Título: Imperio (II) Autor: Jose Luis Miranda Portada: Angel Nieto Publicado en: Enero 2009
Luthor destruye la democracia en EE. UU. Los héroes están divididos, no saben reaccionar. Superman no aparece. Además, Zod contra el Capitán Átomo. ¿Significará esto la muerte del héroe?
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Enviado a la Tierra desde el moribundo planeta Krypton, Kal-El fue criado por los Kent en Smallville. Ahora como un adulto, Clark Kent lucha por la verdad y la justicia como...
Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster
La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida.
(Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)
(Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)
Prólogo
Luthor y Cat Grant acababan de hacer el amor. Los dos se alejaban de un efímero abrazo. Ninguno disimulaba amor. Cat se puso a juguetear con el fornido brazo del presidente.
- Bien, Lex. Todo se rinde a tus pies.
- Querida, aún queda mucho camino por recorrer.
- ¿Cuál es el límite? ¿Con cuántos países quedarás satisfecho?
Luthor se levantó, fue a un mueble bar y sirvió dos copas de uno de los coñacs más caros de la Tierra. Mientras le ofrecía una a su amante contestó:
- Una vez le preguntaron lo mismo a Alejandro Magno, ¿sabés cuál fue su respuesta?: Si deseas saber cuál es mi objetivo, debes saber que los límites de mi nuevo Imperio serán los que Dios ha fijado para la Tierra.
- Decididamente, creo que Laverne ha acabado con todos tus bloqueos mentales. Pero, ¿no temes que tu plan sea demasiado ambicioso? Llegará un momento que obtendrás el rechazo universal.
- ¿Conoces a un escritor llamado Benito Pérez Galdós?
- La verdad es que no. ¿Es sudamericano?
- Es un escritor europeo, español, del siglo XIX. He estado releyendo alguna de sus obras. Espera…
Luthor cogió un ejemplar que tenía en la cómoda de la habitación y continuó hablando:
- Escribió, entre otros grandes libros, unas novelas llamadas los Episodios Nacionales en donde cuenta la historia novelada de España desde el principio del siglo XIX. Bueno, no sé si sabes que Napoléon Bonaparte intentó dominar Europa y uno de los países que invadió fue España. El emperador galo se encontró con dos obstáculos importantes la resistencia de España y el invierno ruso que impidió su avance.
- La historia nunca fue mi fuerte.
- Ya. En una de esas novelas que te decía, titulada Napoleón en Chamartín, escribe lo siguiente: Vimos que por el camino y hacia Chamartín venían algunos coches y gran número de jinetes con deslumbradores uniformes. Era el Emperador, Napoleón, que volvía de su visita al palacio de Madrid y caminaba hacia su cuartel. Iba en coche, y al pasar, nuestro guía y los soldados que nos custodiaban mandáronnos que le diéramos vivas. Fue preciso repartir algunos culatazos para que obedeciéramos, y cuando el grande hombre pasó. Algunos le saludaron. Sin duda, por estas y otras ovaciones de la misma clase, escribía con fecha 17 de diciembre: En las poblaciones por donde paso me manifiestan mucha simpatía y admiración.
- Así que…
- Me admirarán por las buenas o por las malas. La historia me absolverá, porque yo escribiré la historia.
- Lex. Cuando hablas así reconozco que me invade la excitación…
- Pues con los bloqueos mentales también he perdido los bloqueos físicos ¿repetimos?
Capítulo 1
Zod estaba sentado en la cima del Everest. Esperaba. Su piel ignoraba el extremo frío. Simplemente, allí, en el punto más alto de la Tierra, esperaba.
Todo iba demasiado lento. A estas alturas, a un mes de empezar, Zod pretendía haber sometido todo el planeta. Luthor quería ir poco a poco para no tener en contra a toda la opinión pública mundial. Esto provocaba mucha impaciencia en Zod. Realmente, lo que de veras deseaba Zod, era que todo el planeta Tierra supiese que él era su auténtico gobernante y rector. Pretendía el poder absoluto y lo único que hacía en la cima del mundo era… esperar.
Su misión de estar encubierto en países áridos entre polvo y sol y terminar con cualquier asomo de resistencia le hastiaba. Su papel estaba siendo demasiado escaso. El mundo debía temerle, conocer su nombre. Los superhéroes deberían estar muriendo a sus manos. Todos debían saber que era él y no otro el auténtico director de los destinos de la Tierra. Y lo único que hacía ahora era… esperar.
Se había levantado un fuerte viento. Copos de nieve y granizo empezaron a arremolinarse en el espacio cuando dio por finalizada su espera. Tres alpinistas estaban coronando la cima. Envueltos en gruesos abrigos acababan de aparecer desde uno de los riscos. El primero en llegar quedó paralizado por el asombro. No daba crédito. Un hombre vestido en un fino traje negro y rojo, calvo y con perilla, estaba sentado en la cumbre más elevada del planeta como si se tratase de un banco del parque. Miró a sus compañeros y estos quedaron igual de anonadados. Zod sonrío. Aspiró aire y utilizó su supersoplido para lanzar al vacío a los tres montañeros. Zod volvió a sonreír y se elevó rumbo a Bialya.
Capítulo 2: Bialya
El ejército de Bialya estaba a punto de claudicar. Los Iron eran invencibles. Cada robot irrumpía entre los tanques enemigos aplastándolos como si fuesen de papel. Sus rayos, sus ácidos y sus misiles arrasaban a hombres y máquinas sin piedad. Por fin, el Alto Mando ordenaba la retirada y recomendaba al presidente la rendición.
Un pelotón que tenía la radio destrozada no había escuchado las órdenes. Cinco soldados, en un acto de singular valentía, se dirigieron hacia uno de los robots. Uno estrellaba un jeep contra sus piernas, otro con un bazooka le lanzaba misil tras misil y los restantes no dejaban de disparar. El robot, inmune a todo, se movió a velocidad de vértigo, sostuvo a los que disparaban y los aplastó contra el suelo. Dos rayos carbonizaban a los restantes. Sólo uno quedó con vida del brutal ataque. Intentaba huir arrastrándose sin percibir que que había perdido las piernas y que no avanzaba ni un centímetro.
- Por favor, por favor… piedad- gemía.
El robot se situó frente a él, alzó su pierna y le aplastó la cabeza. A muchos kilómetros de allí, en el búnker de Washington que servía de sede a los robots, los técnicos quedaron asombrados. Había una pantalla de ordenador por Iron y al frente de cada una de ellas tres técnicos que controlaban que los Iron cumpliesen todas sus órdenes. Todos los monitores dispuestos en un enorme semicírculo y en el centro los creadores de los androides. De los constructores sólo Will Magnus estaba asqueado. El creador de los Metal Men acababa de descubrir que había vendido su alma al diablo a cambio del cuerpo humano que Luthor le había proporcionado. Había prestado sus conocimientos para generar una auténtica masacre. El resto de creadores estaban totalmente encandilados. Ivo, Morrow y Sivana brindaban eufóricos y el Juguetero sonreía huraño y silencioso en un rincón. El científico encargado del manejo del robot que acababa de matar al soldado habló:
- No puedo creerlo. El soldado vencido no suponía amenaza alguna y el robot le ha aplastado.
- Sí, ¿no es maravilloso?. Son capaces de pensar y de sentir- dijo O. Morrow
- Es verdad, añadió Sivana. Deberían darnos el premio Nobel.
El callado Juguetero seguía sonriendo alejado del grupo y Magnus se mordía las uñas. Debo informar de esto a alguien. No puedo estar mirando hacia otro lado. – pensaba martirizándose. Por otra parte, los millonarios que habían financiado el plan de Luthor se reunían con éste. Estaban firmando la propiedad de varios pozos petrolíferos y terrenos en los países conquistados en Irak y Bialya. Stagg calculaba que en un año habría recuperado lo invertido y empezaría a ganar una millonada. Jurgens, que no podía ocultar su inmadurez, decía:
- Convertiré Bialya en un refugio turístico de lujo. Edificaré hoteles, campos de golf, salas de fiestas a las que llevaré a los artistas más famosos en el mundo: los Rolling Stones, Shakira, Julio Iglesias, Paul Mc Cartney… La economía y el nivel de vida de este país subirá y conseguiremos riqueza para todos.
- De eso se trata, de beneficiarnos y beneficiar a todos. Me alegro que vean rendimiento a sus inversiones.- habló Luthor. Por cierto, señor Lord, ¿podría acompañarme un momento?
Lord y Luthor salieron de la habitación.
- Ya es usted el Director General de Jaque Mate, aunque no estará operativo hasta después de las operaciones militares que vamos a comenzar. Deberá elegir al personal que lo conforme: rey y reina blancos, rey y reina negros, torres, alfiles, caballos… Planifique también las líneas de actuación…
- ¿No ha habido oposición?
