Showcase nº20: Batman

Título: Sintaxis del (hombre) vampiro
Autor: Luis Valdex
Portada: Daniel Medina
Publicado en: Enero 2015

Batman llega a Mexicali persiguiendo un grupo que prostituye a menores desde Mexico hasta Gotham y termina encontrándose con mucho más.
Hice una promesa ante la tumba de mis padres: librar a esta ciudad de la maldad que les quitó la vida. Soy Bruce Wayne, filántropo multimillonario. De noche, los criminales, esos cobardes y supersticiosos, me llaman...
Batman creado por Bob Kane

La sala se encuentra a oscuras. Se escuchan murmullos y de repente encienden parcialmente la luz. Un hombre escuálido que ronda por los cuarenta-y-tantos años, atado a una cruz, con un murciélago pintado en el rostro, vestido solamente con una trusa (calzón) Tycon, gime. Observa el suelo de manera desconsolada.

-Buenas noches, querido público. Damas solitarias y tristes, machos mujeriegos y envalentonados. Soy el otro hombre murciélago. No soy él, soy ustedes.

A los lados de la cruz, se encuentran un par de cruces más pequeñas. Cada una con un murciélago de utilería pegado en el centro.

El lugar tiene un penetrante olor a tabaco. Claramente lleva años encerrando el olor de cientos de cigarros que los asistentes han combinado con cerveza y tequila barato. Por supuesto: es Tijuana.

-Soy la tragedia de ustedes, soy el salvador y el asesino junto con ustedes. Soy el otro Batman, el barato, el drogadicto, el homosexual, el enfermo de sífilis.

El tipo cree que estar enfermo le da derecho a ser Batman. Me pregunto si habrá perdido a sus padres, si tuvo que pasarse el resto de la infancia hecho un ovillo mientras las ventanas de su habitación eran azotadas por murciélagos.

Una mujer suelta una risa nerviosa y retira la mano de su acompañante del escote, que no ha dejado de lucir desde que llegó. Más de un asistente ha quedado prendido de su visión. En lugares como éste, la coquetería siempre está al borde del mal gusto.

Un hombre atrás mío sufre un ataque de tos y otro le grita que se vaya al baño.

-Quiero un mundo sin sombras. Un territorio donde dejemos de ser bestias del aire y monstruos de la tierra. Donde no tengamos que conquistar este mundo lleno de simios y serpientes.

Me comienza a dar gracia este monólogo. La mayoría de los artistas me divierten.


Han asesinado a Colosio, el candidato a la presidencia. Le dispararon a escasos centímetros de su cabeza justo entre el gentío que asistió a su mitin en Lomas Taurinas. Es un barrio bravo, lo sabían todos, pero se supone que para eso se implementó un dispositivo de seguridad. Su partido político, el más fuerte del país, ya lo tenía como presidente. Los mismos medios de comunicación le han denominado como maxicidio.

¿Era un salvador de las causas justas y por eso fue ejecutado en plena luz del día y frente a cientos de personas? ¿Fue el presidente en turno, un partido político, un empresario, la iglesia? ¿Fue sólo la obra de un demente? ¿Quién es Aburto, el presunto asesino del candidato?


Una semana antes…

Un informante me ha contactado desde Mexicali, al norte de México. Averiguó que el canal de prostitución de adolescentes chinas inicia desde la frontera directamente a lugares como Ciudad Central, Gotham City y Metrópolis. En vista de que el avión privado de Bruce Wayne sólo puede llegar de manera oficial hasta San Diego, de ahí en adelante tuve que echar mano de pasaporte falso. En la frontera al sur todo es cuestión de dinero.

Soy un murciélago en la frontera que han hecho los hombres.

Escucho música ranchera norteña mientras intento beber un café negro en una fonda de Mexicali.

“En una fonda chiquita, que parecía restaurante

Entré a comerme unos tacos, porque ya me andaba de hambre,

Ya ven que el hambre es canija, pero más el que la aguante”

-Mesero, ¿qué canción es esa?

El hombre de piel morena y rostro desgastado por el calor de la región se me acerca y dice:

-Se llama “La mesera”, señor.

“Se me acercó una morena, que estaba requete tres piedras,

Me dijo qué se le ofrece, puede pedir lo que quiera,

Señor yo estoy pa’ servirle, aquí yo soy la mesera”

-Busco una dirección. ¿Sabe dónde puedo conseguir un mapa reciente?

-Aquí a dos calles, derecho, hay una papelería. No le van a abrir si no toca antes. Ya ni los negocios dejan abierta la puerta.

“Nomás miré aquella prieta, se me olvidaron los tacos,

Le dije traiga cerveza, de pollo sirva dos platos

Y usted se sienta conmigo, pa divertirnos un rato”

-Otra de las cosas que causa la inseguridad, ¿verdad?

