Outsiders nº 04

Título: El visitante
Autor: Raúl Peribañez
Portada: Eric Wolfe
Publicado en: Febrero 2005

Nightwing se enfrenta a un dilema. De su decisión depende el futuro de estos Outsiders. ¿Aceptará el destino que le ha planeado su mentor? ¡Descubrelo!

Nadie les conoce. Actúan siempre en las sombras y están dispuesto a hacer cualquier cosa para detener a sus enemigos. Son los héroes secretos del Universo DC. Vigila tu espalda o serás sorprendido por ellos. Son los...
Resumen del episodio anterior: Los Outsiders consiguen una victoria pírrica contra los robots Iron creados por el gobierno de los EE UU. Las televisiones de todo el país ofrecen imágenes de ellos atacando la base científica de Fuerte Peck y tachan sus actos como propios de terroristas. La veda por sus cabezas queda abierta tras unas declaraciones del presidente Luthor...

Era medianoche en Bludhaven.
Su nombre era Jeff Vicenzo. Habían pasado varias horas desde que saliera de la carnicería donde trabajaba, pero como todos los días, le gustaba salir a pasear y tomar el aire después de pasar todo el día con el repulsivo olor de la carne muerta. Odiaba lo suficiente su trabajo como para haber buscado otros. Lo odiaba lo suficiente como para haber sentido ganas de lanzar su cuchillo bien lejos y salir de allí. Pero quedaba la duda: ¿qué hacer después? ¿Cómo pagar el alquiler de su repugnante piso? Estaba claro. Mientras no encontrara otra cosa debería seguir trabajando allí e intentar sobrevivir como pudiera. Esa era su meta a corto y largo plazo. No había otro remedio.
Su paseo nocturno le llevaba por algunas de las principales calles de la zona. Ya tenía bastante con vivir en el barrio donde lo hacía, así que en cuanto podía aprovechaba para huir de allí. Llegaba hasta el puente que unía dos partes de la ciudad dejando bajo sus pies el paisaje más bonito de esta ciudad. Y allí, donde las luces iluminaban las torres de Bludhaven, Jeff miraba al frente y no podía evitar pensar que aquello era lo más bonito que podía encontrar en esta sucia ciudad.
Notó que algo iba mal. Acababa de llegar. Allí estaba, frente la puerta de su piso. Pero algo iba mal. Como siempre, tras marcharse por la mañana pasó la llave y cerró la puerta. Y ahora no estaba así. Tras entrar, encendió la luz, la escasa luz de una lámpara que iluminaba el salón. De repente, una voz resonó de entre las sombras.
- Hola.
Bludhaven. En otro lugar.
- ¿Enfadado? -dijo una voz dulce enrarecida por el sistema de radio que llevaba Nightwing en su traje
- En absoluto.
- No me engañas, Dick
- De eso no te quepa duda.
- ¿Era una indirecta?
- Diablos, ¿sólo ha sonado como una indirecta?
- Oye, sé que no estuvo bien. Lo siento. ¿Te sirve?
Desde lo alto de un edificio, Nightwing se dejaba caer al vacío. Era en momentos como este cuando realmente se sentía libre, haciendo aquello que para lo que fue entrenado desde que era pequeño. El viento golpeaba su rostro. A muchos, el vértigo les mataría. Para Dick Grayson era la droga que necesitaba cada noche.
- ¿Dick, me oyes?
- Un momento, Barbara.
Tras un triple giro el héroe caía sobre el tejado de otro edificio.
- Dime
- ¿Qué piensas hacer sobre lo de los Outsiders?
- Barbara, los Outsiders no existen.
- Esa no es la idea de Bruce.
- Honestamente, estoy un poco harto de que Bruce se dedique a pensar por los demás.
- Después de tantos años creo que deberías estar un poco más acostumbrado, cariño
- Eso no quita que lo que hizo estuviera mal.
- Lo sé. Todos tenemos nuestra responsabilidad en lo que pasó.
- Me engañó para meterme en una misión sin apenas informarme y todo para formar un estúpido grupo de superhéroes (1). Sabes que desde que Donna falleció decidí que no volvería a liderar ningún equipo. No quiero sentirme responsable si alguno de mis compañeros es herido. O muere. Y menos después de todas las muertes que se produjeron por mi culpa en Los Angeles.
- Por amor de Dios. Eres un cabezota. ¿Cuándo te darás cuenta de que no fue culpa tuya que ella muriera? ¿Vas a culparte por ello toda la vida?
- Yo era el líder de los Titanes y Donna, Roy, y todos los demás estaban bajo mi supervisión. No debí dejar que ella se acercara tanto a aquel Superman robótico.
-Estaban a punto de matarte y ella simplemente te salvó
Nightwing se quedó en silencio mientras observaba la ciudad de Bludhaven desde la azotea del edificio. Casi deseaba encontrar a algún delincuente al que dejar inconsciente a seguir esta conversación con su novia.
- Mira, Bruce te lo explicó. Con Young Justice y los Titanes disueltos, el único equipo de superhéroes en activo es la Liga de la Justicia y ni ellos son capaces de encargarse de todo. A pesar de todo su poder, la Liga no puede inmiscuirse en ciertas cosas. No pueden luchar contra Luthor. Y precisamente lo que desea Batman es luchar contra él. Por eso son necesarios unos Outsiders.
- Como colarse en un centro de investigación norteamericano.
- Efectivamente
- Y ésa es otra.
- ¿El qué?
- Ahora soy un proscrito.
- Oh...
- Luthor ha puesto precio a mi cabeza y a la de Jess y Faith. Que trabajáramos con Major Disaster no ayuda a mejorar nuestra imagen. Y todo esto sin mencionar que arrasamos una avenida de Los Angeles con vuestro avión. Y diablos, Wally me ha llamado varias veces al teléfono... No le cogí. No sabía qué decirle.
- Lo de Los Angeles...
- La cuestión, Barbara, es que gracias a vuestros Outsiders y vuestras mentiras estoy hasta el cuello. Están hablando de darnos caza, de dar orden a nivel nacional a todos los departamentos de policía para hacerse conmigo vivo o muerto.
- La policía de Bludhaven ya te tenía en su lista negra. Tampoco hay mucha diferencia
- Lo sé. Pero... Creo que van a llegar tiempos duros –dice mientras se queda mirando el cielo oscuro de Bludhaven- Y no sé si estaré a la altura.

