Título: Infierno de cobardes (y VI) Autor: Imanol Portada: Julio Nieto Publicado en: Diciembre 2006
¡Concluye "Infierno de cobardes"! Es el fin de la historia que llevó a esta serie a ganar varios de los Premios AT 2004-2005: Mejor serie limitada o saga, Mejor serie y Mejor personaje principal.
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Su nombre es Linda Danvers, aunque hubo un tiempo en el que también era conocida como Supergirl. No procedía del planeta Kryptón y no tenía lazos de sangre con el hombre acero, pero después de recorrer un largo camino, llegó a ser digna de usar ese nombre y de vestir el símbolo del hombre del mañana. Ella es...
Supergirl lanzó un gemido de dolor y trató de incorporarse, frente a ella, una luz cada vez más intensa flotaba en el aire, expandiéndose por momentos. El portal se estaba abriendo lo que significaba que la matanza en Bluelake City había comenzado y que ella poco podía hacer para evitarlo.
- Supergirl… Veo que despiertas para presenciar mi triunfo…
- Aún no has ganado Satsuke. – Dijo Linda poniéndose de pie, dolorida y todavía aturdida.
- Eres una ilusa si crees que puedes evitar lo que se avecina. ¿Por qué no lo aceptas? Es inevitable.
Satsuke era fuerte, pero no invulnerable. Ella le había hecho daño, por tanto, podía ser vencido. Tan sólo debía dejar esa mala costumbre de recibir más golpes que los que propinaba. “Fácil”, pensó para sí misma. Lo cierto es que los dos años de inactividad superheroica la habían afectado más de lo que pensaba, era más débil, más lenta y se cansaba antes. Lo peor de todo es que había ganado cuatro kilos y eso era completamente inaceptable. Sonrió para sí misma, si no conseguía salir de ésta al menos evitaría el trance de la dieta…
Se regañó por la frivolidad de sus pensamientos, tenía que concentrarse, la vida de catorce mil personas dependían de ella. Lanzó una descarga telequinética pero Satsuke logró esquivarla fácilmente con un gran salto que le colocó justo enfrente de ella. Satsuke la agarro por el cuello con sus dos manos.
- Basta ya de juegos niña. Voy a exprimirte hasta derramar la última gota de tu sangre...
- ¡Sueltala! – Dijo Billy Hawks desde el otro extremo del salón.
Satsuke se dio la vuelta dejando caer a Supergirl al suelo. Billy llevaba un yelmo de armadura en cada mano, evidentemente había vencido a las criaturas invocadas por Satsuke. Arrojó los yelmos al suelo en un movimiento arrogante y provocador. Luego mostró su sonrisa más burlona, lo importante era que había conseguido su objetivo. Satsuke le miraba intrigado mientras que había dado la espalda a Supergirl. Ésta, aprovechó la oportunidad para lanzarle una descarga telequinética que le acertó de llenó, arrojándole al otro extremo del salón.
- ¡Billy, vete de aquí! – Le gritó Supergirl.
- De ninguna manera señorita Dansmith, es hora de que un hombre se haga cargo de la situación.
“Será capullo” es lo primero que le vino a la cabeza, aunque entendía que Bluelake City había estado aislada durante más de cien años, no esperaba que Billy fuera tan estúpido como para pensar que él podría manejar al demonio mejor que ella.
Satsuke se estaba levantando cuando Billy le propino una patada en el estómago que le hizo volar un par de metros. Linda no se lo podía creer, ¿Qué estaba sucediendo?
- ¡Quiero enseñarte mis nuevas habilidades demonio! – Dijo Billy golpeando a Satsuke una y otra vez. - ¡Vas a pagar por haber matado a mi hermano! [1]
- ¡Basta! – Dijo Satsuke agarrando el puño de Billy. – Veo que te has vuelto más fuerte, huelo la influencia de la corriente del caos en ti... Pero para mí, sigues siendo una pulga. – Le dijo mientras le retorcía el puño.
Supergirl voló a toda velocidad golpeando a Satsuke con todo su cuerpo y apartándole de Billy.
- ¿Qué sucede Billy? – Preguntó Linda.
- Jack ha muerto.
- Oh dios mío...
- La corriente del caos me ha transformado, es el legado de Jack
- ¿Transformado? ¿De qué estás hablando? ¿Qué ha pasado?
En ese momento, Satsuke se levantó del suelo rugiendo de furia.
- Digamos que ahora tengo más oportunidades de patearle el culo. – Dijo Billy. – Te lo explicaré todo después.
- Eso espero. ¿Estás seguro de que puedes hacer esto?
- Mucho. Estamos juntos en esto.
- Ok, pero no te arriesgues a lo tonto...
Pero antes de que Linda hubiera terminado la frase, Billy se había abalanzado hacia Satsuke, éste, era más rápido y le golpeó en la espalda mientras le esquivaba. Linda utilizó otra de sus descargas telequinéticas, una vez más, Billy le había servido de distracción.
