Autor: Raul Peribañez
Portada: Ale garza
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¡¡Este es el comienzo de todo!! Con el fin de Día de Graduación comienza una nueva era: la Era de DC-AT!! La muerte de Donna Troy ha sido un golpe muy duro para los Titanes. Tan duro que quizas el grupo no se recupere de él. ¿Es el fin de los Titanes?
Para convertirse en mejores héroes, estos adolescentes se han unido para aprender, entrenar y madurar. Son algo más que sólo ayudantes. Son la proxima generación de los mayores héroes del mundo. Son
PRÓLOGO
- Dick, tenemos que hablar.
- No tenemos nada de que hablar, Roy. Se acabó.
- ¿Qué, pero qué dices?
- Esto tiene que terminar. No puedo ver a más amigos morir bajo mi responsabilidad.
- Nada de esto es culpa tuya...
- Lo siento, pero no puedo seguir.
- Sabías desde el principio que esto podía pasar. Siempre lo has sabido y ella también. Es el peligro que corremos cuando nos ponemos estos trajes. Pero no podemos dejar que esto acabe con todo.
- No voy a tener a más amigos muertos en mis manos. Nunca más. -dijo Nightwing mientras cae estrepitosamente a tierra echándose las manos a la cara para apartar sus lágrimas- ¿Me has oído? Nunca más.
- Qué vas a hacer ahora? ¿Compadecerte? ¡Tu no tienes la culpa de esto, por amor de Dios! Hicimos todo lo que pudimos. Ella sabía a lo que se arriesgaba y dio su vida para protegerte. No tires ahora por tierra todo su esfuerzo.
- Era Donna. Dios... ¿Cuántos amigos deben morir para que te des cuenta? Murió por mí, porque no supe defenderme, porque me enfrenté a algo que me superaba. Pero no voy a seguir lamentado más muertes, y menos de las personas que quiero. (1)
- ¿Crees que yo no lamento su muerte, que no le pego vueltas a cómo ha podido pasar esto? Pero ya no podemos hacer nada y debemos seguir adelante. ¿Estás escuchándome? ¡Levántate de una vez!
- Sabes... yo la quería. La conocía desde hace tantos años y jamás me atreví a decírselo. Por miedo a romper la amistad que teníamos. Y ahora que ya no está desearía tanto habérselo confesado... tan sólo decirle aquello que sentía...
- Todos la queríamos, Dick. Fue nuestra amiga y confidente, pero no podemos dejar que esto nos supere. Aunque sólo fuese durante un instante, durante un momento, si ella pudiese hablarte lo que te pediría es que no te rindieses. Nunca lo has hecho, amigo. No lo hagas ahora.
- Esto... esto es el fin de los Titanes. Todo comenzó como un juego, como un chiste. Pero la broma ha terminado hoy.
De sus manos caía la máscara que ocultaba su rostro mientras sus lágrimas empañaban las bellas tierras de Themycira, el paraíso de las amazonas donde hoy se ha daba el último adiós a una de sus hijas, Donna Troy. Mientras Dick Grayson se marchaba, Roy Harper, Arsenal, sólo podía mirar al vacío y desear que sus palabras no se hicieran realidad. “Titanes para siempre” rezaba la frase.
La Atalaya era el hogar de la Liga de la Justicia que se encontraba en la Luna. Allí, los mayores héroes de la Tierra se reunían habitualmente para discutir sobre ciertos temas y tener controlada la situación en nuestro planeta.
En su sala de reuniones, seis de ellos aguardaban en silencio a la llegada de Flash...
- Hola a todos. Lamento llegar tarde, pero he tenido que detener a Gorilla Grodd y a unos cuantos tipos más por el camino. Por cierto, el robot-manga aquel ha vuelto a atacar en las costas de Japón. No veáis lo que me ha costado derrotarlo.
- No pasa nada, Wally –dijo Superman mientras invitaba al velocista a sentarse para comenzar la reunión-. Bien, ahora que estamos todos lo mejor será que hablemos sobre el tema.
- ¿El tema? –preguntó Flash- ¿Qué es lo que sucede?
