Batman nº 7

Título: Ojos sucios (III)
Autor: Fulgencio Jimenez
Portada: Angel Polo
Publicado en: Enero 2006


Tina Rosbert tiene la clave para desvelar el secreto detrás de los secuestros en Gotham. ¿Podrá Batman protegerla ahora que está en el punto de mira del villano de la historia?
Hice una promesa ante la tumba de mis padres: librar a esta ciudad de la maldad que les quitó la vida. Soy Bruce Wayne, filántropo multimillonario. De noche, los criminales, esos cobardes y supersticiosos, me llaman...
Batman creado por Bob Kane

Anteriormente en Batman: Robin le comunica a Batman su intención de dejar de ser el chico maravilla, y Batman lo acepta. Mientras, Dan “El Trébol” Pelussi llega a Gotham con la intención de expandir su negocio. Por otro lado, varios chicos están desapareciendo en extrañas circunstancias, pero lo más raro es que algunas de estas desapariciones no son denunciadas a la policía. Tim sale del dice con su padre y descubre en un callejón como una niña esta siendo raptada por un hombre corpulento, tras discutir con su padre entra en acción y desbarata los planes del secuestrador de niños, ahora tienen una pista que seguir, pues ya han visto al hombre que los rapta. 

Comisaría Central de Gotham, 11:59h de la noche. Veinte días después de la primera desaparición.

Se llama Tina Rosberg y parece nerviosa, no se siente muy cómoda, sabe que tras el enorme espejo situado justo frente a ella alguien la está observando fijamente y no está equivocada en absoluto, pues el mejor detective del mundo la revisa con ojos fríos e impasibles.

En ese momento se presenta en la sala de interrogatorios número tres la detective Montoya con una gran taza de café caliente, mientras que en la sala en la que se encuentra Batman hace acto de presencia el comisario Akins para visualizar el interrogatorio con el Murciélago. Al entrar hace un gesto de saludo y se sitúa al lado del héroe enmascarado sin hacer ningún movimiento más, se siente frustrado por no saber con exactitud cual es asunto que hace que estén con una niña, con una niña que por supuesto es menor en una sala de interrogatorio y mientras los padres están en la sala de espera con su abogado seguramente tratando cual es la mejor manera de denunciar al departamento de policía por no dejar ver a su hija.

Al final el gesto cambia y con cierta preocupación comenta mirando a la niña

- ¿Cuál es la razón por la que no querías que los padres vieran a la niña?

Batman mira al Comisario y ve en sus ojos cierta desaprobación lógica por otra parte, el es el máximo responsable, a fin de cuentas Batman no es policía ni tiene ninguna responsabilidad legal para con los padres

– La niña... –hace una pequeña pausa para mirarla y vuelva a mirar al comisario – la niña, sorprendentemente está muy entera en estos momentos. Hemos de tener en cuenta que ha sufrido un secuestro, del que logro escapar y que más tarde estuvo a punto de volver a ser secuestrada por el mismo hombre.

- Si, pero sus padres tienen derecho a ver a su hija.

- También los padres de los otros niños secuestrados, tienes que entender que es nuestra única testigo, si le dejamos ver a sus padres seguramente se derrumbará y no podremos obtener más información de la niña que tenemos ahora mismo delante- Señala a la niña que está situada al otro extremo del cristal y que en esos momentos mira atentamente a la detective Montoya – Entiendo a los padres de Tina, pero lo cierto es que ahora ella está aquí con nosotros y a salvo, pero ¿qué sucede con los demás? Ella nos puede ayudar y si la perdemos no tendremos nada.

- Lo comprendo, pero no podemos retenerla de este modo. Puedo entender que tus intenciones son buenas, pero los métodos no son los apropiados ni los legales.

Batman calla, sabe que no puede hacer nada contra el comisario, ya que tiene la razón. Su único deseo es que no intervenga hasta que obtenga toda la información que precisan en esos momentos. Al fin habla

-Comisario, estoy en su comisaría y usted manda.

- Dios – el gesto de Akins es claro. No tiene ni idea de que es lo que tiene que hacer. Es relativamente nuevo en este puesto y no conoce a fondo al que todos llaman Batman. Solo sabe que es un hombre siniestro, que no es muy comunicativo y que por algún extraño motivo siempre parece tener la razón. Además el comisario Gordon le confió su amistad. “¿Qué hago?” se pregunta una vez más y mira de nuevo al Murciélago que tiene sus ojos clavados fijamente en él mientras se funde con las oscuras sombras de la sala. Y por fin habla – De acuerdo, tienes una hora. Después es mía para dársela a los padres.