- No, es una prerrogativa del presidente. Esto va en serio, señor Lord. Cómo va a poder comprobar, voy a cambiar el mundo. Mañana tendrá otro ejemplo de lo que le digo.
Capítulo 3: El Capitolio sede del Congreso de los EE.UU.Washington DC
El artículo Primero de la Constitución de los Estados Unidos otorga al Congreso de los Estados Unidos el poder legislativo del país. El Congreso es un órgano bicameral compuesto por la Cámara de Representantes, de 435 miembros, y el Senado, de 100 miembros. Un proyecto de ley puede originarse en cualquiera de los dos Cámaras, salvo si fuese relacionado con tributos, que sólo es la de Representantes. Este proyecto debe ser presentado al presidente que tiene diez días para matizarlo rechazarlo o aceptarlo. Si lo rechaza es el considerado veto.
La Constitución incluye, además, una claúsula que le da al Congreso la facultad de hacer todas las leyes necesarias y propias para ejecutar poderes futuros. Esta claúsula es llamada claúsula elástica, que le permite al presidente adaptarse a tiempos venideros y, por tanto, imprevisibles. Lex Luthor planeaba el mayor cambio legal en la historia del país desde que se firmó la Declaración de Independencia en 1776. Pretendía añadir una nueva enmienda a la Constitución que rezaba así: El presidente de los EE.UU. recibe un mandato especial que le otorga poderes excepcionales en política exterior por dos años. Mientras duren las circunstancias de guerra si lo estima oportuno podrá dirigir personalmente estos países. Incluso tendrá potestad para decidir cuáles de ellos se unen a la República como estados asociados.
Luthor necesitaba que al menos un 75% de congresistas votara a su favor. Las pretensiones de Luthor eran claras: anexionarse los países que iba conquistando. Este acta le otorgaba plenos poderes para hacerlo. Le ponía un límite de dos años porque entendía que sería más fácil para el congreso votar a favor si veía un límite temporal a su poder. Luthor hablaba ante el Congreso de los EE.UU.:
- Estamos ante un nuevo periodo histórico.
Luthor hizo una pausa, sabeedor de que la última frase había quedado en la mente de todos. Quería regodearse un poco, que sus palabras calasen hondo, no sólo en los congresistas, sino en todos y cada uno de los habitantes del planeta.
- Y como no puede ser de otra manera, EE.UU. tiene el deber ineludible de liderar y velar este cambio histórico. No podemos seguir de brazos cruzados permitiendo que en nuestro mundo continúen impunes quiénes practican el terrorismo, quienes imponen dictaduras y quienes incumplen los derechos humanos. Siempre nos hemos preguntado ¿y si pudiéramos resolver los problemas que azotan durante siglos a la humanidad? ¿Y si estuviera en nuestra mano solucionar el hambre, la tiranía, el terror, el fanatismo…? ¿Nos quedaríamos de brazos cruzados sin actuar o en un acto ético actuaríamos aportando soluciones?
Luthor volvió a parar. Bebió y prosiguió:
- Ahora podemos. Ahora es el momento. Tenemos una fuerza militar invencible para extender la democracia y la igualdad. Para acabar con el terror. Pero no crean que mi programa de actuación se basa únicamente en el ejercicio de la fuerza. Ya tengo, proveniente de la inversión privada, millones de dólares dispuestos a la reconstrucción, a la creación de hospitales y de escuelas en los países conqusitados. Pertenecerán a los EE.UU. serán estados autónomos que podrán conservar su bandera y costumbres, pero en donde impondremos leyes justas y democráticas. Yo seré su presidente, aunque nombraremos un gobierno provisional que responderá ante mí. Hemos tenido 230 años de libertad y esplendor, desde 1776 hasta el 2004. Ahora es tiempo de que pongamos en suspenso esta República para dejar paso a otra etapa que será más esplendorosa: el Imperio democrático. Cuando la época de guerras haya concluido y el mundo sea otro, devolveré el poder al Congreso y derogaré esa enmienda. Les pido que sean fieles a los derechos humanos. Les pido que me ayuden a cambiar la historia para que todos los habitantes de este planeta disfruten de un bienestar sin parangón en cualquier época.
Poco después, la votación se iniciaba. Luthor se sentaba en su escaño. Estaba tranquilo porque había sobornado a un buen número de políticos y a otros los tenía convencidos con promesas de poder. Pero, sobre todo, porque para los que no creían en su proyecto ya tenía la solución definitiva: los villanos Doctor Psycho, Psimon y Héctor Hammond.
El Doctor Psycho era un enano de poco más de un metro y diez centímetros de alto, con apenas treinta y siete kilos de peso. Aunque su aspecto era insignificante su poder mental le hacía extremadamente peligroso. Era capaz de alterar las percepciones de sus víctimas haciéndoles creer cosas imaginarias o provocándoles pesadillas alucinógenas. Así, muchos senadores creían sostener la papeleta del no cuando estaban votando afirmativamente a la propuesta de Luthor. Psimon, vestido con un elegante traje verde oscuro, era de apariencia era sobrecogedora. Su cráneo de cristal permitía ver su cerebro. Su poder mental era enorme y lo utilizaba para controlar a otro nutrido grupo de senadores en las votaciones y en las declaraciones públicas efectuadas con posterioridad a la votación. Por último, Héctor Hammod un ser con un cerebro hiperdesarrollado que le impedía el movimiento. Deforme de cuerpo y alma, Hammond era una de las mentes más poderosas de la Tierra. Sus pensamientos creaban una especie de yo astral que podía viajar a otros rincones del universo. Además de controlar a otro grupo de votantes, Hammond se ocupaba de que la percepción de los periodistas fuese, cuando menos benévola, acerca de la votación.
Los tres modificaron la voluntad de los miembros necesarios para que el plan de Luthor se llevara a cabo. El presidente se aseguró un 85% de votos a favor. Su propuesta había triunfado. Jefferson Pierce, Relámpago Negro, responsable del área de asuntos sociales, presentaba su dimisión irrevocable el día siguiente. Pete Ross, vicepresidente, y el superhéroe Capitán Átomo, miembros del gabinete presidencial, permanecían en sus puestos sin demasiada convicción. El Capitán fue a hablar con Pierce:
- Jeff, no puedes dejarlo ahora.
- Esto va en contra de los principios en los que creo.
- Es la votación popular.
- No, es la votación de un Congreso controlado por Luthor. Y no lo entiendo, he hablado con muchos de las personas que han votado y manifestaban su oposición a Luthor y, sin embargo, la mayoría a su favor ha sido aplastante. No lo puedo entender.
- De cualquier forma abandonando el barco no conseguiremos nada. Debemos estar con el país no…
- Nathaniel, no lo entiendes… Luthor se acaba de convertir en Emperador y si nos quedamos aquí seremos cómplices de sus desmanes. ¿Qué decides?
- Jeff… me quedo.
- Bien, espero que no tengas que arrepentirte de esta decisión…
- Entonces ambos esperamos lo mismo.
Capítulo 4: Hospital de Metrópolis
Martha Kent acudía todos los días al hospital en donde Lois seguía en estado de coma. No apartaba de sus pensamientos a Jonathan, su esposo fallecido. No dejaba de recordar el ataque de Zod y la desaparición de su hijo. La madre de Lois, Elinor, habló cortando sus pensamientos:
- No es lógico…
- ¿El qué?
- El ataque a Lois, la muerte de Jonathan, la destrucción del periódico, la desaparición de Clark... Todo a la vez. Ese Zod que destruyó el periódico, me lo dijo Perry, es el que atacó Smallville y mató a Jonathan. ¿No lo ves? Es todo un ataque al mundo de Lois y Clark. ¿No lo asocias? Todo está conectado. Seguro que Zod también es el responsable de la situación de mi hija y de la desaparición del tuyo…
- Es posible, quizá sea una represalia por alguna de sus investigaciones.
- ¿De Clark no se sabe nada?
- Los escombros del Planet fueron retirados pero no se hallaron más cuerpos. Quizá haya perdido la memoria o esté indocumentado y herido en algún hospital de la ciudad. No lo sé, pero estoy convencida que tiene que estar bien… que volverá cuando menos lo esperemos.
- Lois le necesita
- Yo le necesito… todos le necesitamos…
- Es una pesadilla… ¿Y Superman donde está? Siempre que Lois se metía en un lio aparecía para salvarla. Mil veces y ahora parece haberse esfumado sin rastro.
- Esté donde esté estoy convencida de que hará todo lo posible por ayudarnos.
