Showcase nº 02: Batman

Titulo: Redención
Autor: Gabriel Shear
Portada: Imagen cedida por Agustin Garrida
Publicado en: Abril 2006

El fuego de la venganza puede ser tan ardiente y peligroso que, si te dejas llevar, terminará por consumirte a tí mismo. ¡Y nadie mejor que Batman es consciente de ello!

Hice una promesa ante la tumba de mis padres: librar a esta ciudad de la maldad que les quitó la vida. Soy Bruce Wayne, filántropo multimillonario. De noche, los criminales, esos cobardes y supersticiosos, me llaman...
Batman creado por Bob Kane
 
8:31 p.m. Una limusina cruza el puente de Gotham. El tráfico es fluído y la noche es clara y luminosa debido a la luna llena. En el interior del coche dos hombres hablan con la naturalidad que otorga la confianza. Uno es joven, delgado, atlético, de cabello largo, negro, con la piel demacrada por la viruela. Sus ojos verdes reflejan una contradictoria tristeza. La mirada es penetrante. Su acompañante, sentado frente a él, parece un hombre viejo, cansado, de cabellos plateados y de mirada infinitamente malévola. Sus brazos reposan en la empuñadura marfileña de un bastón de ébano. Su boca se tuerce en una parodia de sonrisa al hablar.
- Lo que intento decirte es que la muerte de Demerov nos va acarrear problemas. Nuestra supervivencia en esta ciudad depende de nuestro anonimato. Al asesinar a Jurik nos has colocado a todos una situación incómoda y eso traerá consecuencias.
El hombre joven observa al anciano casi con condescendencia.
- ¿No habrías hecho tu lo mismo? Ese bastardo nos había vendido a los federales. Nuestros negocios en América se vieron comprometidos.
- Tus negocios. No los míos, no los de los otros.
- Es lo mismo. Mientras dependáis de mi organización para mover la mercancía vuestros asuntos son mis asuntos. Mis problemas son vuestros problemas.
La sonrisa del anciano se ensancha cuando replica.
- Oh, desde luego. Nada de eso se pone en duda. Lo que me preocupa ahora mismo es el terreno que pisamos. Cuando el suelo empieza a crujir bajo tus pies uno se pregunta si merece la pena seguir adelante.
- ¿Hablas de abandonar?
- Hablo de sobrevivir. Si no demuestras ser lo suficientemente competente con el asunto del traslado otros querrán ocupar tu lugar.
- ¿Me estás amenazando, Kolya?
La suave risa del anciano suena seca y desagradable.
- A mi edad los hombres en mi posición no amenazan. No necesitan hacerlo. Arregla el problema con el accidente de Demerov y hazlo rápido. El cargamento llegará mañana por la noche y no quiero leer en los periódicos del martes que el DPGC se ha cubierto de gloria con el descubrimiento de otro alijo de armas clandestinas. ¿Me sigues?
El joven de cabello negro desvía la mirada hacia su ventanilla y contempla con aire ausente el suave resplandor de la ciudad. Apoya su puño contra su barbilla y lo cierra con fuerza, de forma involuntaria. A su lado hay un periódico abierto por la sección de necrológicas: "Jurik Demerov Illich DESCANSE EN LA PAZ DEL SEÑOR Amado esposo y padre de cuatro hijos, nacido en Bucarest, Rumania. Fallecido a los 34 años de edad. Sus hijos Hira y Joseph y su hermana, Misha Demerov, ruegan una oración por el eterno descanso de su alma. El funeral se celebrará mañana a las 12 de la mañana en la catedral de Gotham."
Mediodía, catedral de Gotham. Bruce Wayne acude al funeral Jurik Demerov acompañado de Sasha Bordeaux, ambos de riguroso luto. La ceremonia ha sido breve y los asistentes empiezan a desperdigarse. Wayne observa a la multitud tratando de encontrar algo en concreto.
- Dime, ¿de qué conocías a Jurik, Bruce?
Bruce sale de su ensimismamiento y mira fijamente a Sasha antes de contestar. - Su padre había sido uno de los jefes criminales de la mafia rumana en Bucarest. Cuando fue asesinado por sus socios, su hijo huyó a Estados Unidos y se convirtió en un traficante de poca monta. Drogas, armas, objetos robados...
