Animal Man nº 08

Título: Bienvenidos a Nueva Tortuga (Ziggy Stardust)
Autor: Arturo Miguez
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Junio 2007

Animal Man continúa con su odisea espacial alcanzando el lejano planeta de Nueva Tortuga. Mientras tanto, en la Tierra, sus enemigos preparan su jugada maestra.
La vida de Buddy Baker era normal hasta que una nave alienígena le estalló otorgándole poderes animales, lo que le motivó para ser superhéroe... Y luego las cosas se volvieron extrañas. Conectado al campo morfogenético de la Tierra, Buddy trata de compaginar su vida familiar con la heroica, como…
Creado por Dave Wood y Carmine Infantino

-##Por favor. Capitán de la nave “Polyhene Pam”, le rogamos que se identifique y nos indique su motivo para visitar nuestro planeta Nueva Tortuga##.- Este educado ruego lo pronunciaba a través de la pantalla del video comunicador una persona que daba la sensación de estar repitiendo un discurso aprendido de memoria sin que llegara a entenderlo. Además, la dureza de sus rasgos, alguna cicatriz en su rostro y unos movimientos nerviosos de una mano biónica al rascarse la cabeza daban a entender que si por él fuera ya habría volado la nave y buscado la caja negra entre los escombros flotantes.

Nueva Tortuga, a vista de satélite era un planeta muy parecido a la Tierra, bastante más pequeño, pero también predominaban los verdes y azules. Sin embargo había algo que lo diferenciaba y era una línea de protección formada por cientos de naves piratas que rodeaban el planeta para que no saliera ni entrara nadie que no estuviera fichado.

- ##Capitán de la nave “Polytheme Pam”. Repito, necesitamos saber su nombre y motivo de su llegada. Si no contesta nos veremos obligados a dispararle con nuestros cañones de antimateria.##

- Buddy. ¿Tenías pensado algo para una eventualidad así?-. Preguntó Delfín cuchicheando, no fuera que el video comunicador fuera realmente bueno y captara las voces alejadas del micrófono.

- Tranquila. Como decía Indiana Jones, “improviso sobre la marcha”.- Tranquilizada Delfín, volvió a hablar al video comunicador.- Bien, tranquilos, no suponemos ningún peligro. Sólo veníamos a hacer negocios con el coleccionista.

- ##Muy bien, como muchos de los que llegan. ¿Y su nombre, capitán?.##

- Soy, Stardust, capitán Ziggy Stardust [1] .

- ##Muy bien capitán Stardust. Le enviamos por correo electrónico una copia del código legal de Nueva Tortuga. Esperamos que su visita a este paraíso de la democracia galáctica sea de su agrado.##

- Buddy, cielo. ¿Por qué has dicho ese nombre?.- preguntó Delfín una vez cerrada la comunicación.

- El primero que se me ha ocurrido. Era ese o Jack Sparrow y pensaba que Ziggy estaría menos visto. Además no me negarás que es un chulísimo nombre de pirata espacial.

- Creo recordar que existió un capitán pirata llamado Ziggy Stardust.- Dijo Brin Londo mientras se pellizcaba el labio inferior, gesto inconfundible de que pensaba.- Bueno, al menos en mi época se le recuerda.

- ¿Seré yo ese pirata o habré elegido un nombre ya cogido?.- Preguntó entre risas Buddy.

- Esto de los viajes en el tiempo me pone nerviosa.- Aseguró Delfín.- Siempre pienso en las paradojas temporales y me desconciertan.

- Bueno, por eso se llaman paradojas temporales, si no se llamarían “certezas temporales” y tendrían mucha menos gracia para los lectores de ci-fi. Pero dejémonos de disertaciones y busquemos al coleccionista


- ¿Estás segura Lois?. ¿De verdad parecía Lex preocupado?.- Preguntó Clark a su mujer en el descanso para la comida una vez terminada la jornada laboral de mañana en el Daily Planet.

- Creo que sí, tesoro. Realmente parecía preocupado. Me habló algo sobre una extraña organización secreta, el destino del universo y cosas de ese tipo. Y ya sabrás que Lex no es de los que suelen ponerse nerviosos con cualquier cosa.-Contestó la reportera estrella del Daily Planet mientras le cogía a su marido unas patatas fritas que ella había rechazado previamente en su menú porque estaba a dieta.