- Martha, tu marido ha muerto, Lois ha perdido el niño y está en coma, lo último que puede hacer Superman es ayudarnos… lo único que puede hacer por nosotras es vengarnos destruyendo a ese Zod.
Capítulo 5: La Casa Blanca. Washington D.C.
Ra’s Al Ghul acababa de aceptar la oferta de Luthor y Zod. Dirigiría los ejércitos Iron en Asia. Luthor sabía que acababa de fortalecer su equipo con la única mente criminal que podía estar a su altura en el planeta. Con Ra’s el Escuadrón estaba al completo. Luthor se dispuso a presentarlos. De la habitación contigua entraron un grupo nutrido de personas que se colocaron en una zona de la estancia envuelta en sombra. Este efecto, estaba planificado para dotar a la escena de mayor impacto. Al salir de la penumbra las presentaciones resultarían más llamativas. Luthor volvió a hablar:
- Este es el nuevo Escuadrón Suicida, los peores enemigos de los más grandes superhéroes. Prohibiré las actividades superheroicas. Tendréis una orden de detención contra cada superhéroe que la incumpla. En primer lugar, nuestro General de Campo: Slade Wilson, alias Deathstroke, el Exterminador.
Wilson apareció con su traje característico. Un uniforme de combate azul, negro y naranja repleto de armas. Su máscara mitad naranja, mitad negra dejaba bien claro que el mercenario era tuerto. Su habilidad en combate era inmensa. Al haber aumentado su capacidad cerebral hasta un 90%, sus reflejos, velocidad y fuerza eran muy superiores a los del resto de los humanos. Sin duda, era uno de los peores enemigos que alguien podía enfrentar. Además, era un estratega magnífico. Fiel hasta la muerte una vez aceptaba un contrato. Luthor le pasó el turno de palabra:
- Señor Wilson, prosiga usted con las presentaciones.
Deahstroke habló con firmeza:
- Algunos hacemos esto por dinero, otros por convicciones, otros por venganza. Lo único que nos une es que todos queremos ganar por una vez. Los héroes tienen que saber lo que es una derrota definitiva. Vamos a demostrarles que somos mejores. ¿Está de acuerdo conmigo, señor Cor…, es decir… Metallo?
Un esqueleto metálico de aspecto robusto dio dos pasos al frente. Su pecho se iba abriendo dejando entrever una energía de color verde en su interior. Zod sintió un escalofrío y unas gotas de sudor le aparecieron en la frente. Corben empezó a hablar.
- Hasta que no tenga un cuerpo humano llámeme Metallo. Mi corazón de kryptonita vuelve a latir. En mi último enfrentamiento Superman me destrozó… no volverá a pasar. (1) Claro que estoy de acuerdo. Es hora de venganza.
El pecho de Metallo volvió a cerrarse y la kryptonita dejó de emitir radiación. Zod sintió un alivio instantáneo. Nadie se percató de su debilidad. No lo entendía. Pensaba que era inmune a toda clase de kryptonita de este universo. Tenía que ver a Brainiac y contarle lo que había sentido. Wilson retomó la palabra:
- Prosigo… ¿a quién le toca ahora? Por ejemplo, el señor Deadshot.
El enemigo de Batman llevaba su traje habitual, rojo y con los disparadores puestos en las muñecas. No en vano, quizá fuese el hombre con mejor puntería con armas de fuego del planeta.
- Mi objetivo es demostrar que soy mejor que Batman. Le mataría gratis aunque el dinero que me han ingresado por adelantado lo hace mucho más agradable.
- Bien, el siguiente… Capitán Frío.
Envuelto en su abrigo de pieles azul y con el dedo puesto en el gatillo de su pistola de frío, habló:
- Nunca he visto que me ofrezcan tanto dinero por un trabajo. Será bonito acabar con Flash…
Wilson señaló al siguiente miembro:
- Conntinuamos con el peor enemigo de Green Lantern que ha vuelto de entre los muertos: el señor Siniestro
Siniestro embutido en su ceñido traje negro y amarillo, con un anillo que refulgía en su dedo miraba con odio a todos los de la sala:
- Quiero dejar bien claro que yo no recibo órdenes de nadie. Pero, os ayudaré a matar al nuevo Green Lantern. Y, luego, esperaré que el antiguo retorne y también le sacaré las tripas.
- El antiguo está muerto.- dijo Metallo.
- Volverá. Siempre retornan. ¿Alguien lo duda? (2) Y yo seré quién se asegure de que no vuelva a levantarse.
Wilson retomó la palabra:
- Prosigamos con otro enemigo del portador del anillo: Héctor Hammond.
Su aspecto resultaba repulsivo, un enorme cerebro en un cuerpo insignificante y paralítico. Una especie de silla de ruedas voladora sostenía a tan grotesca persona. No pronunció palabra pero sus pensamientos aparecieron en la mente de todos:
- Sé lo que pensáis… os doy asco… pero no hace tanto era uno de los hombres más atractivos del mundo. Esto es culpa de Green Lantern. Aunque el antiguo no esté disponible lo pagará el joven que lleva su legado.
Wilson continuaba:
- Los fundadores de la Hermandad del Mal: Cerebro y Monsieur Mallah.
Un cerebro metido en un receptáculo de metal, alargado y con forma de cráneo era empujado por un impresionante gorila repleto de cartucheras y armas.
- Quiero anunciarles el retorno de mi Hermandad. No cesaremos hasta que los héroes sean destruídos.
Deathstroke volvió a mirar al grupo y volvió a ceder la palabra:
- El enemigo más malévolo de Aquaman: su propio hermanastro, el Amo del Océano. Con algunas mejoras.
Aunque cubría su cráneo su casco característico, con forma de pulpo, su voz sonaba más lúgubre y tenebrosa:
- Me he sometido a una terapia para aumentar mis poderes. Puedo respirar bajo el agua y mi fuerza y velocidad aumentan a su contacto. Ahora supero a mi hermano. Conquistaré Atlantis con la versión acuática de los Iron.
Wilson proseguía:
- Ahora, una mujer de belleza inigualable: la maga Circe.
Impresionantemente bella, Circe llevaba un vestido escotado verde que hipnotizaba a todos los presentes. Más de uno pensó que por ella merecería la pena morir:
- ¿Maga? Hechicera o bruja sería más apropiado. Wonder Woman será mi objetivo. Me alejó de mi hija, me ha mantenido prisionera. Sufrirá todo el dolor que se le pueda causar a una persona. Mi magia estará a vuestro servicio hasta que la amazona muera en mis manos.
Wilson intervino de nuevo:
- Otro gran enemigo de Wonder Woman es el Doctor Psycho.
El diminuto malvado no dejaba de mirar el escote de Circe:
- Creo que tal concentración de poder no se ha visto en la vida. Nuestros peores enemigos pueden darse por muertos. Carecemos de compasión, de piedad. No daremos cuartel. Ellos estarán, como siempre preocupados por no matarnos y nosotros iremos a por su yugular. Es el comienzo de un nuevo mundo.
- Eso no lo dudes, dijo Luthor.
De nuevo, Deathstroke, presentó a otro miembro:
- Proseguimos con el mejor arquero que jamás ha pisado la tierra: Merlyn
Embutido en un traje negro el antiguo miembro de la Liga de los Asesinos de Ra’s Al Ghul, se adelantó saludó a su ex-jefe y habló:
- Antes de que nadie lo ponga en duda, reitero que soy el mejor arquero del planeta muy por encima de Green Arrow. Le demostraré quién es realmente el número uno. No solo acabaré con él sino también con su familia.
Wilson volvía a presentar a otro villano:
- Una auténtica némesis de los Titanes: el doctor Psimon
Psimon miró misterioso al grupo y habló:
- Agradezco que mi nombre haya estado entre los elegidos. Mi poder mental casi acabó en una ocasión con Outsiders y Titanes. Creo que podré volver a hacerlo con mis nuevos cinco Temibles.
Las presentaciones llegaban a su fin. Restaban dos. Deathstroke prosiguió:
- Como penúltimo miembro alguien totalmente impredecible, pero que no podía faltar en esta misión. ¿Para alguien resulta desconocido?
El Joker con uno de sus trajes característicos. Sonreía sin cesar a los presentes. Avanzó hacia Luthor y enarboló una mueca triste:
- Hola Lex… querido. ¡Cuánto tiempo sin vernos! No deberíamos haber perdido el contacto. Con lo bien que lo hemos pasado juntos en nuestras antiguas asociaciones. Tenemos que quedar más a menudo, aunque sea para intentar matarnos mutuamente.- Acto seguido volvió a sonreír y a mirar al grupo. Hola señores… Por favor, quiero que quede una sola cosa clara y sólo una. Lo pienso repetir una sola vez y de manera concisa y diáfana. Que hasta los más tontos…, ¿alguno se da por aludido?..., puedan entenderlo. Esta única cosa que quiero que quede clara es: ¡¡¡BATS ES MÍO!!! – lo dijo gritando con toda la fuerza que sus pulmones fueron capaces de emitir. Ah, y también el pajarito que le acompaña. Matar Robins es mi hobby. – dicho esto se sentó en el suelo en una esquina, al lado de una maceta gigante, y empezó a reírse de manera estrafalaria.