- Wally, necesitamos aclarar todo el asunto de los Titanes.
- Creo que no hay nada que aclarar. Dick disolvió el equipo y el resto aceptaron.
- Aunque los Titanes no gocen del mismo aprecio que la Liga, tenían un importante peso luchando contra el crimen. Y seamos realistas, a pesar de todos nuestros poderes no podemos ocuparnos de todo lo que sucede. Grupos como los Titanes, Young Justice o la Sociedad de la Justicia han hecho frente a amenazas que nosotros no habríamos podido por falta de tiempo.
- Necesitamos que los Titanes vuelvan para que se encarguen de la situación en New York como hasta ahora. –dijo ahora Wonder Woman-. Arsenal, Tempest... Son buenos chicos y con experiencia. Y hacen más unidos que por separado. Querríamos que volvieran.
- Pero gente, yo no puedo decidir por los demás –dijo Flash-. Hace tiempo que no soy parte del equipo y no puedo obligar a nadie a hacer algo que no quiere. Últimamente han pasado por demasiadas cosas y quieren un descanso. ¿No deberíamos comprender su postura y aceptarla?
- Toma –el Detective Marciano dio a Flash varias hojas de papel que comenzó a ojear-Esto es el índice de criminalidad en New York.
- Fue hacer oficial hace días su desmembración y los criminales salen de sus madrigueras –dijo Superman-. ¿Comprendes por qué les necesitamos en activo?
- Por no hablar de esos chicos –dijo Batman con un tono cortante-. Superboy, Impulso, Wonder Girl... Tanto poder en manos de unos jóvenes irresponsables debe ser controlado de alguna forma.
- Oh, genial, no me vengas con eso, cuando yo obtuve mis poderes también era un crío –dijo Flash-. ¿Crees que debería haber sido controlado?
- ¿Y quién dice que no fue así? –dijo con media sonrisa Green Lantern– Tampoco sería la primera vez que descubrimos que bats nos tiene vigilados a todos.(2)
- No me gustan esas insinuaciones, Kyle –le replicó Batman.
- Mira, todo esto me parece muy hipócrita, Batman –afirmó Flash-. ¡Tu mismo has metido a unos varios chavales a hacer de Robin y ahora criticas a otros!
- No les critico a ellos, sólo el que no estén lo suficientemente capacitados. Están faltos de entrenamiento para hacer lo que hacen. Propongo retirarles de su actividad para que no sean un peligro ni para ellos ni para quienes les rodean, y traerlos aquí para entrenarlos debidamente.
- Estoy de acuerdo en que algo hay que hacer con ellos –dijo Superman-. Son buenos chicos, nadie lo duda, pero aún tienen que madurar mucho. El problema está en que dudo que acepten que les entrenemos, Batman. Nuestra relación con ellos nunca ha sido demasiada buena. Con Argent o Damage al menos no creo que haya problema.
- Wally, siempre ha habido héroes muy jóvenes, pero requieren de una cierta vigilancia de personas con más experiencia –dijo el Detective Marciano-. Tal vez antes no nos tomáramos esto tan en serio y permitiéramos que un chico asumiera sin más el rol de superhéroe, pero con la perspectiva que me da los años, creo que lo más correcto es evitar que esto siga así.
- O sea, que queréis tener bien controlados a esos chicos a pesar de que no han hecho nada mal –dijo Flash-. Bien, vosotros mismos, pero no me gusta la desconfianza que tenéis en ellos.
- Mira –comenzó a decir el Detective-, tu mismo nos has dicho en más de una ocasión que Impulso es un chico demasiado irresponsable. Sólo queremos lo mejor para ellos y para todos, no queremos privarles de su vida en absoluto, sólo hacer bien las cosas.
- ¿Y qué os parecería hacer que fuesen los Titanes? –dijo ahora Aquaman- Tendríamos que promover la reformación del equipo con Arsenal, Cyborg y compañía, aceptando a los chicos bajo su supervisión. Y de fondo, la nuestra. Tal vez así acepten tener unos guías sin montar revuelos. Yo mismo podría persuadir a Garth para que se uniera a estos nuevos Titanes.
