Liga de la Justicia nº 05

Titulo: Mi vida en miniatura (II)
Autor: Roberto Cruz
Portada: Roberto Cruz 
Publicado en: Abril 2012

Solo y perdido en Empire city ¿podrá Ryan Choi enfrentarse a la amenaza que casi destruye a la Liga de la Justicia? ¡No te pierdas la continuación de la saga "Mi vida en miniatura"!!!
En un tiempo de crisis, los héroes más grandes del mundo se unieron para luchar contra el mal. Sus miembros pueden cambiar pero la lucha por la justicia continua. Ellos son …

Resumen de lo publicado: El doctor Ryan Choi, antiguo amigo de Ray Palmer (el héroe conocido como The Atom) viaja a EE.UU. para tratar de descubrir su paradero ahora que ha desaparecido. Tras encontrar el Biocinturón que le dotaba de superpoderes, Ryan es convocado por Zatanna a ayudar a la Liga de la Justicia en su batalla para rescatar la ciudad de Empire City del ataque del villano Epoch.


Vale Ryan. Ya vale de chillar. Es hora de trabajar, piensa el joven héroe para si.

Haciendo uso de toda su fuerza de voluntad trata de vencer su miedo, la idea de que su mente no pueda comprender la naturaleza del mundo subatómico y se refugie en la locura. ¡Vamos, Ray prometió enseñarte esto algún día! Si no pudieses hacerlo él nunca te lo hubiese prometido. ¿Iba a hacerlo de verdad? ¿O sólo era una mentira piadosa para calmar a tu joven colega-por-correo? Sólo hay una manera de averiguarlo. Y entonces abre los ojos y lo vé …

- Ray, maldito hijo de perra. Esto-esto… ¡es maravilloso!


 Una carcajada nerviosa invade el cuerpo del joven científico. Tan fascinado esta por el increíble espectáculo que casi se le olvida reparar en un pequeño detalle. ¡Qué pequeño y maldito genio estabas hecho, Dr Palmer! Diseñaste tan bien tu dispositivo que incluso pensaste en la posibilidad de que la biología no pudieses ser sostenida a una miniaturización por debajo del nivel molecular. Podría ser problemático tratar de respirar oxígeno cuando eres tan grande como esa misma molécula. El cinturón parece crear un campo de soporte vital alrededor del usuario asegurando su supervivencia. ¿Por cuánto tiempo? Tiene tentaciones de descubrir esos límites, de explorar todo éste … nuevo universo. Pero no. Tiene un deber que cumplir. Sus nuevos amigos esperan que cumpla su misión y no tiene mucho tiempo para hacerlo.

Ryan manipula los controles situados en sus guantes, activando los mecanismos que le permiten manipular su masa(1) además de su tamaño. Bajo él, el rayo de partículas que Blue Beetle y él habían diseñado(2) parece fluir como un rio, adentrándose allá a lo lejos en lo que parece ser un vórtice de energía ¿Es así como se vé el tiempo deformándose? se pregunta el joven científico. Debe alcanzar ese haz y usarlo para propulsarse a través de la singularidad, alcanzando el otro lado del campo de fuerza(3) Pero debe tener cuidado: si se aproxima demasiado, si se sumerge mucho en él, podría perderse, ser arrastrado sin control y terminar abrasado por tanta energía.

Adentrarse en el haz es como sumergirse en aguas bravas: una fuerza incontrolable contra la que es inútil resistirse. Debe aprovecharla, tratar de fluir y moverse en la misma dirección, como un sufista aprovechando una ola o un pez que nada en una corriente. Pronto alcanza el umbral de la singularidad, el punto donde el tiempo se está deformando. Ryan Choi grita mientras su cuerpo se retuerce, sus sentidos se revuelven y por un mero instante que dura una eternidad es situado fuera del mismo tiempo. Y tan pronto como empezó todo termina.