- Y para terminar y completar nuestra fuerza…- intentó terminar Wilson.
- Ha, ha, ha, ha, ha, ha…- La risa del Joker interrumpía las palabras de Wilson.
- Por favor…, decía que para terminar…
- HA, HA, HA, HA, HA, HA, me parto… esto es buenísimo, tenemos una pinta de malos aquí reunidos en este cuarto,… HA, HA, HA, HA…, si cayera una bomba aquí ahora no moriríamos ninguno, porque mala hierba nunca muere… HA, HA, HA, HA, HA…
Zod se acercó a Joker, contuvo su primera intención, que era partirle el cuello, y mirándole le dijo:
- Calla o te incinero.
- Ha, ha, he, he,hi, hi, ho, ho, ups, ups…. – La risa de Joker se congeló al ver que la maceta que estaba a su lado acababa de convertirse en cenizas al ser mirada por Zod.
Wilson pudo concluir:
- Por último, el más poderoso androide jamás creado.
Amazo apareció de la habitación. Alto, imponente. Aquel androide contenía los poderes de toda la Liga de la Justicia en pleno.
- Mi creador, Ivo, me ha reconstruído en una versión ultimate. Sigo siendo capaz de mimetizar los poderes de la Liga. Quiero arrancarles los corazones del cuerpo y beberme su sangre. ¿Cuándo empezamos?
- Bien, ¿alguien tiene alguna duda de que la reunión entre Lex Luthor, Ra’s Al Ghul, Deathstroke, Metallo, Deadshot, Capitán Frío, Siniestro, Cerebro, Mallah, Amo del Océano, Circe, Doctor Psycho, Psimon, Héctor Hammond, Merlyn, Joker y Amazo no supondrá el fin de la era superheroica de la Tierra? Y no dejo de contar a Ivo, Morrow, Sivana y el Juguetero que construyeron los Iron. También, el señor Will Magnus colaboró en los Iron, pero, lamentablemente, no creo que podamos confiar en él. Cada uno de ustedes actuará a las órdenes de Deathstroke, pero podrán contratar a otros supervillanos si ven que la misión excede sus capacidades. Atacaremos a los grupos primero: JSA, JLA, Titanes y Outsiders. Y recordad, lo más importante de todo si queremos triunfar: Debemos actuar unidos sin disensiones o individualidades.
Luthor obsequió con un cóctel al grupo de villanos. El señor Angle, mano derecha de Luthor y el hombre que había conseguido reunir a este grupo de malvados, no dejaba de observar su actuación de magnífico anfitrión como si se tratase de una fiesta vulgar. Luthor era amable y atento hasta con el Joker. Sin duda, pensó Angle, es la mente criminal más grande de nuestra era.
Capítulo 6: Órbita terrestre
Zod entraba en la nave de Brainiac. Estaba preocupado. Al comprobar que la kryptonita de su mundo no le afectaba se creyó invencible. (3) Sin embargo, la debilidad que había sentido en la presentación de Metallo le había dejado preocupado. Además las amenazas que había proferido a Brainiac (4) quizá podrían hacer que el robot se volviera en su contra. Ahora le veía útil de nuevo. Brainiac observó su llegada y le dejó entrar en la nave:
- General Zod. ¿Viene a cumplir su amenaza?
- No. Vengo a pedir … disculpas. Era la primera vez en su vida que Zod se disculpaba ante nadie. Su deseo interior era machacar al robot y que jamás se supiera que debía gratitud a algo en el universo. Pero, como decíamos, entendía que Brainiac podía serle de utilidad. Pido disculpas por el tono de mis palabras y las amenazas que proferí.
- En mi base de datos de las emociones la que más se asemeja a la reacción que sufro es la de sorpresa.
- No he venido sólo para esto. Luthor tiene un mensaje para ti. Conecta con su despacho.
Brainiac se sentó a los mandos, la nave era una extensión de su cuerpo. Y en la pantalla principal apareció el rostro de Luthor:
- Brainiac.
- Luthor.
- En recuerdo de antiguas colaboraciones, te pido que te unas a mí. Con tu poder no habrá nada en el universo que pueda detenernos.
- Mis prioridades no son las de antes Luthor. He renacido y mis pretensiones son las de acumular todos los saberes del universo.
- Sin embargo, la resurrección del General se debió a ti con el propósito de matar a Superman.
- Superman fue mi principal enemigo, me detuvo en numerosas encarnaciones y llegó a destruirme en varios momentos. Mi programación le seguía viendo como una amenaza para mi nueva misión. Si es cierto que está muerto no tengo nada que perder en este universo. Me gustaría que me dijeran que su cadáver se ha encontrado.
- ¿Cuántas veces tendré que decir que le maté con estas manos?- reiteró Zod por enésima vez.
- Bueno, Brainiac mi propuesta sigue en pie. Piénsalo y contéstame algo en una semana.- Concluyó Luthor.
La señal desapareció. Zod volvió a dirigirse a Brainiac:
- Una última cosa. Tengo… una pregunta…
- ¿Cuál?
- La kryptonita de mi universo no me afectó… ¿sería posible que…
Zod hizo una pausa. Dudó en proseguir pero lo hizo. Odiaba tener que pedir otro favor a Brainiac:
- … que la de este planeta pudiera empezar a afectarme?
Brainiac sabía la respuesta a la perfección. Había realizado los análisis correspondientes hacía días. Sin embargo, cada vez veía a Zod como una amenaza más grande que la que representaba Superman y quería tener un as en la manga:
- Lo estudiaré y te daré la respuesta en breve.
- Bien, hasta entonces.
Zod salió de la nave y retornó a la Tierra.
Capítulo 7. Búnker Iron, Washington.
Los constructores de los Iron tenían habitaciones habilitadas para dormir en el mismo búnker. Las habitaciones estaban acondicionadas como si se tratasen de habitaciones de un hotel de cinco estrellas. Luthor quería que ellos fuesen quienes supervisasen en todo momento la actuación de los robots. Ivo y Morrow compartían habitación, así como Sivana y Magnus. El Juguetero tenía una para él solo. Magnus empezó a escuchar los ronquidos de Sivana y dio por supuesto que dormía. Se levantó y accedió a la zona de comunicaciones metiéndose, acto seguido, en un despacho vacío. Actuaba con sigilo y cautela, Will Magnus no quería ser descubierto. Cogió el teléfono que había sobre la mesa y marcó. Los pitidos de comunicación se le hacían eternos. Por fin, saltó una voz que provenía de un contestador:
- Le habla el contestador de Cliff Steele, sí ese Cliff Steele, al que llaman Robotman, único miembro actual de la eternamente maldita Patrulla Condenada. A menos que seas imbécil, cosa bastante probable por llamar al número de la Patrulla, ya habrás adivinado que no estoy en este momento en casa. Ojalá pudiera estar emborrachándome, pero mi cuerpo es metal. Deja tu mensaje y si considero que tiene alguna relevancia para mi te llamaré.
Magnus empezó a dejar un mensaje casi susurrando:
- Cliff, no sé a quién recurrir. Pueden estar escuchándome. He hecho algo horrible, he participado en la creación de los Iron. Realmente tenía un aliado, Amanda Waller, pero ahora ha desaparecido. Creo que Luthor la ha descubierto y la ha… Tienes que ayudarme, ponte en contacto con la Liga de la Justicia… o los Titanes… infórmales. Mi vida corre peligro, diles que tengo el secreto para detener a los Iron…
Magnus colgó el teléfono y volvió a la habitación. Al volver a acostarse Sivana preguntó:
- ¿A dónde has ido?
- No creo que sea asunto de tu incumbencia. ¿Tengo que avisarte para ir a mear?
- No te creo.
- Déjame en paz Sivana, quiero dormir…
Sivana se dio la vuelta pensando que con la primera luz del alba iría a comunicarle a Luthor lo sucedido.
Capítulo 8: Gotham City
Era una noche cerrada y llovía a cántaros, Alfred Pennyworth se preguntaba quién estaría llamando al timbre a esas horas y con ese tiempo. Recorrió los amplios salones hasta llegar a la puerta principal. Allí, había un monitor que conectaba con la verja exterior del jardín. Alfred era realmente tranquilo, existían pocas cosas capaz de sorprenderle, aquella lo hizo. Al abrir la puerta encontró ante él a Perry White, director de uno de los periódicos más famosos de Norteamérica.
