Animal Man nº 09

Título: Las mujeres son sabios y las arañas valientes (Boris the Spider)
Autor: Arturo Miguez
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Octubre 2007

Mr Grimm y sus cómplices mueven ficha atacando a Buddy desde todos los flancos. Y mientras tanto él está atrapado en Nueva Tortuga. ¿Podrá nuestro héroe llegar  a su objetivo y salvar el día?
La vida de Buddy Baker era normal hasta que una nave alienígena le estalló otorgándole poderes animales, lo que le motivó para ser superhéroe... Y luego las cosas se volvieron extrañas. Conectado al campo morfogenético de la Tierra, Buddy trata de compaginar su vida familiar con la heroica, como…
Creado por Dave Wood y Carmine Infantino

- Caballero, me temo que tengo que pedirle que deje de golpear a los funcionarios de la Casa Blanca. En caso contrario me veré obligado a vapulearle.- Dijo Superman al extraño individuo que ya había penetrado en el hall de la Casa Blanca.

- Vaya, no esperaba encontrarme con un supertipo tan pronto- Respondió agradado el Dr. Fossil- Al final va a resultar una tarde agradable y todo.- Dicho esto cogió por el cuello a dos guardaespaldas del presidente, les levantó y se los enseñó a Superman.- Supes, no voy a hacer pupa a tu presi, sólo quiero hablar con él, si no se me permite empezaré a partir cuellos, empezando por el de estos dos. ¿Son demasiadas palabras para ti, construyo una frase más sencilla?.


Buddy y Delfín estaban en dos celdas separadas pero contiguas, con el paso del tiempo, la ayuda de la humedad y la desesperación, los antiguos reos habían conseguido unir ambas gracias a un pequeñito agujero en una de las esquinas,. Sólo permitía el paso de un dedo pero en determinadas ocasiones el contacto con un dedo amigo puede suponer una parcela de paraíso en un infierno. Alrededor de este diminuto agujero de esperanza, el musgo malsano, la suciedad, la oscuridad y el goteo eterno de líquidos indescifrables componían un pasaje desolador.

- Tranquila, Delfín, no estaremos mucho tiempo aquí. Nueva Tortuga es un planeta raro, pero creo que estoy sintonizando de manera correcta su campo morfogenético, enseguida encontraré una pauta animal.

- No pasa nada Yo estoy recordando por donde nos han traído y ya tengo una idea de cómo está organizado el edificio. Hay una zona que parece no existir, allí debe haber...

Delfín se calló, la puerta de su celda se abrió de repente dejando entrar a una manada de rudos piratas comandados por Sean O´ Frates el antiguo artillero del coleccionista, el pirata que le había jurado ayudarles a convencer a su jefe.

- Hola, preciosa, hemos venido a perpetuar una tradición entre los piratas, la violación sistemática de las prisioneras más bellas. Si te pones difícil nosotros también, si te pones tierna nosotros también. Tú decides.

- ¡Delfín!.- Gritó Buddy al otro lado de la pared, mientras golpeaba el muro que les separaba, sintiendo como sus músculos se contraían y una chispa diferente de conciencia penetraba en su cabeza.


- Bueno, Ellen. ¿Hemos decidido ya?. Al Hombre Murciélago no le va a quedar mucho tiempo. Depende de ti que vuelva a pasearse por los tejados asustando a los criminales supersticiosos. Gotham va a perder gran parte de su atractivo turístico.- Decía Mr Grimm mientras empujaba ligeramente la escultura de piedra en la que había convertido a Batman, de tal manera que se sostuviera ligeramente dando la impresión de caerse en cuanto se hiciera algo más de fuerza.- ¡Uy!. Se me ha roto.- Dijo al arrancar una de las orejas del traje.

- De acuerdo. Usted gana. Deje a Batman en paz y me iré con usted. Pero tranquilo.- acertó a decir Ellen mientras pensaba en que si alguien podía rescatarla de esta gente era Batman. Necesitaba a Batman con vida.

- Vamonos entonces, preciosa.- Sonrió Mr Grimm mientras colocaba en una mejor posición a la estatua de Batman.- Dentro de pocas horas volverá a ser un murciélago de verdad, no te preocupes por él.- Adelantó la mano a Ellen.- Vamos, señora Baker, tenemos muchas cosas por hacer.


- No me parece una gran idea.- dijo Delfín a la recua de piratas que trataban de arrinconarla contra una de las mugrientes paredes de la celda.