El amargo sabor a bilis en mi boca le hace regresar el mundo de los vivos. A pesar del dolor se obliga a incorporarse: no quedaría bien que en su primera misión cayera por culpa de sus propios vómitos. ¡Menudo héroe estás hecho, Ryan! Espera no sólo salir con vida de todo esto sino también salvaguardar algo de su dignidad. Ansioso, manipula el cinturón para recuperar su tamaño normal esperando aliviarse con aire fresco, no sin cierto temor. Siempre existe la posibilidad cuando modificas tu tamaño de que se desestabilice tu estructura molecular y no lo hagas de manera uniforme. Un escalofrío recorre su espalda recordando la última vez (4) . No le gustaría repetir la experiencia.

Por suerte esta vez no ocurre nada y por fin puede respirar, aliviado. Durante varios minutos se limito a permanecer allí, en silencio, tratando de recuperar la compostura. Si esto le ha parecido duro debe recordar que es sólo el principio. Se levanta y mira a través de la barrera: Canario Negro le observa con preocupación en su rostro. No puede hablar con ellos por culpa de la distorsión temporal, asi que se limita a levantar un pulgar indicando que está bien. Ella le sonríe y el subidón que le da basta para que recupere mi energía. No la fallará.


Se da la vuelta y traga saliva. Y con ella se va su valor. Ve la increíble fortaleza que, suspendida, amenaza a toda la ciudad. En su interior están atrapados algunos de los héroes más valientes y poderosos de toda la Tierra. ¿Y se supone que tengo que entrar ahí? Se lo prometió a Canario Negro y algo te dice que no le gustaría verla enfadada (¿Será por eso que Flecha Verde ya no está con ella? Ughs!)

Se abre camino entre los escombros con cierta dificultad. Por el aspecto de la calle la batalla tuvo que ser terrible. Aquí ya allí encuentra restos de los equipos de la policía que, inútilmente, trataron de hacer frente al agresor procedente del futuro.

Empire city(5) hace años que no tiene un defensor enmascarado y está lo suficientemente lejos de lugares como Metrópolis o New York para no estar en el punto de mira de megalomaniacos o conquistadores espaciales. No estaban en absoluto preparados para algo así. Desiste de su primera intención de hacerse con algo del armamento desparramado por allí puesto que se ha demostrado que lo inefectivo que es. “Tú sólo trata de localizar a nuestros compañeros o de desactivar el campo. No te metas en problemas”. Las palabras de Canario Negro retumban en su cabeza. Será mejor que la haga caso.

Varios cascotes caen a su paso por los montones de escombros haciendo bastante ruido. Asustado ve como varios artilugios voladores, que hasta ese momento permanecían suspendidos alrededor de la nave, descienden en picado hacía él. Instintivamente reactiva su cinturón, esperando que la premura en el cambio de tamaño no suponga un perjuicio para su extenuada fisiología. ¡Justo a tiempo! Aunque ha estado a punto de perder el conocimiento, ha conseguido ocultarse bajo un montón de escombros. Los artilugios pasan varios minutos escudriñando por todas partes pero con ése tamaño deberían levantar todas las piedras para poder localizarle. Será mejor que continúe de esta forma. Es más discreto, piensa para sí. Podrá tardar más en llegar pero será más difícil que lo localicen.

Necesita un modo de llegar hasta la fortaleza. Aún en tamaño normal tardaría demasiado tiempo en llegar. Quizás pueda utilizar a estos amigos tan molestos… Espera con cuidado de no ser descubierto hasta que ve como inician el vuelo. En el último instante salta, alcanzando a uno de ellos en un punto ciego donde no es detectado. Debe tener cuidado. No solo debe evitar que éste le detecte. Sus compañeros podrían hacerlo. Es una jugada arriesgada pero necesita alcanzar la nave desesperadamente. Son unos minutos de tensión interminables mientras el aparato continúa ascendiendo. Una explosión lejana detiene el movimiento. Parece que hay alguien que continúa dentro de la barrera aparte de los miembros de la Liga. Algún miembro de la fuerzas de la policía continúa luchando por liberar el lugar. Quizás sea una baza que juegue a su favor: no le llevará cerca de la nave pero lo ha acercado lo suficiente y ahora parece que todos los aparatos están centrados en la nueva amenaza. Salta, aprovechando el control sobre su propia masa para planear entre las corrientes de aire. "Siempre quise probar el salto base pero esto es ridículo", comenta mentalmente. No sin dificultad consigue al fin alcanzar un lateral de la estructura.


