Outsiders nº 9

Título: Élite
Escritor: Raúl Peribáñez
Portada: Julio Nieto
Fecha de publicación: Abril de 2007

Mientras los Outsiders se infiltran en una reunión de la Hermandad del Hombre Libre el reinazgo de Markovia cae en manos de Terra... Y Oráculo podría haber descubierto quién es el misterioso informador.



Nadie les conoce. Actúan siempre en las sombras y están dispuesto a hacer cualquier cosa para detener a sus enemigos. Son los héroes secretos del Universo DC. Vigila tu espalda o serás sorprendido por ellos. Son los..

Prólogo.

Terra llegaba a Markovia en un avión puesto a su servicio por el gobierno markoviano. La joven miraba por la ventanilla y se lamentaba por la triste situación de aquel país y su gente.

Después de que el avión aterrizara Terra fue recibida por agentes del gobierno, y fue conducida al castillo real, donde le esperaba Geo-Force, a quien consideraba su hermanastro.

La joven entró en un amplio salón. Al fondo podía ver la figura del Rey de Markovia, que se levantaba de su sillón para recibirle.

- Hola, Tara. Bienvenida –le dijo Geo-Force.
- Hola, Brion. ¿Qué es lo que ocurre? Tu gente me ha llamado con tanta urgencia que me ha asustado.
- Lamento las molestias, Tara, pero era imprescindible que vinieras.
- Hay... hay algo extraño en tu voz, Brion. Dime, ¿qué está pasando?
- Por favor, no me llames Brion –en ese momento su aspecto comenzó a cambiar por el de un hombre de unos cuarenta y tantos años, con gafas y vestido de traje y corbata-.... Mi nombre es Verb Timm.
- ¿Pero qué...? Mira, no sé quién eres, pero si esto es algún tipo de trampa...
- No, por favor, Tara, no se inquiete. No voy a hacerte daño. La imagen que usted veía antes estaba proyectada por este inductor de imágenes... Desgraciadamente nos hemos visto obligados a hacernos pasar por su hermanastro a los ojos del pueblo markoviano.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Señorita Tara, hace tres días el Rey Markov, el héroe conocido como Geo-Force, murió. No hemos podido encontrar su cuerpo, pero sabemos que falleció luchando contra un ser llamado Zauriel. (1)
- N-no puede ser. Tiene que ser una broma.
- Le digo la verdad. La situación de Markovia es muy grave. Nuestra historia está plagada de guerras civiles... El Gobierno markoviano teme que la muerte de su Rey levante el caos entre la gente. Por eso mismo estamos mostrando públicamente a un Geo-Force que no es más que una simple imagen holográfica...
- ¡Pero tarde o temprano se enterarán! ¡No pueden mantener esa farsa eternamente!
- Efectivamente. Por eso mismo la hemos hecho venir. Tara... ¿qué sabe exactamente sobre si misma?
- ¿A qué se refiere? Yo...

Tara se echó las manos a la nuca, mirando hacia tierra. No quería hablar de todo eso.

- La auténtica Tara Markov murió hace años, ¿verdad? Y entonces apareció usted; una muchacha venida del futuro con su mismo aspecto y poderes. Los genetistas markovianos le hicieron pruebas de ADN para averiguar si se trataba de un clon de aquella Tara o incluso si era realmente ella vuelva a la vida...
- No quise ver los resultados. Sabía lo que había hecho Tara, cómo traicionó a los Nuevos Titanes... Odiaba pensar que yo era alguien así. Geo-Force vio en mi su hermana perdida y me trató como si realmente lo fuese.
- Ah... Pero los datos finales quedaron en nuestro registro, Tara. Sabemos la verdad.
- ¿Q-qué está diciendo?
- Le digo que sabemos que usted es la auténtica Tara Markov, hermana de Brion y, por tanto, heredera al trono de Markovia según nuestros estatutos. (2)
- ¿De eso va todo? ¿Me han hecho venir por que quieren que sea...?
- Una vez hagamos pública la muerte de su hermano y oficialicemos su regreso a la vida... Sí, señorita Tara, usted será la Reina de Markovia. Si se niega temo por lo que pueda pasarle a nuestro país. No es algo que quiera ver.
- N-no sé qué decir... No puedo aceptar esa responsabilidad...
- Pues tendrá que hacerlo, Tara.