- ¿Piensas que aquellos socios le encontraron al fin y saldaron cuentas?
- No lo sé. Jurik tenía mas valor para ellos vivo que muerto. Con sus conexiones los rumanos podían utilizarle y así establecerse en suelo americano.
- Pero crees que esto ha sido un ajuste de cuentas, ¿no?
- Según Oráculo Jurik tenía que presentarse ante el juez en unas semanas acusado de posesión de armas. Es posible que le ofrecieran un trato.
- Lo siento por ella. Le será muy duro sacar adelante a su familia.
La voz de Bruce Wayne llega desde otra parte. Su expresión es melancólica.
- Lo superará.
Bruce y Sasha se acercan lentamente a la hermana de Demerov, Misha, la cual recibe el pésame de los últimos amigos y conocidos de su hermano. Misha es muy joven, no más de 25 años, delgada y atlética. El ojo entrenado de Bruce Wayne la identifica como una mujer muy capaz de defenderse; por sus movimientos, por sus gestos, por la colocación de sus piernas y la tensión de sus músculos. Casi como si esperara algo. Sus facciones son bellas, pero en sus ojos se adivina una dureza que transforma su rostro en una máscara de odio.
- ¿Señorita Demerov? Me llamo Bruce Wayne...
- Sé quien es usted, señor Wayne. Sería muy difícil no reconocerle.
- Quería expresarle mis condolencias por la muerte de su hermano. Si hay algo que pueda hacer, cualquier cosa...
- Es usted muy amable.
Misha recorre a Bruce con su mirada, observando su altura, su robustez, la anchura de sus hombros. Cuando de nuevo le mira a los ojos sonríe con calidez.
- Agradezco su interés, pero no necesitamos su ayuda. Ya lo ve, nos tenemos los unos a los otros. Y ahora, si me disculpan, he de ocuparme de mis sobrinos.
- Por supuesto.
- Quizá nos veamos en otra ocasión.
- Cuente con ello.
Misha Demerov se aleja en dirección al aparcamiento. Sasha mira a Bruce con el ceño fruncido.
- ¿A que ha venido eso?
- No todos se muestran tan complacientes con playboys millonarios.
- ¿De verdad lo crees?
Bruce observa a Misha subir al coche y conducir calle abajo. Se siente inquieto y no sabe muy bien por qué.
8:45 p.m. La Bat-cueva. Batman se encuentra sentado frente a la pantalla de la computadora. En ella se puede ver la imagen de Bárbara Gordon.
- ##Conseguí los datos que me pediste, jefe, aunque no ha sido fácil.##
- Dime que tienes.
- ##Tal y como suponía, a Jurik los federales le ofrecieron un trato: si testificaba contra sus colegas retirarían los cargos y limpiarían su expediente. Si se negaba y con sus antecedentes, se enfrentaba a una pena de 15 años de cárcel, mínimo.##
- Eso ya lo sabíamos. ¿Qué más?
- ##Jurik había ofrecido al FBI una lista completa de nombres, rutas y horarios de los principales envíos de las mafias rumanas. A cambio los federales le meterían en el programa de protección de testigos, con una nueva identidad y una cómoda posición económica.##
- Pero Kolya y su gente llegaron primero.
- ##Eso parece.##
- ¿Conseguiste dar con el agente encargado del caso?
- ##Algo mejor. Me colé en el ordenador central de Quántico. Antes de su muerte Jurik especificó que el último envío llegaría a Gotham por mar, amparado por la mismísima marina de los Estados Unidos bajo la protección de una operación militar. Parece ser que nuestro hombre sorprendió a todos mostrándose excesivamente generoso a la hora de colaborar.##
- ¿Cuándo se realizará el intercambio?
- ##A partir de la media noche.##
- De acuerdo. Mantenme informado.
Batman se levanta y se encamina hacia el Bat-móvil
- ##Hay algo mas... ##- Él se da la vuelta y mira a la pantalla.- ##Tengo también lo que querías acerca de Misha Demerov. Defensa personal, cursos de supervivencia, prácticas con armas blancas y de fuego...##
- ¿Y bien?
La voz de Oráculo se muestra levemente sorprendida.