- Bueno, me parece que esta tarde puedo ir a hacerle una visita a la Casa Blanca si no ocurre ninguna catástrofe mundial o si la JLA no me necesita. Es curioso... Hace unos días Buddy, esto... Animal Man se fue al espacio y también nos contó algo sobre una organización ultrasecreta.

- ¿Y dejasteis que se fuera solo?.

- No, no se fue solo, se fue con Delfín. No pongas esa cara, Lois, es una superheroina de la era Hippy y con Lobo Gris, que viene del futuro.

- ¿Quieres decirme Clark que has dejado que el zoo humano, una hippy y alguien “que viene del futuro” estén metidos solos en esto?.

- La verdad es que... Buddy parecía más tranquilo sabiendo que los pesos pesados se quedaban en La Tierra protegiendo a su familia. Vale, no ha sido muy inteligente, pero por tu parte el que casi te llegaras a casar con mi archienemigo, alguien que casi destruye Metrópolis doscientas veces tampoco lo es.

- Venga, ya salió el tema de mi ex. ¿Vas a ir a verle o no?.

- Sí, solo faltaba dejar fuera a Lex Luthor en todo este despropósito. Mejor voy para allá ahora mismo, ¿quieres que coja algo a la vuelta para la cena?.

- Me apetece Sushi. ¿Te pilla muy mal pasarte luego por Japón un momento


- Hola. Maxinne me ha dicho que mencionaste la palabra “Apokolips” en alguna ocasión. ¿Sabes de lo que te hablo?.- Preguntó Big Barda a la profesora de Maxinne en la clase vacía, antes de que terminara una charla sobre educación vial en el salón de actos.

- Claro, Barda. Ya sabes, Apokolips, el planeta regido por Darkseid, ¿te acuerdas?, frío, negro, ruidoso, con pozos de fuego...

- ¿Qué estás haciendo aquí?. ¿Qué pretendes?.- Preguntó alterada Barda mientras su cerebro guerrero comenzaba a planear estrategias para evacuar el edificio, salir de él y hundirlo con esta persona dentro.

- Tranquila, Barda, esto no va contigo ni con tu precioso maridito. Has de saber que Darkseid está muy interesado en los acontecimientos a escala cósmica que están ocurriendo, aunque lo esté más en los que van a ocurrir. ¿Eres la guardiana de las crías del tótem cósmico?.

- Si quieres tocar un solo pelo de Maxinne o de Cliff vas a tener que pasar por encima de mi cadáver y el de toda la JLA.

- Tranquila, Barda. Lo siento, a lo mejor me he expresado mal. Sólo te estaba preguntando si eras tú, no te he dicho que yo sea la enviada de Darkseid. Todo lo contrario, pertenezco a un grupo de refugiadas de Apokolips y pensábamos que este era un buen momento para iniciar la revolución. ¿Te apetece colaborar para derrocar a Darkesid, hacerle un juicio justo y matarle después


- Buenos días, Ellen, ¿todo bien?. Hoy me toca estar de guardia a mí, así que si necesitas cualquier cosa importante avísame, estaré en la sala de monitores.- Batman era capaz de combinar la seriedad más absoluta con la educación más esmerada, todo ello rodeado de una ligera pero sutil sensación de cierta indiferencia.- ¿Por qué sonríes, Ellen?.

- No es nada, estoy realmente impresionada por estar en la Atalaya de la JLA en la Luna y comprobando como todos los supertipos del planeta ayudan a mi familia. Además... No, déjalo, no es nada.

- No, Ellen, tranquila, cuéntamelo.

- Vale, es una tontería, pero es algo que Buddy decía sobre ti... Una tontería, ya digo.

- ¿Y era?.- Batman no podía ocultar que empezaba a estar algo interesado.

- Decía, no te ofendas, que para ser un solitario has estado en más grupos que Eric Clapton.

- Tampoco fueron tantos.

- Como que no: “John Mayall y los Blues breakers”, “Blind Faith”, “The Yardbirds”, “Cream”...

- Me refería a... Espera. ¿Es una broma, verdad?.

- Sí, Buddy me aseguró que nunca me atrevería a decírtelo en persona y eso era un reto de nivel diez en la escala Baker.... Lo siento.- Ellen cambió el tono y trató de ocultar un sollozo.- De veras, estoy bastante nerviosa y a veces no se muy bien lo que digo en estas circunstancias.