- Bien. – contesta Batman, que se despreocupa entonces del comisario y se centra ya en la conversación que mantienen la detective Montoya con Tina.

- Voy a ver que les digo a los padres, no se como saldré de esta. – abre la puerta y se dispone a salir. Akins se vuelve y no dice nada.

- Espero que sepas lo que haces. Si Gordon confió en ti yo también lo haré. – y se marcha de la sala de observación.

- Oráculo – Batman necesita saber algo antes de prestar total atención al interrogatorio de la detective Montoya.

- ##Estoy aquí, B##.

- ¿Qué tal la investigación de los padres de la niña? ¿Encuentras algo?

- ##No, parecen ser personas totalmente normales y no tienen ninguna vinculación a mafia ni a nada que sea ilegal. El trabaja de mecánico en un taller de automóviles y ella es camarera a tiempo parcial.##

- De acuerdo. Batman fuera.

- ##Oráculo fuera.##

La chica comenta como fue secuestrada.

- ...cine con mis amigas, y nos dirigíamos al centro comercial, pero yo recordé que tenia que pasar antes por el trabajo de mi madre que no está muy lejos del centro comercial...- hace una pausa y la detective puede ver como el vello de la chica se estremece y su piel se contrae, como si un escalofrío le recorriera todo el cuerpo.

- Tranquila, Tina. Tomate todo el tiempo que necesites, no te pidas demasiado pequeña – Montoya intenta que la niña no se derrumbe, es buena. Y Batman lo sabe, por eso pidió que fuera ella quien interrogase a la niña.

- ... Sniff – unas pequeñas lagrimas se deslizan por las blancas mejillas de la pobre niña, pero sigue hablando – hay una callejón... mi madre siempre me dice que no entre por ahí, pero es que es mucho mas rápido que por la calle 34, así que de vez en cuando paso por el y así llego antes... sniff...

- ¿Qué pasó en el callejón?

- Sniff... no lo se, cuando entre todo se vuelve nublado y no recuerdo nada. Más tarde... Sniff.

- Despertaste en algún lugar desconocido, ¿es así, Tina?.

- Si. Hacia frío y me sangraba un poco la herida la cabeza, notaba como resbalaba por mi pelo – La niña se señala la herida, ya curada, que tiene en la parte trasera de su pequeña cabecita.- y me dolía mucho... Sniff.

- ¿Podías oír algo o ver algo del lugar?¿Algún detalle para saber donde esta el sitio?

- No recuerdo nada, no presté atención en ese momento. Pero si oía mas lamentos, algo como llantos... Sniff. Luego entro el Gigante en la habitación, yo estaba atada en una silla, pero la cuerda de las manos estaba muy floja, no se porque. Justo el poco de entrar el Gigante me pude soltar... Sniff

- ¿Y por que no corriste para huir?

- Sniff... Tenia mucho miedo, no quería que me hiciera mas daño, así que pensé en intentar escapar cuando no estuviera el Gigante... Sniff... pero... luego... ¿y si no se va?... Sniff... tenía mucho miedo y en ese momento no pude mover ni un dedo... Sniff...

- Tranquila pequeña. – la detective Montoya se levanta y se acuclilla junto a la pequeña, secándole unas lagrimas que le resbalan por la mejilla. – ya estas a salvo, nadie puede hacerte daño ahora.

Entonces la pobre Tina se abraza a Montoya y comienza a llorar desconsoladamente. Batman que observa la escena con total atención solo espera que no se derrumbe, ¡ahora no!, estando tan cerca no.

- Mira – comenta la Detective a la desconsolada niña, mientras la separa de su cuerpo – vamos a hacer una cosa, voy a salir a traerte un vaso de agua y un kleenex, tú mientras tranquilízate y piensa en lo que te he dicho, no te puede pasar nada. Aquí estás a salvo.

Pausadamente Montoya se desliza fuera de la sala de interrogatorio Nº 3 para dejar a la niña sola. Batman la observa, mientras la interrogadora entra el la sala de observación.

- Lo estás haciendo muy bien. Pero no progresamos como deberíamos. – Batman no mira a la detective.

- ¿y qué pretendes que haga?, no puedo forzar más. Está muy afectada. Creo que sería bueno que viera a sus padres.

- No. Aun no. Primero tiene que terminar de contar lo que pasó. Es importante. Hay muchos niños aun secuestrados. La más mínima pista me puede llevar al sitio en el que se encuentran.

- Es una niña. No puedes actuar como si fuera un adulto. Es ilegal y, los más importante, es inmoral.

Batman la mira fijamente, no le ha gustado en absoluto el comentario de Montoya. Es la segunda vez que le pasa con ella(1). No se inmuta parece no tener ningún respeto hacia el héroe enmascarado.