- No es mala opción –dijo Batman-. Aunque Cyborg no me parece el mejor ejemplo a seguir para esos chicos...
- Ey, Victor es un buen hombre –dijo Flash-. Vale que ... bueno, estuvo a punto de destruir la Tierra una vez, pero no por eso tenéis que desconfiar de él. (3) Hace poco se metió en Central City de superhéroe y hizo un trabajo estupendo. De todas formas, os digo otra vez lo mismo, no me gusta esto de manejar la vida de los demás desde las sombras. Pero si realmente queréis seguir adelante con esto, de acuerdo.
- Es una tontería seguir discutiendo, Wally. Lo mejor será que votemos ¿Votos a favor? –preguntó Superman. Después de un par de segundos, seis manos se alzaban votando a favor de la decisión. Flash sólo pudo lamentarse.
Varios días después...
- ¿Qué tomará?
- Póngame un café. No muy cargado, por favor.
“Cómo pasa el tiempo” pensó Roy.
En este pequeño bar, hace tan sólo unos pocos meses, se reunió por primera vez con sus amigos para reformar los Titanes. (4) Allí estaban todos: Dick, Wally, Garth, Donna...O como actualmente eran conocidos: Nightwing, Flash, Tempest y Troia. El equipo había pasado por una mala época y pensaron que era el momento de tomar las riendas del asunto. A diferencia de otros equipos de superhéroes, los Titanes eran algo más que una organización para luchar contra el crimen. Era un grupo de amigos. Una familia. Era algo que deseaban recuperar, el volver a ser parte de ello.
- Aquí tiene.
- Gracias.
Necesitaban a más gente para el grupo y cada uno de ellos eligió a una persona para reclutarla. Así llegaron Argent, Damage, Starfire, Cyborg y Jesse Quick, hombres y mujeres en los que confiaban plenamente y sabían que podrían recuperar la gloria de los viejos días. Pero las cosas no fueron tan bien como esperaban.
- Ey, Roy.
- Hola, Garth. Tienes buen aspecto.
- Lo mismo digo. Aunque aún tengo todo el cuerpo lleno de magulladuras y cortes.
- A mí este brazo aún me duele un poco. –Se echó la mano sobre su brazo izquierdo e hizo un pequeño gesto de dolor con la boca.
-¿No ha venido nadie más? Pensaba que ya estaríais criticándome por llegar tarde.
Las cosas habían cambiado. Por unas u otras razones, todo era distinto. Nada podía ser igual. El amor que antes unía a Nightwing y Starfire se convirtió en motivo para continuas discusiones. La vida de Donna Troy siempre había sido toda una caja de sorpresas, pero ahora era un cúmulo de dudas e inseguridades. ¿Y qué decir de Victor Stone? Durante meses pasó su vida en el frío espacio y cuando regresó había perdido al amor de su vida.
- No creo que tarden mucho. –respondió Arsenal después de mirar el reloj que meses atrás le había regalado Donna cuando eran pareja.
- ¿Quiénes han de venir?
- Kory, Vic, Toni, Grant... He llamado también a Dick y Jesse, pero no contestan a mis llamadas.
Hace dos semanas todo acabó. Los Titanes se unieron a otro grupo de héroes adolescentes conocido como Young Justice y se enfrentaron a un poderoso robot llegado del futuro. Durante la batalla sus miembros acabaron gravemente heridos y Donna Troy y Lilith murieron.
En las tierras de Themycira enterraron a Donna ante la presencia de amigos y conocidos. Todos, le conocieran más o menos, lamentaron su pérdida. El líder de los Titanes, Nightwing, no soportó la situación y abandonó el equipo. Para él, todo había acabado. Todo un mar de dudas sobre el futuro se le echó encima a cada titán y decidieron hacer pública su decisión de que los Titanes se disolvían.
En estos últimos días algunos de ellos recibieron la visita de varios miembros de la Liga de la Justicia que les motivaron a replantearse su decisión. Y tuvieron éxito. Hoy se reúnen de nuevo para tomar una decisión final.
