Outsiders nº 12

Título: Azul, verde y rojo. Primera parte
Escritor: Raúl Peribañez
Portada: Darkflash/Esteban Decker
Fecha de publicación: Junio de 2008

¡Número de aniversario! Comienza el primer crossover entre Outsiders y Titanes. Azul, verde y rojo es la saga que reúne a ambos grupos en una aventura en la que se despejarán dudas como el origen de Geoff. Todo con Deathstroke como villano principal en este episodio.




Esta historia comienza en un solitario y desértico escenario. Bajo la luna llena un grupo de furgonetas y camiones se detiene frente a una zona de acampada. Allí hay varios científicos supervisando unos extraños artilugios. A su alrededor unos hombres de portentoso físico vigilan la zona sin soltar sus armas de fuego. Las puertas traseras de los camiones se abren de par en par y se van metiendo dichos aparatos en su interior.

- ¿Qué opináis? Es una nave espacial. Creo que es tecnología durlaniana –dijo uno de los científicos-. Por el estado de desgaste en el que se encuentra puede proceder de la época de la Invasión.

El silencio se rompe cuando, de repente, los hombres armados caen en tierra.

Otros, los que aún estaban saliendo de las furgonetas, se quedan sorprendidos cuando sus vehículos dan la vuelta quedando boca abajo.

- ¿Pero qué…? ¡Nos estaban a atacando! –dice uno de los soldados.

De entre la oscuridad aparece Nightwing, que en un movimiento digno del mejor acróbata salta sobre varios de ellos golpeándoles.

Por su parte, Jesse Quick continúa propinando puñetazos a toda velocidad.

Faith, con sus poderes telequinéticos, aleja las armas con un simple gesto.

El cuarto y último en aparecer es Zauriel. A él no le hace falta ni pestañear para que sus enemigos se rindan. Su aspecto angelical es verdaderamente impactante.


- Zauriel, ya sabes qué hacer.
- ¿Qué? –dice uno de los científicos- ¡Estabais locos! ¿Vais a destruir toda esta tecnología alienígena?
- Sí, eso es.
- ¿Pero… Pero por qué? La humanidad podría dar un paso de gigantes si estudiásemos toda…
- Mira –Nightwing lo hace callar señalándole con el dedo-, no sé qué te habrán contado, pero no habéis venido para recoger toda esta tecnología y usarla para ayudar al Tercer Mundo. Los fines de Washington son más bien bélicos. Y los Outsiders estamos evitando una guerra.

Zauriel hace aparecer entre sus manos una espada de fuego. La empuña con fuerza y la dirige hacia aquella nave extraterrestre. Al segundo dispara un rayo que la destruye por completo.

- Espero que por este incidente no se crean la sarta de tonterías que dicen en televisión –sonrie Zauriel-. Por cierto, voy a prender fuego a todos sus vehículos. El Sahara es muy bonito en esta época. Disfruten de su visita.
- Buenas noches –dice Jesse Quick.

Los Outsiders subieron en su propia nave mientras el ángel destruía, efectivamente, los medios de transporte de los militares.



New York. Isla de los Titanes.

En la puerta de entrada de la Torre aparecieron de la nada varios hombres. Eran agentes federales asignados por Jaquemate, una organización gubernamental. Arsenal (Roy Harper) les esperaba.

- Buenos días, señores. Síganme.
- Señor Harper –dijo Jeff Vey, quien estaba al mando-, le agradezco que los Titanes hayan aceptado citarnos. Nosotros –se quedó en silencio al entrar en la Torre-… Había visto fotos en algunas revistas, pero su cuartel general es aún más espectacular visto en persona.
- Gracias. Victor Stone se esmeró en que fuera tan práctico como elegante. Tenemos todo lo que necesita un grupo de superhéroes.

Los agentes siguieron a Roy hasta la sala de reuniones. Allí les esperaban Starfire y Changeling.