Necesitamos una Reina que tranquilice los ánimos de nuestro pueblo. Y una líder para afrontar la amenaza de los cientos de supervillanos que están haciéndose con el control de nuestra nación...
- ¿Supervillanos?
- ... por no hablar de las lastimosas declaraciones que ese americano, Nightwing, lanzó públicamente.
- ¿Se refiere a eso de Black Riot?
- “La prisión para metahumanos”, sí. No podemos reconocer la relación entre Estados Unidos y Markovia sobre este tema. Ni ellos lo harán ni tampoco nosotros. Estamos solos en todo esto, señorita.

Comprendo que hay cosas que aún no entiende, pero le serán explicadas en su debido momento. Ayúdenos, Tara. Ayude a Markovia.




Cinco días después.

Zauriel sobrevolaba los cielos de Los Angeles, la ciudad en la que había residido en tiempos recientes. Aunque disfrutaba de su estancia en aquel lugar el ángel sabía que debía volver con sus compañeros. Zauriel apretó el botón de un dispositivo que llevaba como muñequera y su cuerpo fue desmaterializado. Seguidamente apareció muy lejos de allí, en una especie de búnker ubicado quién sabe dónde.

Zauriel avanzó por un largo pasillo hasta llegar a la sala de reuniones. Allí se encontraba el pequeño Geoff, el niño que ayudó a Nightwing a escapar de la prisión Black Riot. Zauriel le hizo una carantoña mientras éste desayunaba.

- ¿Dónde está el resto, Geoff? –le preguntó.
- Jsjksf –intentó hablar mientras masticaba-... Creo que Faith sigue durmiendo.

El ángel fue entonces hacia la habitación de su compañera. Zauriel la conoció a partir de formar parte de los Outsiders, y sentía cierta atracción por ella. Pero se veía incapaz de compartir esos sentimientos con su compañera. Era un amor platónico.

La puerta de la habitación no estaba totalmente cerrada, y podía ver a Faith durmiendo plácidamente en su cama. En ese momento Nightwing pasó por detrás de él y su momento de voyeur se interrumpió abruptamente.

- Euh, hola, Nightwing. Yo, uh, iba a cerrar su puerta – pero el líder de los Outsiders ni se había planteado qué estaba haciendo.
- Despierta a Faith. Tenemos una llamada importante de Oráculo.
- Oh, vale, enseguida. ¿Y Jesse Quick?
- En Keystone City. Llegará en cuanto pueda.



Muy lejos de allí, en la ciudad de Keystone, Jessica Chambers, terminaba una reunión en el seno empresarial de Quickstart Enterprises.

Originalmente esta empresa era propiedad de Johny Quick, que dejó su dirección tras su abrupta muerte. Fue entonces que Jesse tomó el control de Quickstart para desconcierto del resto de miembros de la dirección.

Jesse había participado en el suceso ocurrido días atrás en Los Angeles. Gracias a su poder se movió a tal velocidad que las cámaras no captaron su imagen, pero con el paso de los días se aclaró que se trataba de ella, de la velocista Jesse Quick. Nunca había ocultado su identidad privada y ahora todo esto podía destrozar su carrera.

Tras una larga reunión Jesse se quedó a solas mirando a través de la ventana, preguntándose qué hacer. Lex Luthor, el presidente de Estados Unidos, era sin duda el hombre más poderoso del mundo. Podía destruir su empresa si quisiera. Sus compañeros de los Outsiders podían esconderse, pero ella no tenía escapatoria. En estos momentos comprendía para qué diablos servía llevar máscaras y antifaces.




- Buenos días –dijo Faith al entrar en la sala.
- Bien, podemos comenzar la reunión –comentó Nighwing-. Ya informaremos a Jesse de lo que hablemos. Oráculo, cuando quieras.

Una enorme pantalla se puso en marcha y en ella podía verse la imagen de Oráculo cuya voz correspondía a Barbara Gordon.

Con el paso de los años Barbara se había convertido en la mayor fuente de información en la comunidad superheroica. Desde hacía unas semanas recibía en su ordenador mails anónimos que le advertían de los movimientos que el gobierno de Luthor estaba llevando a cabo. No había tenido nuevo avisos desde Fuerte Peck. No hasta hace unas horas.

- //La situación es la siguiente: nuestro informador anónimo nos avisa de una reunión secreta de la Hermandad del Hombre Libre en aguas internacionales cercanas a Gran Bretaña. Por si no lo sabéis, la Hermandad es una organización radical que busca la exterminación de los metahumanos a nivel mundial. Aunque sus activistas suelen ser gente de la calle se sabe que muchos de sus inversores son personas de la alta sociedad concienciada con la causa.//- Hizo una pausa.-//Si hemos de hacer caso de nuestro informador, en esta reunión discutirán sus próximas acciones. Es posible que reúnan un buen montón de armamento especialmente peligroso. A esta gente le gusta vanagloriarse del poder destructivo que tienen. Todo lo que podamos hacer para noquear a la Hermandad será positivo.//

- Pensaba que a nuestro “Charlie” sólo le preocupaba Luthor –dijo Faith-...