Gotham City.
La Batcueva.
Superman avanzaba entre estalagmitas llegando a la zona central de la cueva donde las más sofisticadas computadoras del mundo tienen a un hombre como único observador.
-¿A qué se debe la visita? –preguntó Batman mientras apoyaba su barbilla en la mano
- He estado pensando en algunas cosas, Bruce, sobre todo lo que ha pasado últimamente.
- ¿La crisis mundial del petróleo? ¿El hambre? ¿El sida?
- Sabes de qué hablo.
- No, no lo sé –dijo Batman
- Tengo miedo de pensar que un amigo pueda estar detrás de algo muy grande. Y tengo miedo de que ese amigo seas tu, Bruce.
-Me gustaría poder ayudarte, pero si alguien puede estar detrás de algo realmente grande eres tú. Pocas personas pueden actuar a nivel mundial como tu haces diariamente.
-No te vayas por la tangente.
Batman se levantó de su asiento mientras miró a los ojos del Hombre de Acero enfurecido ante él.
-¿Por qué te empeñas en mentirme?
-¿Y por qué tu no olvidas tus estúpidas divagaciones y te marchas?
-Atacar un establecimiento gubernamental es ilegal. Y lo peor es que no eres tu quien se ha jugado el cuello, que has metido a otras personas y por tu culpa serán ellas las que sufrirán tus excentricidades.
-¿Excentricidades, Clark? Pasas años luchando contra un empresario criminal, sabes perfectamente que ha sido culpable en decenas de ocasiones y permites alegremente que alcance el gobierno de tu país y que te ridiculice.
-Defiendo unos ideales y no puedo dejarme llevar por mis sueños e impedir que la gente elija democráticamente a quien creen mejor presidente para su país.
-¡Tonterías! –dijo Batman mientras le apuntaba con el dedo al Hombre de Acero-Estamos en un mundo corrupto y tu permites que siga siéndolo. Tus ideales románticos no hacen sino darle la posibilidad a gente como Lex Luthor de que nos mate lentamente.
-Soy un símbolo. Un modo de actuar para millones de personas. No tienes ni idea del límite que he tenido que imponerme desde que visto este traje y decirme a mí mismo que hay cosas que no puedo hacer.
-¿Y de qué te sirve ese símbolo si aquello contra lo que luchas se hace más y más poderoso?
-No digo que mis métodos sean perfectos, pero tampoco creo que los tuyos sean los mejores.
-Ni tan si quiera te has preguntado porqué hice lo que hice.
-¿Por qué lo hiciste, por qué mandaste a Nightwing y demás a Fuerte Peck?
Batman se quedó en silencio durante unos segundos. Dudaba de darle la información a un hombre que, a pesar de considerarle un amigo, siempre se había mostrado reacio a sus acciones.
-Hace unas semanas Oráculo recibió en su correo electrónico información acerca de un proyecto gubernamental que pasaba por la creación de unos soldados robóticos llamados Iron. Intentó descubrir quién era la misteriosa fuente, pero no lo consiguió. Tras varios días de darle vueltas, contactó conmigo y me comentó la situación. La orden de poner en marcha el proyecto venía directamente del presidente.
-¿Algún genio criminal de la robótica relacionado?
-Ninguno que sepamos.
- ¿Tienen algo de especial esos Iron? –preguntó Superman
- Su metal procede de un derivado del Promethium que hace que defensivamente sean virtualmente indestructibles a cualquier tipo de ataque militar convencional. A falta de más estudios, creo que están preparados para aguantar perfectamente un golpe de pesos pesados sin apenas sufrir un rasguño.
- ¿Y ofensivamente?