La fortaleza es inmensa. Aún teniendo el dispositivo rastreador que le proporcionó Blue Beetle, vaga sin rumbo definido durante largos minutos. “Debo tener cuidado o terminarán por tener que venir a rescatarte a ti también” piensa el joven aspirante a héroe.

La pantalla del aparato se ilumina de repente acompañada de un casi cómico bleep. ¡Por fin ha captado algo! Todos los miembros de la Liga tienen un dispositivo comunicador que se puede rastrear y uno de ellos se encuentra en rango de alcance. Con su tamaño aún queda un poco lejos y además debe seguir yendo con cuidado para evitar que cualquier sistema de seguridad detecte su presencia. Debe mantener la calma unos minutos más si no quiere echarlo todo a perder.

Pero lo que descubre al llegar al origen de la señal le deja totalmente helado: allí esta Superwoman como su fuese un trofeo. Herida, humillada, crucificada… Ryan aparta la mirada horrorizado. La expresión de su rostro estaba vacía, como ausente. Se teme que ha llegado demasiado tarde.

Estaba aterrorizado. Si Epoch podía hacerle esto a una kryptoniana como ella ¿Cómo podía él siquiera pensar en hacerle frente? Pequeños robots, repugnantes como insectos, recorren el cuerpo de la doncella de acero. Ryan, enojado, trata de apartarlos y es entonces cuando ella reacciona, convulsionándose, como luchando por alcanzar una siguiente bocanada de aire. “¡Esta viva!” No lo puede creer. Tiene que poder hacer algo para liberarla. ¡Tiene que sacarla de ahí! Pero… no puede. Algo se lo impide. Ella no estas atada o esposada. Decenas de tubos bajan desde el techo pero no están sujetándola… parece que se funden con ella. Hay zonas en las que es incapaz de discernir donde empieza la máquina o dónde termina ella. “Por todo lo sagrado… ¿Qué es lo que te han hecho?”

“¡¡AYUDA!!” Una voz profunda retumba en su mente. Ryan queda paralizado ¿Acaso esta alucinando? “¡Ven rápido! No me queda tiempo.” Cada célula de su cuerpo le pide a gritos que vaya en aquella dirección. Mira por un instante su rastreador. Capta ahora dos señales procedentes del mismo origen.

Al llegar a su objetivo queda de nuevo estupefacto: encerrado dentro de una campana transparente, el Detective Marciano agoniza mientras su piel parece casi carbonizada (6) . Lo más irónico de todo es que el responsable de su estado es su compañero Guy Gardner. Éste, atrapado también en el interior de otra máquina, parece alimentar todo el sistema que tortura al marciano. Su situación no es mejor que la de él: su aspecto dista mucho de ser bueno. Su energía puede hacer funcionar todo el sistema pero no la está aportando voluntariamente: la maquinaria se la extrae a la fuerza, de un modo visiblemente doloroso para él. Quizás gritase hace horas, pero ya apenas le queda fuerzas. Al borde de la inconsciencia apenas es consciente de la presencia del pequeño Atom.

“Ayúdame.” En esta ocasión no hace falta la telepatía para que Ryan capte el mensaje. Sólo debe observar la mirada suplicante del marciano. Luego baja la cabeza y por fin se derrumba. Atom pierde los nervios en ese momento. Desesperado, golpea la campana tratando de captar la atención del moribundo héroe

- ¡Detective!! ¡¡DETECTIVE!! ¡No te rindas!!! ¡Te sacaré de ahí, ¿lo oyes?!! ¡Aguanta!

Comienza a manipular uno de los paneles de control anexos al aparato intentando encontrar el modo de abrir la campana pero le resulta imposible “¡Maldición!”. A pesar de todos sus masters y sus estudios, esta tecnología esta muchísimos años por delante de cualquier cosa que haya visto. El software mismo es totalmente incomprensible para él. Con el tiempo suficiente seguro que sería capaz de descifrarlo pero el Detective Marciano no dispone de tanto tiempo. ¿Habrá llegado hasta aquí para verlo morir?