- ¿Inmoral? Hay siete niños desaparecidos, ¿Te parece eso moral, Detective Montoya?

- Esa niña no es la responsable, y por lo tanto no podemos tratarla como si lo fuera. Por Dios no es la criminal.

- Pero lo cierto es que es la única que puede ayudar a los demás desaparecidos. Ella está pasando por un mal momento ahora, pero ¿has pensado en los siete restantes? Yo si lo hago, no me gusta lo que esta niña esta pasando, pero me gusta aún menos lo que tienen que estar pasando las restantes víctimas.

La detective se queda sin palabras – pero...

- Voy a entrar – Batman abre la puerta de la sala de observación.

- No puedes hacer eso. No eres policía y no tienes autoridad aquí.

- ¿Me lo vas a impedir, Detective Montoya?

- ...

- Mira esa chica me conoce, sabe quien soy y lo que represento para esta ciudad. Es posible que mi presencia le de tanto respeto que impida que se derrumbe por completo antes de saber el resto de su historia.

- Cinco minutos. ¿Está claro?

Batman tras este incidente tendrá que tener una larga charla con Montoya, él no le gusta, pero el sentimiento es mutuo. Tiene que aclarar las cosas antes de que vayan a más, pues los dos están del mismo lado y tienen que trabajar juntos para así poder erradicar el crimen.

- Como el agua. – El murciélago sale de la habitación.

La puerta de la sala de interrogatorios Nº 3 se abre de nuevo, el oscuro enmascarado hace acto de presencia ante la pequeña y asustada Tina. La niña queda petrificada, no esperaba que lo que muchos creen una leyenda urbana entrara en la sala. Ciertamente se queda petrificada.

- Tina, soy Batman. Se lo que estás pasando y pretendo que termine lo antes posible, te prometo que nos queda muy poco. Y después podrás ver a tus padres. ¿De acuerdo?

- S-Si, Señor Batman.

- Bien. Has dicho a la Detective Montoya que oías otros llantos en el sitio donde estabas.

- Estaban en otra habitación, al principio no los oía bien, pero luego los pude oír más claros. Habían mas niños en ese lugar.

- ¿Cómo era?

- Yo estaba ya con las manos sueltas, pero no quería que el Gigante lo descubriera, así que seguía haciendo como si estuviera atada.

- ¿Que hacia el Tina?

- Nada, me daba mucho miedo. Se sentó delante mía y solo me miraba. Me tocaba el pelo y la cara. Sus manos...- la niña comienza a llorar de nuevo, Batman siente un estremecimiento en su pecho. Falta poco” piensa – Sniff... Sus manos eran como lijas, me hacía daño cuando me tocaban la cara y lo hacia muy a menudo..

- Pero se fue, ¿no es así, Tina?

- Si, se fue al rato le llamaron por teléfono, no se cuanto tiempo estuvo allí conmigo, creo que me desmaye alguna vez y me dolía mucho la cabeza. Entonces cogió el teléfono, y se oía alguien hablándole, él se incomodó un poco...

- ¿Le oíste decir algo?

- No señor, parecía mudo. Pero si emite algún gruñido, en esa conversación hizo muchos gestos de desaprobación y después... ¿Tiene un pañuelo?

- ¿Un pañuelo? – Bruce no esperaría nunca una pregunta como esa.

- Si un pañuelo, para secarme las lagrimas. La otra mujer me dijo que me traería un pañuelo pero después entro usted y no me trajo nada.

Batman abre uno de los compartimentos de su cinturón multiusos y saca un pañuelo, estira la mano y se lo da a la niña.

- Gracias, señor Batman.

- Esto... De nada. ¿Entonces que pasó?

- Sniff... entonces se fue. Y me quedé en la habitación sola. Solté las cuerdas y salí de la habitación. Era un gran almacén y en el centro del almacén habían un montón de jaulas, como las del circo...

- ¿Eran otros niños?

- Si, eran un muchos de niños más, me acerque a uno... ¿Cómo se llamaba? Jesús o algo así.

- Se llama Josus Elder.

- ¡Eso! Era el único despierto, me pidió ayuda, que lo sacara de ahí, pero el candado estaba cerrado y no podía abrirlo. Entonces le dije que iba a buscar ayuda. Y salí por una pequeña ventana que estaba rota en uno de los lados del almacén.

- ¿Y que paso luego, Tina?

- Corrí mucho, no sabia donde estaba ni donde corría. Yo solo corría y corría, esperando ver a alguien para poder pedir ayuda, pero llegó un momento que no sabia ni donde estaba. Me paré por que no podía ni respirar. Y entonces... Sniff...