- Señores –saludó Vey.
- Bien, creo que podemos comenzar –dijo Roy-. ¿Qué les preocupa, agente Vey?
- En una palabra: Outsiders. Hay una orden de caza y captura de ese grupo de terroristas. No sólo provocaron la muerte de más de treinta personas en Los Angeles, también han difamado la imagen de nuestro Gobierno con todas esas acusaciones sin fundamento.
- ¿Se refiere a esa prisión para metahumanos en Markovia? –dijo Starfire.
- Precisamente. El propio gobierno markoviano lo niega.
- ¿Qué quiere de nosotros? –preguntó Roy.
- Sospechamos que su base de operaciones se encuentra en New York. Dado que ustedes trabajan en esta ciudad queremos solicitar su colaboración.
- Los Titanes operan de manera independiente a –llegó a decir Starfire antes de ser interrumpida-…
- Queremos pedírselo educadamente, pero es su obligación ir contra aquellos que amenazan nuestro país. Hacen lo que hacen porque se lo permitimos. No desafíen a nuestros políticos si quieren mantener sus privilegios. Estos son nuestros enemigos –sacó de su maletín varias fotografías-: Nightwing. Jesse Quick. Les suenan estos dos, ¿verdad? Faith. Zauriel.

- Iremos a por ellos –sentenció Changeling.
- ¿Qué? –dijo Starfire sorprendida- Gar, son…
- ¿Sus amigos? –Vey sonrió- Soy consciente de la amistad que tienen con esos dos individuos. Espero que su sentido de la responsabilidad esté por encima de sus sentimientos.
- Mi primo fue una de las víctimas en Los Angeles. Lucharé con ellos si es necesario. Tengo que saber por qué Larry está muerto.
- También quiero hablarles de otro asunto. Miren –dijo enseñando otra foto-: ¿les suena?
- Es… Es el robot. No sabemos de dónde vino, pero provocó la muerte de una amiga.
- Después de aquel altercado fue llevado a las instalaciones de STAR Labs, pero hace unas semanas alguien lo robó. No hace falta decir lo preocupante que es su robo por la avanzada tecnología que compone su cuerpo. Si saben algo del asunto… Tal vez su compañero, Victor Stone…
- Está en el laboratorio. No sabemos nada, agente, pero haremos lo que esté en nuestras manos para encontrarlo. Como dice mi compañera, ese cacharro mató a uno de los nuestros. Tenemos más interés que nadie en evitar que vuelva a pasar algo parecido –explicó Roy.
- Entiendo. Bien, pues no más que hablar. Muchas gracias por su atención –Vey le estrechó la mano a cada uno de los titanes.


En otro rincón de la Torre…

Cyborg (Victor Stone) estaba en su laboratorio. A pocos metros de él había un tubo de contención con una mujer en su interior… sólo que no era una mujer, sino el robot venido del futuro que provocó la muerte de Donna Troy. El titán tecleaba su ordenador sin saber que el robot, hasta ahora aparentemente estropeado, abría los ojos. Había despertado. Desde el interior del tubo observó a Cyborg durante varios minutos hasta que rompió el cristal con un simple puñetazo.

El héroe no llegó a articular palabra. Pensó en intentar desactivarla a través de sus ordenadores… pero el robot habia arrancado los cables que la conectaban a sus computadoras.

- Soy Victor Stone. No quiero hacerte daño, Índigo.
- Índigo –dijo el robot con su voz metálica.
- Te llamé así por el color de tu piel. Cuando llegaste a nuestra época conectaste con multitud de robots… incluido yo. Copiaste en mi interfaz cibenética información de tu disco duro, ¿recuerdas? Te enviaron para advertirnos del peligro, del mundo en que podíamos acabar si el proyecto de los robots Iron se lleva a cabo…
- Iron.
- Sí, eso es. Te llevaron a STAR Labs, pero te traje aquí para trabajar contigo. He pasado todo este tiempo estudiándote para comprenderte. No sé cómo te has activado, pero me alegro de que…
- Calla –Índigo agarró al titán por el cuello-. ¿Advertirte del peligro? Estúpido medio media máquina. Fui enviada para asesinar a todos los expertos en robótica de esta época. Y tú debías ser el primero.

Cyborg se liberó empujando a su rival.

- Así que asesinarme, ¿eh? Supongo que debo sentirme orgulloso de ser la primera de tus víctimas. ¡Pero no lo conseguirás!

El héroe se lanzó sobre ella golpeándole con todas sus fuerzas. Pero no se percató de que por su espalda varios cables se movían hacia él como si tuviesen vida. Se conectaron a su cuerpo cibernético, y después de un chispeo de energía Cyborg cayó en tierra.