- //Yo también – le respondió Oráculo -. Evidentemente también se interesa por impedir el terror venga de donde venga. Sé que es un tanto peliagudo aceptar misiones de alguien a quien no conocemos, pero vosotros decidís si aceptarla o no. Recordad que en Fuerte Peck descubrimos los Protocolos Iron, y eso nos llevó a Black Riot. Quién sabe si la Hermandad tiene algún tipo de relación con los planes de Luthor. Desgraciadamente resulta tan imposible descifrar el origen de estos mails como los planos de los robots Iron que conseguisteis en Fuerte Peck. Seguimos yendo a ciegas. //

- Sigue con ello, Oráculo – le dijo Nightwing apoyándola -. Buen trabajo. Bien, gente, así estamos. ¿Qué pensáis? Para colarnos en la reunión tendremos que hacernos pasar por personas de la jet set. Oráculo me ha pasado un listado de algunos invitados que acudirán a ella. ¿Quién quiere hacer de Britney Spears?




Muchas horas después, en una aeronave destino a Gran Bretaña...

- ... esto es indignante – decía Jesse Quick -. Mi padre fue Johny Quick. Mi madre Liberty Bell. Siempre pensé que esto de ser un superhéroe sería algo más glamuroso. ¡No podéis hacerme esto! No quiero hacerme pasar por esa tía.



- Mira el lado positivo, Jesse –le decía Faith -, las hay más zorras. Podrías ser Paris Hilton.
- Sabes, Faith, no te pega decir tacos. Entonces, vale, soy Britney. ¿Y vosotros? ¿En quiénes os convertirán vuestros inductores de imágenes?
- Euh, creo que yo soy... ¿Mel Gibson? ¿Soy alguien muy famoso?
- Sólo otro tarado de Hollywood, Zauriel. Yo soy Tom Cruise –le dijo Nightwing.
- ¿Y tu Faith?
- Una tal Victoria Beckham. Sea quien sea estaba entre los invitados de la Hermandad.
- Chicos –comenzó a decir Jesse-, ¿no creéis que nos estamos pasando? Nos hacemos pasar por otras personas, y...
- Bueno, guapa, después de haber entrado en un par de instalaciones gubernamentales, destrozar una avenida de Los Angeles, acusar al Presidente de varios delitos contra la humanidad, etc. esto es una pequeñez.
- ¿Guapa? –se dijo para sí misma Jesse.

- Bien, éste es el plan. Aterrizaremos en Londres. Ocultaremos la nave y a partir de ahí cada uno irá a por la persona a la que debe suplantar. Sabemos que se encuentran en diferentes hoteles de la ciudad. Seguid la corriente de su gente y llegaremos al punto de reunión sin despertar sospecha.

El informador de Oráculo indicó la posición de la isla flotante en la que se producirá la reunión de la Hermandad.

- ¿Una isla flotante?
- Después de la Segunda Guerra Mundial algunos multimillonarios británicos mandaron construir pequeñas islas en aguas internacionales por miedo a una guerra atómica. Estas micro naciones fueron pasando de unos a otros hasta nuestros días. Normalmente su extensión no era gran cosa, pero los propietarios las perfeccionaron añadiendo helipuertos, etc. Encontremos o no a los cabecillas de la Hermandad es una buena ocasión para golpear a la organización.




Lejos de allí, en la Torre del Reloj de Gotham City...

- Comienzas a inquietarme, Bruce. Nos conocemos desde hace años. Me sorprende que no hayas discutido con Dick por lo que ocurrió en Black Riot...

Oráculo le hablaba a Batman mientras seguía trabajando con sus ordenadores.