- Me preocupa lo de Dick, Roy. Se está alejando totalmente de nosotros. Acabará siendo otro Batman, tan obsesionado por la venganza...
- Si él no quiere hablar con nosotros no podemos hacer nada. Es cosa suya, ¿sabes? No será porque no lo he intentado. -sentenció Arsenal.
- Lo sé, lo sé, pero tal deberíamos hacer algo más que cruzarnos de brazos y comentarlo. ¿Y qué es lo que pasa con Jesse? ¿Tampoco ella nos quiere dirigir la palabra o qué?
- Oh, Jess sí contestó pero... ¡Yo qué se! Le llamé para reunirnos aquí y me respondió que no podía, que estaba demasiada liada con asuntos de su empresa. Pero me dio la impresión... Como si pasara un poco de nosotros. Me explicó que quiere dejar de lado un tiempo su faceta superheroica.(5)
- Sabes, Jesse siempre fue una gran apasionada de este negocio. Sus padres eran esos dos superhéroes... Cómo se llamaban... Ah, sí, Liberty Bell y Johnny Quick. Le encantaba la Edad de Oro de los superhéroes. Pero imagino que hasta una persona como ella necesita descansar de vez en cuando.
- ¿Y tú que quieres, Garth? Con los Titanes, digo. ¿Se acabó o no?
- Yo...
- ¡Hola, chicos! ¡Ya estamos todos aquí!- dijo efusivamente la titán Argent que venía acompañada de Starfire, Cyborg y Damage.
- Ante todo puntualidad, ¿eh? –dijo en tono bromista Garth.
- Perdone, póngame una café. –le pidió Cyborg al dependiente.
- V-vale. –respondió éste al verle. A pesar de ocultar su cuerpo bajo una gabardina y un sombrero, pudo ver partes del cuerpo de Victor Stone. El cincuenta por ciento de su cuerpo era metálico. Es algo que, en el pasado, le preocupaba en exceso. Odiaba su vida por ello, por no ser normal. Hoy, tras demasiados cambios, lo ve como algo positivo, aunque sabe que puede asustar a la gente y opta por camuflarse. (6)
- Bueno, ahora que estamos todos creo que ya podremos hablar del tema estrella del día. –dijo Roy.
- ¿Tantas prisas tienes? –preguntó Argent- ¡Ya entiendo porqué te llamaban Speedy!.
- O tal vez por otras razones, chica. –le replicó.
- Ey, ey, nada de connotaciones sexuales delante de dos adolescentes. –dijo entre risas Tempest refiriéndose a Argent y Damage, los dos titanes más jóvenes- Je,je
- ¡Qué carrozas sois! –dijo Argent.
- ¿Victor, qué te ocurre? Parece como si estuvieras a kilómetros de aquí. –le dijo Starfire a Cyborg mientras éste recibía su café- ¿Algo que te preocupe?
- Tranquila, Kory. Es sólo que mirar la Torre... –decía mientras su mirada se centraba en el cuartel general de los Titanes que era visible desde allí- Me hace recordar a mi padre. Él construyó el modelo original. Fue destruida en un par de ocasiones, pero siempre la hemos recuperado.(7) Ahora...Ahora parece que está tan muerta como él.
- La Torre es sólo una pequeña piedra en el camino, Victor. –dijo Roy de inmediato- Si queremos podemos conseguir que todo vuelva a ser como antes. Lo hemos hecho otras veces y no tiene porqué ser distinto. He estado pensándolo mucho en estas dos semanas y no puedo quitarme la idea de la cabeza. Anteayer vino Green Lantern a hacerme una visita. Estuvimos hablando durante un buen rato sobre el tema y ey, ¡los Titanes tienen que volver!
- Uh... ¿Sin Nightwing ni Jesse Quick? –dijo entrecortado Damage.
- Otras dos pequeñas piedras, Grant. Ya volverán. –respondió Arsenal - ¿Qué decís los demás? ¿”Titanes para siempre”?
- Roy... –titubeó Garth.