- Buenas noches, siento presentarme así de improviso. No sé si me reconoce, me llamo…
- Le conozco, señor White leo habitualmente el Planet. Siento mucho lo que le ha sucedido al periódico. Espero que tanto usted como sus empleados estén sanos y salvos.
- Muchas gracias. Ese es el motivo de mi visita. Necesito hablar con el señor Wayne.
- Bueno, el señor Wayne…- Alfred iba a decir que no se encontraba en casa, lo cual era cierto. Sin embargo, en ese instante vibró el avisador que tenía en el bolsillo. La mansión era tan grande que siempre que Batman regresaba a la Bat-Cueva se conectaba ese minúsculo avisador para que Alfed lo supiera. Entonces bajaba a ver si necesitaba asistencia médica o simplemente algo de comer. Alfred pensó que White no habría venido desde Metrópolis si no se trataba de algo realmente importante- le atenderá enseguida.
Alfred condujo a White hasta una sala le sirvió un café y le rogó que esperara. Bajó a la cueva donde el Batmóvil acababa de efectuar su entrada. Batman se disponía a volver a salir, pero la noticia que le trajo Alfred le convenció para posponer su marcha. Se quitó el disfraz se puso un batín y se arremolinó el pelo. Llegó hasta donde esperaba White y entró bostezando como si acabara de despertarse. La ojeras no tuvo que disimularlas:
- ¡Cuánto tiempo sin vernos! ¡Qué sorpresa más agradable, señor White! Ahhh. Perdone usted los bostezos, Alfred acaba de arrancarme de los mismísimos brazos de Morfeo y de … bueno de los brazos acaramelados de una chica con la piel color café de la que no recuerdo el nombre.
- Siento enormemente esta inoportuna visita.- dijo White pensando en que se había equivocado yendo a hablar con semejante imbécil.
- No se preocupe y dígame, ¿Qué le trae a mi morada?
- Vera… ¿sabe usted lo del Planet?
- Algo he oído… siento muchísimo lo sucedido… ¿se conoce ya la causa del derrumbe?
- Quiero pedirle algo…
- Usted dirá
- Necesito dinero.
- Dinero… ¿de qué cantidad estamos hablando…?
- La necesaria para levantar de nuevo todo el edificio. Al menos, la suficiente para que un par de bancos vean que tengo cierta liquidez y me concedan un par de créditos para el mismo fin.
- Estamos hablando de muchos dólares. ¿Los beneficios de la venta del Planet serán suficientes para pagar a todos los empleados y devolver los préstamos?
- No lo sé. Lo he calculado de acuerdo a las ganancias anteriores. Evidentemente, quizá haya que rebajar los salarios, encontrar nuevas formas de ingresar dinero… Aumentar la venta… No lo sé… sinceramente dudo que pueda en breve tiempo.
- Señor White, me pide usted algo realmente…difícil.
- Creo que le he hecho perder el tiempo… usted es millonario, pensé que … lo siento ya me voy.
- Espere, señor White, no tan rápido. Puedo estudiar su propuesta.
- ¿Cómo?
- Mandaré a mis asesores financieros a Metrópolis. Veremos en cuanto calculan lo necesario para reconstruirlo. Veremos también si la alcaldía de Metrópolis nos concede alguna subvención. Y en cuanto a la forma de pago…
- Devolveré hasta el último centavo.
- Bueno, yo había pensado que al menos una parte fuese una donación.
- No, lo siento. Será un préstamo. El Planet es una publicación independiente y lo seguirá siendo. No quiero que… espero que me entienda.
- Le entiendo y eso le honra. Buscaremos unas condiciones de financiación favorables. Sólo pongo dos condiciones indiscutibles.
- Usted dirá.- White se veía ante otro Julian Jurgens mandándolo al cuerno. (5)
- En primer lugar, tendré una suscripción gratuita de por vida.
A White casi se le saltan las lágrimas de los ojos.
- Delo por hecho aunque tenga que traerle el periódico yo mismo desde Metrópolis a las cinco de la mañana. ¿Y la segunda condición?
- Otra suscripción gratuita para Alfred, mi mayordomo. Es un auténtico fan de sus editoriales.
Alfred sonrió.
- Y para toda su familia si es preciso.
- Bien, ahora llamaré a mi hombre de confianza, Lucius Fox, y lo dejaré todo en sus manos. Hablar con él es como hablar conmigo en cuestiones de negocios. Hágale caso en todo. Pronto tendremos al Planet en marcha de nuevo.
- Señor Wayne lo que dicen de usted…
- Es todo cierto, sin duda. Me llaman bohemio, caradura, juerguista, play boy, niño rico… pero mi fundación siempre está dispuesta a ayudar a causas justas. Otra petición: no divulgue mi ayuda. No quiero perder mi reputación.
- Gracias, señor Wayne, muchísimas gracias.
White salió de la mansión emocionado. Nunca olvidaría este gesto. Sacó el móvil y marcó el número de Jimmy Olsen. Jimmy contestó apresurado:
- Señor White… ¿Qué tal ha ido todo?
- ¿Qué es eso de señor White? Llámame jefe, Jimmy, volvemos a lo más alto.
El grito de alegría de Jimmy casi deja sordo a White.
Capítulo 9: Búnker de los Iron, Washington.
Will Magnus estaba preocupado. No podía salir del búnker y cada vez estaba más seguro que sospechaban de él. Estaba convencido de que Sivana había denunciado su pequeña excursión nocturna. Se sentó en uno de los ordenadores de la sala principal y haciendo ver que trabajaba intentó conectarse a internet sin conseguirlo. Las comunicaciones con el exterior estaban prohibidas. Rápidamente escribió el secreto para destruir a los Iron en un documento de Word. Lo imprimió y se aseguró de que no quedara rastro en el ordenador de su presencia. Introdujo la hoja en un sobre y se lo guardó en uno de los bolsillos de su bata de laboratorio. Tenía que sacar el sobre de allí, pero no sabía cómo. Entonces vio a Jack Garney. Garney era uno de los ingenieros que Luthor había contratado y parecía honrado. Además, los periódicos le habían bautizado como padre del villano Hiroshima, su hijo Steve Garney, había obtenido unas energías que le consumieron por dentro y explotó como una bomba atómica. La ciudad se salvó gracias, una vez más, a la intervención de Superman. (6) Magnus sabía que era Luthor el culpable último de la muerte del hijo de Garney al haber ideado y financiado dichos experimentos. Magnus se acercó y le habló:
- Jack, ¿podemos hablar un momento?
- Claro.
- Necesito mandar un mensaje a alguien del exterior…
- Will, sabes que eso está prohibido.
- Tú tienes permiso para salir, podrías hacerlo.
- Me juego mi trabajo. Es imposible.
- ¿Y si a cambio te digo quién convirtió a tu hijo en una bomba humana?
Jack Garney quedó congelado. Y contestó agriamente.
- ¿Qué sabes de ello?
- Te lo diré si accedes a cumplir mi petición…
- Me estás mintiendo. No te creo.
- Te juro que digo la verdad. Hubo unos experimentos y yo sé quien fue el responsable de los mismos.
- ¿Quién?
- Te lo diré si accedes a entregar esto.- Magnus enseñó cuidadosamente una esquina del sobre.
- ¿Qué es eso?
- No lo leas, vivirás más tranquilo. Sólo quiero que lo entregues a Cliff Steele, te escribiré la dirección…
En ese momento el señor Angle hacía acto de presencia en la sala principal. Miró a Magnus hablar con Garney y se dirigió hacia ellos. Magnus se percató:
- No hay tiempo… prométeme que se lo darás a Cliff Steele…- Magnus sacó el sobre con el mayor disimulo posible y lo introdujo en el bolsillo de la bata de laboratorio que llevaba Garney.
- Pero…
Angle se acercaba.
- Te lo suplico. Busca a Cliff Steele. El responsable de lo de tu hijo fue…
Angle estaba encima.
- Luthor, Lex Luthor…
Angle tocó el hombro de Magnus.
- Buenos días, señor Magnus. ¿Hace el favor de acompañarme?
- Por supuesto. Bueno, señor Garney luego nos veremos. Sigo opinando que los estabilizadores deben resistir más presión.
Angle y Magnus se alejaron. Garney metió la mano en el bolsillo y tocó el sobre. Angle condujo a Magnus hasta una sala pequeña e insonorizada y alejada de la sala principal.
- El presidente me ha pedido que le comunique que sus servicios no son ya requeridos.
- ¿Y los de Sivana, Morrow, Ivo y el Juguetero sí?