- De momento no pasan de unos pocos cañones de energía situados en sus seis brazos.
- ¿De momento? –preguntó con duda
- Es un prototipo. Un proyecto a largo plazo. Y por eso mismo debemos detenerles cuanto antes, Superman, antes de que sean más y mejores. Si dejamos que avancen con sus investigaciones, Luthor conseguirá lo que quiere, un ejército de máquinas capaces de destruirnos. Le conoces mejor que nadie. Sabes que lo hará.
- En Fuerte Peck...
- Jess Quick y Faith descargaron unos archivos del laboratorio de Fuerte Peck. Me he puesto en contacto con un experto en la materia para buscar posibles errores en su diseño, grietas que podamos aprovechar para desarticularles.
- Jess Quick, Nightwing, Major Disaster, Faith, Zauriel…. Y todo a las espaldas de la Liga.
- Sabes perfectamente cómo soy. Y que no hay otra forma de actuar.
- Tenemos nuestros límites.
- Demasiada simbología, sí.
- ¿Algún nombre?
- Outsiders –respondió Batman
- Je –sonrió Superman- Los Outsiders originales nacieron por razones similares.
- Por entonces ni tu ni yo éramos miembros fijos de la Liga, pero participábamos en muchas misiones con ellos. En aquella ocasión me prohibiste que interviniera en Markovia porque implicaría a toda la Liga de la Justicia y terminé dejando el equipo. (2) Esta vez he aprendido.
- Y en lugar de ello implicas a Dick.
- Sabrá llevar bien la situación. Si en alguien puedo confiar estas misiones es en él, está capacitado para ello.
- Bruce... respecto a lo de Tim... (3)
- No... no hay nada de qué hablar.
- Bien...
- Cierra la puerta al salir, Clark –dijo jocosamente mientras marchaba hacia las escaleras que conducían a la Mansión Wayne –Sólo una última cosa. ¿Cómo supiste que estaba involucrado en lo de Fuerte Peck?
- No me parecía típico de Dick ni de Jess Quick. Pero realmente no lo sabía.
- Entonces...
- He jugado a picarte, y al final he acertado –concluyó Superman con una leve sonrisa
Bludhaven.
- Una noche tranquila, ¿verdad? -dijo Oráculo
- Demasiado.
- Deberías aprovechar para ir a descansar. Entre trabajar en la policía y como héroe local vas a acabar agotado
- Créeme, esto me relaja más de lo que parece –dijo Nightwing mientras su bat-cuerda se agarraba fuertemente a la escalera de incendios del edificio de enfrente a más de veinte metros de distancia- Pero sobre lo que hablábamos, es cierto, debo decidir algo.
- ¿Sobre estar o no en los Outsiders?
Nightwing saltó en ese momento. Todos sus movimientos tenían que ser precisos y perfectamente coordinados. Una leve ráfaga de viento que le empujara y desorientara o un gesto en falso podían llevarle directo a la muerte. Con los músculos tensados, Dick pasó de un edificio a otro. Mientras que para muchos esta acción sería propia de un loco, él había pasado tantos años haciéndola que ya no le suponía un desafío
- Si.
- ¿Sí, qué?
- Sí, acepto ser el líder de los Outsiders. Pero sólo pido una cosa.
- ¿Qué?
- Si voy a conducir en lucha a unas personas quiero que sean las que yo elija. No quiero depender de alguien que no está capacitado o preparado, o que simplemente se pasa de la raya. Con Faith y Jess no tengo ningún problema pero no quiero tener a un tipo como Major Disaster conmigo.
- ¿Y qué me dices de Zauriel?
- Puede ser útil, pero no estoy acostumbrado a tratar con seres tan poderosos.
- Faith y Jess son más terrenales, ¿eh?
- Dejémoslo en un equipo de tres de momento.
- Al final te gustará la idea...
- Sigh. Tampoco tengo otro remedio.