- ##Bruce... mataron a su hermano. Querrá vengarse. Tu lo sabes mejor que nadie.##
- ¿Eso implica que se transforme en una asesina?
- ##Teniendo en cuenta su historia familiar de violencia...##
- No necesito un diagnóstico psicológico, Bárbara. Limítate a hacer tu trabajo.
- ##Pero...##
- Yo me ocuparé del mío.
1:10 a.m. Muelles del puerto de Gotham. Almacén del embarcadero nº 7. Varios trabajadores descargan cajas de un carguero mercante y las introducen en el almacén. Dentro de la nave las cajas son introducidas en diversos camiones. Hay varios hombres armados con subfusiles y fusiles de asalto vigilando. Un hombre calvo y obeso coordina la operación con muestras de agitación y nerviosismo. Fuma un habano compulsivamente y su frente está perlada de sudor.
- ¡Maldita sea, mas rápido!. No quiero estar al descubierto toda la noche.
- Demonios, Gregory. ¿De que te preocupas? Son marines norteamericanos los que velan por nosotros.
- ¡Gregor le tiene miedo al hombre del saco!
Los demás trabajadores se ríen.
- ¡Ya es suficiente! ¿Cuántas cajas quedan por descargar?
- Estas son las últimas, viejo. Hazte un favor y cálmate un poco.
Antes de que Gregory pueda replicarle dos guardas armados reciben el picotazo de un diminuto proyectil y acto seguido se derrumban.
- ¡Que demonios...!
De pronto una granada de gas estalla en medio de la estancia. Una gigantesca sombra surge del techo y derriba a otros dos guardas en el descenso. Dos batarangs salen despedidos de ambas manos. Uno corta el cable de una grúa a su izquierda. La caja se estrella contra el suelo aturdiendo a varios peones. El otro batarang se clava en la diestra de uno de los marines. Batman lo remata con una patada giratoria. En pocos segundos todo ha terminado. Los trabajadores huyen despavoridos. Gregory apenas puede ver nada a su alrededor, el gas le hace toser, no puede respirar. Una figura amenazadora se materializa detrás de él. Súbitamente una garra le oprime el cuello y aplasta su cabeza contra el lateral de uno de los camiones. Una voz afilada como una guadaña le susurra al oído.
- No voy a contar hasta tres.
- ¡Por favor, no me hagas daño! ¡Yo no sé nada!
- Ahórratelo.
- ¡No se nada, lo juro!
- Tienes una oportunidad de vivir. Si me dices lo que quiero saber es posible que algún día vuelvas a caminar sin ayuda.
- ¡¡Por favor...!!
- Quiero el origen del dinero, Gregor y será mejor que sea algo realmente bueno.
1:22 a.m. La noche cae sobre Gotham. Mientras, en el piso 12 del edificio Norton, las luces permanecen encendidas. Diez hombres poderosos de la nueva mafia rumana discuten acerca de negocios desde hace varias horas, sin llegar a ninguna conclusión satisfactoria. El volumen de sus voces rebasa el tono de lo cortés y la tensión se incrementa por momentos. Los guardaespaldas vigilan a sus señores con creciente inquietud.
- ¡No estamos hablando de renovar nuestra infraestructura! Nuestra presencia en Gotham es perjudicial para todos debido a la propia naturaleza de la ciudad.
- ¡Eso es estúpido!
- Quizá si el caballero de Histria se explicara...
Un hombre joven de cabello largo se pone en pie. Su pelo es de color azabache y su cara está marcada por la viruela. Sus ojos, de un apagado verde esmeralda, parecen muertos. Su fría mirada recorre la amplia y lujosa habitación. Cuando habla a sus socios su voz capta inmediatamente la atención de los presentes.
- Gotham ha sido sinónimo de crimen y corrupción desde el mismo día en que fue fundada. Muchos han venido a sacar provecho de sus posibilidades. Algunos se han quedado y han prosperado, pero la mayoría se han ido... de una forma o de otra. Gotham es territorio vedado para nosotros. Existen demasiados elementos preocupantes a tener en cuenta.v - ¿Como por ejemplo?
- Batman.
- El murciélago...
- ¡Un mito!
El joven de cabello negro mira al aludido con desdén.