- Eso es cosa del presidente.
- Ya, soy el único cuerdo en este baile de locos.
- Señor Magnus, creo que Luthor cumplió su promesa. Usted había perdido su humanidad convertido en ese androide de Veridium y ha sido la tecnología de Lexcorp quien ha creado el cuerpo humano clonado que tengo ante mí. Además, con el mismo aspecto de su cuerpo original.
- Es cierto, a veces la tentación es muy fuerte y acabas vendiéndole tu alma al mismísimo diablo.
- No hable así.
- Sé lo que va a pasarme.
- ¿No pensaría que su pequeña excursión nocturna le saldría gratuita? Tenemos cámaras, micrófonos, teléfonos intervenidos.
- ¿No saldré vivo de aquí? ¿verdad?
Angle sacó un arma y respondió:
- A menos que existan los milagros, señor Magnus, creo que no.
Magnus cerró los ojos y pensó en sus mejores creaciones: los Hombres de Metal poderosos, optimistas, solidarios con la gente, su legado seguiría vivo. Sus pensamientos acabaron cuando la bala de Angle impactó en su cerebro.
Capítulo 10: Washington DC
- Quiero anunciar la liberación completa de las primeras naciones. En Bialya, Qurac, Irak y Afganistán han recuperado la libertad y han cesado las hostilidades. Según la última enmienda, prerrogativa votada por los representantes de la nación, formarán parte de EE.UU. bajo la fórmula de Estados asociados en completo control bajo mi mandato. Dentro de dos años estudiaremos la cesión de la soberanía.
Detrás de él, el Capitán Átomo, con las manos cruzadas detrás de su espalda, rezaba por hacer lo correcto al apoyar al presidente.
- Quiero hacer constar que no se ha producido una sola baja americana. Los terroristas del grupo Contraamérica no han sido hallados. Nuestros servicios de inteligencia nos dicen que se han escondido en Irán. Aprovechando el programa de Irán de armas atómicas, que la O.N.U. ha prohibido en varias ocasiones, piensan que son intocables allí. Se equivocan y pido al gobierno iraní que colabore con nosotros.
El Capitán Átomo se tensó, no podía creer que Luthor fuese a anunciar nuevos ataques:
- Y no sólo esto. Irán forma parte de un eje del mal aliado contra EE.UU. Este eje planea nuevos atentados contra nuestro país y está formado por dictadores de diferentes regiones del globo. Por ejemplo, en América encontramos a los países de Cuba, Venezuela, Bolivia y Santa Prisca. En Europa, Modora. En Asia, China, Corea, Irán, Líbano…
¡¡Esto es una locura!!- pensaba el Capitán. ¿Cuba, China…? ¡Vamos a provocar una III Guerra Mundial!
- Hemos descubierto evidencias irrefutables que este eje del mal está creando una fuerza de supervillanos y armas de destrucción masiva. Debemos actuar ya con antelación. Implantaremos la democracia y la justicia en el orbe. No podemos estar de brazos cruzados viendo como nuestros enemigos se refuerzan y nos atacan. Declaro la guerra a todas las dictaduras, a todas la naciones que incumplan los derechos humanos, a todas aquellas que hagan del tráfico de drogas y del terror su forma de vida. Todas ellas serán liberadas por los EE.UU.
Cuando Luthor acabó su discurso, el Capitán Átomo se abalanzó hacia él:
- Luthor, por el amor de Dios… ¿Se ha vuelto loco?
- Creo, Capitán, que se le olvida con quien está hablando.
- Pero, ¿es consciente de lo que acaba de desencadenar…?
- Justicia para todos.
- Todas las naciones se nos opondrán.
- Capitán. Le voy a decir dos cosas. Primera, nunca jamás vuelva a hablarme en ese tono o será lo último que haga. Y segunda, obedezca como es su deber y defienda a su presidente.
- Pero, ¿y mis principios…?
- ¿Principios?- dijo Luthor enojado. Los soldados carecen de principios. Sea usted un buen soldado.
- Lo siento,… no puedo apoyar esto… no puedo hacerlo.
El Capitán despegó y se perdió en el espacio. Luthor le siguió con la vista. Cuando desapareció sacó su móvil y comunicó con Zod:
- ¿General? Hay un cierto Capitán rebelde, creo que debería hacerle una visita. ¿Cómo? Sí, por supuesto, el escarmiento debe ser mortal. Me ha faltado al respeto
Capítulo 11: Atalaya de la Liga de la Justicia. La Luna.
- Esto ha llegado demasiado lejos. Las intenciones de Luthor están claras: pretende dominar el mundo, crear un Imperio. Debemos oponernos a su política públicamente. Tenemos que estar unidos, si no llegamos a un acuerdo el futuro del país y del mundo peligra..
- Actuar ahora significa oponernos al congreso. A la voluntad popular. Los senadores le han concedido carta blanca para su plan. La ley le permite determinar las medidas oportunas. – intervino Hawkman.
- No actuar significará dejar a Luthor el control del planeta. No puede haber disensiones- Batman miró a Hakwman. También existía una ley cuando este país se independizó. Tenemos el deber de oponernos a leyes injustas.
Hakwman lo estaba esperando. Estaba deseando saltar sobre el murciélago. Se contuvo. Su voz sonó atronadora como dispuesta y decidida a dar órdenes a dioses:
- Votemos y aceptemos la decisión de la mayoría. Discutamos y debatamos pero si la mayoría vota no intervenir, seguir esperando. Tú, principalmente tú, murciélago, deberás acatar. No correrás a hacer la guerra por tu cuenta. ¿Lo aceptas?
- Yo haré lo que estime correcto.
- Individualista al máximo, como siempre.
- Te estás pasando Carter.
- Todavía no. Después de lanzarte esto sí…
Hawkman sacó a una velocidad de vértigo una daga y se la arrojó a Batman. Batman con reflejos de felino la vio venir y adelantó la mano para capturarla en el aire. Flash fue más rápido y la recogió del aire y la depositó en la mesa gritando:
- ¡Estás loco! Lo último que deberíamos hacer es pelearnos.
- Aparta Wally. Es hora de que el Halcón reciba una lección.- dijo Batman.
El Detective Marciano se puso en pie:
- Wally tiene razón. Podemos debatir, discrepar pero jamás recurrir a la fuerza o al enfrentamiento. Os lo advierto a los dos: ¡dejad esta disputa infantil o la terminaré yo por los dos! ¿Está claro?
El Detective Marciano miró a Hakwman, este quedó en silencio.
- He preguntado que si está claro.
Hakwman miró a los ojos a J’Onzz. Sabía perfectamente que su poder rivalizaba con el de Superman y Wonder Woman. Y también que J’Onzz había llegado al colmo de su paciencia, si tenía que tumbarle lo haría. Hakwman no temía a nada a ni a nadie pero no tenía oportunidad de vencer al marciano, tampoco ganas de enfrentarse con un aliado. Así que contestó:
- Queda claro J’Onzz.
Todo parecía quedar de nuevo calmado, pero J’Onzz se volvió hacia Batman:
- ¿También para ti Batman?
Batman miró sorprendido no esperaba que J’Onzz se dirigiera a él otra vez. Por su cerebro pasaron las mismas sensaciones que acababa de tener Hawkman. Su respuesta fue idéntica:
- Clarísimo. ¿Podemos empezar a votar nuestra declaración pública o hay alguien que quiera hacer una nueva objeción?
Flecha Verde intervino:
- Diga lo que diga el plumitas, tenemos que decirle a Luthor que cese en sus ataques a suelo extranjero.
- Diga lo que diga el plumitas, tenemos que decirle a Luthor que cese en sus ataques a suelo extranjero.
Flash prosiguió la ronda de opiniones:
- Creo que Luthor ha ido demasiado lejos.
Canario Negro:
- Estoy con vosotros.
Hombre Elástico:
- Bueno, tengo mis dudas. No sé, prefiero que esperemos un poco más…Una cosa es decirle que no lo haga y otra es impedírselo. ¿Qué vamos a hacer oponernos al ejército de los EE.UU.?
Átom
- Estoy con Ralph, creo que nos estamos oponiendo a una ley votado en el Congreso. Tenemos que ir con tiento. También pido más tiempo. Os recuerdo que el artículo uno de la Constitución dice que: Todos los poderes legislativos otorgados en la presente Constitución corresponderán a un Congreso de los Estados Unidos, que se compondrá de un Senado y una Cámara de Representantes.