- Siempre te has tomado muy en serio tu juramento de no matar. Se lo inculcaste a tus alumnos... Nos lo inculcaste.
- Ya no estáis bajo mi cuidado, Barbara. No me agrada la idea de que Dick matara a Celda, pero tampoco se lo voy a echar en cara después de todo lo que está pasando. Tendrá que reconciliarse con sus sentimientos.
- Sabes, a veces incluso pareces una persona comprensible y dialogante.
- ¿Cuál es la situación en estos momentos? ¿Has encontrado alguna pista sobre la identidad de nuestro informador?
- Ninguna, Bruce. Soy una de las mejores hacker del mundo, pero esto es un desafío incluso para mí. Las acusaciones hacia Luthor que hizo Dick a través de todos los medios de comunicación han hecho brecha en la sociedad... Los medios más próximos al Gobierno tachan nuestras pruebas de falacias...
- ... pero muchos otros nos apoyan. La orden de caza y captura de los Outsiders sigue en marcha, pero hemos conseguido manchar la imagen de Luthor. Con los años ese maníaco ha cometido decenas de crímenes que siempre ha sabido ocultar muy bien. Incluso para ascender a la presidencia borró cualquier dato delictivo sobre su persona. Pero contra esto no ha podido hacer nada.
- ¿Y esto en qué posición nos deja, Bruce? Dick, Faith, Zauriel y ese niño, Geoff, encerrados en un búnker que ni a mi me has dicho dónde se encuentra... ¿Qué hará Jesse ahora que el público sabe que ella intervino en lo de Los Angeles? Y la Liga de la Justicia... No verían con buenos ojos que crearas un grupo como éste a sus espaldas, y Superman lo descubrió. (3)
- Lo que piense la Liga no debe importarnos. Haremos lo que sea necesario para acabar con Luthor. Los Outsiders vivirán en ese búnker que les servirá como refugio. Y respecto a Jesse...
- ¿Si...?
- Quickstart Enterprises tiene una serie oferta de compra de Wayne Enterprises esperando a que Jessica Chambers vuelva de su viaje por Gran Bretaña.
- ¿Y luego qué, la enviarás a ese refugio con los demás? Tú vives en una cueva con murciélagos, yo lo hago en lo alto de una torre rodeada de ordenadores y cables, pero no todo el mundo puede aceptar una vida como ésta.
- El nombre lo dice, Barbara. Son Outsiders. Los elegimos por eso.



Varias horas después Nightwing (con el aspecto de Tom Cruise y un elegante traje negro), llegaba a la isla artificial.

Bajó a tierra una vez el helicóptero aterrizó y casi de inmediato llegó un hombre a recibirle.

- ¡Señor Cruise! ¡Me alegro de verle! ¡Cuánto tiempo! ¿Ha ido bien el viaje?
- ¿Bien? ¡Ha ido de muerte!

Poco a poco fueron llegando más invitados, entre ellos el resto de Outsiders bajo el aspecto de otras personalidades. Pronto se hizo evidente que aquello no iba a ser una reunión de cuatro gatos. Todos ellos fueron dirigidos a una sala central en la que había varias mesas con comida para picar.

- Oh, “Tom”, me alegro de verte – Nightwing se giró y vio Britney Spears hablándole. Aunque sabía que no era ella realmente la experiencia no dejaba de ser curiosa. Britney/ Jesse Quick llevaba un bonito traje azul que, sin duda, dejaba poco a la imaginación.
- Vaya, “Britney”. Estás... muy guapa. Qué pena que no me gusten tan jóvenes.
- Sigh... Por favor, menos coña.
- Lo decía en serio. No era una broma.
- ¿Dónde está el resto? –preguntó ella.
- ¿Mel y Victoria? Los he visto por allí detrás codeándose con los invitados. “Mel” se está sabiendo meter en su papel mejor de lo que esperaba.
- Y más que lo haría si al final se lanza a por “Victoria”...
- ¿Qué quieres decir?
- Oh, ¿no te has fijado? Está coladito por Faith. Y en parte eso me da miedo.
- ¿Por algo en especial?
- ¿No has notado algo extraño en ella? Normalmente eres tú quien sospecha de todo el mundo. Esperaba que te hubieses dado cuenta. Se comporta de una manera rara...
- Batman también parece haber notado algo. Pero eso mejor hablarlo en otro momento, rubiales.

Su nombre era Thomas Wozkniak. Era un hombre de aspecto bajito y con barba subió sobre una tarima, y mediante un micrófono pidió silencio.

- Buenas noches a todos, amigos y amigas. Espero que hayan cenado a su gusto y que disfruten de la velada. Sin duda esto es más ameno que esas terribles reuniones en despachos y de manera tan clandestina. Quería agradecerles el apoyo que dan a la Hermandad del Hombre Libre por...

Aquel siguió hablando mientras Nightwing se percató de que uno de los invitados abandonaba la sala sigilosamente.

- Ahora vengo Britney.
- ¿Adónde vas?
- A tomar aire que no esté contaminado.