- Oh, venga, no puedo creerme lo que veo. –gruñó Arsenal mientras sus amigos se quedaron en silencio durante algunos instantes que se hicieron eternos.
- Roy, creo que no es tan fácil. –dijo de nuevo Garth- Últimamente hemos pasado por demasiadas cosas. Tal vez... Tal vez sea un buen momento para tomarnos un pequeño descanso.
- ¡Genial! ¿Y los demás que pensáis?
- Kory y yo estamos contigo, Roy. –dijo Cyborg- Veníamos hablando de ello por el camino. Es cierto que después de lo que pasó con Donna... Pensábamos que lo mejor era dejarlo todo estar. Pero tenemos ganas de volver a tener un hogar y hacer aquello que nos gusta. Así que sí, “Titanes para siempre”.
- ¿Grant, Toni...?
- También lo hemos comentando un poco y... –la cara de Damage comenzó a ponerse colorada- Verás, me da un poco de corte decir esto pero...
- Lo que Grant quiere decir –le interrumpió Argent con una enorme sonrisa de oreja a oreja mientras le daba un pequeño golpe con el codo a Damage- es que estamos saliendo desde hace unos días y queremos tomarnos un tiempo para pensar un poco en nosotros. Vivir un poco la vida y esas cosas.
- No es que no queramos volver a los Titanes. –dijo de nuevo Damage- Ser parte de vuestra familia fue lo mejor que jamás me ha pasado, de veras, ¡no lo cambiaría por nada en el mundo!, pero nos apetece apartarnos un poco de todo esto por un tiempo. Podríamos habértelo dicho por teléfono, Roy, pero os habéis portado muy bien con nosotros en estos meses y pensamos que lo mejor era decíroslo en persona. Y, bueno, os ayudaremos en todo lo posible, ¡por supuesto! Podéis contar con nosotros para reparar la Torre o lo que queráis.
- Tanto él como yo ya habíamos sido titanes poco antes –continuó Argent-, pero aquellos meses, desde que reformasteis el grupo, fueron muy especiales para nosotros. Nos dijistéis desde el principio que los Titanes era como una gran familia y que queríais que fuéramos parte de ella. Y estamos muy contentos por ello. Tanto para él como para mi habéis sido la familia deseada que nunca tuvimos.
- Me alegro mucho por ello, Toni. –Starfire ponía su mano sobre la de Argent aprobando su decisión– Nosotros también os apreciamos mucho.
- Bueno, supongo que es comprensible. –aceptó sin remedio Arsenal - ¿Entonces quienes quedamos? Garth, ¿de veras que no vas a unirte a nosotros?
- Ya te lo he dicho, Roy, yo...
- ¿Qué os parece si continuamos esta charla en la Isla? Así podría comenzar a evaluar el estado de la Torre. –dijo Cyborg – Cuanto antes nos pongamos, mejor.
- Esto es un absoluto desastre, Roy –dijo Tempest mientras seguía caminando por el oscuro pasillo de la Torre con linterna en mano- Pensaba que el sistema eléctrico aún funcionaba.
- Yo también. –le respondió su amigo Arsenal - Aceptar los problemas es el primer paso.
- ¿Y cuál es el segundo, salir corriendo?
- Oh, no, superarlos. Hay que ser más positivo. Hablaré con Green Lantern para que nos eche una mano con las reparaciones. Con ese anillo de poder que tiene seguro que puede solucionar esto en un periquete. Todo es echarle imaginación.
- Seamos realistas. La Torre está peor que el cuarto de Changeling después de un sábado noche –dijo jocosamente mientras comenzó a sonar un ruido de fondo- Oye, ¿has oído eso?
- ¿El qué?
- Juraría que he escuchado algo.
- ¿Es uno de esos sonidos que eres capaz de oír gracias a que tus sentidos son más agudos que los míos?
- No, en serio, he...
- ¡Oh, mierda, el suelo se mueve! –gritó Arsenal mientras empujaba a su compañero para que diera media vuelta hacia por donde entraron - ¡Corre, Garth, corre! ¡Tenemos que salir de aquí!