- Máquina primitiva. El viaje en el tiempo me dañó. Mis sistemas estaban averiados y recibiste toda esa información. Pero ya no importa. Contigo muerto las posibilidades de que evitéis la conquista mundial serán menores.

Índigo se dispuso a lanzar un rayo energético cuando se dio cuenta de que en el laboratorio había otro robot.

- ¿Qué es esto? –se acercó para observarlo con detenimiento- Este robot… es una réplica construida con elementos de…

Frente a ella había un espejo en el que se reflejaba su grotesco aspecto. Su pecho estaba abierto, como si la hubiesen diseccionado, y sus piezas interiores estaban a la vista.

Para llegar a la Isla sólo había una forma: teletransportación. Desde los muelles los titanes activaban el aparato que portaban en sus brazaletes y eran trasladados allí.

Los Outsiders tenían su cuartel general en la parte inferior de la Isla. Era un secreto que sólo Cyborg, Batman y Nightwing compartían. El sistema de los Outsiders tenía mayor alcance y podían teletransportarse casi desde cualquier punto de la ciudad. Era así para mantenerse en todo momento oculto de las autoridades.

Los Outsiders entraron en la zona aérea de New York. Al llegar a cierto punto la nave en la que viajaban se desmaterializó y se rehízo ya en el interior del búnker. Sus compuertas se abrieron y por ellas salieron los cuatro superhéroes.

- ¿Entonces le echarás un vistazo a la nave?–dijo Nightwing.
- Dame un rato para descansar y me pondré con ello –respondió Faith-. En el ejército aprovechaban mis poderes telequinéticos para reparar sus cachivaches. Aprendí mucho de ellos.
- Mejor tú que yo. Batman no era “el mejor ingeniero del mundo”, así que sé poco sobre reparar nada.

Zauriel se dirigió a su habitación, pero antes se detuvo frente a la puerta de su Geoff.

- Ey, Geoff, ya estamos de…

El ángel entró. Se quedó patidifuso al ver a alguien agarrando al niño por el cuello y acercándole una enorme espada. Vestía un traje azul y naranja, con malla protectora cubriendo parte de su cuerpo y una máscara un tanto peculiar.


- ¡Geoff! –exclamó.
- No muevas ni un dedo. Hazlo y le rebano el pescuezo.
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo has entrado?
- Deathstroke, el Exterminador. Respecto a tu segunda pregunta… tu joven amigo ha tenido mucho que ver en eso.

En ese momento apareció Faith por detrás de Zauriel.

- Cariño, ¿pasa algo?

Sin pensarlo dos veces Deathstroke cogió de su cinturón un pequeño cuchillo y lo lanzó impactando en el hombro de Faith. Enfadado, Zauriel extendió sus alas y saltó con gran impulso sobre él. Le golpeó con tal fuerza que salió disparado atravesando una pared.

- Geoff, ¿estás bien?
- Sí, eso creo –respondió aún asustado.
- Ese tipo no va a salirse de rositas.

En la sala contigua Deathstroke se reponía del golpe. Vio desde tierra que el ángel volvía a por él. En un hábil movimiento aprovechó el impulso de Zauriel poniendo sus piernas en su cuerpo y lanzándolo a varios metros de distancia.

El villano aprovechó para reponerse. Pero el descanso iba a durar poco por la entrada en escena de Nightwing y Jesse Quick. Ésta dijo la fórmula mágica que le proporcionaba su poder sobre la velocidad. Salió corriendo ahora a por Deathstroke, pero el enmascarado replicaba a sus golpes con gran destreza.