- Entonces apareció el Gigante y el resto de la historia ya lo sabemos, ¿no es así, Tina?

- Si, Señor Batman. Apareció el chico del pañuelo y me dijo que me fuera con aquel hombre y yo... yo le hice caso y después vino la policía.

- Bien, Tina. Has sido muy valiente. Ahora ¿sabes qué vamos a hacer?

- No, Señor Batman.

- Vas a ver a tus padres y vas a intentar identificar al Gigante, y después te iras a casa. Tranquila ya estas a salvo.

Batman sale de la sala de interrogatorio Nº 3, y en la puerta está ya esperando la Detective Montoya, esperándolo.

- y bien, ¿Qué hacemos ahora?

- Pues no ha ido como esperaba. La niña estaba muy asustada en el momento de escapar y olvido mirar algún detalle, algún nombre en el almacén. Fue encontrada cerca de la zona de almacenes que hay en el centro de la ciudad y seria como buscar una aguja en un pajar. Aun así, se ha reducido mucho la zona de búsqueda, me gustaría que algunos agentes fueran allí y que buscaran por todos los almacenes.

- Pero... hay más de 300 almacenes en esa zona. Tardarán siglos.

- ... ¿Algún problema?

- eh... No, supongo que no.

- Bien, si encuentran algo espero que se me comunique.

Batman se aleja de la detective y justo al pasar por la sala de identificación se encuentra con Tim y quedan parados uno frente a otro. Desde que Tim dejara de ser Robin(2) su relación no ha sido todo lo buena que sería deseable. Pero el detective reacciona rápidamente.

- ¿Qué tal ha ido, Tim?

- No lo he podido identificar. En el archivo de la policía no está.

- De acuerdo, ve a casa y descansa las heridas. – Batman se aleja de Tim.

- Batman... – El Ex niño maravilla se acerca al héroe – Espérame en el callejón, tengo algo.


Callejón junto a la Comisaría Central de Gotham, 01:09h de la madrugada, esa misma noche.

Está ya impaciente, hace ya mas de veinte minutos que Tim le pidió que lo esperara en el Callejón junto a la comisaría, y no le gusta esperar por nadie ni a nadie. Entonces en la entrada del callejón aparecen Tim y su padre, que parece en desacuerdo con la cita. Aún así el chico se acerca donde se encuentra Batman.

- Siento la tardanza, me han hecho firmar mil impresos.

- ... ¿Qué tienes?

- He visto antes al que me ha dejado la cara hecha un mapa. Lo conozco.

- ¿De Dónde? – Batman se intriga ante la revelación del joven.

- Lo he visto en la base de datos de la Batcueva.


Batcueva, 2:35h de la madrugada, esa misma noche.

Alfred baja con una bandeja en la que podemos ver una coca-cola Light y un vaso de leche. Su cara parece feliz por el hecho de que Tim se encuentre de nuevo en casa, aunque solamente sea de manera “ocasional”(3).

Tim pasa fichas en el ordenador, el chico mira atentamente a la pantalla, mientras Batman obsesa al chico atentamente.

Pip Pip Pip (el sonido que hace el ordenador queda vez que pasa una ficha).

- ¿Dónde está? Estoy seguro que lo vi aquí.

Pip Pip Pip

- Tómatelo con calma, en el fichero hay mas de tres mil personajes, míralos bien y no te precipites.

Alfred interrumpe – Aquí tienen lo que pidieron. Coca-cola Light para el Señorito Tim y Leche para el Amo Bruce. Señorito Tim parece más flaco de lo normal ¿No quiere nada de comer?

Pip Pip Pip

- ¿Desde cuando me llamas “Señorito”, Alfred? No recordaba que sonara tan mal.

- Señorito, lo hago desde que está aquí. Vamos desde que era un mocoso.

Pip Pip Pip

- No te pongas así, Alfred, ya sabes que te lo digo en bro... ¡¡¡Este es!!! Bruce, este es el tío que me dio la paliza.

- Bien. Déjame ver.