-Es que la ciudad ya está llena de locos, señor. ¿No ha oído lo que andan diciendo que van a hacer?

“Le pregunté eres casada, me contestó vivo sola,

Pero antes de que le sigas, echa a tocar la pianola

Nomás le pones un peso, porque esa no toca sola”

-¿Van a hacer algo? ¿Y todos lo saben?

-Pues se cree… dizque van a matar a un político de esos fuertes. No creo que vaya a ser al presidente. Ese ya no se deja venir para acá desde que anduvo en campaña.

-Pues es que es eso: Vienen en sus campañas.

-¿Usted cree que entonces le vayan a hacer algo al señor Colosio?

“No sé ni cuántas tomamos, yo y mi amiga la mesera

El cuento es que hasta bailamos, a punto de borrachera

Cantamos “La Cucaracha” y creo que hasta la “Rielera”

-No sé qué tanto haga la gente de acá. Usted dígame, que es de aquí.

-No, pues hay cosas que uno mejor ni dice, señor. Yo se lo digo porque usted es buena persona. Pero ahí le va: No es mucho decir uno o dos chismes, pero tampoco hay que pensar de más.

“Ya cuando se hizo de noche, le dije a qué horas nos vamos,

Me dijo no chiquitito, en eso si no quedamos,

Pero si traes dinerito, hasta una polka bailamos”

Surtió efecto: Apenas salí y no había llegado a la esquina cuando un auto con vidrios polarizados y dos personas ya me seguían. Siento una sonrisa en mi rostro mientras pienso que esto será sencillo y rápido…


Me comienza marear el humo del cigarro. A un lado mío, una mujer comienza a sollozar mientras que su acompañante intenta consolarla poniendo su mano en uno de sus delicados hombros.

-Ya, tranquilízate. Dame tiempo…

Ella no habla, simplemente solloza en silencio.

-Soy el hombre vampiro. La sombra de no sólo de esta ciudad, sino de muchas. Soy parte de la sombra de nuestro tiempo. La civilización se ha cubierto de sangre que finalmente se ha secado. Soy la sombra que se engolosina con el polvo en que se ha vuelto la sangre seca, me froto con esta cáscara imitación de escamas de dolor, soy como se imaginan, el placer más allá del dolor donde no hay mal. Donde no hay explicaciones para el mal ni para el bien…

El actor confirma mis suposiciones sobre él: No es más que un payaso. Pero no estoy encerrado en este lugar junto con una treintena de personas sudorosas sólo para tratar con un payaso. Hay un trasfondo detrás de los bufones que juegan a ser artistas. Si lo sabré yo, que me especializo en golpear bufones y sentirme frustrado por mi incapacidad de hacerles un verdadero daño.

-No te preocupes. Las cosas van a mejorar…

-¿Están listos para adorar al hombre vampiro? No esperaba menos. Aquí estamos crucificados, dos compañeros y yo, para que ustedes encuentren un camino en las sombras. Para que se convenzan de que no hay que tener esperanza en ver la luz. ¿Qué es la luz? Sólo buenas intenciones. Las únicas intenciones que surtirán efecto están en las sombras. Miren a este tipo con el rostro cubierto por una mancha oscura, soy yo por ustedes. Les contaré una historia:

“Hace más de cincuenta años, un anciano salió de la cantina La estrella, en la calle sexta de Tijuana. Esquivando a las prostitutas y chulos que inundaban la acera, una mano pequeña tocó la suya. La criatura tenía el rostro lleno de tizne. El anciano intentó sonreír, pero la mirada de tristeza de la niña le hizo romper en un llanto inmediato. Entonces la criatura le tomó la otra mano y eso fue suficiente para que el hombre cayera de rosillas en plena acera. Las demás personas en derredor habían desaparecido súbitamente.

“-El llanto es bueno si con eso nos desahogamos el alma –dijo la niña.

“El anciano era incapaz de quitar su mirada de esos ojos negros y profundos. Ni siquiera podía notar si la niña sonreía o hacía una mueca de burla. Burla por el dolor de un adulto mayor que cada tanto secuestraba alguna joven y desaparecía sus restos en baldíos de la frontera.

“-¿Te lastimaron cuando estabas chiquito, verdad? Por eso no sabes hacer otra cosa que lastimar. Pero también te da miedo que los demás te hagan daño. Yo no te quiero hacer cosas malas...

“Ese señor era mi abuelo. Fue obligado por esa criatura a esconderse los últimos años de su vida en una cueva en las afueras de la ciudad. Alimentándose de alimañas que alcanzaba a cazar al vuelo y otras que extraía bajo las húmedas rocas. Un buen día fuimos a buscarlo y sólo encontramos los huesos, con mierda de murciélago entre las costillas. Fue cuando pensé: Que esa era mi mierda.”