Una explosión cercana llama su atención. La batalla que antes parecía desarrollarse en las afueras de la nave debe haberse trasladado dentro. ¿Unas fuerzas policiales han podido conseguir eso? Siempre había declarado que su insaciable curiosidad era una de sus mejores virtudes pero no era el momento adecuado para que… “¡Rayos!” Ryan sabe que, mientras no averigüe que esta pasando, será incapaz de centrarse en la importante tarea que tiene entre manos.

- Aguante sólo un poco más, Detective. Vuelvo ahora mismo.


No recibe respuesta ninguna. Con la conciencia remordiéndole por la posibilidad de perderle por resolver un misterio (sería algo que nunca se perdonaría) corre hacía el lugar donde se esta desarrollando el combate.

La imagen que se encuentra al llegar al lugar es casi dantesca: en el centro de una gran sala, en medio de los escombros, reconoce a Epoch, equipado con una fantástica armadura con tecnología procedente de solo-Dios-sabe-qué-época plagada de maravillas científicas. En el otro, una extenuada Wonder Woman continúa haciéndole frente, equipada únicamente con las humildes armas de una amazona. Ryan había oído siempre que ellas eran grandes guerreras pero decir eso es poco, ateniéndose a lo que está contemplando. Sus movimientos son gráciles, fluidos y certeros a pesar de las numerosas heridas que recorren su cuerpo. Otro en su lugar seguro que habría caído ya sino que se habría rendido ante la abrumadora superioridad tecnológica y de potencia de fuego de este oportunista temporal. Pero ella no se rinde. No lo hará nunca. Hay un fuego en su mirada que solo la muerte (la suya o la de su enemigo) podrá apagar…

- No puedo más que admirar tu perseverancia- comenta con condescendencia Epoch- pero empiezo a cansarme de este jueguecito que nos traemos entre manos tú y yo. Ya es hora de que asumas mi superioridad. Soy mejor que tú… que todos vosotros.

- ¡¿Rendirme¿! ¡¡JAMAS!!!- proclama Artemisa(7) mientras continúa destrozando con su espada los drones de combate que han enviado contra ella.

- ¿Por qué te niegas a admitirlo? Por mucho que os esforcéis no sois la Liga de la Justicia. No lo seréis nunca. Sólo sois un grupo de segundones vanagloriados con pretensiones de usurpar el lugar de los verdaderos héroes. ¿Creéis que alguien ahí fuera os admira? ¿Que le importa lo más mínimo lo que os pueda ocurrir? Todos están esperando veros fracasar. No sois más que un entretenimiento, un paréntesis mientras anhelan el regreso de la auténtica Liga. Admite que los únicos que os creen dignos de ocupar el lugar que ostentáis sois vosotros… e incluso vosotros sabéis que no estáis a la altura.

- ¡¡¡NOOOOOO….!!!!- y con un rugido de rabia Artemisa atraviesa la sala de un solo salto dispuesta a hacerle tragar todas sus palabras acompañadas de medio metro de acero de su espada pero es inútil. Epoch genera un campo de fuerza que impide que ella llegue a acercarse. Pero eso no la hace rendirse.

- Grita todo lo que quieras querida. No serás nunca como Diana. Nadie se acordará alguna vez que fuiste Wonder Woman. Sólo serás una anécdota en la historia. Nadie recordará tu nombre ni cantará tus batallas.

