Autor:: Raúl G. Peribáñez y Nerocles
Portada: Edgar Rocha
Fecha de publicación: Julio de 2008
El General Zod estuvo a punto de destruirle pero ahora Kyle tiene una oportunidad de cobrarse la revancha. Sin embargo las cosas se complican con la entrada de un nuevo adversario: Siniestro. ¿Sobrevivirá nuestro héroe a este combate?
Es el último de su estirpe, poseedor del arma más poderosa del universo y depositario de uno de los legados más grandes de la historia. Y él mismo se convertirá en leyenda. Es Kyle Rayner y su misión es evitar que la Luz Verde de la Verdad se extinga alguna vez. Él es...
Portada: Edgar Rocha
Fecha de publicación: Julio de 2008
El General Zod estuvo a punto de destruirle pero ahora Kyle tiene una oportunidad de cobrarse la revancha. Sin embargo las cosas se complican con la entrada de un nuevo adversario: Siniestro. ¿Sobrevivirá nuestro héroe a este combate?
Es el último de su estirpe, poseedor del arma más poderosa del universo y depositario de uno de los legados más grandes de la historia. Y él mismo se convertirá en leyenda. Es Kyle Rayner y su misión es evitar que la Luz Verde de la Verdad se extinga alguna vez. Él es...
Hace años esta ciudad fue la cuna de uno de los mayores héroes de la Tierra. Pero con su destrucción dio también a luz a uno de los villanos más peligrosos del universo.
Hace años Coast City fue destruida y su campeón, Hal Jordan, uno de los mejores Green Lantern jamás conocidos, se dejó llevar por la locura. Asesinó a sus compañeros del Cuerpo, a los Guardianes del Universo y absorbió la energía de la Batería Central. Terminó convirtiéndose en Parallax.
- Es cierto –se dijo a sí mismo Siniestro-. Todo lo que me dijeron… La ciudad destruida, sin rastro de él…
Siniestro bajó a pie de calle y caminó por entre los escombros.
- Dicen que intentaste enmendarte después de muchos errores. Me criticaste por hacer lo que hacía, pero te convertiste en alguien peor que yo. Supongo que debería sentirme contento por ello, pero… Me mataste, Jordan. ¡Me mataste! (2)
El de Korugar lanzó un potente rayo que hizo que un edificio se desplomara.
“No tienes de quién vengarte, aunque… Hay otro hombre. Otro Green Lantern” recordó.
- Sí… Me vengaré. Si no contigo sí con tu legado. Acabaré con el niño que mantiene viva tu luz.
Parte II
Kyle Rayner se dirigía a las oficinas de AT Comics en New York. A gran velocidad pasó por delante suyo el vehículo de los bomberos en dirección a un edificio en llamas. “A mis editores no les va a gustar esto…” pensó el joven. Cambió entonces su aspecto de ciudadano normal y corriente por el de Green Lantern y salió volando hacia el incendio.
- ¡Mirad, es Green Lantern! –exclamó uno de los bomberos.
El superhéroe entró en el edificio y rápidamente encontró a varias personas en su interior. Las reunió en un mismo punto y creó un tobogán que iba desde una de las ventanas a la calle.
- ¡Rápido, salten!
Así, decenas de personas salieron sanas y salvas. “Bien, Rayner, sigue buscando. Debe haber más” pensó. En cuestión de minutos sondeó todos los pisos del edificio y sacó al resto de personas atrapadas.
Aún con el poder que tenía gracias a su anillo aún temía no poder controlar situaciones como ésta. Exhausto además, Lantern se tomó un ligero descanso mientras bebía agua. Frente a él los bomberos terminaban de apaciguar las llamas.
- Muchas gracias, chico. No sé qué habríamos hecho sin ti –dijo uno de los bomberos.
Lantern se percató de una figura que levitaba a cientos de metros de altura sobre el escenario.
- Sí, de nada… Si me disculpa…
El héroe salió volando en dirección a aquel.
Anillo, ¿quién es?
## Individuo: Zod. Planeta origen: Krypton. ##
Lantern suspiró al escuchar aquel nombre. Aún recordaba el enfrentamiento con él que casi le costó la vida. Precisamente había hablado sobre Zod con sus compañeros de la Liga en una reciente reunión. (3)- ¡Zod! –exclamó al llegar.
- ¿Ya te has lamido tus heridas? –dijo socarrón aquel.
- ¿Qué haces aquí?
- Simplemente observar. Los campeones de la Tierra no dejáis de sorprenderme. Tenéis poder para afrontar una guerra, pero os conformáis con pequeñas batallas. Podríais cambiar el mundo, pero… os limitáis a salvar a estos simples humanos.