Monchie Horror: es el nombre clave de mi informante en Mexicali. Coleccionista de fetiches japoneses, tiene su oficina de la universidad repleta con libros de arte pop japonés y hentai. Hace unos meses descubrió por comentarios de un estudiante de comunicación, que una red local de prostitución infantil estaba trabajando con Ciudad Gótica.

-Hiciste bien en venir, pero te pido que no te quedes mucho tiempo –me dijo, dirigiéndose a la penumbra del rincón donde me había presentado ante él-. Las ciudades de la frontera corrompen las almas. Y supongo que a pesar de los tiempos en que vivimos, todavía te queda algo de alma…

-Empiezo por la escena nocturna de la ciudad. Son mis horarios.

-Empieza mejor por los informantes. A los mexicanos nos gusta alardear. Creemos que con eso asustamos a los foráneos. A menor nivel cultural, rumores más excéntricos.

-Se nota que eres catedrático de Teoría de la comunicación.

-Entiendo bien los mensajes del lugar donde planto mis pies. Tú como detective, bien sabes que la verdad se encuentra entre los que dicen poco y los que hablan mucho.


Escapo del auto de vidrios polarizados que ha acelerado su marcha. Imagino al acompañante del conductor sacando un arma, presto a volarme la cabeza.

Corro.

La ciudad es una trampa diurna.

Corro hacia el callejón más cercano y apenas doy tres pasos en él, descubro que a un lado del contenedor ya hay un par de tipos esperándome. Uno con un picahielo y otro con una pistola. Por supuesto que primero me hago cargo del amigo de la pistola. Luego de removerle la quijada con una patada, utilizo la cacha del arma para dejar inconsciente al del picahielo con un golpe en la parte trasera de su cabeza. Son fáciles al combate cuerpo a cuerpo frente a alguien que ha practicado artes marciales desde la infancia.

Al estacionarse frente al callejón, los tipos del auto sólo encuentran a dos de sus compañeros sangrando de la boca y la nuca. Estoy a dos azoteas de distancia cuando escucho que ejecutan con el tiro de gracia a sus propios hombres. Esta noche los tripulantes del auto serán míos.

Ciudades de frontera. Ciudades de yunques. Lotes baldíos repletos de autos desarmados.

Los ladrones de autos idos a sicarios, son presa fácil porque no se liberan casi nunca de los vicios que los embrutecen. Beben y se drogan, queriendo convencerse de que en sus guaridas son dioses invencibles. Para mí no hay lugar en donde sean más débiles que en sus propias madrigueras. No importa que estén rodeados de perros Pitbull y Doberman. Los animales son fáciles de drogar con carne y pastillas.

-Como te digo, Yorch, no había de otra más que tronarles la cabeza a esos pendejos. ¿Para qué queremos maricas en el negocio si no son capaces de picar a un extranjero que anda solo por la calle? Yo ya tenía la cuerno de chivo lista para, bang, dejar sus pinches sesos en la basura. Pero ya no estaba. Escarbamos en el contenedor luego de chingarnos al Pato y al Noctis, y nada. ¿A dónde se fue ese puto? Quién sabe.

-Cómo serán puñetas. Sólo era un cabrón y no pudieron encontrarlo.

-Sería sólo un cabrón, pero de alguna manera se nos hizo ojo de hormiga el güey. Comoquiera ni hizo nada. Sólo anduvo de preguntó con el mesero ese…

-¿Y ya se chingaron al pinche mesero?

-Sí, por hocicón. Le cortamos la lengua y el chile y los huevos, y se los mandamos a su vieja. El cuerpo se lo llevamos al pozolero y ya que él se lo eche en un tambo de ácido.

-Sí, para evitar la chinga de tener que llevárselo al monte y hacer un pozo y todo eso. Con el tambo de ácido está mejor.

-Es un puto químico ese güey. Deberían de haberle dado un título en la universidad.

-Los de las universidades son puros pendejos, ya sabes. Ahora a lo que sigue, cómo matar a ese güey que quiere ser presidente.

-…

El otro no alcanzó a contestar. Perdió el sentido en cuanto un batarang lo golpeó en la frente. Luego de apagaron las lámparas y lo demás fue el ruido y destellos de disparos. Pero los disparos no dan en el blanco y las balas en algún momento se terminan.

Y entonces los sicarios se convierten en mis presas.

Y es cuando disfruto de su miedo.

-No puedes detenerlos. Son demasiados lo que están en este negocio, y son importantes…

-No tengo porqué detenerlos a todos. No ahora. Sólo estoy buscando a los que tengo cerca.