Flecha Verde:
- Ya, hoy nos acordamos de la Constitución. Pues acuérdate, Ray, que en el prólogo también dice: NOSOTROS, el Pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una Unión más perfecta, establecer Justicia, afirmar la tranquilidad interior, proveer la Defensa común, promover el bienestar general y asegurar para nosotros mismos y para nuestros descendientes los beneficios de la Libertad, estatuimos y sancionamos esta CONSTITUCION para los Estados Unidos de América. ¿Crees que la ley de Luthor promueve la unión, la justicia, la tranquilidad interior, la defensa común, el bienestar general y sobre todo la libertad? Creo sin lugar a dudas, que estamos ante el momento más crítico de nuestra democracia. Tenemos que tomar partido por la causa de la libertad.
Zatanna:
- Lo siento sigo sin tenerlo claro. Puede que nuestra posición genere más división y enfrentamiento.
Hakwman:
- Creo que de momento llevamos tres a tres. Mi voto pide también que esperemos. Ganamos por uno.
Batman:
- Mi voto va para detener a Luthor. Cuatro a cuatro.
Aquaman:
- En esta escalada pronto le tocará a Atlantis. Debemos detener a Luthor.
Linterna Verde:
- Esperemos. Cinco a cinco.
Detective Marciano:
- Ante la ausencia prolongada de Superman soy el único miembro que falta por votar. Estoy en contra de Luthor, pero comparto los miedos y recelos del resto. Voto por hacer una declaración pública en contra de Luthor pero de momento sin que se corresponda a la más mínima actuación por nuestra parte.
Todos asintieron a las palabras de J’Onzz, excepto Batman. Os equivocáis murmuró. Aquaman volvió a intervenir:
- ¿Y Diana?
- Bueno, de eso quería hablar a continuación. Hay un mensaje grabado.
El monitor principal se encendió apareciendo Wonder Woman totalmente cubierta con una túnica blanca. Su cabeza estaba cubierta por una capucha de seda blanca e impedía ver su rostro. Su voz sonaba lúgubre y cansada.
- Amigos, siento no poder estar con vosotros. Vivimos horas terribles. Una última aventura se ha cobrado un precio terrible. (7) No me busquéis. Quiero soledad. Cuando pueda volveré con vosotros. Sé que decidiréis lo mejor para el mundo. Recordad: siempre ganamos por mal que se pongan las cosas porque estamos unidos. Recordadlo. Un saludo y que los hados nos sean propicios. Estaré en Temiscira pero, repito, no vengáis a verme. Respetad mi decisión, por favor. Sólo comunicadme el retorno de Kal… o en su defecto la confirmación de su fallecimiento.
- ¿Alguien sabe que le ha pasado? No se le veía el rostro. Su voz sonaba muy… envejecida.- habló Flash.
- Superman desaparecido, ahora Wonder Woman fuera de combate. Perdemos a nuestros dos miembros más poderosos antes de comenzar el combate. Estamos dando ventaja a nuestros enemigos.- dijo Batman. Espero que no tengamos que arrepentirnos de esto.
Rueda de prensa conjunta de JLA, JSA
Detective Marciano
- He sido elegido por mis compañeros para expresar nuestro más firme rechazo al plan de Luthor. Solicitamos al presidente que recapacite y que desista en esta escalada bélica que no puede traer más que consecuencias negativas.
El Flash original, Jay Garrick, también hacía una declaración parecida:
- Representando a la Sociedad de las Justicia no puedo sino coincidir con mis compañeros de la Liga. Creemos que las continuas invasiones traerán a la larga pesar y fragilidad a los EE.UU. Pensamos, de igual modo, que deben cesar.
Capítulo 12: Washington D.C.
El Capitán Átomo se había detenido en la isla de Theodore Roosevelt. Estaba confundido. Había jurado respeto y obediencia al presidente se sentía como un traidor. No sabía qué hacer.
- ¿Dudas, Capitán?
La voz le sobresaltó. No la esperaba. Se giró y vio a un hombre calvo con perilla y un traje negro. El Capitán habló:
- Eres el que atacó al Capitán Marvel lo vi en las noticias.
- Me encanta la fama.- dijo Zod haciendo ademán de avanzar hacia él.
- Atrás… no des un paso más o…
- ¿O…?
Las manos del Capitán empezaron a concentrar energía. Se tornaron humeantes y brillantes. Zod salió despedido hacia él.
Capítulo 13
Luthor estaba leyendo en su despacho el discurso que iba a leer al día siguiente. El último de los discursos que se proponían cambiar la nación y el mundo. Lo ensayaba en voz alta.
- Los tiempos en los que los vigilantes al margen de la ley tomaban la justicia por su mano han terminado. Desde ahora se prohiben las actividades superheroicas sin permiso presidencial.
Capítulo 14
El Capitán Átomo le alcanzó con dos rayos capaces de destruir montañas, pero Zod ni los sintió. A duras penas logró eludir la primera embestida. Volvió a concentrar energía y la impactó en la espalda del General. Zod se dio la vuelta y sus rayos de visión calorífica atravesaron una de las manos del Capitán. Acto seguido, utilizó toda su supervelocidad para volver a abalanzarse sobre él.
Capítulo 15
Luthor seguía leyendo:
- Soy consciente de la gratitud que les debemos a muchos de ellos que arriesgaron sus vidas por el bien común. Aunque también existen casos de abusos que han cometido en el nombre de la justicia. Hay episodios en el pasado de muchos héroes que podrían avergonzar a los más veteranos. Por ejemplo, en 1944 tres de los más famosos miembros de la JSA asesinaron a una población de 500 personas. (8) Mucho más recientemente, nuestro sobrevalorado protector Superman asesinó a tres indefensos enemigos. También cerca en el tiempo, el segundo Green Lantern de la Tierra se convirtió en un traidor asesinando a sus compañeros en una galaxia remota. Mis fuentes de información son fidedignas, créanme. El primer caso me lo confesaron los propios héroes, el segundo uno de los supervivientes y el tercero, un pobre minusválido llamado Héctor Hammon con la facultad de proyectar su mente a los confines de la galaxia.
Capítulo 16
Zod le golpeó una vez y desarboló la guardia del Capitán. Se movió a la máxima velocidad que pudo y Átomo sólo comprendió que había sido golpeado cuando su mandíbula se desencajaba ante el terrible impacto. Cayó al suelo pero sin poder reaccionar, el puño derecho de Zod acababa de atravesarle el pecho.
Capítulo 17
Luthor
- Sin embargo, no es el momento de recriminar, si no de estar con el país. De ser patriotas y no traidores. Para tener los beneficios sin las arbitrariedades de su conducta, permitiremos a todo superhumano que quiera utilizar sus poderes para ayudar a la sociedad hacerlo. Sólo deberán registrarse en un acta y tener un permiso presidencial. Estarán a las órdenes de la policía y actuarán como agentes de la ley. Sujetos a los mismos derechos y responsabilidades que los policías.
Capítulo 18
El cuerpo del Capitán albergaba energía cuántica por lo que, además de aplastarle un pulmón, le hizo, literalmente, un boquete en el pecho. El Capitán jamás había soportado tal daño físico. Su energía empezaba a descontrolarse y sintió como era posible que explosionara. Se elevó a toda velocidad consiguiendo lanzar toda la energía de su interior al cielo. Quedó exhausto carente de fuerza y arrodillado en el suelo. La sombra de Zod le cubrió.
Capítulo 19
Luthor
- Pero, también soy consciente de que muchos superhéroes incumplirán el mandato. Dirán que queremos impedirles el ejercicio de su libertad. Lo siento, esta administración será implacable con ellos. Crearemos una fuerza superheroica propia llamada el Escuadrón Suicida, en honor a un antiguo grupo gubernamental. Estará formada por antiguos villanos rehabilitados para la sociedad y capturarán a los héroes que se nieguen a obedecer la ley.
Capítulo 20
Zod impactó con toda su fuerza en el cráneo del Capitán partiéndoselo en dos. El cuerpo sin vida del héroe cayó al suelo. Zod sonrió y desapareció en un segundo. Mientras el Capitán Átomo era asesinado, Luthor acababa su discurso:
- Tiempos nuevos de paz y progreso se avecinan. Confíen en mí.
En muchas partes de la Tierra se producía la misma escena. Las tropas Iron irrumpían en el espacio aéreo y atacaban a las tropas de los ejércitos enemigos sin piedad. En Asia y Europa, bajo la dirección de Ra’s Al Ghul, Modora, China e Irán eran invadidas. En América, Santa Prisca, Venezuela, Cuba, Bolivia, bajo mando de Sivana. Y en África, Marruecos y Argelia con dirección de Ivo y Morrow.
Los Iron destrozaban los ejércitos convencionales sanguinariamente. Sus controladores practicamente sólo tenían que darles directrices elementales. Hasta el propio Ra’s Al Ghul se sorprendió de que parecían seres pensantes que se adaptaban cruelmente a las circunstancias de la guerra. .