- ¡Lo tenía todo planeado! – Dijo Billy sonriendo desde el suelo.
- Si claro... Sé que ahora tienes habilidades especiales pero... ¿Estás seguro de saber tus límites?
- ¡Claro! – Fanfarroneó Billy – Fuerza de diez hombres y capacidad de usar y modificar cualquier instrumento o arma creado por un ser inteligente.
- Lo de la superfuerza la comprendo, es un clásico…
Satsuke se reincorporó de nuevo, Billy y Linda se acercaron a él, rodeándole. Puede que Satsuke fuera más poderoso que ambos pero resultaba difícil pelear contra dos enemigos al mismo tiempo, especialmente contra dos enemigos tan motivados como Billy y Linda. Supergirl hizo el primer movimiento, lanzó al demonio un puñetazo que éste esquivo fácilmente pero para entonces, Billy ya le había golpeado en el estómago. Pensó que era como pegar a una pared de ladrillos, sus nudillos comenzaron a sangrar pero Satsuke había notado el golpe y eso era lo que importaba.
Mr. Bernard esperaba en el porche de la oficina del Sheriff. No había mucha gente en las calles de Bluelake City pero todos ellos se encontraban armados y a la espera. Expectantes y en silencio. La gente se apilaba en las ventanas y en los tejados de los edificios. Allí arriba, los Kebracks serían blancos fáciles y ellos estarían lejos de su alcance, al menos por un tiempo.
- ¡Alguien se acerca! – Gritó Nathan Robertson desde el lugar más alto de la ciudad, el campanario de la iglesia. - ¡Caballos!
En pocos minutos, llegaron a la ciudad los supervivientes de la primera línea de defensa. Habían marchado unos cincuenta hombres y volvían cuatro [2] , más dos caballos sin jinete. Henry era uno de los supervivientes.
- ¡Henry muchacho! – Exclamó Mr. Bernard.
- ¡Ya vienen! – Dijo Henry – No hemos podido retenerles más tiempo… ¡Llevad a Brian a la enfermería! – Gritó Henry señalando a uno de los supervivientes que estaba herido.
- ¡Kebracks! – Gritó a plena voz Nathan desde el campanario.
Los hombres que estaban en la calle se apresuraron a cargar sus armas y a desaparecer en busca de cobijo y una buena situación para disparar. Las campanas de la iglesia empezaron a sonar y toda la ciudad se dispuso a enfrentarse a los demonios en una lucha que no podían ganar. Henry desmontó de su caballo y agarró a Mr. Bernard del brazo, tenían que subir al tejado, allí abajo no durarían mucho.
En pocos segundos, el infierno se desató sobre Bluelake City, el sonido de las balas, los gritos de pánico y los rugidos de los demonios contaminaban el aire. Disparando de los tejados y ventanas, la gente trataba de mantener alejados a los Kebracks de sus casas pero eran demasiados, entraban en los edificios y arrasaban el lugar asesinando implacablemente, descuartizando los cuerpos de sus enemigos y quemándolo todo con el fuego que arrojaban de sus bocas.
Henry y Mr. Bernard habían logrado subirse al tejado de la oficina del Sheriff. Henry disparaba continuamente, abatiendo todos los demonios que trataban de acercarse.
- ¡Tardan casi siete minutos en revivir! – Dijo Mr. Bernard mirando su reloj de bolsillo.
– En condiciones normales, sólo tardan dos minutos… Seguro que Linda tiene algo que ver en esto.
- ¡Esto es una masacre! – Respondió Henry. – ¡Estamos cayendo como moscas! ¡No vamos a durar mucho más, espero que Linda tenga preparado un milagro, porque es lo único que puede sacarnos de esta!
- Ten fe muchacho, Supergirl acabará con Satsuke, no tengo ni la más mínima duda.
- ¡Cuidado! – Gritó Henry
Uno de los Kebracks agarró un carro y lo lanzó contra el tejado. Henry y Mr. Bernard lograron esquivarlo pero el tejado se derrumbó y los dos hombres cayeron al segundo piso del edificio. Afortunadamente, no tenían lesiones graves pero habían perdido su ventaja.
- ¿Está bien? – Preguntó Henry.
- Si… - Respondió Mr. Bernard seguido de varios tosidos, el derrumbamiento había levantado una pequeña polvareda. – Pero estoy atrapado…
Henry se arrastró hasta la ventana más cercana, serpenteando por el suelo y esquivando las vigas derrumbadas. Había perdido su rifle en la caída pero todavía le quedaba su revolver. Desenfundó y miró a través de la ventana. Dos Kebracks habían entrado dentro del edificio.
Mientras que la sangre se derramaba en Bluelake City, el portal entre nuestro mundo y la dimensión en la que estaba atrapado Chakat se hacía cada vez más grande. Supergirl derrumbó uno de los muros del castillo encima de Satsuke. Los contrincantes estaban completamente agotados, llevaban horas luchando y ninguna de las partes parecía ceder la victoria. Satsuke se liberó de los escombros, furioso pero debilitado. Billy estaba más fresco y aprendía rápido, no era rival para el demonio cuerpo a cuerpo por lo que atacaba manteniendo las distancias y siempre aprovechando el ataque de Linda que había podido recuperar el aliento gracias a la intervención de Billy.