- Algo más que un mito. Eso sin contar con los otros habitantes ya establecidos. Locos, maníacos, las otras mafias... Una ciudad demasiado concurrida para mi gusto. No, es demasiado tarde para nosotros. No existen posibilidades. Ya no.
Kolya carraspea y le dice:
- Sin embargo mandaste asesinar a Demerov. Si queríamos pasar desapercibidos esa no era la mejor manera de conseguirlo.
- Demerov era personal...
Su voz es interrumpida cuando repentinamente las luces se apagan sin previo aviso. Dos disparos resuenan con fuerza, dos relámpagos que iluminan momentáneamente la habitación, dos cuerpos que se oyen chocar contra el suelo. Se oyen los gritos ahogados de los capos. Los guardaespaldas abren fuego contra la oscuridad.
- ¡Al suelo!
- ¿Qué está ocurriendo?... ¡Agghh!
Uno de los poderosos cae cubierto de sangre.
- ¡¡Janek, maldito hijo de... !!
- ¡Disparad, disparad...!
Las armas automáticas de los guardaespaldas barren la habitación de forma aleatoria. Muchos de sus disparos impactan en los hombres que debían proteger. Se oyen de nuevo estampidos del arma intrusa, más cuerpos se desploman sobre la moqueta. Súbitamente la luz vuelve a la habitación. La escena es dantesca. Casi todos los jefes yacen en el suelo, muertos o heridos de gravedad. Varios de los guardaespaldas han sufrido heridas, intentan mantenerse en pie; los menos afortunados agonizan en medio de convulsiones. Una figura femenina se yergue en medio de la habitación, vestida toda de negro. Empuña una pistola humeante en cada mano. Un pañuelo púrpura le cubre el cuello. Su rostro está protegido por una máscara dorada ornamentada con gemas incrustadas. La luz le coge por sorpresa, pero reacciona con rapidez esquivando los disparos de sus enemigos; rueda por el suelo hasta alcanzar una mesa de roble macizo, la vuelca y se protege con ella mientras recarga sus pistolas. Los disparos hacen volar las astillas en todas las direcciones. La mujer se incorpora ágilmente y abre fuego varias veces, pero recibe un disparo en el hombro y la fuerza del impacto la derriba. La mesa cubre la línea de visión con su atacante. Espera. Uno de los rumanos heridos se acerca con precaución. Espera.
- ¡Maldita mujer... te abriré en canal muy lentamente!
Cuando cree que es el momento adecuado la mujer dispara sin cesar a través de la madera. Varios impactos descuartizan al guardaespaldas. Ella se incorpora dolorosamente, lucha por mantenerse consciente. Se aplica un torniquete en el brazo herido utilizando el pañuelo y efectúa un recuento de víctimas. No está. Su hombre se ha escabullido en el tiroteo. La puerta de emergencia que conduce a la azotea está entrecerrada. Haciendo acopio de fuerzas la cruza y comienza a subir las escaleras.
1:28 a.m. Edificio Norton, sala de juntas. Batman llega tarde. Los cuerpos se amontonan en el suelo, la sangre tiñe la moqueta de rojo escarlata. No la distingue entre todos los cadáveres. Examina un rastro de sangre, un goteo que conduce a la salida de incendios y sube hacia arriba. Aprieta los dientes y maldice en silencio mientras asciende velozmente.
Azotea del edificio Norton. La noche es clara, la luz de la luna llena ilumina Gotham. La mujer se lleva la mano al hombro herido, su brazo está inutilizado, la sangre empapa su ropa. Continúa avanzando en busca de su presa. Un helicóptero se acerca a lo lejos. Aún tardará en llegar, sea quien sea. Janek Reece se agazapa detrás de un conducto de respiración. Sus ojos verdes transmiten miedo y desesperación. Aprieta el arma contra su cuerpo, respira agitadamente. Ve a lo lejos el helicóptero. Sonríe, la ayuda está en camino. Se arriesga a echar un vistazo por encima del respiradero pero no ve a nadie. Su mirada vaga de un sitio a otro pero no encuentra nada. Lentamente comienza a incorporarse, pero se detiene al escuchar el clic de una pistola. Se da la vuelta al tiempo que un disparo hace pedazos su clavícula. Tumbado en el asfalto alcanza a ver a su perseguidora, esbelta, hermosa, herida. Su largo pelo oscuro ondea al viento. Se ha liberado de la máscara y le mira fijamente con una expresión de extraña serenidad.
