Concentró sus pensamientos en Superman y una nueva lucha de voluntades se inició. Superman sintió que le desgarraban el cerebro.
- ¿De veras crees que vas a poder destruirme? Ponte de rodillas. Voy a borrarte el cerebro. Perderás tus pensamientos…- gritaba Brainiac.
El Hombre de Acero cayó de rodillas, su mente estaba siendo atacada pero su voluntad seguía siendo firme. Brainiac elevó la temperatura de sus manos a un millón de grados y sostuvo el cuello de su rival. Superman concentró todos sus pensamientos en una flor y todo lo que en ese momento tenía en mente era una simple rosa.
- No lo entiendo… ¿una flor…? No te valdrá de nada, destruiré tus neuronas. No hay fuerza en el universo que pueda resistir mi ataque.
- Te equivocas… sí la hay…
Brainiac se sentía desorientado. No acertaba a enfocar bien su poder. El supercerebro de Superman resistía. Imaginar un solo objeto impedía a Brainiac profundizar en su psique. El choque de voluntades era terrible. Brainiac proyectó sus rayos oculares y aumentó la temperatura de sus manos. Superman se levantó y de un superpuñetazo se quitó de encima al robot. Brainiac retrocedió gritando:
- ¿Es que nada puede destruirte?
Brainiac reanudó su ataque mental y físico. El dolor era tremendo, Superman seguía concentrando sus pensamientos en una rosa y conseguía que el control mental de Brainiac no se produjera. Su invulnerabilidad seguía aguantando el ataque externo. Miró a Brainiac y disparó su visión calorífica. El blindaje del robot también resistió. Superman avanzaba paso a paso. La lucha parecía quedar en tablas. Brainiac abrió un compartimento de su cuerpo y de él aparecieron las piedras de kryptonita robadas de la Fortaleza de la Soledad. Kal El lo esperaba. De sus labios emergió un supersoplido con la fuerza de cien huracanes que propulsó las piedras al otro extremo de la sala. La visión calorífica fundió parte del techo. El metal derretido cayó sobre la kryptonita conjurando el peligro.
De repente, otra explosión de la nave desorientó a Brainiac. Al estar ligado a su nave, cada segundo que se descomponía le afectaba. Superman aprovechó el momento de confusión y concentró toda su fuerza propinándole un enorme puñetazo que casi arranca la cabeza del robot. Sostuvo una de las paredes y comprendió que golpear a la nave era hacerlo a Brainiac. Su visión irradió la habitación destruyendo prácticamente cualquier estructura que siguiera en pie.
Se puso al lado de Brainiac y le pegó con furia una y otra vez hasta que lo tumbó. Entonces, se situó encima y siguió golpeando cada vez con más violencia hasta que sintió como Brainiac salía de su mente. El cuerpo destrozado y la cabeza semi desenganchada otorgaba un aspecto desolado al antaño poderoso androide. La nave estaba a punto de explotar. Superman se detuvo y se sentó al lado de Brainiac.
- Ahora decides tú.
- BBZZZKKK Decidir… el qué…, decía el dañado cuerpo de Brainiac.
- Si quieres sobrevivir…
- BBZZKK Quiero.
- Mi visión me dice que faltan segundos para que lo que resta de tu nave explosione. He percibido como has guardado todos los datos de información que has acumulado en un circuito de tu cabeza. Supongo que en él tendrás las claves para regenerar tu nave y tu cuerpo. Si te dejo aquí todo desaparecerá tu existencia misma llegará al olvido.
- BBZZKK ¿Qué tengo que hacer?
- Creo que has evolucionado. Creo que podemos dejar de ser enemigos. No soy una amenaza para tu existencia… si haces lo que voy a pedirte.
- BBZZKK Dime…, quedan segundos.
- Dame tu palabra de que me ayudarás.
- BBZZKK ¿En qué..?
- En lo que yo quiera. Decide.
Un momento de silencio.
- BBZZKK De acuerdo… lo haré
Superman le arrancó la cabeza. Acto seguido, salió de la nave dos segundos antes de que ésta estallara en el espacio. Aterrizó en la Antártida.
- Contéstame he visto la kryptonita que robó Zod de mi Fortaleza. ¿Por qué no le afectó al cogerla?
La cabeza hablaba.