- La última vez…
- La última vez hice lo mismo que podría hacer en otros cincuenta encuentros. No eres más que…
Esta vez fue la frase de Zod la interrumpida cuando Lantern disparó contra él un rayo de energía. Sin pensarlo dos veces, el kryptoniano se lanzó a por él. Sus fortísimos golpes fueron rompiendo poco a poco el campo de fuerza que Lantern había levantado para protegerse. Cuando Zod llegó a él lo agarró por el cuello y lo lanzó a millones de metros de distancia hasta caer en el fondo del río Hudson. Zod voló después hasta allí.
- Esta vez has durado aún menos.
Cuando el villano ya se daba la vuelta para marcharse del agua del río comenzó a resplandecer una potente luz verde. Al momento Lantern salió disparado contra Zod, propinándole un terrible puñetazo en el pecho.
Kyle Rayner no era precisamente un novato. Había vivido muchas aventuras por su cuenta y con la Liga. Pero luchar con Zod era otra cosa. No sólo tenía los mismos poderes que Superman, sino también el entrenamiento militar recibido en su Krypton originario y el aprendido en la Tierra. En un cuerpo a cuerpo sin poderes de ningún tipo Zod le destrozaría. Era una entrenada máquina de matar, un hombre sin escrúpulos que a la menor oportunidad acabaría con él. Con poderes, en cambio, era una cuestión de voluntad, la que exigía el anillo para funcionar. Si Kyle tenía la suficiente podría con él. Pero el anillo también percibía cualquier atisbo de miedo… Y Kyle sentía auténtico pánico ante el hombre que verdaderamente estuvo a punto de acabar con él.
El combate se extendió durante varios minutos hasta que Lantern recordó una conversación con la Liga. Hace tiempo Kyle duplicó la kryptonita para detener a Superman… (4) ¿y por qué no ahora para con Zod? “La idea de Kyle no funcionaría esta vez. Por lo que sé la kryptonita de nuestro universo y la de aquel no es exactamente la misma; es por eso que Superman mató a los kryptonianos con un fragmento que a él no le afectaba” le dijo Batman. Eso no impidió que ahora Lantern lo intentara.
- ¿Qué… qué estás haciendo? –titubeó Zod.
Lantern creó efectivamente un duplicado de kryptonita… Y sorprendentemente sí le afectó a Zod.
- Vaya, vaya –sonrió-, ¿qué te parece? Incluso Batman puede equivocarse.
Zod intentaba superar el dolor que sentía por la kryptonita, pero Lantern, consciente de ello, aumentaba por momentos el tamaño de la misma. Era tan fácil como en pensar en ello y el anillo lo hacía realidad. El miedo de Kyle se convirtió en euforia, y la euforia en desconcierto cuando la kryptonita despareció de improviso.
- ¿Pero que..?
## El constructo pone en peligro la vida de éste atacante. Petición denegada.##
Parte III
Siniestro llegó volando a New York. Su anillo de poder era un tanto distinto del de los Lanterns, pero compartía con aquel, entre otras cosas, el localizar a otros portadores de anillos… incluido el de un Green Lantern. Gracias a esto Siniestro sabía en qué dirección ir.
Al llegar a la zona aérea del río Hudson se encontró con que su enemigo estaba frente a Zod. Le agarraba por el cuello con una mano mientras observaba su anillo con disgusto. La sola presencia de Siniestro bastó para llamar su atención, dejándolo estupefacto. Era como si un fantasma hubiese aparecido.
- Dios mío, dime que no es… Anillo…
## Individuo: Siniestro. Planeta de origen: Korugar. Estado oficial: fallecido. ##
- Actualiza tu base de datos.
- Estás muerto, Siniestro.
- ¿Puede un muerto hacer esto?
El villano creó con su anillo cientos de lanzas amarillas que disparó contra Lantern. Levantó a tiempo un campo de protección, pero a cambio soltó a Zod, que cayó como un peso muerto sobre el agua.
Kilowog solía decir que no era el anillo, sino el portador, lo más importante a la hora de luchar. Nunca pudo decírselo en persona a Kyle, pero no era realmente necesario. Kyle Rayner era lo suficientemente listo como para darse cuenta que luchando contra Siniestro, el más gran de los Green Lanterns, tenía pocas opciones de victoria.
El antiguo dictador de Korugar era un oponente a tener en cuenta desde el primer momento. Actualmente era, junto con Alan Scott, la persona con más experiencia en el uso del anillo de poder. Esto lo demostraba con su sola presencia.