Luthor reía, los superhéroes se dividían y no se atrevían a detenerle. Voy a conseguirlo, pensó, esta vez nada podrá detener mis planes. ¡Nada! No hay esperanza.
Epílogo
Barriada Suicida (Metrópolis)
No hay esperanza. La misma frase se la repetía así mismo el pastor protestante Norman Mc Cay. Miró al cielo como esperando alguna señal que le contestara. No sucedió nada. Dios debía estar de vacaciones. Norman entró en el comedor social que había levantado junto con el sacerdote católico, Daniel Leone. Juntos habían realizado una grandiosa labor social en el barrio. Ayudaban en lo que podían a gentes humildes en un barrio castigado por lacras como el paro, la droga y la pobreza. (9)
- Hola Daniel, dijo.
- Hola Norman.
- Las cosas van a peor, ¿verdad? Las invasiones se suceden.
- Vivimos tiempos terribles. Las tropas Iron dominarán el mundo, América se divide en una guerra interna entre detractores y partidarios de Luthor. No hay la menor esperanza de que la situación mejore.
En ese momento, empezaron a llegar los indigentes que comían a diario. En una jornada podían llegar a dar casi trescientas comidas. Sólo contaban con la ayuda de tres monjas que hacían de cocineras. Norman y Daniel empezaron a servir a los asistentes. Entonces, repararon en alguien que nunca habían visto. Era, sin duda, su primer día. Su aspecto era como el de tantos, una camisa destartalada, chaqueta vieja y raída, gafas y una barba desaliñada. Se sentó alejado del resto en una esquina. El padre Leone se acercó a darle la bienvenida. Era su costumbre, pretendía conocer el nombre y la ocupación por si podía buscarle trabajo.
- Hola, ¿es su primer día aquí, verdad? ¿Puede decirme su nombre?, yo me llamo Daniel Leone y aquel es el pastor Norman Mc Cay..
- Me llamo… Clark
- ¿Sin apellido…?
- ¿Es un problema para comer aquí?
- No, por supuesto que no. Esta es la casa de Dios. Todos sus hijos son bienvenidos. No hay que dar explicaciones. Es solo que me gusta conocer a los que vienen por si podemos encontrarles un empleo. ¿Tiene usted trabajo?
- Tenía dos.
- ¿Es indiscrección preguntarle cuáles eran?
- En uno escribía.
- Muy interesante. ¿Y el otro?
- En el otro ayudaba gente.
- ¿Médico, educador social?
- Algo así…
- ¿Por qué lo dejó?
- No los he dejado. Pero a veces hay que parar. Las responsabilidades pueden superarte y si lo hacen estás perdido. Necesitas planear, pensar y decidir cuál va a ser el próximo paso. Con firmeza y seguridad.
- ¿Ya ha decidido?
- Estoy a punto. He dormido en las calles, sin descubrirme a nadie, he pensado, he planeado… sí estoy casi seguro en qué debo de hacer.
De repente, un fortísimo viento se levantó en el interior del comedor, todos los indigentes miraron hacia el lugar en donde se originaba. Los platos volaban, la comida se desparramaba por el suelo. A medida que el viento se hizo más fuerte las sillas caían y las personas eran incapaces de mantener la verticalidad. El padre Leone salió despedido y chocó contra la pared de enfrente. Norman fue a auxiliarle. Sólo Clark parecía inmune al tornado. Se trataba de un enorme túnel místico que aparecía en medio de un tremendo estruendo rodeado de relámpagos y rayos ante el asombro de todos. De allí, surgió el guerrero más poderoso de Nueva Génesis: Orion. Orion se dirigió a Clark entregándole un objeto en forma de cubo aplastado con unas cintas para poder enlazarlo en el brazo:
- Aquí tienes lo que has pedido: esta Madre Caja está programada para ayudarte.
- Dale las gracias al Alto Padre.
- Quiero que sepas que estoy contigo, tenemos que tomar un partido más activo en la lucha contra las injusticias. Cuenta conmigo cuando tengas el conflicto final.
- Gracias Orion. Seréis avisados. Necesitaremos toda la ayuda posible.
Con el mismo escándalo Orion desapareció. Los curas se acercaron temerosos:
- ¿Qué ha sido eso?- preguntó Mc Cay.
- Un aliado me ha traído un regalo para enfrentarme a quienes me lo arrebataron todo.
- ¿Quién es usted?- siguió preguntando Mc Cay.
- Un hombre que va a empezar a buscar….
- ¿Venganza?- acabó la frase Leone.
- No padre, venganza nunca… justicia, sólo justicia.
- Pero,… ¿quién demonios eres?
- Sólo… un amigo.
Tras estas palabras el desconocido salió del local. Los sacerdotes intentaron seguirle con la mirada, pero cuando puso un pie en la acera desapareció como si pudiera moverse a una velocidad infinita. El padre Leone miró al cielo. Al fondo de la calle acababan de comenzar las obras de reconstrucción del edificio más emblemático de la ciudad y se lo señaló a Mc Cay. Norman Mc Cay, observó las excavadoras, los primeros andamios y a multitud de obreros moverse como si fueran hormigas. Un enorme cartel presidía la obra: Reconstrucción del Daily Planet ponía. El padre murmuró: quizá me equivoqué… realmente nunca hay que perder… la esperanza.
Continuará
Noviembre de 2006- julio de 2008.
José Luis Miranda Martínez
jlmirandamartinez@hotmail.com
Referencias
(1) Superman (AT) nº 10
(2) ¿Verdad, Jerónimo?
(3) Ver Superman (AT) nº 15
(4) Ver Superman (AT) nº 17
(5) Ver Superman (AT) nº 17. Jurgens condicionó su ayuda a controlar el periódico.
(6) Su hijo Steve Garney se convirtió en Hiroshima en Superman (AT) nº 7 por culpa de experimentos financiados por Luthor. Moriría en el nº 8 víctima de las energías que había adquirido.
(7) Lo veremos en la colección de Wonder Woman (AT) al final de la Saga de Pandora.
(8) En JSA (AT) número 5.
(9) Mc Cay es uno de los protagonistas de Kingdom Come de Waid y Ross. Leone es un personaje clave en la saga de Superman realizada por Azzarello y Jim Lee.
Y la historia avanza. Las piezas se disponen en el tablero y comienzan las estrategias. Muy gracioso el paralelismo entre la politica de Luthor y la de Bush, con la aparición de "El Eje del Mal" en la continuidad...
ResponderEliminarPor primera vez, y sin que sirva de precedente, tengo que ponerle un "pero" a un fic de Jose Luis: la estructuración de la escena "discurso de Luthor-Combate de Zod" en diferentes capitulos, uno por párrafo. La idea era que ambas situaciones fuesen en paralelo, pero la misma idea del "capitulo" indica (a mi parecer) una finalizacion de acción demasiado radical, destrozando cualquier sensación de inmediatez cuando en teoria las acciones son continuadas. Quizas esa escena debía haber sido un capitulo aparte, divido en parrafos diferentes como en realidad ha sido asi escrito.
me ha encantado la historia, como la trama se va hilando, y comenzamos a observar lo que hay detrás del plan de Luthor, como instrumentaliza el Estado de Excepción para erigirse como Dictador de la República norteamericana y de allí saltar a Emperador, él y César
ResponderEliminaryo creo que el Capitán Átomo podía dar mas en la pelea, aunque esta quedo genial.
por cierto, como venezolano, me encanto el guiño a las invasiones en latinoamerica. Pero, ¿Por que diantres tenían que enviar a Sivana? :D
Reseña del 7 de diciembre de 2008:
ResponderEliminarPor fin está disponible la segunda parte de la saga Imperio de Superman (sobre la que se estructura todo este crossover que se extiende a lo largo y ancho del Universo DC-AT), con un número repleto de importantes acontecimientos, en el que la intensidad no decae en ningún momento. La historia se desarrolla de forma implecable, dejando claro su autor en todo momento que tiene my claro hacia donde quiere ir, y qué es lo que debe contar en cada instante.
Especialmente lograda la forma en que JLM consigue transmitir la sensación de que esto es un conflicto a nivel global, y que afecta a todos los personajes de este universo, y así nos lo presenta a través de los diferentes capítulos que componen el número.
Por otra parte, al autor sigue sin temblarle la mano a la hora de matar a personajes, no siempre secundarios, y aunque este recurso puede antojarse demasiado definitivo, lo cierto es que está bien justificado en todas las ocasiones, de forma que la situación argumental que se plantea sólo puede tener como resultado la muerte.
En definitiva, un buen número que espero se vea pronto seguido de más episodios de este cross-over de Imperio.