Gateway City.
- Bienvenida a Deliciou’s, señorita. ¿Me permite que guarde en el ropero su abrigo?- preguntó el encargado del restaurante
- Por supuesto –respondió
Mientras que Gotham y Bludhaven dormían profundamente, la ciudad de Gateway aún se encontraba en plena vida diaria debido a la diferencia horaria. Jess Belle Chambers se encontraba aquí por una simple cuestión de negocios relacionada con Quickstart Enterprises y aprovechó la oferta de su colega Len de ir a cenar. Tras unas duras negociaciones lo último que le apetecía a Jess era pasar la noche en la habitación del hotel viendo películas antiguas y comiendo chocolate, así que aceptó de buena gana la proposición.
- ¿Puede darme su nombre, por favor? –le preguntó otro de los encargados
- Jessica Belle Chambers. Probablemente la mesa encargada estará al nombre de Len Karridian.
- Oh, sí, ya lo veo. Sígame, señorita Chambers.
Avanzó acompañado del camarero hacia la mesa situada justo al lado de la ventana con un precioso vestido de color rojo que llamaba la atención de quienes estaban en el salón y para pesar de sus acompañantes femeninas.
-Aquí está. ¿Le traigo algo para beber?
- Tráigame una botella de agua, por favor.
- Enseguida.
Últimamente su vida había sido un poco complicada. Ser parte de los Titanes durante aquellos meses fue muy divertido, pero todo terminó yéndose a pique cuando Epsilon produjo una enorme explosión que destruyó el interior de la Torre y Donna Troy y Lilith murieron en batalla. Desde entonces decidió tomarse la vida con más calma, algo extraño teniendo en cuenta que precisamente su poder especial es el de correr a gran velocidad gracias a una fórmula mágica. Hace un par de semanas recibió la visita inesperada de Batman pidiéndole que se uniera a un nuevo equipo. “¿Los Titanes?” le preguntó. “El nombre no importa” respondió él. “Están pasando cosas a nuestro alrededor, Jess, cosas que nos afectarán tarde o temprano. Otras personas no pueden luchar contra ello, pero vosotros sí. Sé que eres buena, y que Nightwing te considera una amiga y confía en ti. Eso me basta para que yo también lo haga”. Jess se sorprendió de sus palabras. “Pero él no debe saber nada. No de momento” siguió Batman. “Estaremos en contacto” Pocos días después, la velocista recibió la llamada de Oráculo para acudir al rescate de Faith, pero la misión se complicó cuando sufrieron la persecución de los Iron hasta Los Angeles y se mostraron unas imágenes de las cámaras de seguridad en las que se les veía atacando un centro de investigación en Fuerte Peck. Debido a que ella se movía a gran velocidad su imagen apenas podía apreciarse pero teme que pueda haber represalias contra ella, y más teniendo en cuenta el escaso empeño que ha tenido siempre en ocultar su identidad secreta.
- Su botella de agua, señorita Chambers –dijo el camarero encargado de su mesa perturbando sus pensamientos- ¿Le traigo el menú?
- Oh, gracias. Esperaré a mi acompañante.
- Como desee.
Len le dijo que fuera ella al restaurante, que él iría por su cuenta. “¿Dónde estará?”, se preguntó. Miró un par de veces su reloj. Las personas impuntuales le ponían nerviosa. Era algo que ella nunca haría y que, de hecho, nunca le podría suceder por sus poderes. La concepción del tiempo cambió para ella el día que se convirtió en Jess Quick. Giró su vista hacia la ventana y se calmó mientras bebía una copa de agua.