Una vez abatido por primera vez Kyle, Siniestro combatía con los brazos cruzados, mirando con desprecio a su víctima, como si estuviera aburriéndose. Su anillo de poder amarillo prácticamente parpadeaba. Demostraba la precisión de sus ataques, su velocidad.
- Pese a lo estúpido que era Jordan, al menos él podía darme un combate en condiciones. Habrías sido sin duda la vergüenza del cuerpo chico – Siniestro dejó su altiva pose y deteniéndose unos segundos, comenzó a dibujar círculos en el cielo, volando alrededor de Rayner-. Es fácil muchacho, cuestión de voluntad y cuando uno ha estado muerto y ha regresado puede tener mucha.
- ¡Cállate ya! –una explosión, con Kyle como centro de origen, sacudió a Siniestro, lanzándolo al menos a cien metros de distancia. Rápidamente el miembro de la liga perforó en tierra, , hacia las vías muertas de metro, buscando un respiro para poder pensar y contraatacar, además de un lugar despejado, al menos hasta que pudiera salir fuera de la ciudad. En cuestión de minutos se había alejado varios kilómetros por vías que habían quedado en el olvido de la ciudad. Estaciones de tren muertas y ruinosas, que se conservaban básicamente por su valor histórico. No podía sin embargo detenerse a contemplar el nostálgico pasado, el anillo le indicaba que Sinestro le seguía de cerca.
- Anillo, infórmame sobre Sinestro.
## Green Lantern Sinestro, sector 1417 ; Renegado del cuerpo de Green Lanterns, fallecido. Originario de Korugar. ##
- Eso ya lo sé.
## Fallecido a causa de Hal Jordan durante la caída de los Guardianes (sub: Parallax). Sinestro tiene capacidades físicas semejantes a las de un humano. ##
- Nada más... ni debilidades, ni tretas...
- Lo siento terráqueo – Sinestro ya se encontraba a la espalda de Kyle, pisándole los talones al vuelo-. Aquí solo sirve el anillo, un Green Lantern no corre ¡LUCHA!
El anillo de Sinestro comenzó a brillar más potentemente. Pronto Kyle vio delante de él una extraña criatura, de afilados dientes y grandes alas. Su primer pensamiento fue esquivarla, luego pensó en la imaginación de Sinestro, luego en que simplemente podría ser una fiera autóctona de su propio planeta. Instintivamente Kyle comenzó a dibujar en su mente una defensa: tres serpientes gigantescas detuvieron el vuelo de Sinestro en seco, pero éste rápidamente contraatacó de forma directa, pulverizándolas con un torbellino energético desde su anillo.
- ¡Para de una vez humano! – Sinestro alzó la mano e interpuso una pared, contra la que Kyle chocó irremediablemente al no poder parar a tiempo-. Rápido, tu nombre.
- ¿Qué? –Green Lantern estaba un tanto aturdido, elevando el vuelo erráticamente.
- Tu nombre, Green Lantern.
- Kyle Rayner.
- ¿Dónde está Jordan?
- Hal... está muerto.
Sinestro no dijo nada en ese momento. Aunque no necesitaba realmente saber del destino de Jordan, le picaba la curiosidad, sin embargo cambió de tema.
- ¿Lo mataste tú, pulga? ¿Le arrancaste el anillo de su cadáver?
- Hal Jordan murió para salvar el Universo. Ahora forma parte del Espectro.
- Entonces, a fin de cuentas, Jordan ya no está. Realmente muerto... no es justo.
Una garra salió del anillo de Sinestro, sujetando a Kyle y elevándolo a través de toneladas de cemento, tierra y acero. De nuevo estaban sobre la ciudad, pero la garra energética siguió elevándolo, por encima de los más altos edificios.
Kyle pronto reaccionó, comenzando a hacer emerger un caparazón puntiagudo, que crecía como una desproporcionada armadura. Una vez se vio libre de sus ataduras su estructura se deshizo.
- Anillo, localiza Sinestro.
## Sujeto Sinestro acercándose a gran velocidad desde la misma vertical ##
Al mirar hacia abajo Kyle vio como una esfera amarilla se dirigía hacia él. Pudo esquivarla gracias a una barrera que instintivamente generó a tiempo.
- ¡Un Green Lantern lucha! Jordan al menos sabía eso – Sinestro estaba enfurecido ante la actitud que mostraba su oponente-
- Te lo dije antes ¡cállate!