- BBZZKK Algo está pasando con su mundo. Todo él desaparece. Superman recordó su encuentro con el Trampero Temporal. La kryptonita de su universo se ha convertido en simples rocas…
- Eso quiere decir...
- BBZZKK Que le afecta la kryptonita de este mundo, es decir la que puede matarte a ti
- Háblame de Zod. ¿Su anatomía ha sido modificada?
- BBZZKK No. Sigue metabolizando la luz solar de manera más rápida que tú. Por tanto, es más poderoso.
- ¿Por qué?
- BBZZKK No lo sé, simplemente es un rasgo que permanece en él del otro mundo. No ha perdido un ápice de poder, al contrario cada día que pasa parece más fuerte.
- ¿Cómo sobrevivió?
- BBZZKK Estaba en coma… uno de sus compañeros le cubrió y absorbió parte de la radiación. Parece ser que los cuerpos kryptonianos pueden sobrevivir durante años prácticamente sin alimento … Tú deberías saberlo. ¿Qué vas a hacer conmigo?
- Voy a enseñarte lo que es el perdón. ¿Cuál han sido tus prioridades hasta ahora?
- BBZZKK Adquirir conocimientos y destruirte.
- Quédate con la primera premisa. Visita las galaxias y conviértete en una enciclopedia de todo el saber del universo. Las diferentes razas y culturas compartirán contigo sus saberes.
- BBZZKK ¿Cómo sé que dices la verdad? Quizá…
- Sólo tienes tu cráneo podría destrozarte con una mano. Superman sostuvo la cabeza y empezó a presionar. Enseguida cesó la presión. Y, sin embargo, no lo voy a hacer. Procesa este comportamiento. Voy a llevarte a un planeta deshabitado en donde podrás autorrepararte y reconstruir tu nave. Con esto espero demostrarte que no seré una amenaza para tu existencia. A menos que dañes seres vivos en cualquier lugar del universo. Si lo haces me enteraré y te destruiré para siempre.
- BBZZKK ¿Qué quieres a cambio de mi vida?
- Nada. Ya me has dado información. Voy a cumplir lo que acabo de decirte.
- BBZZKK. La lógica indica que no podrás vencer a Zod, es superior a ti.
- Veremos.
Dicho esto, Superman se elevó y salió despedido a toda la velocidad que pudo lograr con la cabeza de Brainiac entre las manos.
Capítulo 11
Al día siguiente, Zod se intranquilizó. Algo no iba bien. Brainiac no estaba en los enclaves de costumbre. Por fin, descubrió restos de su nave. Los analizó con su visión y descubrió en alguos de ellos ADN kryptoniano perteneciente a Kal-El. No había duda. Estaba vivo. Pero, ¿cómo era posible? ¿Acaso no escuchó cómo su corazón se detenía? Zod se decía así mismo:
- Debo aceptar la realidad. Me ha engañado. Y ese engaño puede costarme caro. No ha querido volver a enfrentarse conmigo directamente. Eso significa que se está preparando, que no va a improvisdar. Y lo primero ha sido destruir a este necio. Se está probando. Está haciendo lo que yo hice. Debo encontrarlo. Pasa ser la primera de mis prioridades.
Zod comenzó a regresar a la Tierra. De repente, algo estalló en su cerebro. Miles de pensamientos se agolpaban en su mente. La corrección del tiempo que anunció el Trampero Temporal acababa de producirse en Zod. No podía contenerlos y, llevándose las manos a la cabeza, interrumpió su vuelo precipitándose como pajaro herido hacia la Tierra. Se fundían recuerdos lejanos de un Krypton que sabía no era el suyo y se vio asímismo siendo, primero, amigo y, luego, enemigo de Jor-El. Se veía luchando en una guerra civil por el control de Krypton. Enfrentándose a un juicio y siendo condenado a la Zona Fantasma por el mismísimo Jor-El. Entre otros, también fueron condenados sus lugartenientes Quex -Ul y Zaora. En su mente veía como el Trampero Temporal al crear un universo de bolsillo provocó un desgarro en la Zona Fantasma por el que escaparon tres fugitivos: Zod, Quex-Ul y Zaora. Una vez fugados llegaron a mundo similar a la Tierra y lo arrasaron. Vio como los pocos supervivientes de aquel planeta pidieron ayuda a Superman y éste llegó consiguiendo derrotarles por medio de la kryptonita. Sin embargo, en la agonía, Quex-Ul cayó encima de Zod y absorbió la mayor parte de la radiación. Zod se sumergió en un profundo coma del que le despertó el androide Brainiac años después.