Aún heridos como estaban tras el duro combate con el robot del futuro, Arsenal y Tempest consiguieron salir al exterior el cuartel general de los Titanes mientras toda su estructura se derrumbaba dejando un enorme agujero en el terreno sólo visible tras la capa de humo que se desplegó.
Cuando reformaron el equipo de los Titanes pensaron que sería buena que el auténtico cuartel general no fuera la Torre, sino que estuviera bajo tierra con el fin de evitar los ataques de supervillanos. La Torre realmente no era más que un holograma. Pero nada de esto impidió que el villano Epsilon provocara una enorme explosión que afectó a la estructura de la auténtica base.(8) La misma que ahora se viene abajo.
- Roy, Garth, ¿qué ha pasado? –dijo Starfire mientras volaba hacia ellos para ayudarles- hemos escuchado un sonido ensordecedor.
- ¿Os ayudamos? –preguntó Argent mientras cogía por el brazo a Tempest para ayudarle a levantarse.- ¿Estás bien?
- El cuartel se ha desplomado, Kory. –afirmó Arsenal- ¿Pero dónde está Vic? ¡Entró con nosotros!
- ¡Tranquilos! –exclamó mientas aparecía tras apartar varias decenas de escombros que antes pertenecían al cuartel- ¡Parece que la situación no es muy buena!
- ¿Estás bien, Vic? –le preguntó Starfire
- Tranquila, Kory, he superado demasiadas cosas como para que acabe conmigo unas cuantas toneladas de acero. Pero no esperaba que la infraestructura de la Torre estuviese en tan mal estado. -dijo Cyborg- Para poder reconstruir todo esto nos hará falta mucha pasta.
- La otra vez fue Garth quien lo financió todo. –comentó Starfire
- ¿Garth, crees que podrías...? –comenzó a preguntar Arsenal
- Oh, no, no. –Tempest comenzó a hacer gestos de negación con las manos- Roy, Vic, en serio...Mirad todo esto. ¡Hemos estado a punto de morir! Aquí no hay nada que hacer. ¡Yo me marcho! -al segundo se giró y se marchó dirigiéndose hacia las aguas del Río Este donde se encontraba la Isla de los Titanes.
- Hm, bueno, siempre podemos acudir a alguno de nuestros “colegas” de la Liga de la Justicia, ¿no? –dijo Cyborg mientras Arsenal se marchaba.- Aunque mejor que hables tú con ellos, Kory. La última vez que me vieron estuve a punto de destruir la Luna y creo que no me guardan mucho aprecio desde entonces.(9)
- Oh, mierda. ¡Ven aquí!- gritó Arsenal mientras salió corriendo tras él- Ey, no me puedo creer que estés dispuesto a dejar que todo esto acabe. Somos los Titanes. Vale, estamos pasando una mala época y las cosas no nos han ido muy bien, pero no podemos abandonarlo todo.
- La Torre acaba de desplomarse. Donna y Lilith han muerto. Dick y Jesse no quieren saber nada de nosotros. Wally está con la Liga. Y la mayoría de titanes quieren tomarse un tiempo de descanso. ¡Y lo comprendo! Diablos, míranos. Tú tienes un brazo herido y yo el cuerpo lleno de magulladuras. Ve a casa con tu hija, dedícale un poco de tiempo, no sé... Haz algo que no sea perder el tiempo con recuerdos. Yo me voy a Atlantis. Lo queramos o no, los Titanes han dejado de existir. Lo hicimos oficial. Era definitivo. Fue bonito mientras duró, pero se ha acabado. Si Kory, Vic y tú queréis montar un nuevo grupito, adelante, pero no contéis conmigo. ¡No entiendo porqué tienes tanta obsesión con esto, maldición!
- Garth, no me hagas ponerme sensiblero y hablarte de eso...
- Tú has empezado. Venga, dime una buena razón para seguir con esta tontería.
- ¿Una razón, quieres una razón?
- ¡Sí, dame una maldita razón!