- ¡Apártate! –gritó propinándole un duro golpe- Mi capacidad cerebral funciona a un nivel superior al vuestro. Mis reflejos son mayores. Incluso Flash tendría problemas para golpearme.
- ¿Qué buscas aquí, Wilson? –preguntó Nightwing.
Deathstroke tiró varias cargas explosivas impidiendo así el paso de los Outsiders. Volvió a la habitación de Geoff por el agujero que ahora había en la pared. El niño no se había movido de su sitio. Pero aunque parecía una presa fácil Faith iba a complicarle las cosas. Con su poder telequinético paralizó a Deathstroke.
- ¡No te muevas!
- Tranquila, no voy a irme a ningún lado sin ti. Añadiré unos cuantos ceros más a mi cheque si te llevo a los chicos de verde.
- ¿Qué dices? ¿Te ha enviado el ejército?
- Niña, estabas muy equivocada si realmente pensabas que no irían a por ti. No hay nada que les joda más que perder una de sus armas.
- ¡Wilson! –Nightwing y sus dos compañeros entraron también en la habitación- Faith, mantelo sujeto. Tú y yo vamos a hablar.
- Sabes que siempre he tenido gran respeto por ti, Grayson, pero esto tenía que pasar tarde o temprano. ¿No es gracioso? Es el juego del gato y el ratón. Hemos cambiado los papeles. Ahora es tu cabeza la que unos cuantos políticos quieren luciendo en sus despachos. Y yo soy el mejor cazador del mundo.
- ¿Cómo has llegado aquí?
- Es una larga historia, pero… Tenemos tiempo.

- No puedo creer lo que has dicho –dijo Starfire-. Dick es tu amigo. Es nuestro amigo. Sabes que nunca te haría daño.
- Entonces dime por qué mi primo está bajo tierra –respondió Changeling- ¿Qué sabemos de él desde que deshizo los Titanes? Nada. Sólo lo mismo que el resto del mundo, que estaba en el avión que mató a toda esa gente.
- Sabes que las cosas no son como parecen.
- Es verdad. A veces son peores. Ya no sé ni cuantas semanas han pasado, pero han sido más que suficientes para saber de él. Si no quiere aclarar las cosas, le obligaré a hacerlo.
- Tenemos que determinar cuál es la posición de los Titanes al respecto –aclaró Arsenal-. Fui agente de Jaquemate. Esos tipos van en serio. Van a por ellos y nos obligarán a que también tengamos que hacerlo. Hay mucha gente en esta ciudad contraria a los Titanes, pero poco a poco estamos recuperando su favor. Si rechazamos la orden podemos meternos en serios problemas.
- Ya sabéis mi opinión –dijo Starfire-. No voy a luchar contra Dick y Jesse. Así de simple.
- Esto es una mierda. Reunión general en media hora. Avisad a Victor, Bette y los chicos.

- Habéis cabreado a mucha gente. Montaron aquel supuesto motín para sacar a Faith de Belle Reeve… y luego la rescatasteis. Estaban llevando a cabo sus experimentos en robótica… y vosotros fuisteis a joderles robando sus documentos. Tenían su prisión para metahumanos… y os la hacéis volar por los aires.
- Así somos nosotros, sí –sonrió Jesse Quick.
- El robot del futuro. Estaba en STAR Labs hasta que, misteriosamente, fue robado. Fue vuestro amigo Cyborg.

Nightwing no mostró sorpresa alguna. No era nada que no supiera.

- Es bueno. Las medidas de seguridad no le detuvieron, pero las autoridades especializadas sospecharon de él. Las altas esferas tenían especial preocupación por el asunto. Querían recuperar el robot. Las cosas ya no son como antes en Washington, ¿sabéis? Me buscaron a mí… al mismo que los anteriores Presidentes quisieron muerto… para ocuparme del asunto. Me dije “¿y por qué no?” Todo sea por defender mi país –sonrió-… y un buen cheque. Pero antes necesitaba a alguien.
- ¿A quién?
- Alguien que pudiera ver y oír por mí en la Torre.

- Ey, Rose, ¿has visto a Conner y Bart? –preguntó Arsenal al entrar en la habitación de la joven.
- Creo que estaban fuera jugando con el balón –respondió la chica mientras arreglaba su habitación-. Voy a cambiarme e iré a recoger a Rose. ¿O vas a ir tú mismo?
- Lo siento, pero voy a estar ocupado. Mejor ocúpate tú.