Al término de este bombardeo de recuerdos, Zod había cambiado. Se mente se serenó. Consiguió detener su caída a pocos metros del suelo mientras pensaba en que toda su vida había sido modificada de raíz. Ahora era un kryptoniano del mismo Krpyton que Superman. Sabía que existía una Zona Fantasma en la que aún permanecían algunos otros criminales de Krypton. Sabía que Jor-El, antiguo amigo, le había condenado al peor de los castigos. Recordó su juramento de que algún día Jor –El y sus herederos se arrodillarían ante él. Era, en resumen, una persona nueva, igual de poderosa pero con nuevas motivaciones para doblegar a Kal-El. Tocó el suelo. Miró al cielo y pensó:
- Bien, Kal-El. Esto no cambia nada. Sigue sin haber tregua. Ambos hemos fallado al conseguir la muerte del otro. La próxima vez será definitiva.
Capítulo 12
Laverne y Luthor conversaban en la Casa Blanca.
- Luthor I, el emperador. Creo que no hay límite a tu ambición.
- Nuestro Imperio crece. Los Iron continuan conquistando territorios y los producimos en masa. Ya tenemos cerca de 500.000. Los héroes están fuera de la ley. Mi Escuadrón les persigue. La agencia Jaque Mate está en poder de Maxwell Lord. Aunque de momento le he pedido que no intervenga, ya está buscando información sobre todos los heroes
El señor Angle entraba en la habitación y, dirigiéndose a Luthor, le señalaba el teléfono rojo. Luthor se extrañó y dijo:
- ¿Putin de nuevo?
- No es Putin.
Luthor descolgó el teléfono y escuchó una voz familiar.
- Luthor.
- ¿Quién habla?
- Lo sabes.
- No… no es posible
- Soy tu peor pesadilla…
- No eres tú… estás muerto…
- Escucha… has cruzado la línea, esta vez voy a detenerte para siempre. Lo tenías todo. Eras el presidente de los EE.UU., pero no podías conformarte, ¿verdad? La ambición siempre te ciega. Te has equivocado. Escucha. Sabes quien soy. Disfruta de tu Imperio porque voy a desmoronarlo piedra a piedra.
- NOOOO. Aparece y te mataré. Zod está conmigo.
- Lo sé. Zod tiene los días contados.
Superman cortó la comunicación y miró a Mr Terrific. Este pulsó un botón y le dijo:
- Bien, fin de la conexión Casa Blanca. Ahora tu voz e imagen hablará a todas las radios y televisiones del mundo. Internet lo difundirá en millones de páginas. Tu mensaje será el más escuchado en el mundo entero en los siguientes treinta segundos. Preparado, listo, adelante…
Superman hablaba mientras un aparato de Terrific lo traducía simultáneamente a todas las lenguas del planeta Tierra:
- Mi nombre es Superman, creo que todos los habitantes del planeta me conocen. Nunca he pretendido imponer a ningun país del mundo mis ideas y pensamientos. Mi poder ha estado al servicio de los demás no para conseguir el sometimiento de nadie. Ahora intervengo en la situación política porque se está incumpliendo el principio máximo que defiendo: la libertad. No puedo mantenerme al margen de las cosas. Estoy obligado a tomar partido. La Declaración de Independencia de los EE. UU. dice que si una forma de gobierno se hace destructora de los principios de libertad y justicia, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla. Es lo que está sucediendo en el mundo.
Superman hizo una pequeña pausa y prosiguió:
- Visto desde el espacio este planeta no tiene divisiones. Nos hemos empeñado en compartimentarlo en fronteras y en diferenciarnos los unos de los otros. Todo es un espejismo. Algún día comprenderéis que deberíamos ser un único pueblo con nuestras peculiaridades culturales, pero sólo utilizándolas para que nos enriquezcan, nunca para que nos separen. Y ahora, os pido a todos, asiáticos, europeos, africanos, americanos, oceánicos que, independientemente de nuestros credos, de nuestras ideas políticas y del resto de nuestras diferencias, estemos unidos en contra de Luthor, de Zod, del Escuadrón Suicida y de los Iron porque simbolizan opresión. Si lo hacemos juntos, el Imperio de Luthor tendrá los días contados.