- No pasa nada. Se lo que es estar preocupado por un ser querido, pero todo va a salir bien, confía en mí. Si tu marido es la mitad de valiente que tú no habrá nada que temer. ¿Sabes que nadie se había atrevido a bromear conmigo delante, y menos a mi costa?. Bueno, Blue Beetle sí, pero creo que lo suyo es un problema neurológico.

- Siempre había pensado que en el fondo la valiente de la familia era yo, pero creo que ahora no lo estoy siendo en absoluto.

- Lo estás siendo Ellen. Muy valiente, Buddy está realmente orgulloso de ti. Cuando habla con nosotros sólo lo hace o de música o de ti. ¿Quieres acompañarme a la sala de monitores y que hablemos?


La noche en Nueva Tortuga estaba llena de olores y de sonidos, hasta tal punto que ya empezaba a ser difícil distinguir unos de los otros, uno ya no sabía si el olor especiado sonaba a tintineo de cristales rompiéndose o si los gritos de los piratas espaciales cantando obscenidades olían a almizcle. Por lo demás el ambiente era del todo agradable si no se tenía en cuenta el calor sofocante y húmedo que lograba que la ropa se pegara a la piel como las escamas de las serpientes, serpientes con la piel especialmente pegada y siempre que a uno le gustara que mosquitos enormes le picaran continuadamente. La mansión del Coleccionista se elevaba en una loma que dominaba gran parte de la zona vip de la capital de Nueva Tortuga, indicando mediante simbolismo arquitectónico quien estaba realmente al mando aquí.

- Psst, pssst.- Les llamó alguien desde unos setos. Lo que hizo que el grupo de Buddy se detuviese ante un pirata bajito, algo mayor, moreno de piel, con bigotes negros y frondosos y con un cierto sobrepeso. Su pierna metálica y un loro robótico en su hombro lograban no dejar fuera ni un solo tópico.

- ¿Sí?.- Preguntó Animal Man.

- Capitán Stardust. Nueva Tortuga está muy nerviosa desde su llegada y se comenta que el Coleccionista ha empezado a hacer algunos de sus galácticamente famosos preparativos.

- Preparativos. – Dijo el loro.

- Bueno, no creo que vaya a haber problema alguno, tan sólo venimos a hacer negocios. Si el coleccionista tiene lo que nos interesa y a un precio que consideremos justo haremos un trato y nos iremos. No pretendemos nada más.

- Por favor capitán Stardust, que estamos entre colegas, esto es una guarida pirata, lo de un “trato justo” es algo que se cuenta a los niños para asustarles. El coleccionista no va a dejar ninguna eventualidad al azar.

- En serio, compañero, solo somos tres. Si pretendiéramos algo tendríamos que estar locos.- En este momento a Buddy se le ocurrió una idea.- O ser realmente PODEROSOS. De cualquier modo nosotros no tenemos nada que temer.

- De todas maneras yo podría ayudarles, conozco muy bien al Coleccionista, he estado en su tripulación cuando su nave era sinónimo de terror por todo el cosmos, fui su artillero, si yo les presento tendrán más posibilidades de empezar con buen pie.

- Terror.

- Supongo que a cambio de un porcentaje en los beneficios del negocio, ¿cierto?.- Preguntó Lobo gris que se había adaptado de maravilla al ambiente.

- Claro, un mínimo porcentaje y les llevaré en persona hasta el mismo coleccionista, normalmente no suele tratar en persona los negocios, pero si le acompaño yo lo hará sin dudarlo. Se fía de mí.

- No se como tomarme eso, pero de acuerdo, probemos suerte. ¿Cómo te tenemos que llamar?.

- Me llaman de muchas formas, aquí pueden llamarme Sean O´ Frates.

- De acuerdo, Sean. Vamos allá.


- Vale, estupendo entonces. Dividámonos el trabajo. Yo iré a echar un vistazo al colegio de los niños de mi hermano para ver si termino de preparar mi plan.- Dijo Rod Baker.- ¿Qué pensaban hacer ustedes dos?.

- Bueno, yo no lo tengo muy claro.- Respondió el Dr Fósil.- Tengo varias cosas por hacer y no se me ocurre en qué orden. Puedo ir a descubrir algo sobre nuestros enemigos, esa jodida organización secreta y ver si de paso me cargo a los agentes Mendel y Darwin... O puedo tratar de conseguir ayuda gubernamental, normalmente cuando solemos ir a pedir cualquier cosa a los presidentes nos suelen hacer mucho caso. Seguramente el presidente Luthor estará encantado de colaborar con nosotros sin que sea necesario destruir la mitad del ala oeste de la casa blanca.