- ¿Rose Wilson? –dijo Jesse sorprendida- No puede ser. La conozco bien. Nunca traicionaría a los Titanes… y menos por la sabandija de su padre.
- Mi capacidad de influencia sobre ella es mayor de lo que yo mismo esperaría. La chica se coló en el laboratorio de Cyborg y comprobó que era cierto: allí tenía al robot. “Stone es peligroso. No debes fiarte de él” le dije. “Ese robot que mató a Donna Troy… Está experimentado con él sin contaros nada. Por qué iba a hacer algo así?”
- Aún no has dicho cómo has conseguido llegar aquí –dijo Zauriel.
- El niño –respondió mirando a Geoff-. Tiene el poder de comunicarse con los sistemas informáticos.

Los Outsiders mostraron una clara sensación de sorpresa.

- ¿No lo sabíais? Estaba en Black Riot. Algo en especial debía de tener, claro. Se dedicó a meterse donde no tocaba: sistemas del Pentágono, de la CIA… hasta que los especialistas informáticos le localizaron esta misma mañana. Qué sorpresa se han llevado al darse cuenta de que estaba en la Isla de los Titanes.
- ¿Isla? –dijo Jesse Quick, tan sorprendida como el resto- Nightwing, ¿el búnker está en…?
- Grayson, eres un especialista en guardar secretos, ¿pero incluso eso se lo ocultaste a tus compinches? –sonrió- Respondiendo a vuestra pregunta… Hace escasamente media hora unos agentes de Jaquemate han venido invitados a la Isla. Sus chicos de bata blanca y gafotas han captado la onda de frecuencia. La idea era enviar a sus soldados en busca del crío… que, presumiblemente, conduciría a los Outsiders. ¿Pero para qué enviar toda una tropa si existía el riesgo de que por un error en los cálculos fuesen transportados al interior de una roca? Demasiado dinero perdido.
- No creo que tus servicios sean mucho más económicos –dijo Nightwing.
- Hay que saber tratar bien a los buenos clientes. Los de la Casa Blanca lo son.

Jesse se apartó un poco llevando consigo a Nightwing.

- Dick, ¿tiene razón? ¿Todo ese tiempo… hemos estado en la Isla? Este búnker…
- No es el momento para hablar de eso. Saben dónde estamos. Si han enviado a Deathstroke pueden hacerlo con más. Ya no es seguro estar aquí. Tenemos que marcharnos.
- Hay algo que me preocupa. ¿Por qué nos ha contado todo esto?
Deathstroke, atento a qué decían, le respondió después de soltar una maliciosa risa:
- Porque necesitaba ganar tiempo, querida.

De repente, unas cargas explosivas colocadas en diferentes puntos del búnker detonaron.

- Espero que no le tuvierais cariño a la casa.




El estruendo de las explosiones se escuchó en la Torre. En la sala de reuniones los Titanes saltaron de sus asientos.

- ¿Qué ha sido eso? –dijo Impulso- ¡Parecía una explosión!

Todo temblaba. Parecía que se estuviese produciendo un terremoto.

- ¡Mirad!

El suelo se quebró, pero no por las explosiones: Era Índigo. Había llegado desde el laboratorio de Cyborg atravesando todos los pisos que encontraba en su camino. Entre sus brazos tenía el cuerpo de Cyborg, el cual arrojó con desprecio. Los Titanes, conmocionados al reconocerla, se quedaron boquiabiertos.

En el búnker todo era llamas y humo. Deathstroke era el único en pie, orgulloso de la destrucción que acababa de provocar. Agarró por el pelo a Geoff y Faith apartándolos del fuego. En contacto con ellos activó su sistema de teletransportación. De inmediato, los tres desaparecieron. Su destino era en los muelles del Río Este. Apareció allí, donde el agente Jeff Vey le esperaba, entre gritos de sorpresa de los ciudadanos por las explosiones en la Isla.

- Enhorabuena, señor Wilson, ha cumplido su misión con éxito trayéndonos a estos dos. En Washington estarán muy contentos con usted.
- Sí, vale, dígales “de nada” de mi parte. ¿Y ahora?
- Si han muerto por sus bombas, se acabó. Si no, esperaremos a ver qué hacen los Titanes. Comprobaremos el grado de fidelidad de esos chicos por su país.
- No lucharán con ellos. Créame. Son sus amigos.
- Yo no estaría tan seguro, señor Wilson. Esperaremos. Después recogeremos los restos… y ese robot.


- ¡Victor! ¡Responde! ¡Victor! –exclamó Starfire preocupándose por el estado de su compañero.