"FICHA CRIMINAL Nº 1.478
Nombre Original Ricky Bronk
Otros Alias “El Mudo”
Especie Humano
Profesión Matón a sueldo
Lugar de Nacimiento Seattle, USA.
Fecha de Nacimiento Desconocida
Estado Civil Soltero
Parientes Conocidos Ninguno
Base de Operaciones Desconocido
Altura 2,25 m
Peso 165 Kg
Ojos Azules oscuros
Pelo Negro
Piel Blanca

Historial Delictivo Trabajo de 1988 al 1995 con las tríadas Azules de Seattle. Fue detenido en el atraco de un Banco el 21 Marzo del 95 y pasó dos años en prisión. Puesto en libertad por buena conducta el 29 de Mayo de 1997. De 1997 al 2002 trabajó a sueldo con los proscritos de Chicago. Tras esto su paradero es desconocido, no se conoce ningún grupo de afiliación y no ha dejado rastro tras él. Conocido también por su inclinación a la pederastia, aunque nunca se ha podido demostrar ninguno de sus numerosos casos con menores. Denominado “El Mudo” a causa de su estancia en la prisión donde le cortaron la lengua mientras dormía, parece que por venganza. En busca y captura. Criminal muy peligroso y violento."

- De acuerdo, ya sabemos a quien no enfrentamos – Batman parece preocupado, pues es un criminal que hacia tiempo parecía desaparecido y que ahora vuelve a dar la cara. – la última vez que fue visto fue en Chicago. Empecemos por eso.

- Yo no puedo ayudar en esto Bruce. Compréndelo.

- Tranquilo Tim, hay mas gente a la que puedo recurrir. Vuelve a casa y descansa, y pide disculpas a tu padre de mi parte.

- ... – El chico calla. Y entonces...

BEEP BOOP BEEP BOOP

- La Bat-señal de la comisaría. Algo ha debido de pasar. – Batman activa el comunicador de su traje. – Batman conectado. ¿Qué sucede?

- ##Zzzz... nos atacan ...zzz... es grande, no podemos con él ...zzz...cuestrado a la niñ...zzz...epito ha secue...zzz...a la niña.##


Comisaría De Gotham, 3:50h de la madrugada, esa misma noche.

El piloto automático es más rápido que Batman para llegar a cualquier sitio, por lo que le héroe prefiere que el coche lo dirija, cuando llega sale apresuradamente y se dirige a lo que antes era la puerta principal, que ahora es un amasijo de escombros y metal, algunos chispazos saltan cuando entra debido a los cables sueltos.

El comisario dirige a los agentes e intenta poner un poco de cordura en todo lo que esta pasando en su comisaría. Hasta que ve a Batman asomar en el gran agujero de la entrada.

- Batman, gracias a Dios.

- Comisario Akins, ¿Qué ha pasado aquí?

- Fue todo muy rápido, casi no puedo explicarlo con claridad. – hace una pausa y toma un poco de aire tiene la cara llena de polvo, completamente blanca – era gigante y no dijo ni pío.

- ¿Se llevo a la niña?

- Yo...

- Comisario conteste.

En el otro lugar de la sala aparece la detective Montoya con el brazo en cabestrillo y tiritas por toda la cara. – Si, se la llevo – inclina la cabeza, por vergüenza – Y no pude hacer nada por impedirlo, era muy rápido no me dio tiempo ni ha sacar la pistola.

- Tranquila, fue de sorpresa. Mmm. ¿Qué es esto?

Batman se acerca a una zona de escombros y descubre un móvil.

La Detective Montoya se altera

– Es su teléfono móvil, le vi descolgarlo en medio de la refriega.

- ¿Estas segura? – Pregunta Batman.

- Completamente.

Akins se sobresalta

– Está sonando.

- Si, y quien llama ayuda mucho en la investigación.

Batman muestra el móvil a los dos policías en la pantalla se puede leer “Pelussi”

Continuará...

Próximo capítulo Ojos Sucios: Desenlace
Referencias
(1) – Visto en el Batman Nº 5 AT.
(2) – Visto en el Batman Nº 3 AT.
(3) – Aunque como veremos en la nueva miniserie de Batgirl y Robin AT, que la puedes encontrar en Miniseries DC, no es tan ocasional que vuelva a realizar tareas de superhéroe

1 comentario :

  1. Reseña del 31 de Enero de 2006:

    Batman #5-7:
    Entre que los primeros números de esta serie no me gustaron mucho, y que el personaje nunca me ha llamado mucho la atención, sobre todo en su vertiente más urbana, había ido dejando esta historia a un lado.
    Gran error: Ojos Sucios es una saga de Fulgencio Jiménez realmente interesante y bien escrita. Está muy bien estructurada, y los personajes caracterizados de forma realista. El estilo de escritura es sencillo y dinámico, y se hace muy agradable de leer.
    Aunque en principio no tenga mucha trascendencia para el desarrollo de la historia, me gusta mucho el detalle de que Gotham se encuentre bajo una borrasca permanente, sin dejar de llover. Ambienta muy bien lo que va sucediendo.
    Espero con ganas la conclusión de esta saga en el próximo número.

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