Nightwing le siguió escondiéndose entre los recovecos de los pasillos. Desde un rincón pudo observar cómo el aspecto de aquel hombre cambiaba rápidamente por el de una mujer de cabello rubio.

“¿Pero qué...?” pensó.

Sin previo aviso alguien le golpeó por detrás dándose un terrible golpe contra la pared que lo dejó grogui.

- ¿De dónde leches ha salido éste? –preguntó la mujer- Es Nightwing.



De nuevo, en la reunión de la Hermandad, Wozkniak seguía hablando...

- ... y ha llegado el momento que todos estaban esperando. Se preguntarán en qué hemos invertido todo el dinero que ustedes donan a la Hermandad para la lucha armada contra la comunidad superheroica..Lo que hay detrás de mi... y que hemos ocultado tras unas telas para mantener el misterio... es... ¡Tachan! – dijo después de descubrir la sorpresa- ¡La nueva línea de armas sónicas, caballeros! ¡Capaces de emitir sonidos que destruirían los tímpanos del mismísimo Superman! ¿Y qué nos importa a qué velocidad se mueva Flash si podemos atacarle desde varios kilómetros de distancia? ¡Su alcance es espectacular!

- Esa gente está tarada – dijo en voz baja Mel Gibson/ Zauriel.
- ¿Cómo dice? –le preguntó alguien que estaba al lado.
- Oh, nada, nada. Sólo que espero que frían a esos malditos superhéroes. Todo lo que pasa en este mundo es por culpa de ellos.
- ¡Y de los judíos!
- Oh... si, si, ¡esos también!

Mientras tanto Jesse Quick comenzó a preocuparse por su compañero Nightwing. Hacía rato que no lo veía por ningún lado. “¿Dónde se habrá metido Tommie...?”.

Jesse salió disimuladamente de la sala. A su alrededor todos aplaudían viendo el repertorio de armas que les presentaban.


Ya fuera Jesse respiró profundamente una bocanada de aire. Alrededor de aquella isla artificial todo era agua. El viento fresco que la acariciaba comenzó a volverse espeso. “¿Qué...?” pensó. Jesse cayó en tierra inconsciente. Un hombre la levantó llevándosela consigo.


Minutos después Jesse Quick despertó. Estaba en tierra, con la espalda apoyada contra una pared. Al instante se percató de que ya no tenía el aspecto de Britney Spears ni aquel bonito traje azul. Llevaba la ropa “de trabajo”. O bien el inductor de imágenes se había estropeado o alguien lo había desconectado para ver quién era en realidad.

De entre la oscuridad apareció Nightwing, que se recuperaba también del ataque recibido. Su aspecto tampoco era el provocado por el inductor.

- ¿Estás bien, Nightwing? ¿Quién nos ha traído aquí?
- Ni idea. Pero la cabeza no para de darme vueltas. Espera, nuestros trajes...
- Ya me di cuenta. Se acabó la diversión de aparentar ser actores.

- Bienvenidos al mundo real, pareja –dijo Vera Black, que entraba en ese momento en la sala.

Vera Black era la líder de la Elite, una facción de la Liga de la Justicia mucho más agresiva.

- ¡Black! –exclamó Nightwing- Eras tú quien te hacía pasar por aquel tipo, ¿verdad?
- Y no soy la única que juega a disfraces según se ve –sonrió-. Decidme chicos, ¿qué hacéis vosotros por aquí?
- Tal vez deberías responder tú también a esa pregunta –le dijo Nightwing.
- Bueno, digamos que no me gustan las organizaciones extremistas.
- ¿Estás aquí por la Hermandad? –preguntó Jesse.
- Más bien estamos.

Tras ella aparecieron otros dos miembros de la Elite: Manitou Raven y Coldcast.

- ¡Manitou! –exclamó la velocista- Pero... entonces, ¿eres parte de esta Elite?
- Y también lo era Major Disaster –comentó Vera Black-. Al menos hasta que nos dejó para unirse a vuestros Outsiders. Manitou me dijo que había muerto. Maldito borracho. Me debía dinero.

- Dejémonos de rodeos –dijo ahora Nightwing-: ¿estáis aquí por la Hermandad?
- Pues claro, guapo. Como te decía, no me gustan las organizaciones extremistas. Recibimos un... chivatazo de que la alta cúpula de la Hermandad iba a reunirse hoy y aquí y queríamos armar un poco de jaleo.
- ¿Un chivatazo? – Nightwing se quedó pensativo- ¿Y de quién, si se puede saber?
- Ni nosotros lo sabemos –sonrió Coldcast.