Del agujero del suelo salieron dos robots más que se colocaron al lado de Índigo.

- ¿No os suenan de algo? –dijo Superboy- Son parecidos a con los que luchamos hace días.

Sin soltar palabra Starfire alzó el vuelo disparando rayos de energía contra aquellos.
Superboy puso sus manos sobre la mesa de reuniones y con su “telequinesis táctil” la lanzó despedida hacia Índigo, que la partió con una simple mano.

- ¡Fijaos en ella! –dijo ahora Arsenal- ¡Le faltan partes de su cuerpo! Estoy seguro de que ha tenido que usarlas para construir esos dos cachivaches de amigos que tiene. Puede que eso la haga más débil a nuestros ataques.

- Tienes razón, arquero –dijo Índigo-. Los he creado para cumplir mi misión con mayor prontitud. Pero aunque esto me ha dejado en un 50 % de mi poder, no seré yo quien luche contra vosotros.

En ese momento Cyborg se levantó de tierra como si estuviese hipnotizado.

- Será él quien os mate.

Índigo y sus dos robots atravesaron volando todas las plantas de la Torre hasta salir al exterior. Poco podían hacer los titanes para evitarlo; ya tenían otro problema que solucionar.

- Victor, ¿puedes oírme? –dijo Changeling.

Pero Cyborg no parecía oír ni ver nada. Simplemente se movía de manera mecánica porque Índigo le había convertido en eso, en una máquina de matar. Desplegó todo su armamento y empezó a lanzar potentes rayos por su disruptor de sonido blanco. Una nueva batalla había comenzado.





A cientos de metros bajo tierra, el panorama no pintaba mejor.

Generalmente Jesse Quick era conocida por su poder sobre la velocidad, pero tenía otro as en la manga. Heredó de su madre, Liberty Bell, su fuerza y resistencia sobrehumana. Eso le salvó de morir allí, ya fuese por el derrumbamiento del búnker o por las propias explosiones. Así pues, Jesse se quitó de encima toneladas de cascotes metálicos. Seguidamente fue de un lado a otro buscando a sus compañeros. “¿Dónde demonios estáis?” pensó.

De repente, entre las llamas apareció Zauriel, quien protegía a Nightwing cubriéndolo con sus alas.

- ¿Cómo está?
- Se recuperará –respondió el ángel-, pero tiene que verle un médico urgentemente.
- Creo que sé dónde podemos encontrar ayuda.

La chica levantó la mirada hacia una enorme compuerta que había en el techo.

- Mira. ¿Te habías fijado alguna vez que estaba? Creo que es una especie de salida de emergencia.
- Tal vez se ha abierto automáticamente por las explosiones.
- Sí. Hasta ahora sólo sabíamos que el búnker nos lo había proporcionado Batman, pero ni Nightwing nos quería decir dónde estaba. Ahora ya lo sabemos. Sácanos volando por esa escotilla, Zauriel. Los Titanes pueden darle asistencia a Nightwing. Mis amigos nos ayudarán.

En la sala de reuniones la batalla continuaba.

Los titanes estaban en tierra. Se echaban las manos a sus ya ensangrentadas orejas para protegerse de los rayos sónicos de Cyborg. Y ni eso evitaba aquel terrible dolor.

Flamebird (Bette Kane) en un gran gesto de resistencia, cogió a su compañera Raven y la sacó a rastras de la sala. Después cerró la puerta pulsando un código en el marcador. Por su alta tecnología las paredes y puertas de la Torre protegían prácticamente al cien por cien de los sonidos. Ya a salvo la chica zarandeó a Raven para despertarla.

- ¡Venga, despierta, venga!
- Euh –se lamentó aquella-… ¿Bette?
- Sé que no nos conocemos muchos, pero Garfield me ha hablado muchas veces de tus poderes. Puedes absorber las enfermedades de otros, ¿verdad? Ese androide está controlando a Vic. Tienes que liberarlo o nos matará a todos.
- Mis poderes… Mis poderes son empáticos. Y el problema procede de su parte cibernética…
- Pero deben estar unidas de alguna forma. Si te haces con el control de su lado humano puede que rompas el dominio de ese robot.
- … o que mate a Victor por ese conflicto interno al que estaría sometido.