- He venido a por ti, Reece. Tienes que pagar por lo que le hiciste a mi hermano.
Janek intenta sonreír. Una breve carcajada sacude sus hombros.
- Tu hermano era un amigo y un traidor. No pude hacer menos.
Ella apunta a Janek a su cabeza.
- Yo tampoco
- ¡Misha!
Batman aparece detrás de ella. Se mueve hacia ellos lentamente. Misha le observa acercarse sin dejar de prestar atención a Janek.
- No puedes detenerme, Batman.
- No tienes por qué hacerlo.
- Él mató a mi hermano. Tú no lo entiendes.
- Te equivocas. Sé cómo te sientes.
Misha comienza a presionar el gatillo de su arma. Sus ojos están bañados en lágrimas.
- Misha, si le matas, convertirás a tus sobrinos en víctimas. Otros querrán vengarse y este ciclo de muertes nunca terminará.
- ¡Cállate!
- Misha, por favor, suelta el arma...
De pronto el cuerpo de Misha recibe varios impactos de bala. Cae de rodillas, pero sigue consciente. Batman gira la cabeza y contempla el fuego proveniente del helicóptero, situado a 300 metros. Janek se abalanza hacia su pistola. Misha se lleva la mano rápidamente a su cadera y acciona un mecanismo. Mira a los ojos de Janek y dice:
- Adiós
El cuerpo de Misha estalla en pedazos. La detonación afecta a los conductos de gas exterior del edificio, que a su vez explosionan. Toda la azotea vuela por los aires. Batman se protege con su capa, sale despedido hacia el vacío debido a la honda expansiva. En el aire, mientras cae, apunta con su garfio a una de las terrazas del edificio contiguo y consigue detener su descenso. Unos segundos más tarde contempla el humo y el fuego de la explosión, los fragmentos que se dispersan; percibe el olor a quemado. El helicóptero ha huído. Hombres de Janek, piensa. Cumplieron con su trabajo.

FIN
Nota del Editor:Bienvenidos a SHOWCASE, serie compuesta por números autoconclusivos o como mucho, arcos argumentales de dos números dedicados a diferentes personajes del Universo DC y ambientadas en cualquier época. Esta serie no pertenece a un único autor y esta abierta a todo aquel que quiera participar. ¿Alguna vez has pensado que te gustaría colaborar en Action Tales pero no tienes el tiempo suficiente para encargarte de una serie? ¿Tienes alguna historia en mente con algún personaje del Universo DC que te gustaría escribir? Este es tu sitio.
SHOWCASE te permitirá jugar con personajes “cogidos” por otros autores y que tienen serie propia en Action Tales. Tan sólo tienes que seguir unas sencillas reglas:
1. HISTORIAS QUE NO REQUIERAN CONTINUIDAD.: Historias icónicas, que el lector no tenga que leerse nada de antemano para entenderla. Tu historia debe de respetar la continuidad del universo DC y de Action Tales. Esto no es un “What if?” o un “Otros Mundos”, las historias deben de estar integradas en el Universo DC y deben de poder leerse por separado.
2. DIFERENTES PERSONAJES EN DIFERENTES EPOCAS: Pues eso, se puede escribir historias ambientadas en cualquier época del universo DC sobre cualquier personaje o grupo (héroes, secundarios o villanos). Puedes escribir historias ambientadas en la actualidad o en la época en la que Supermán no estaba casado, Barry Allen era Flash, Batman lideraba a los Outsiders, la Liga de la Justicia tenía su base en un satélite… Tú imaginación pone el límite. Sólo recuerda, las historias deben de ser icónicas, sin continuidad por lo que recomendaría encarecidamente que no estuvieran ligadas a “eventos” concretos.
3. NÚMEROS AUTOCONCLUSIVOS: Para favorecer la variedad de la serie, las historias deberán de ser autoconclusivas o como mucho, arcos arguméntales de DOS números. Si tu historia requiere más espacio, lo mejor es que le dediques una miniserie fuera de esta serie.

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