- ¡Pues porque somos una familia! Destrocé mi vida metiéndome en las drogas, me alejé de vosotros, de mis amigos, y por una vez quería volver a formar parte de esta familia que eran los Titanes. Sólo mira todo lo que he hecho en estos años... Error tras error. Recuerdo que cuando Raven convocó a los nuevos Titanes me sentí apartado. (10 )¿Por qué no podía estar yo también ahí? Me sentí como si me dierais la espalda. Y cuando podía estar con vosotros la fastidiaba comportándome como un idiota.
- Si te sirve de consuelo, yo tampoco estuve en aquella época...
- Más errores. Tomé la identidad de Arsenal con la que representaba que había madurado, que ya era una persona adulta, que había dejado atrás mis días en el mundo de las drogas. Trabajaba para el gobierno, era un hombre responsable y con el fin de querer ayudar. ¿Pero qué pasó? Terminé interviniendo como peón de Checkmate para disolver los Titanes y reformarlos liderándolo yo.(11) Por supuesto, me gané la enemistad de Dick y de Wally. Quería por una vez en mi vida ser parte de vuestra familia como uno más, integrándome, intentando corregir todos mis errores y recuperar vuestra amistad. ¿No lo ves? La Liga de la Justicia puede tener a los tipos más poderosos de este planeta, pero los Titanes más que un grupo de tipos en pijamas de colores es una familia, un grupo de amigos. Eso era lo que me gustaba, lo que quería recuperar.
- Sé a qué te refieres. Pero las cosas han cambiado. No podemos seguir adelante. ¡Yo no puedo seguir adelante! Mira, Delfín y yo hemos tenido algunos problemas...
- Oh... No sabía nada. ¿Qué ha pasado?
- Lo hemos estado hablando y creemos que lo mejor es que nos separemos por un tiempo. Ya sabes, nada definitivo, pero un tiempo prudencial nos iría bien.
- Ya –el arquero se ponía la mano en la nuca.
- Ella nunca aceptó que me centrara por completo a los Titanes... Y vaya, es normal. Debe haber sido horrible pasar estos meses criando a tu hijo sin que tu marido te preste la atención necesaria. Ahora me estoy encargando yo de Cedrian y, bueno, ella dijo haber sentido una llamada extraña y se marchó (12)
- Una excusa tan buena como cualquier otra para abandonar a tu maridito, ¿eh? –dijo Arsenal con una media sonrisa
- Es lo que tiene esto de los superhéroes, Roy, hasta la tontería más grande puede parecer creíble.
- ¿Es por eso que no quieres unirte a nosotros?
- Ahora, sin ella, tengo que centrarme en mi hijo. No puedo abandonarlo ahora, Roy. Tu también tienes una hija, deberías comprender la responsabilidad que tengo hacia él.
- De acuerdo, cabeza-pez. De veras que lo siento mucho. Si necesitas un hombro donde llorar...
- Je, mejor un amigo con el que ir a tomar una cerveza.
- ¿Entonces, te marchas?
- Sí. Es lo mejor. De veras, ve con tu hija Lian y dedícale un poco de tu tiempo. Seguro que te lo agradecerá.
- Lo haré. Pero no puedo dejar de seguir con esto, Garth. Fue Donna quien le dio el nombre a este equipo hace años y ahora que no está siento la obligación de seguir con su legado.
- Entonces, mucha suerte. Sé que os hará falta. Despídete de mi parte de los demás, arquero.
- Por supuesto, amigo. Ya nos veremos.
- ¡Seguro que sí! ¡No lo dudes!
Tempest dio un gran salto y se sumergió en las profundidades del río camino a su hogar, Atlantis.
Como en Themyscira, Arsenal se quedó mirando al vacío sin obtener ninguna respuesta favorable a sus palabras. Un amigo le abandonaba. Pero otros seguían allí. Otros que querían mantener el espíritu de los Titanes. Otros que querían seguir adelante con el legado de una mujer llamada Donna Troy, una mujer a la que amó y a la que llamó también amiga, una mujer a la que hoy echa de menos en cada segundo que pasa. Roy Harper, Arsenal, miró su reloj, el precioso regalo que le dio aquella mujer y dejó marcar una pequeña sonrisa en su cara.