En millones de lugares por todo el mundo hubo manifestaciones de júbilo. Pero no más que en cierto hospital de Metrópolis en el que Martha Kent sintió como su corazón se hinchaba de alegría.
Epílogo
Zod irrumpió en la Casa Blanca a toda velocidad:
- Luthor, tenemos que hablar …
- Lo sé. Vive y se lo acaba de proclamar al mundo.
- No lo puedo entender, te juro que su corazón se detuvo.
- Ya…
- Puedo hacerle daño… sé donde viven sus amigos…
- Ya se lo hiciste, entiendo que la destrucción del Planet tuvo que ver en esto. Está desesperado. Lo ha perdido todo y ahora quiere recuperarlo. Hacer daño a sus seres queridos no le frenará. Quizá tener algún rehén. Pero no,… debemos destruirle. Se ha convertido el hombre más peligroso del planeta.
- Le encontraré. No podrá esconderse de mí.
- ¿Encontrarle? No tendrás que preocuparte de eso, será él quién venga a por nosotros.
- Bien, espero que sea pronto, porque juro por las estrellas que el hijo de Jor-El se arrodillará ante mí para luego morir a mis manos.
¡Concluye en Superman nº 20!
Agosto de 2007- abril de 2008.
José Luis Miranda Martínez
jlmirandamartinez@hotmail.com
(1): Ver Superman nº 15 (AT)
(2): Ver Superman nº 15 (AT)
(3): Ver Superman nº 18 (AT)
(4): Ver Superman 21 USA (1988), Adventures of Superman 444 USA (1988) y Superman 22 (1988). Publicados en el coleccionable de Superman 21 publicado por Planeta.
(5): Ver Superman nº 1-5 (AT)
(6): Esto puede dar pie a una futura miniserie de Rip Hunter. Superman habla con Rip Hunter para que rescate en diferentes épocas a los perdidos. Veremos.
7): Luganda es un país imaginario que apareció en el número 1 de Wonder Woman en Action Tales.
(8): Ver episodios anteriores.
(9): Jason Todd, el segundo Robin. Asesinado por el Joker.
(10): Ver Superman Action Tales números 11, 12, 13 y 14.
(11): En Superman 3 (1987), Adventures of Superman 426 (1987) y Action Comics 586 (1987).
(12): Ver Outsiders nº 8 (AT)
(13): Estos acontecimientos se narrarán en la colección de Wonder Woman Action Tales.
(14): Frank Rock fue creado en Our army at war número 81, abril 1959. Es, quizá, el héroe bélico por excelencia de los cómics. Sus mejores historias las escribió Robert Kanigher y las dibujó Joe Kubert. En la serie Mundos en Guerra pareció morir. Descubrimos ahora que no fue así.
Disculpen las molestias, soy un lector que no comenta debido a ser vergonzoso, y disfruto mucho de la calidad de sus historias, especialmente del actual crossover imperio... quisiera preguntarles si esto continua mas alla del triple prologo (por que el sigue leyendo me aparece en rojo y sin ningun link...) nada mas digo.
ResponderEliminardesde ya, gracias por escucharme/leerme.
Czarnian.
el mism ode antes, ya lo descubri... perdon las molestias...
ResponderEliminarDisculpa por no haberte respondido. Pero veo que ya has encontrado tú mismo la respuesta: los fics que son muy largos los divido en varias partes. En este caso son
ResponderEliminarSuperman nº 19 (1)
Superman nº 19 (2)
Superman nº 19 (3)
Este es un capitulo excelente, con un Superman que nunca habría imaginado en ese plan. El tipo se está jugando, el todo por el todo y esta consciente de que la pelea va a ser ruda y a muerte. :D la narración es amena, la historia coherente. Y realmente satisfactoria, pues después de ver a los heroes llevar tanta leña, estos momentos son re vivificante. También el elemento moral y político se ve muy bien.
ResponderEliminarlo único que no me está gustado, ligeramente en el fondo, es como cambia todo tan rápido cuando llega Superman, esta siendo alterada la cuestión de forma tan rápida que parece un Deus ex Machina. (espero haberlo dicho bien) aunque he estado leyendo Trinity, y lo cierto es que la trinidad de DC tiene el mismo efecto.