-Están en Gotham City…

-¿De dónde crees que vengo?

-Pero es que… pero es que… no te puedo decir los que son…

-Sí me lo dirás. Ya llegué hasta acá y no me iré sin matarte a ti y a otros.

-¡Tú no matas a la gente!

-¿No?

-…

-¿No?

-… él es un artista. No sabes de lo que son capaces los artistas.

-Conozco a varios. La mayoría están locos. Y también son unos genios.


He dejado de ser Bruce, el espectador de una pretenciosa obra de teatro, para ser el encapotado que ahora está en la sombra del camerino. De espaldas a mí, el artista hace lo posible por vislumbrarme a través del espejo. Pero no alcanza a captar mi forma en pleno: Está drogado.

-¿Así que tú eres el caballero oscuro? Justo te imaginaba de esa manera, encaramado en las penumbras, intentando dar miedo.

-No ha llegado el momento de intentar darte miedo.

-Lo sé. Supongo que tú calculas muy bien esas cosas, detective.

-Es la experiencia en el miedo. Tú apenas estás aprendiendo eso.

El artista soltó una risilla que hizo temblar su mentón, y al final suspiró. Se rascó el cabello intentando salir del atolondramiento de las drogas. Dio un trago a su cerveza y una aspirada a su churro de marihuana.

-¿Recuerdas la historia que conté de mi abuelo? Es cien por ciento cierta. Nunca supimos quién era esa maldita niña.

-Era tu madre.

-Mi… ¿Madre?

-Creo que te hacen falta unas buenas sesiones de psicoterapia.

-Tienes razón… Tienes razón, sí. Era mi madre. La hija de una prostituta. Ahora lo veo.

-Entonces no era excusa para meterse en la trata de menores.

-Oye, oye, todos tenemos los vicios y los oficios que mejor se nos dan. Tenemos amigos fuertes. Diputados, senadores. A veces presidentes. Y si no nos gusta el que va a ser presidente, ¡pues nos lo vamos a tener que chingar! Para eso hay que crear un personaje, sí, un murciélago, un Aburto, un asesino.

Estoy a punto de salir de la sombra y sujetar al tipo de los hombros para entregarlo como el corruptor de menores que es, cuando la cerradura de la puerta es botada por un disparo. Entra una pareja: La mujer que sollozaba durante la función y su acompañante, que apunta con una pistola al artista y le dispara en el cuello.

-Juré que iba a vengar a mi hermana, ¡hijo de puta!

-¡Mátalo! ¡Quiero que lo mates!

Y nunca advirtieron mi presencia. Ni siquiera con el destello del disparo pudieron darse cuenta que en un rincón del camerino estaba el hombre murciélago, presenciando la muerte del hombre vampiro, de parte de dos personas comunes, con problemas que son comunes en una ciudad de la frontera.

Una semana después mataron a Colosio, el candidato a presidente. Fue justo al acabar un evento público, a plena luz del día.

Fin

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SHOWCASE te permitirá jugar con personajes “cogidos” por otros autores y que tienen serie propia en Action Tales. Tan sólo tienes que seguir unas sencillas reglas:
1. HISTORIAS QUE NO REQUIERAN CONTINUIDAD.: Historias icónicas, que el lector no tenga que leerse nada de antemano para entenderla. Tu historia debe de respetar la continuidad del universo DC y de Action Tales. Esto no es un “What if?” o un “Otros Mundos”, las historias deben de estar integradas en el Universo DC y deben de poder leerse por separado.
2. DIFERENTES PERSONAJES EN DIFERENTES EPOCAS: Pues eso, se puede escribir historias ambientadas en cualquier época del universo DC sobre cualquier personaje o grupo (héroes, secundarios o villanos). Puedes escribir historias ambientadas en la actualidad o en la época en la que Supermán no estaba casado, Barry Allen era Flash, Batman lideraba a los Outsiders, la Liga de la Justicia tenía su base en un satélite… Tú imaginación pone el límite. Sólo recuerda, las historias deben de ser icónicas, sin continuidad por lo que recomendaría encarecidamente que no estuvieran ligadas a “eventos” concretos.
3. NÚMEROS AUTOCONCLUSIVOS: Para favorecer la variedad de la serie, las historias deberán de ser autoconclusivas o como mucho, arcos arguméntales de DOS números. Si tu historia requiere más espacio, lo mejor es que le dediques una miniserie fuera de esta serie.



2 comentarios :

  1. yo calificaría este relato de pintoresco e inusual cuando menos. Siento como si hubiese visto una película surrealista.

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  2. yo calificaría este relato de pintoresco e inusual cuando menos. Siento como si hubiese visto una película surrealista.

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