Si la bravura fuese la que al final decidiese el destino de este combate ella tendría todas las de ganar. Pero lamentablemente Ryan sabe que no será así. Debería encontrar un modo de ayudarla pero ¿cómo? Su poder de controlar su masa y tamaño no supondría ninguna ventaja para ella en este combate… Entonces se fija en los drones destrozados que han quedado entre los escombros y un plan comienza a fraguarse en su mente. “Vale. Eso si que podría funcionar después de todo…”

Atom reduce su tamaño antes de descender. Aunque ambos contendientes estén ensimismados en medio de la batalla no quiere correr el riesgo de que le descubran y echarlo todo al traste. Sólo tiene una oportunidad de que todo funcione. Una vez que ha llegado hasta los restos recupera su tamaño normal, recoge a uno de los drones y luego trata de regresar a su escondite. En el último momento mira por encima de su hombro para asegurarse de que todo va bien pero… ¿Epoch le está sonriendo? ¿Acaso le ha descubierto? Un escalofrío recorre su espalda pensando en las posibles consecuencias. Tiene que hacer un esfuerzo para apartar esos pensamientos de su mente. “No tienes tiempo para andarte con suposiciones, Ryan. Si no sabe que estás aquí, mejor. Pero si te ha descubierto, no te quedan mucho tiempo para terminar el trabajo. Asi que ya sabes: ¡a trabajar!”

Puede que Atom no tenga poder suficiente para enfrentarse a Epoch pero Ryan Choi continúa siendo un científico. No podrá comprender el software futurista de sus aparatos pero conoce bien los rudimentos del funcionamiento de un rayo láser. Si puede extraer el del dron y hacerlo funcionar quizás si pueda liberar a aquellos que puedan enfrentarse al viajero del tiempo.

“¡Bingo!” Las manos le tiemblan por culpa de los nervios y la ansiedad (aunque ha tratado de borrar de su mente la idea de que había sido descubierto no lo había logrado del todo) pero al final parece que puede tiene tiempo para terminar el trabajo. Ha puenteado la consola de control del aparato y conectado el emisor directamente a la fuente de alimentación. “¡Funciona!” No sabe de cuantos disparos dispondrá asi que no se arriesga a desperdiciarlos. La mampara que retenía al Detective Marciano estalla en mil pedazos.

- ¿Detective? ¡¡¿Detective?!! ¡¡Despierte, por favor!!- Ryan respira aliviado cuando comprueba que el marciano aún respira.- Aguante sólo un minuto más. Vuelvo en un segundo.

Es el turno de Guy Gardner. El rayo destroza sus grilletes y los conductos que le extraían la energía. Guy cae de rodillas, exhausto pero aún consciente.

- ¿Mr Gardner? ¿Se encuentra bien?


Guy no contesta. Sus puños se cierran doblando el metal del suelo que queda entre sus dedos. Comienza respirar con fuerza, bufando como si de un toro se tratase. Su mano derecha (el origen de su poder) comienza a brillar intensamente, despidiendo un calor que comienza a derretirlo todo. Cuando por fin levanta su rostro, esa misma energía parece brillar en sus ojos, como si recorriese todo su cuerpo.

- ¡¡EPOCH!!!!!!

Con un rugido Gardner se lanza como un cometa incandescente en busca de revancha. Atom puede a duras penas apartarse de su camino para no ser arrollado. J’onn, a pesar de su estado, trata de levantarse y seguir al rabioso héroe.

- T-tengo que … tengo q-que ayudar…- murmura

- No, Mr… (ehm) Detective.-comienza a decir Ryan.- Debe descansar. No esta en condiciones de ayudar a nadie.

- Pero los demas…

- Tengo la impresión de que Gardner y Wonder Woman podrán ocuparse por ahora de Epoch. Pero si insiste en querer ayudar por aquí hay alguien que necesita más su asistencia…


- No entiendo porqué Padre nunca escogió esta época para tratar de derrotar a la Liga de la Justicia. ¡El vuestro será el periodo más triste de toda su historia!- se carcajea Epoch mientras su mano sostiene el cuello de Wonder Woman.- Hay que ver… si los demás tuviesen la mitad de las agallas que tienes tú quizás sí estuvieseis preparados para lo que viene… Una lástima. Odio desperdiciar valiosos recursos. Quizás debería hacer una excepción contigo.- continúa mientras comienza acercar su rostro al de ella.- Eres fiera y hermosa. Podría llevarte conmigo como mi concubina….- y le planta un beso en los labios.- ¡¡AAARGHHH!!! ¡Puerca! ¡Me has mordido!