Dos androides esmeralda rodearon a Kyle. Eran un recuerdo sacado directamente de una de las series de televisión de su infancia. En cuestión de segundos las dos máquinas dispararon contra Sinestro, sumergiendo su figura en estallidos de luz que no permitían distinguir bien la situación. Uno de los androides avanzó y se internó en los estallidos, cambiando de forma a medida que se acercaba. A medio metro de todo esto un finísimo hilo de luz amarilla atravesó la creación verde, corrompiéndola desde dentro hasta sobrecargarla y destruirla.
- Esto está mucho mejor, ¿Ryner?
- ¡Rayner! Recuérdalo – movido por la voluntad de Kyle el segundo androide avanzó y por la misma voluntad explosionó cuando estuvo frente a su objetivo que nuevamente era impulsado por los aires.
- Lo recordaré humano. Pero recuerda tu esto, contra Sinestro se necesita más. Muchísimo más – replicó el korugariano sonriendo. Esta vez volvía con la adrenalina fluyendo a gran velocidad por todo su cuerpo. La reacción de poder tener un combate digno hizo que todo su cuerpo estallara de alegría. Se rodeó de la energía dorada que lo alimentaba y atacó como una bala de cañón a Kyle. La velocidad era tal que el Green Lantern de la Tierra nada pudo hacer para esquivarlo.
Kyle se precipitó desorientado hacia tierra firme.
La caída de Lantern sobre el puente interrumpió bruscamente la circulación del tráfico, causando un gran revuelo entre los conductores. Muchos coches chocaron los unos con los otros. Uno de ellos quedó se salió de la carretera y quedó pendiente de caer al río. El héroe, al darse cuenta del problema, se levantó tan rápido como pudo y detuvo la caída de aquel coche con una enorme mano. Esta circunstancia fue aprovechada por Siniestro, que con una simple patada le devolvió a tierra.
- Vive como un Green Lantern. Muere como un Green Lantern.
El korugariano lanzó un rayo que Lantern, hábilmente, esquivó. Y aún así le dio en el hombro. En un rápido movimiento golpeo en el estómago de Siniestro. Después salió corriendo y saltó del puente.
- Estúpido… No puedes escapar de mí. Nunca podrás escapar de mí.
Siniestro sobrevoló el río buscando la señal que captaba del anillo de Lantern. Cuando por fin lo localizó se encontró con sólo eso, el anillo flotando sobre el agua, pero no el portador.
- Maldito, se ha quitado el anillo para que no pueda encontrarle. No quiero matar a un humano, ¡quiero matar a un Green Lantern! –el villano lanzó el anillo al río-. Estés donde estés, vuelve para enfrentarte a mí
El monólogo de Siniestro fue interrumpido cuando sonó una voz, la de Lex Luthor, a través de su anillo de poder.
- ¿Lo has conseguido?
- Ha escapado –dijo casi gruñendo.
- Entonces le sugiero que vuelva con nosotros para que podamos exponerle los futuros movimientos del Escuadrón. Ya tendrá más oportunidades para vengarse.
Parte IV
Zod, ya recuperado, siguió sobrevolando el cielo de la ciudad de New York. Estaba convencido de que la kryptonita de este universo no le hacía efecto, pero era ya la segunda vez que comprobaba que esto no era cierto. (5)
“Sólo el estúpido Código del Cuerpo de Green Lanterns me ha salvado. Si el anillo se lo hubiese permitido, ese gusano podría haberme eliminado... Aunque no, nko lo creo. Si algo he aprendido en este tiempo de los campeones de la Tierra es que son incapaces de hacer lo necesario. Nunca cruzarán esa línea. Y esa será su perdición, porque para acabar conmigo tendrán que matarme.”
Parte V
Los tripulantes de un barco se dieron cuenta de que había un cuerpo humano flotando en el agua. Era Kyle. Sin su anillo de poder había vuelto a su aspecto corriente y su vida peligraba. Aquel bien podía ser su fin…
¡Continúa en Superman # 18!
Raúl G. Peribáñez
Mayo de 2008
(1) Siniestro ha resucitado en Escuadrón Suicida Especial Imperio
(2) Ver Green Lantern vol. 3 # 48-50 (enero-marzo de 1994) publicados en español en Green Lantern: Crepúsculo esmeralda (Ediciones Zinco, 1995)
(3) En Imperio: Prólogo
(4) Ver la saga “Rey del mundo” publicada en la serie Superman (Norma Editorial, 2001)
(5) En Imperio: Prólogo los robots de la Fortaleza de la Soledad atacaron a Zod con kryptonita de nuestro universo.
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