Las dos se miraron en silencio hasta que Raven dijo: - Te quedarás aquí.

- Vale, las chicas sin poderes nos quedamos fuera de combate. Te abriré la puerta.
- No hará falta –aclaró-. ¿No te habló Gar de mi poder de viajar entre dimensiones?
Al momento Raven desapareció entre una oscura humareda. Momentos después reapareció, pero ahora justo detrás de Cyborg. Rápidamente puso sus manos sobre las sienes de su amigo para proyectar su poder.
- Detente, Victor.

Pero antes de producir ningún efecto sobre él, Raven fue golpeada y salió disparada atravesando el cristal del ventanal.

- ¡Raven! –exclamó Changeling, que saltó a por ella convertido en un enorme ave. La agarró con sus patas y la bajó lentamente sobre el césped - ¿Estás bien?
- Eso creo –respondió con su peculiar tono de voz-. He penetrado levemente en su mente. Os ha estado ocultado cosas.
- ¿Qué dices, a qué te refieres?

De nuevo en la sala de reuniones, Cyborg había detenido su ataque sónico por la intervención de Raven. Esta circunstancia fue aprovechada por Superboy, que le cogió con fuerza el brazo: –Lo siento, tío, ¡pero eres tú o nosotros!- Gritó al arrancárselo. - Superman me contó una vez que te hizo esto pero que no sentiste auténtico dolor físico. Espero que haya vuelto a ser así.
Aún sin su brazo Cyborg reaccionó disparando lasers por los dedos de su otra mano. Éstos impactaron en pleno en el pecho del joven de acero.

Impulso se lanzó entonces a golpearle a toda velocidad: - ¡Vale, C3PO, vamos a terminar con esto!

- Starfire, seguid luchando con él –dijo Arsenal-. Sé cómo terminar con esto.
- ¿Tú adónde vas?
- A hacer una cosa que esperaba no tener que hacer –el arquero abrió la puerta de sala y vio entonces a Flamebird en tierra. Arsenal le tomó el pulso y comprobó que respiraba con normalidad. “He debido desmayarse” pensó mientras la apoyaba contra una pared.

El héroe siguió su camino hasta llegar a un pasillo y detenerse frente a lo que aparentemente era una simple pared. La tocó con su mano activando así un dispositivo; inmediatamente una puerta oculta se abrió. Recorrió un largo pasillo hasta llegar, por fin, a donde quería: el laboratorio de Victor Stone.

“¿Pero qué ha pasado aquí? Parece que haya habido una pelea.” El arquero se sorprendió al ver el estado en el que se encontraba el laboratorio. “Este tubo de contención…. Vic, amigo, me aseguraste que no tenías nada que ver con el robo del robot en STAR Labs… Sea como sea, lo primero es detener la pelea”. Arsenal abrió una caja de protección y sacó de su interior un instrumento del que pulsó un botón rojo. “¡Ya está!”

Mientras, Raven reapareció en el campo de batalla dispuesta a detener a Cyborg. Esta vez le envolvió con su espectro-alma: - Escúchame, Victor. Sigue mi voz. Sé cómo son las personas, no por su aspecto, sino por sus emociones y sentimientos. Y éste no eres tú. Voy a despejar tu mente, pero tendrás que luchar por recuperar el control sobre tu otra parte. Ésa es una batalla en la que yo no puedo ayudarte.

En ese momento Victor recuperó la conciencia: - ¿Pero qué…?

También en ese momento su cuerpo cibernético se detuvo por la acción de Arsenal. Se derrumbó en tierra sin resistencia alguna.

Raven retiró su espectro. Los titanes se acercaron para comprobar el estado de su amigo.

- ¿Qué ha pasado? – preguntó Impulso- ¿Ya hemos terminado? Pero si ahora comenzaba a calentarme.
- Su humanidad ha vuelto a adueñarse de todo su cuerpo.
- Gracias a ti –dijo Victor desde tierra-. ¿Pero por qué no puedo moverme?
- Eso es cosa mía –aclaró entonces Arsenal-. Activé el chip de seguridad que hay instalado en tu cuerpo. Te he cancelado.
- Mejor apagado que encendido mientras…
- ¿… mientras qué, Victor? He estado en tu laboratorio. Tenías al robot, ¿verdad? Y también a aquel con el que luchamos hace días.
- Ey, eso ya le he dicho yo –bromeó Superboy.
- Lo que dices es cierto, Roy –aclaró Raven-. Os mintió. Lo robó de STAR y con sus piezas creó al otro.