- ¡Siempre has sido igual, viejo amigo!.- Rió Mr Grimm mientras palmeaba los anchos hombros de su amigo.- Yo lo tengo más claro, quiero hacer una visita a la atalaya de la JLA, si tengo un poco de suerte y no hay más de cinco miembros será pan comido. Así hablaré un poco con Ellen.

- Estupendo.- Comentó Rod.- Si yo consigo a sus hijos y usted a su mujer, tendremos a Buddy. Sólo faltará enviarle un mensaje al espacio exterior.

- Eso déjelo de nuestra parte.

- ¿Y como va a introducirse en la Atalaya?.

- Tengo acceso al campo morfogenético de la fantasía ¿recuerda?, puedo conseguir cualquier tipo de llaves, las del reino de un país muy lejano, las del infierno, las de la ciudad... Las de una atalaya en la Luna tienen que estar por ahí. Luego subiré a la Luna siguiendo las mareas, ya lo hizo Cyrano.

- Formamos un equipo excelente.


- Esperen aquí, el Coleccionista les atenderá enseguida.- Les dijo un Lacayo vestido con librea. Por lo visto todos los piratas eran iguales, pero unos más que otros.

La gran sala de espera de la mansión del coleccionista estaba decorada con barroquismo insostenible. Tapices, hologramas, esculturas obscenas, bandejas de plata, animales disecados, cañones de antimateria de naves derrotadas... Todo se amontonaba en la sala que, por muy grande que fuera, que lo era, comenzaba ya a dar señales de exceso de decoración.

- Lo que son las cosas, esta habitación la tiene así un pobre ancianito en la Tierra y ya dirían que sufre del “síndrome de Diógenes”, en cambio el Coleccionista se creerá hasta cool.- Dijo Delfín mientras contemplaba asombrada todos los objetos almacenados aquí.- Esto ya es guardar mierda por guardar mierda. Me recuerda tu sótano, Buddy, jejeje.

- Sí, al final vamos a tener cosas en común y todo.

- Capitán Stardust, es honor tenerle en mi modesta mansión.- Les dijo de repente un hombre a sus espaldas. Parecía tener más de cincuenta años, pero había envejecido realmente bien. Su pelo cano estaba bien peinado y terminaba en una coqueta coleta con un lazo negro, sus arrugas indicaban carácter y todos sus anillos y pendientes no hacían sino remarcar sus facciones.- Debo reconocer que nunca esperé tenerle aquí, sus hazañas son famosas en toda la galaxia.

- ¿Ah, sí?.- Preguntó Buddy.- La verdad es que nunca me importó mucho lo de la notoriedad y todo eso, pero en el fondo es agradable ver como la fama puede surfear las olas del tiempo.

- “Surfear las olas del tiempo”, dios.- Repitió muy bajito Delfín.- Ya te decía que no era bueno escuchar mucho a los Beach Boys.

- Y bien. ¿A qué debo este repentino y agradable honor?. ¿Quieren tomar algo?.

- No gracias, la verdad es que no pretendíamos quedarnos mucho en el planeta, tenemos cosas que hacer, nos gustaría que los negocios fueran lo más rápido posibles.

- Al grano ¿eh?, me gusta esa actitud. Excelente, ¿qué es lo que desean que yo pueda ofrecerles?.

- Nos han dicho que tiene usted un ejemplar vivo de araña de Marte...

- ¿Quieren comprar mi araña?. No se ofendan, pero ¿de verdad hay alguien en la galaxia además de mí que tenga tanto dinero?.

- No, claro, eso lo daba por hecho, tan sólo queríamos “alquilársela”. Queremos verla, hacernos un par de fotos y...

- ¿Hablar con ella sobre el destino de la evolución?. Capitán Stardust, no nací ayer, ni me acabo de caer de un guindo. Se lo importante que es la araña para el destino del universo y es mía, tengo un comodín extra para la partida de póker final ¿y quieres que te lo regale?.

- Nadie ha dicho nada de regalar.