Epoch retrocede unos pasos con la boca ensangrentada. Ella escupe, arrojando lejos los restos de sangre que le han quedado en la boca. Luego sonríe. Él la contesta golpeándola brutalmente.

- ¡Pagarás por esto! Yo…

Epoch guarda silencio. Un murmullo, como el de un mar rugiente en medio de una tempestad, crece de simplemente imperceptible a ahogar sus palabras. Y luego está el calor. Es como un muro que amenaza con quemarlo todo. Entonces uno de los muros, aquel más cercano a la probable fuente del sonido, estalla. Y aparece Gardner, como una bestia surgida de los mismísimos Infiernos.

- ¡VOY A MATARTE, CABRÓN!!!

Tan aterradora y brutal aparición hubiesen paralizado a cualquier. Pero Epoch no es un más. Sus años de entrenamiento, su experiencia enfrentando amenazas a lo largo y ancho del rio del tiempo, se pusieron en valor. Aunque lo hizo en el último momento, consiguió activar las defensas de su armadura, esperando que fuesen suficientes para resistir el ataque. Durante unos agónicos segundos la tecnología futurista lucha agónicamente contra la energía ultra-terrena pero consigue resistir, aunque no sin daños. Varios sistemas chisporrotean y se desactivan al verse sobrecargados. Bajo su casco, un fugaz atisbo de preocupación aparece en la mirada del viajero del tiempo. No puede consentir que estos… primitivos puedan sorprender de nuevo. Con un pensamiento activa el armamento de sus guanteletes y contraataca, disparando a bocajarro sobre el antiguo Linterna Verde.

- ¡Maldito bastardo! ¡Tú eres el peor de todos! ¡TU! ¡Solo tú serás el responsable de lo que te pase! ¡Solo tú tendrás la culpa de tu propia desgracia!

Epoch enfoca todo su armamento sobre Gardner. Sabe que potencialmente es el más peligroso de todos. Si sólo consiguiese centrarse y enfocar esa ira un solo instante… No, eso no debe ocurrir. No puede dejarle.

- ¡Dispárame con todo lo que tengas, bastardo! ¡Voy a sacarte la piel a tiras!

Guy disfruta con todo esto. La barrera que ha construido con su fantástica energía para repeler el ataque no solo está resistiendo, sino que parece fortalecerse por momentos. Se relame sabiendo que muy pronto podrá saborear la carne de esa sabandija en su boca.

- ¿No te das cuenta de lo que la ira te está haciendo, idiota? No…¡AAArghh!!!- Epoch no puede continuar. Un dolor lacerante en un costado se lo impide cuando la espada de Artemisa consigue atravesar su solida armadura.

- ¡Te pillé!- le susurra en el oído la amazona, mientras le guiña un ojo burlonamente.

- ¡Zorra!!-espeta él mientras trata de golpearla con todas sus fuerzas. Wonder Woman, agotada después de tantas horas combatiendo, arquea su cuerpo tratando de esquivar el golpe. No lo consigue del todo pero su maniobra basta para que él baje la guardia, consiguiendo que Gardner tenga la oportunidad de echársele encima.

- ¿Y ahora que, bastardo? Voy a disfrutar arrancándote las tripas…

Una nueva explosión hacer caer a todos los contendientes. Uno de los muros de la cara sur de la sala se viene abajo para dejar pasar a la furia alada de Hawkman. Tras él aparece también el resto de la Liga de la Justicia.

El Halcón cae sobre su presa golpeándolo salvajemente. No solo han herido su orgullo… han atacado a los suyos. Y eso es lo que más le duele en el corazón.