“¿Es posible que nuestro informador también estuviera en contacto con la Elite?” pensó Nightwing.




Lejos de allí, en la Torre del Reloj de Gotham City, Barbara Gordon preparaba una taza de café. La noche iba a ser larga.

Intentaba decodificar los mensajes que su informador anónimo le enviaba. Quería descubrir de dónde procedían y saber así su identidad. En todos estos días poco había conseguido, pero no por ello iba a rendirse.

Los minutos parecían largas horas. Y el agotamiento ya comenzaba a hacer mella en ella. Pero de repente... Por un momento pensó que no era posible, que aún debía haber más sistemas de seguridad que superar. Pero la realidad era que el origen de aquellos mensajes estaba en la ciudad de Washington. La joven sonrió. Por fin lo había conseguido.



De nuevo, en la reunión de la Hermandad, fue expandiéndose un rumor entre los allí reunidos. Varios de los invitados habían desaparecido y no había manera de encontrarlos.

- Señor, los señores Cruise y Spears han desaparecido –le dijeron a Thomas Wozkniak-. Puede que hayan ido a, ya sabe, hacer manitas...
- Hmmm, no es propio de ellos apartarse del resto de la Hermandad en una reunión como ésta. No me gustaría que hubiese problemas. Manda a varios hombres a buscarlos.

Wozkniak volvió a dirigirse a todos los invitados para informar.

- Señores y señoras, les pido calma. Estamos convencidos de que nuestros compañeros están en algún rincón de la isla. Por favor, sigan disfrutando de la comida y la bebida.


- Vamos a destruir el armamento de esos cerdos – dijo Vera Black-. Podéis echar una mano si os hace ilusión, outsiders.
- Je, no me lo perdería por nada del mundo –sonrió Jesse Quick.
- Sólo espero que estéis a la altura de las circunstancias. No me gustaría tener que preocuparme por salvar vuestros culos.

- ¡He escuchado voces! –gritó alguien desde fuera- ¡Vienen de la sala de calderas!

- Sabéis, normalmente en la Elite trabajamos de otra forma –comentó Vera-. Esto de que nos descubran a las primeras de cambio no va conmigo. Bueno, creo que comienza la acción.

Uno de los hombres de Wozkniak entró en la sala sigilosamente con pistola en mano. Para su sorpresa desde la oscuridad recibió un duro golpe de Vera Black que lo dejó inconsciente. Seguidamente entraron más soldados dispuestos a acabar con los superhéroes.

Poco podían hacer contra Nightwing, Jesse Quick, Vera Black, Coldcast y Monitou Raven, pero varias balas perforaron el metal de las caldera dejando salir ráfagas de vapor de agua.

En otro lugar de la isla los responsables de mantenimiento se dieron cuenta de que había una fuga. Rápidamente mandaron a más agentes a bajar hasta aquella sala para comprobar qué ocurría.

Las noticias también llegaban a los oídos de Wozkniak, que ordenó a dos de sus hombres más cualificados que se prepararan contra un posible enemigo. Se pusieron un traje especial que cubría su cuerpo como una segunda piel. Portaban las armas sónicas de las que Wozkniak había hablado anteriormente.

Faith y Zauriel seguían entre el cúmulo de personas invitadas. Al ver a aquellos dos equipándose comprendieron que estaba pasando algo grave.

- Faith...
- Ya me he fijado. Tenemos que dejarlos fuera de juego antes de que compliquen más las cosas.

Faith expandió sus manos y lanzó una onda de energía telequinética que arrastró a los dos soldados contra una pared. Pero la energía que irradiaba interfirió en el inductor de imágenes, y su aspecto volvió a ser el original a los ojos de todos los allí presentes.

Antes de que pudiera sorprenderse siquiera de aquello uno de los dos soldados se lanzó sobre ella propinándole un duro golpe. Su traje multiplicaba quién sabe por cuanto su fuerza y resistencia hasta el punto de que ni siquiera notaba los golpes del enfurecido Zauriel.

- ¿Cómo puede ser...? –se preguntó el ángel- Te he dado con todas mis fuerzas...
- Vaya, vaya, tú no debes ser Mel Gibson, ¿verdad? – el soldado le arreó y el cuerpo de Zauriel salió disparado, saliendo de la isla y cayendo al agua- Una pena, pero mejor un metahumano que un humano. En cuanto a ti guapa...

- ¡Pagarás por eso! –exclamó Faith.
- ¡No lo creo! –dijo ahora el otro soldado, que agarró a Faith por la espalda mientras su compañero le golpeaba una y otra vez salvajemente.