- Lo siento, no hay trato. Pero, habida cuenta que parece que sabéis algo no sería buena idea dejaros marchar así. ¡Sean!.- Ordenó chasqueando un dedo.- Tu y tus amigos llevarles a un sitio seguro, luego hablaré con ellos.

Buddy, Delfín y Brin ya lo sabían, pero miraron para atrás para ver como cientos de piratas les rodeaban. Entonces Brin habló:

- Señor Coleccionista. Creo que deberíamos discutirlo.- Mientras pronunciaba las palabras lentamente su aspecto cambiaba y pasó de una masa informe de un color cromado a tomar el aspecto de un pirata cualquiera.- Mis amigos de la Tierra me han habilitado para tomar las decisiones por ellos en el espacio.

- ¿Brin?.- Preguntó asombrado Buddy.

- No. Brin está muerto. O eso supongo, le partí el cuello, no me paré a comprobarle el pulso. Pero a todos los efectos soy como Brin, tengo sus poderes, sus recuerdos... Puedo acceder al campo morfogénetico de las personas concretas, a los intracampos morfogenéticos. Soy Kymera y me parece que en estos momentos mis socios Fósil y Grimm ya tendrán a tu familia, Buddy. Jaque mate.


- Hola, Superman. Es maravilloso tenerte de nuevo en esta tu casa. La casa blanca es el hogar de todos los americanos, hasta de los extraterrestres.

- Lex. No me gusta que juegues así conmigo. ¿De qué se trata esta vez?.

- Poca cosa, tan sólo creo que es el momento de que vayas a dar un garbeo por el espacio. Hay algo que me preocupa.

- ¿Salir al espacio? Y dejarte solo...

- ¿Qué voy a hacer, tratar de destruir Metrópolis otra vez?. Superman, los tiempos cambian, ahora soy el presidente de los Estados Unidos de América, no tengo tiempo de destruir ciudades ni de continuar con mi colección de kryptonita. Un momento, me llaman por el interfono ¿Sí, señorita Rogers?. ¿Un hombre peludo y fornido intentando entrar en la Casa Blanca y aplastando a mis guardias? Tranquilos, tenemos con nosotros al boy scout. Superman, ¿podrías ir a ver que pasa?. Esto es lo que trataba de decirte, hay gente poderosa implicada en todo esto.

- De acuerdo, pero volveré y me lo contarás todo.

- Claro. Palabra.

Cuando Superman se fue, Lex Luthor miró al techo hacia una especie de bombilla verde y pensó: “Vaya, ni siquiera ha hecho falta encender la luz para que pasara por el cristal de kryptonita. Con lo que me costó diseñarlo”.


- Pues sí, hay veces que le mataría, pero si tenemos que sumarlo todo, realmente no podrá vivir sin él. Le quiero tanto... Por cierto, ¿cómo has dicho que se llamaba esta cerveza?.- Preguntó Ellen mientras miraba la botella medio vacía y trataba de cambiar de tema.

- “Arkham Ale”, es una de las mejores hechas en Gotham, la fábrica estaba al lado del sanatorio y en sus orígenes, a finales del XIX, trabajaban en ella los internos menos peligrosos. Antes, claro, de que los supervillanos poblaran la Tierra. Yo no suelo beber, pero Nightwing me cuenta que es una cerveza estupenda. Un momento. Suenan las alarmas, ¡quédate aquí!, voy a ver que pasa y vuelvo enseguida.

- No será necesario hombre murciélago ya vengo yo.- Dijo Mr Grimm.- ¿Estás solito, Batman?.

- Bien, esto es demasiado, han fallado las defensas dos veces en una semana, el próximo cuartel general lo montaremos en mitad de Manhattan, ya puestos a que nos ataquen que al menos no se nos quede complejo de tonto.

- No habrá próxima vez. Al menos para ti. “Mírame a los ojos y conviértete en piedra, dijo el basilisco”.

Ellen también se quedó de piedra aunque en el plano metafórico, Batman era ahora una preciosa estatua de piedra negra con brillantes vetas.

- Bueno, Ellen. Depende de ti. ¿Le doy un fuerte golpe al hombre murciélago y lo hago añicos o te vienes conmigo?. Tienes tres segundos para decidirte.

Continuará...


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Referencias:

1 .- Supongo que a estas alturas ya no hará falta indicarlo, pero “Ziggy Stardust” es el nombre de un disco, una canción y un personaje que interpretaba Bowie.


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