- Ya verás como cuando terminemos nos lo vas hasta a agradecer.- Le sonrió uno de ellos.- Putita.- Añadió por si la frase le había quedado lo más remotamente amable, cosa que estaba a años luz de su intención.

- No, no lo digo por eso. Veréis, tengo una biología muy... Marina. ¿Habéis oído hablar de las enfermedades de transmisión sexual de las profundidades?. Hay toda una serie de hongos carnívoros de lo más desagradables. Las enfermedades de Atlantis son bastante desagradables, “la gonorrea lemuria” sin ir más lejos es de lo más repulsivo que he visto nunca.

- No trates de asustarnos, no dará resultado. Seguro que tenemos cosas peores que las tuyas en nuestro sistema. Tu pareces muy limpita.

- Ya, pero yo puedo tener “cosas” de ambos mundos, a saber qué hará con vuestros sistemas lo submarino. Pero, vamos, vosotros mismos. A mi no se me va a caer nada al suelo.

Esta última frase debió de ser lo suficientemente gráfica porque los piratas se pararon a pensárselo un momento dubitativos. El tiempo suficiente para que la pared que unía las dos celdas se derrumbara en pedazos con un estruendo.

Buddy apareció tras el polvo, sus ojos brillaban con una tonalidad roja dando la sensación de estar multifacetados. No dijo nada mientras caminaba con parsimonia hacia los piratas. Con un movimiento rápido cogió con una mano el cuello de Sean y sin prestarle la más mínima atención lo lanzó contra una de las paredes que quedaban en pie.

- Delfín. Nos vamos. – Pronunció con voz profunda. Un amigo nuestro quiere vernos.


Barda no sabía muy bien como había ocurrido todo, mientras estaba hablando con una de las refugiadas de Apokolips un revuelo se apoderó del colegio, por lo visto un aviso de bomba había hecho que tanto profesores como alumnos tuvieran que salir precipitadamente del edificio y situarse a unas manzanas de distancia. En la confusión reinante Barda perdió a esta mujer, pero descubrió una tarjeta en uno de sus bolsillos: “Suffragette City [1] . Bar de ambiente”. Los tonos de color y los símbolos que decoraban la tarjeta le hicieron pensar que se trataba de un local para la población lesbiana de la zona. El director del colegio le sacó de sus pensamientos.

- Perdone...Er... ¿Es usted Big Barda?.- ¿De la JLA?.... Esta llamada de teléfono es para usted.- Le dijo adelantándole un móvil antes de que pudiera responder.

- ¿Si?.- Preguntó Barda mientras miraba hacia todos los lados buscando a Cliff y a Maxinne.

- Barda. No, no hace falta que diga nada, yo hablaré por los dos. He puesto una bomba en el colegio. Tiene la fuerza suficiente para volar más de tres manzanas y va explotar en diez minutos si usted no la desactiva. Si llama a la policía, si habla con alguien, si hace otra cosa que no sea dirigirse inmediatamente al sótano del colegio la haré estallar. Volveré a llamarla en cinco minutos.


- Superman. Gracias por todo. Pero creo que puedo yo encargarme de esto, no me gustaría que mis funcionarios sufriesen por mi culpa. Hablaré con el caballero si ese es su deseo.

- Lex... Señor presidente... No puedo dejarle sólo con este tipo. Estaré con usted en la conversación y no es una petición.

- Claro, Supes, puedes estar.- Sonrió el Dr Fossil mientras soltaba al guardaespaldas y avanzaba hacia la puerta de entrada de la Casa Blanca.- Tampoco creo que nos lleve mucho. Además, iba a pedirle al señor presidente que te rogara nos hicieras un favor.


- Ellen. No debes preocuparte mucho, si cooperas no sufrirás daño ni tu ni ninguno de tus hijos.

- Si tocas un solo pelo a mis hijos juro que te mataré personalmente, me las ingeniaré para resucitarte y te volveré a matar.

- Ellen, no hace falta ponerse desagradable. ¿Qué diría Buddy?. Por cierto ¿sabe ya que Cliff no es hijo suyo?.

- ¿Qué estás diciendo?.- Protestó Ellen más enfadada que sorprendida.

- ¡Ah! ¿Tampoco lo sabes?. Si que lo ha mantenido Rod en secreto, no se cómo se las habrá apañado.

- ¿Rod? ¿qué tiene que ver Rod en esto?.

- Tú. Apártate de Ellen muy despacito y seguirás teniendo aparato locomotor.- Sentenció Batman desde el umbral de una de las puertas metálicas de la atalaya que llevaba a los teleportadores.