-¡Basta!! ¡BASTA!!!-grita Epoch activando mentalmente su arma más poderosa: el Anti-Reloj de Arena. Este maravilloso dispositivo, que habitualmente sólo se utiliza viajar y orientarse dentro de la caótica corriente temporal, también puede ser usado para manipular el flujo cronal dentro de un determinado momento en el tiempo. Es una maniobra arriesgada (el continuum espacio-tiempo se resiente por una interferencia así durante un tiempo prolongado) pero él está dispuesto a arriesgarlo todo si es necesario para la humillación que está padeciendo. A su alrededor, y mucho más allá, en un espacio que abarca toda esta Realidad, la vida se detiene en medio de un parpadeo cuando Epoch paraliza todo en un instante preciso del tiempo. Hawkman y Guy Gardner permanecen allí, congelados en el aire en mitad de un latido. - Vosotros… bárbaros primitivos, me habéis herido como nadie lo ha hecho jamás. Pase lo que me pase os juro que os voy a…


- ¡SEIS! ¿Qué estás haciendo? ¡Esta es una intrusión temporal no autorizada!

La imagen de una joven de severo rostro y hermosas facciones aparece en medio de la sala de forma casi fantasmal.

- ¡Lady Olanda! Y-yo..-balbucea Epoch.

- No he tenido más remedio que denunciar tus acciones ante Padre. ¡Se te ordena que abandones esta línea temporal antes de que resulte más dañada!

Epoch se limita a agachar la cabeza, avergonzado, y a hincar su rodilla en el suelo, rindiendo sus armas ante ella.

- Como ordenes, mi Señora.

Y con esto la imagen desaparece. Epoch permanece entonces uno segundos en silencio, quizás valorando las posibles consecuencias que traerán sus acciones. Da unos pasos alejándose de los héroes antes de desactivar su Anti-Reloj de Arena y hacer que todo vuelva a la normalidad. Hawkman y Guy Gardner terminan de bruces en el suelo cuando sus proyectados ataques cuando terminen en el lugar donde ahora ya no hay nadie. Ni la comicidad de ese momento hace que la expresión de tristeza del rostro del viajero del tiempo varíe un ápice. Vuelve a manipular los controles de su maravilloso dispositivo para iniciar su viaje de regreso.

-¡Un momento! ¿Dónde te crees que vas? ¡Esto no termina aquí!- ordena Hawkman en vano.

- Al contrario, Halcón. Mi tiempo aquí ha terminado.

- ¡No te atrevas a darme la espalda, cabrón! ¡Tienes que responder por todo el daño que has hecho!

- No tengo que responder de nada y menos ante ti. Considera esto un regalo, Carter Hall. Una advertencia de lo que vendrá. Tendréis que enfrentar tiempos muy duros de ahora en adelante. Preparaos. Sólo los más fuertes sobrevivirán en la guerra que se avecina…

- ¿Pero de qué demonios…?

Pero ya nadie puede contestarle. Epoch termina de ajustar los controles para el salto temporal y comienza desvanecerse junto a toda su nave. Detrás solo deja un grupo de héroes heridos, humillados, exhaustos… y con más preguntas que respuestas.

- ¿De qué demonios estaba hablando?!!!!


Continuará...

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Referencias:
1.- Entre las capacidades que posee The Atom está la de manipular su masa además de su tamaño. De ese modo puede golpear de manera efectiva a individuos de tamaño normal a pesar de su diminuto tamaño.
2.- Ver número anterior
3.- Como vimos en el episodio anterior Epoch ha levantado un campo de distorsión temporal alrededor del centro de Empire City.
4.- Ver All-new Atom #02 USA
5.- Empire City fue la ciudad en la que actuó Manhunter I (Paul Kirk) durante los años 40.
6.- La raza marciana en el Universo DC tiene una debilidad natural al fuego, del mismo modo que los kryptonianos tienen debilidad ante la kryptonita (por poner un ejemplo)
7.- Para los que no seguís la serie, Artemisa esa ahora la portadora del título de Wonder Woman. ¿Por qué? Debereis leeros nuestro el fic ESPECIAL IMPERIO: WONDER WOMAN para descubrirlo.


2 comentarios :

  1. Excelente relato colega, cada vez su liga d ela justicia se pone más interesante. ADemás de que tiene un sabor unico a familia disfuncional, que compele a seguir leyendo.

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  2. Me alegra que te guste. Gracias por tu comentario!

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