Bludhaven.
- ¿Qué ha sido eso?
- ¿Cómo? -preguntó Oráculo
- Un grito. Alguien ha gritado.
- ¿Ves algo raro?
- Voy a bajar –dijo Nightwing mientras lanzó de nuevo su cuerda para descender a la calle- El grito ha venido de aquí. Voy a entrar en la casa.
Jeff Vicenzo tenía su piso en el bajo del edificio. Odiaba las alturas, aunque realmente no tuvo elección en su momento agradeció la suerte de encontrar un hogar del que poder asomarse sin sentir vértigo. Nightwing subió las escaleras y se acercó a la puerta abierta. Podía apreciarse un haz de luz procedente del salón de Jeff. Sin temor pero con precaución, el héroe entró.
- Sorpresa, sorpresa –dijo el Joker mientras se apoyaba en el reposa brazos de un sillón
- ¡Tu! –exclamó Nightwing.
Herido y con sangre en la cara, Jeff huyó despavorido.
-Ven. Te enseñaré la casa. No tengo televisión por cable, pero, ey, me gusta la zona. Es muy tranquila. Oh, ¿quieres algo de beber?-dijo mientras sonreía

Continuará...

REFERENCIAS:
(1): Se refiere, cómo no, a lo sucedido en Outsiders 1 al 3
(2): Esto sucedió en los primeros episodios de la serie de cómic Batman y los Outsiders realizados por Mike W.Barr y Jim Aparo.
(3): Léete los tres primeros episodios del fanfic Batman. Tim Drake ha dejado de ser Robin después de que su identidad secreta haya sido descubierta por su padre.

Notas del autor: Hola a todos. Este es el primer episodio que escribo ya sin tener que seguir el argumento iniciado por el anterior escritor, así que a partir los Outsiders llevarán un rumbo muy, muy distinto del que iba a tener originalmente. Como habéis visto recuperamos al Joker después de “Sombras Mortales” en la serie de Batman y en las próximas entregas la acción irá creciendo además de las sorpresas que os tengo preparadas.
R.G.P.
Noviembre de 2004

No hay comentarios :

Publicar un comentario