- ¿Cómo has logrado desprenderte de la maldición del basilisco?.- Bramó Mr Grimm más sorprendido que enfadado.

- Mejoro muy deprisa. Desde niño.- Contestó lanzando uno de sus batarangs a la cabeza de Mr Grimm.



- Buddy, ¿De verdad sabes hacia dónde estamos yendo?.- Preguntó delfín mientras trataba de seguir el paso rápido marcado por Animal Man.

- Claro, Delfín. Sólo me dejo guiar.- Contestaba con parsimonia mientras apartaba de su camino a decenas de piratas que intentaban cerrarle el paso.

- ¿Quién te está guiando?.

- ¿Recuerdas que en Marte hablé de un contacto con una araña de Marte?. Está aquí, es prisionera del coleccionista. Y vamos a liberarla.

- Buddy. Tal vez te estén guiando, pero a lo mejor esa araña puede atraerte, pero si no sabe dónde está no podrá indicarte el camino. Camino de la celda me hice un mapa mental de toda la mansión, creo que se donde puede estar.

- Gracias Delfín, pero creo que no va hacer falta. Está aquí debajo.- Dijo Buddy parándose en seco y señalando al suelo. - ¿Estás ahí?. Sí, creo que sí..- Y saltó grácilmente para caer con todo el peso de un animal particularmente voluminoso para abrir un boquete y pasar a través de él. Delfín le siguió.

Entraron en una sala que sólo tenía una jaula de metal pegada a una pared y unas sillas diseminadas por la estancia. En la jaula una gigantesca araña se levantó y se acercó lo más posible hacia donde estaban Animal Man y Delfín.

- **Por fin has venido**.- Retumbó una voz en las cabezas de ambos.- **Perdón por la telepatía, pero mi sistema vocal y el vuestro auditivo no están pensados para que funcionen juntos. Soy Xtruundq. Gracias por venir a rescatarme. Si mi nombre te parece complicado puedes ponerme otro. Leo en tu mente “Boris”. ¿Te suena bien que me llame Boris?.**

- Bueno, sí, es en lo primero que he pensado al verte, “Boris the spider”, es una canción de “The Who”. Como sea es un placer.- Contestó Buddy.- Es genial encontrarte. J´onn no se lo va a creer.

- **¿J´onn?. ¿Ese nombre es marciano?.**

- Sí, es un amigo mío.- Dijo Buddy mientras intentaba abrir la jaula.

- **Vamos a llevarnos muy bien, pero antes deberías mirar lo que tienes detrás.**

- Buddy. Deberías haberte quedado en la celda.- Dijo el Coleccionista mientras desenvainaba un sable pirata.- No me gusta que vengan a quitarme mis cosas.

- Ya sabes lo que dicen, quien roba a un ladrón...- Respondió Buddy sonriendo, metiéndose en el ambiente pirata.


- ##No te preocupes Barda, la bomba es fácil de desactivar.##- Indicaba su interlocutor telefónico.-##Tan sólo has de recordar un código de colores y apretar las teclas en el orden en el que te diga. ¿Tienes para apuntar?. ¿No?. Mala suerte. El código es: Rojo, verde, verde, rojo, azul, verde, rojo, amarillo, verde, rojo, amarillo, verde, rojo. Tecléalo en orden y no explotará nada.##

- Oiga, si lo que quiere es que explote la puta bomba, hágala estallar ya. El resultado va a ser el mismo. O me repite ese código o no va a haber manera.- Trataba de ganar tiempo Barda mientras corría escaleras abajo en busca de la bomba en el colegio.- No he podido ni retener dos colores seguidos.

- ##De acuerdo. A veces olvido que no todo el mundo es capaz de memorizar tres datos juntos. Le repito por última vez: Rojo, verde, verde, rojo...##

Una vez analizado el sótano, Barda pensó que el lugar idóneo sería encima de unas tuberías que cruzaban el techo del sótano. Su entrenamiento militar estaba en lo cierto. Allí estaba, una serie de cables y componentes plásticos unidos en lo que prometía ser una juerga monumental. Unido a la bomba en sí por otro cable había una especie de teclado. Las teclas tenían escrito una serie de colores “Rojo”, “Amarillo”, “Azul”, cada una de ellos con una tonalidad distinta.

- ##Ya sabe, Barda.##- Continuó su interlocutor. Se trata de apretar los colores en el orden correcto. Los colores.

Barda miró su reloj, tenía menos de dos minutos. Había estado repitiendo el código mentalmente y sin poder pensárselo mucho comenzó a teclear: Primero el botón en el que ponía “rojo”, luego en el que ponía “verde”... ¿Qué venía después?. Sí, “verde”... De repente algo sonó como si todo fuera mal. El contador empezó a ir más rápido.