Tras varios minutos de ser vapuleada su cara estaba llena de moratones y sangraba a borbotones. Los soldados la dejaron caer en tierra, pensando que poco podría hacer ya contra ellos. Pero de repente los ojos de Faith se volvieron oscuros, casi siniestros, y de su cuerpo surgió una terrible onda telequinética que destrozó todo lo que encontraba a su alrededor, desde la infrastructura de la isla a decenas de personas, que quedaron descuartizadas.

Faith se levantó. El cuerpo de los dos soldados eran casi irreconocibles. Ni siquiera sus trajes especiales habían podido soportar aquella presión. Sus ojos volvieron a su estado normal y cayó exhausta.

- ¡Faith! –exclamó Zauriel, que volvía en ese momento ya con su aspecto normal- Todas estas personas... ¿qué ha pasado...?
- Z-Zauriel... Adivina qué... vamos a tener otra escapada contra reloj...

Un sonido ensordecedor dejaba bien claro que había que salir de la isla. Los poderoso pilares que la mantenían en pie se rompían paulatinamente y la isla perdía el equilibrio.

- ¡Tenemos que buscar a los demás! –dijo el ángel.

- Ya estamos aquí, Zauriel –le dijo Nightwing, que apareció en la sala acompañado de Jesse y de los miembros de la Elite.
- Menuda matanza –sonrió Vera Black-. No os hacía tan violentos. Bien, Manitou, emplea tu magia para sacarnos de este estropicio.

- ¡Nightwing!, no podemos dejar a los invitados y a los soldados... Por muchas ganas que les tenga sería una muerte segura.
- Ya lo sé, Jesse. Manitou, ¿crees que podrías teletransportar a tantas personas a tierra firme?
- ¿De cuantas personas hablamos?
- Con la de cuerpos aquí tirados yo diría que no muchos –comentó Vera-...

- Jesse, recorre a supervelocidad la isla y trae a cualquiera que encuentres.
- ¡Ok! –dijo la velocista.

Nightwing y los suyos salieron de la sala para intentar reunir a todas las personas.

- Hmmm, y ahora que me doy cuenta –comenzó a decir Vera a la vez que encontraba a Wozkniak escondido bajo una mesa-. Vaya, vaya, pero si es el jerifalte de la Hermandad.
- ¡Por favor, por favor, no me hagáis daño!
- ¿Daño? Deberías quedarte en tu puñetera isla y hacer submarinismo (de manera permanente) con ella.

- ¿Qué hacemos con las armas sónicas, jefa? –preguntó Coldcast- Tal vez deberíamos probarlas, jeje.




- Nightwing no aprobaría esto –dijo Manitou-. No querría tener conflictos con los Outsiders.
- Pero mientras él está fuera haciendo de buen samaritano no tiene por qué enterarse, ¿eh? –sonrió Coldcast.
- ¡Por favor, por favor, no me hagáis daño! ¡Os daré lo que queráis! ¡Tengo mucho dinero e influencias!
- Imbécil, no queremos tu dinero, sólo hacer el bien para este jodido mundo. Y para tu desgracia, no eres parte del mundo que queremos.

Vera agarró uno de los cañones sónicos y disparó contra Wozkniak convirtiéndole en un saco de carne y sangre.

- Ahora hagamos de buenos chicos y ayudemos a los Outsiders antes de que esta isla se vaya definitivamente al cuerno.




Horas después, en Inglaterra, los Outsiders y la Elite estaban en lo alto de un edificio. Observaban a la policía y la ambulancia, que se encargaban de atender a los miembros de la Hermandad.

- ¿Qué creéis que harán con ellos? –preguntó Jesse- Por mucha información que le pasemos a los medios... diciendo que todos esos tipos estaban metidos en una organización extremista... hablando de todas esas armas...
- Sea lo que sea lo que pase con ellos les hemos dado un buen golpe –dijo Nightwing.

- ¿Podremos ganar alguna vez sin destruirlo todo a nuestro paso? –bromeó Zauriel.
- Lo siento por lo que ha pasado –dijo resignada Faith-. No sé lo que me pasó... Nunca había liberado de esa forma mi poder...

- Vera, necesito saberlo, ¿quién os informó sobre la reunión de la Hermandad? –preguntó Nightwing.
- Aunque quisiera no podría decírtelo.
- Entonces... ¿no sabéis realmente de quién se trata?
- Chico listo. Me temo que alguien está usándonos, Nightwing. Usándonos para hacer el trabajo sucio. Pero poco importa si gracias a él o ella hacemos lo que tenemos que hacer, ¿eh? Hasta el próximo team-up, Outsiders –dijo la líder de la Elite mientras sus cuerpos se desvanecían por la magia de Manitou Raven.