- “Titanes para siempre”.–dio media vuelta y se dirigió hacia donde estaban sus cuatro compañeros y amigos- O eso espero, Donna.
EPÍLOGO
Una copa de epistoley. Bien cargada –dijo Kronn, el bruto soldado de piel verdosa de la hordas magusianas, al entrar en el pequeño local al que solía acudir después de un duro día –Estoy harto de esos bastardos de los esclavos, Cheknn.- ¿Por, qué ha pasado, Kronn? –le respondió.
- Jodidos bastardos. No trabajan lo que deberían. Estoy harto de ellos.
En ese mismo instante la puerta del local se abrió dejando entrever por la sombra que se proyectaba en tierra una figura esbelta perteneciente, sin duda, a una mujer.
La mujer siguió avanzando adentrándose mientras todas las personas que allí se encontraban la miraban de reojo con auténtico temor.
- Di como me llamo. –dijo la mujer- Dilo para que todos lo sepan. ¡Dilo ahora!
- ¡Yo te maté! –gritó de nuevo Kronn- ¡No pudiste sobrevivir a aquella caída! ¡Deberías estar muerta!
El gigante desenfundó su espada y atacó ferozmente a la mujer. Ella agarró rápidamente con su mano a Kronn de su muñeca apretando con tanta fuerza que la espada del guerrero terminó cayendo en tierra.
- ¡Di mi nombre para que todos sepan de quien deben sentir miedo! –le gritó mientras sigue apretando en su muñeca- ¡Di mi nombre, bestia!
- ¡Troy! ¡Tu nombre es Donna Troy!
Continuará...
REFERENCIAS
(1) La muerte de Donna Troy se produjo en The Titans- Young Justice # 3
(2) Ver JLA: La torre de Babel (Norma Editorial)
(3) Ver JLA / Titanes (Planeta DeAgostini)
(4) Esta reunión tuvo lugar en The Titans #1 y se produjo otra más en The Titans # 13, ambos cómics publicados en Clásicos DC: Los Titanes (Planeta DeAgostini)
(5) Para saber realmente qué está haciendo Jesse Quick tendréis que leer el fan-fic Outsiders.
(6) En The Titans # 20 Victor Stone consiguió un cuerpo humano y seguir unido al Omegadromo, con el que seguía siendo una especie de cyborg. Algún tiempo después volvió a su aspecto original, con cuerpo humano y metálico.
(7) Fue destruida durante la batalla contra Trigon (en el volumen 2 de The New Teen Titans) y durante la Cacería de Titanes (allá por el New Titans # 75)
(8) Esto pasó en The Titans # 37. Epsilon era un supervillano que fue poseído por Kevin Tanaka, uno de los jóvenes con habilidades especiales del orfanato del DOE.
(9) De nuevo, ver la serie limitada JLA-The Titans: The Technis Imperative
(10) Sucedió en The New Teen Titans #1
(11) Roy se convirtió en Arsenal en New Titans # 99
(12) Esto sucede parcialmente en el número 3 de Animal Man, el fan fic de Arturo Miguez en el que podéis seguir las andanzas de Delfín.
Nota del autor: ¡¡Bienvenidos al primer episodio de los Titanes!! En esta mini-sección intentaré comentar todos aquellos detalles que sean reseñables en esta serie de fan-fic. Como ya se indicaba al inicio, la serie comienza justo después de Graduation Day, así que todo lo que cuenta Geoff Johns en Teen Titans NO tiene valor en nuestra continuidad. Espero que os haya gustado el final de este capítulo. Tened por seguro que dará mucho que contar. ¡Hasta el próximo episodio!
Raúl Peribáñez,
Junio de 2005
Reseña del 30 de Agosto de 2005:
ResponderEliminarAquí tenemos un perfecto número 1 para una colección: presentación de personajes, caracterización, diálogos que establecen las relaciones, planteamiento de las bases de la serie y presentación del futuro. Todo estupendo. Este primer número hace augurar una muy buena serie de Los Titanes.