- ##Muy mal Barda, le dijo la voz al otro lado del teléfono. Has apretado donde ponía “verde” ¿verdad?, pero... ¿En qué color estaba escrito?. Verde no era... Los dos primeros coincidían, el tercero ya no...Esto es lo que se llama “Efecto Stroop”. Pena de barrio, era bonito. Y no sufra, ya nos encargamos nosotros de Cliff y Maxinne## - Y colgó.

Barda no tuvo tiempo, arrojó la bomba al suelo y se echó encima de ella, esperando que su resistencia de Apokolips al menos lograra que la explosión no saliera del colegio. La bomba explotó, no pudo saber si lo había logrado o no.


Mr Grimm se sacudió la cabeza, el batarang le había impactado entre los ojos haciendo que su cabeza cayera hacia atrás golpeándose con la pared. Antes de recuperarse, otro batarang le golpeó la boca del estómago. Ellen golpeó con su codo la nariz del enemigo antes de retirarse.

- Joder.- Maldijo Mr Grimm con un tono nasal que indicaba que si nariz estaba rota.- Joder.- Repitió antes de respirar y lanzar contra Batman una bocanada de fuego de Dragón.

- No ha estado mal eso del fuego, ¿vendrías a la fiesta de mi sobrino?. Ronald MacDonald es bastante caro- Rieron a su espalda a la vez que le golpearon con fuerza. Otro Batman.

- ¿Dos Batman?. Esto no me lo esperaba.- Razonó Mr Grimm mientras se asentaba en una posición de lucha.

- O´Brian deja de hacer el ganso.- Dijo el Batman 1 al Batman 2.- Has hecho bien la primera parte del trabajo, ahora sigue en ello, este tipo es peligroso.

- Vaaaaale.- Protestó el Batman 2 mientras se quitaba el traje negro de murciélago para quedarse con un uniforme rojo chillón.- Tu problema es que eres un adicto al trabajo, ya no disfrutas con él.- Le recriminó Plastic Man mientras alargaba un puño que aterrizó en el rostro de un Mr Grimm cada vez más sorprendido.

- Claro. Por eso la transformación en piedra no te afectó, simplemente volviste a transformarte. Eso ha sido inteligente. Pero no tengo tiempo de quedarme con vosotros.- Terminó de decir y con una velocidad imposible, digna del dios Mercurio se introdujo en los teleportadores.

- ¡No!.- Gritó Ellen.-Se va a escapar. Cliff y Maxinne están en peligro.

- Tranquila, Ellen. Había previsto este desenlace como uno de los muchos posibles. Seguramente sea capaz de volver de la Fosa de las Marianas, pero le llevará tiempo. Reprogramé el teleportador.

- Batman. Gracias. J´onn tenía razón eres el mejor de toda la liga.- Balbuceo Ellen mientras intentaba no abalanzarse para abrazar a Batman.

- Ellen, te ibas a ir con ese psicópata para que no me hiciera nada. Yo debo agradecértelo también.

- ¡Oíd, que yo también he hecho algo!. Yo he sido quien se ha chupado el poder ese del basilisco y no ha sido nada agradable.- Protestó Plastic Man.

- Gracias a ti también. Has... ehhh... Vuelto a ser de..Plástico... Muy bien..- Alabó Ellen.

- No ha estado mal, no. Por cierto Batman ¿cómo sabías que iba a venir ese tío y a querer convertirte en piedra?.

- No lo sabía, O´Brian. Pero siempre es mejor que el estratega se quede detrás para analizarlo todo.

- ¿Quieres decir que pudo haberme hecho cualquier cosa y haberme matado?.

- O´Brian, estás en la liga, juegas con los pesos pesados, tienes que poder con todo lo que te arrojen.- Dijo Batman mientras se alejaba.- O´Brian prepárale algo a Ellen, tengo que hablar con el resto de la liga.

- Gracias otra vez, Batman.- Gritó Ellen a la figura que se alejaba.

- “Derek and the Dominos”.- Dijo Batman desde el pasillo, ya fuera de la vista.

- ¿Cómo?.- Preguntó sorprendida Ellen.

- Te faltaba ese grupo como uno en los que estuvo Eric Clapton.- Respondió y aunque nadie pudo verlo estaba sonriendo.

Continuará... 


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Referencias:

1 .- En efecto, “Suffragette city” es otra canción de Bowie

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