Los titanes se quedaron pasmados por sus palabras.

- Pero su intención fue buena, creedme. Sólo buscaba comprender mejor al robot. No os dijo nada por compromiso con otra persona…
- ¿Otra persona? ¿Con quién?

Por la puerta de entrada a la sala de reuniones aparecieron Zauriel y Jesse Quick, ella cargando con Nightwing.

- Déjame adivinar: Batman –dijo Jesse-, ¿verdad? Maldita obsesión por los secretos. Chicos, sé que no he avisado de que veníamos a comer, pero… Tenéis que ayudarnos. Nightwing está herido.
- Déjame –le respondió Starfire-, le llevaré a la sala médica.
- Gracias. Estoy segura de que tendréis muchas preguntas… no sé si tantas como nosotros… pero…
Changeling, claramente molesto, se acercó a Jesse. Entre los titanes se produjo cierto silencio.
- Outsiders, ¿verdad?
- Eso me temo –respondió-. Gar, me alegro de…

El verdoso héroe propinó un puñetazo a Jesse.

- ¡Matasteis a mi primo! ¡Matasteis a…! –Arsenal le sujetó por entre los brazos para pararle- ¡Suéltame! Ya sabéis qué dijo el tipo de Jaquemate. Tenemos que…
- Dado el estado de Cyborg tomo el liderazgo de los Titanes –dijo Arsenal-. Impulso, llévatelo a otra sala hasta que se tranquilice. Raven, Flamebird está fuera inconsciente; intenta despertarla. Superboy, levanta a Cyborg y llévalo a donde te diga. Nada de activar su cuerpo mientras pueda seguir siendo un peligro. Tú y yo vamos a hablar, Jesse. De titán a outsider.


¡Continúa en Los Titanes nº 12!



INSIDE
En los cómics las series Jóvenes Titanes y Outsiders se unieron en un crossover titulado “Los Infiltrados” en los que resolvían el tema de Índigo (que resultó ser una versión del villano Brainiac del futuro) y Superboy (creado a partir del ADN de Lex Luthor). En el caso de nuestros fics de Action Tales también había mucha tela que cortar. ¿Por qué Deathstroke quería que su hija espiase a Cyborg? ¿Por qué éste había robado el cuerpo de Índigo? ¿Qué tenía de especial Geoff? ¿Sabrían los Outsiders dónde estaba en realidad su búnker? ¿Por qué fue enviado Zauriel a la Tierra? Todas ellas se responden en este episodio de Outsiders… y las que no lo harán en Los Titanes nº 12. ¡No os lo perdáis!

Raúl G. Peribáñez
Mayo de 2008

1 comentario :

  1. Reseña del 13 de agosto de 2008:

    "Azul, Verde y Rojo" es un crossover en dos partes que une los caminos de estos dos grupos tan relacionados, justo antes del arranque del megacrossover Imperio.

    Y ciertamente, Raúl ha hecho un gran trabajo, en una historia con grandes dosis de acción, en la que aprovecha para cerrar casi todos los cabos sueltos que ha ido dejando en ambas series durante su primer "año" de vida, evitando con aparente facilidad los molestos "rollos explicativos" que podrían haber ralentizado el ritmo de la acción.

    Me ha gustado la forma en que el autor "mueve" a tanto personaje sin que la historia resulte confusa, y en general, también la caracterización de cada uno de ellos.

    Sin embargo, en el apartado negativo, debo decir que los cambios de actitud de Changeling durante estos dos números me han parecido un poco "extraños", y no me ha terminado de cuadrar ni su agresividad inicial, ni su reconciliación posterior.

    Aparte, quizá me hubiera gustado más que la historia fuera un poco más "compleja" (aprovechando a fondo esta reunión de ambos grupos), y que se le hubiera sacado más partido al argumento para llegar a completar cuatro partes, como mínimo. Pienso que la premisa inicial daba para más vueltas al asunto.

    ResponderEliminar