- ¿Y ahora qué intrépido líder? –preguntó Jesse- ¿A casa? No estaría de más liberar a los tipos por los que nos hacíamos pasar de sus ataduras. Aunque mejor pensando, a Britney podemos dejarla encerrada en ese armario –sonrió con malicia.


Epílogo.

Terra caminaba por las calles de Markovia a altas hora de la madrugada. Podía hacerlo tranquilamente porque sabía que poca gente estaría despierta a estas horas, y menos aún la reconocerían.

La joven nació de una relación del Rey de Markovia con su amante. Siempre se mantuvo en secreto la existencia de Terra para evitar cualquier tipo de escándalo. Cuando su hermanastro Geo-Force tomó el reinazgo del país podía haberse dado a conocer públicamente, pero Terra cometió un terrible error. Por aquella época era miembro de los Nuevos Titanes, pero también una vil espía introducida por Deathstroke.

Terra había descubierto por ese hombre, Verb Timm, que ella era realmente Tara Markov. Y, por tanto, todo lo bueno y malo de ella era suyo.

Mañana se haría oficial: Geo-Force, el Rey Brion Markov, había muerto en “extrañas circunstancias”. Tal vez en un accidente de avión. Y ella, la hermana perdida, aparecería para tomar el mando del país. Todo solucionado.

Se preguntaba si realmente sería capaz de hacerlo. Tenía miedo de si misma ahora que sabía quién era realmente. Siempre había oído hablar de la primera Tara Markov, y odiaba que la gente la comparara con ella.

“¿Cómo puedo ser feliz si soy... la persona que más odio en el mundo?” pensó.

Terra escuchó entonces un terrible ruido que procedía de muy cerca. Fue corriendo hasta el origen del sonido hasta que se encontró con un gigantesco gorila que se alimentaba salvajemente de un par de personas. Era Gorila Grodd, uno de los cientos de supervillanos que habían quedado sueltos después de la destrucción de Black Riot.

- ¿Pero qué? ¡Suéltale!
- Cállate niña –dijo el monstruo golpeándola y lanzándola a decenas de metros.

“Ugh... No esperaba que fuera tan rápido” pensó. “Supongo que a esto se refería Timm por lo de los supervillanos... Maldición, hermano, ¿por qué tuviste que hacer tratos con ese asqueroso de Luthor?”.
Continuará...
 

INSIDE

Bienvenidos a nueva entrega de Outsiders.

Desde el comienzo de esta serie se han dejado caer más de una referencia a la Elite ya que dos de nuestros personajes, Major Disaster y Manitou Raven, pertenecían a ese grupo.

Inicialmente la Elite venía a cubrir el hueco de The Authority en el Universo DC, o sea, un grupo que no tenía reparo en emplear la violencia para conseguir sus objetivos. En el histórico JLA nº 100 (publicado en español en JLA nº 5 de Planeta DeAgostini) este grupo y la Liga de la Justicia se enfrentaban, mostrando lo diferentes que eran los métodos de ambos grupos. Tras esto apareció una serie limitada (que también ha sido editada en nuestro país) en la que se configuraba definitivamente el grupo con nuevos personajes como Kasumi.

En la continuidad DC/AT la Elite apareció en los capítulos 4 y 5 de Green Arrow, en los cuales el arquero esmeralda decidía abandonar sus filas. También Major Disaster lo dejaba para unirse a los Outsiders (por el dinero que le pagaba Batman). En esos episodios se comentaba que Kasumi era en realidad Batgirl, cosa que se desarrollará en una próxima miniserie de Batgirl & Robin. También se ha dejado pasar por los episodios de JLA escritos por John Schneider. A decir verdad poco interés tengo por la Elite (ya que me resulta un poco redundante teniendo a los Outsiders), pero he intentado no dejarla en el olvido.

Dicho esto os espero en el próximo episodio: Oráculo puede descubrir quién es su informador, Terra será coronada como Reina de Markovia y a los Outsiders les esperaba una vuelta a casa muy movidita.
Referencias:
(1) ¿No te lo crees? Échale un vistazo al episodio anterior.
(2) Fue en The Titans Secret Files nº 2 (2000) donde se supo que ella era verdaderamente Tara Markov.
(3) Esto pasó en Outsiders nº 4 de Action Tales.

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