- ¡Voy a hacerte una demostración práctica de mis poderes! – Dijo Billy cogiendo una lanza que estaba colgada en la pared. – Soy capaz de utilizar a la perfección cualquier arma o instrumento creado por cualquier ser inteligente… - Dijo Billy haciendo movimientos precisos y rápidos con la lanza. - ¡De esta forma!
Lanzó el arma en dirección a Satsuke con una puntería asombrosamente precisa pero éste, era muy rápido y atrapó la lanza al vuelo. Giró el arma y la arrojó hacia Billy, atravesándole el hombro. Billy gritó de dolor y cayó al suelo.
- ¡Basta de muerte! – Gritó Supergirl golpeando con fuerza a Satsuke. - ¡No voy a permitir que muera más gente! ¡Me oyes demonio!
Linda desprendía fuego de sus ojos, continuó golpeando a su enemigo hasta que los impactos hicieron que se derrumbara el suelo, haciendo que los dos contrincantes cayeran hacia las mazmorras del castillo.
Billy tenía la lanza clavada en el hombro, utilizó su recién adquirida fuerza para partir el palo del arma. Si se hubiera sacado la lanza entera, habría muerto desangrado y era algo que no entraba dentro de sus planes más inmediatos. El portal interdimensional era cada vez más grande, ahora se escuchaba una potente y aterradora voz que hablaba desde el interior aunque Billy no era capaz de entender nada de lo que decía. Se acercó al portal, sorprendido, asustado pero a la vez maravillado. Era la puerta a otro mundo, otro universo…
Justo cuando estaba enfrente del portal, surgió un gran brazo del interior que casi le atrapa. Billy cayó al suelo asustado. Era Chakat. El portal no era lo suficientemente grande para que cupiera pero el demonio estaba ansioso, llevaba siglos tratando de escapar de aquella dimensión, su victoria estaba tan cerca que podía saborear la sangre de los enemigos que caerían bajo sus garras. Chakat introdujo su cabeza gatuna en el portal, quería ver por si mismo el mundo que tanto ansiaba someter.
- ¡Lindaaaaaaaaaa! – Gritó Billy.
Desde la ventana, Henry pudo ver media Bluelake City ardiendo en llamas, niños que apenas eran capaces de levantar un arma, luchaban y morían… El pánico se había adueñado de la ciudad. Podía oír los gritos de desesperación, los llantos… Y el rugido de los Kebracks que se alzaba por encima del dolor de aquella ciudad condenada. Henry tragó saliva y se arrastró hasta Mr. Bernard, el anciano no había sufrido ninguna lesión grave pero permanecía en el suelo incapaz de moverse.
- ¡Mr. Bernard!... ¡Tenemos que salir de aquí!
- Váyase usted Henry, estoy atrapado…
- ¡No le dejaré morir aquí!
- ¡No sea estúpido!
En ese instante, aparecieron dos Kebracks, se acercaron moviendo las vigas y escombros, rugiendo del placer de haber encontrado a dos victimas más. En cuanto se acercaron, Henry vació su revolver en los dos demonios, los cuales cayeron fulminados.
- No tengo más munición… Voy a sacarle de ahí, se lo prometo… Tenemos siete minutos antes de que revivan.
Bajo el castillo, en los estrechos pasillos de las mazmorras, continuaba la titánica batalla entre Supergirl y Satsuke, el sonido de los golpes resonaba en todo el castillo y los cimientos de la guarida se tambaleaban a cada impacto. Una patada de Satsuke hizo estrellarse a Supergirl contra una gran verja que hacía de puerta de acceso a las celdas. Los contrincantes ya no hablaban, ahorraban energías para sus golpes. Ambos estaban débiles y ensangrentados pero la balanza parecía inclinarse a favor de Satsuke.
Linda sabía que la improvisación y la espontaneidad eran sus mejores armas, aporreó la verja y ésta cayó al suelo levantando una enorme polvareda. La verja debía de pesar al menos cincuenta toneladas. Al contrario que Linda, Satsuke no cerró sus ojos y quedó momentáneamente cegado por el polvo. Linda aprovechó ese segundo de ventaja para colocarse a la espalda de su enemigo y rodearle el cuello con sus brazos, apretando con todas sus fuerzas. Satsuke trató de liberarse como una fiera salvaje enjaulada, impactaba con sus manos y codos en las costillas de Supergirl pero ésta, aguantó la lluvia de golpes y seguía estrangulando al demonio.
Chakat, ya tenía un hombro y la cabeza en nuestra dimensión, el portal pronto se haría lo suficientemente grande como para que cupiera y Billy estaba apunto de desmayarse a causa del dolor.
De pronto, el portal interdimensional se cerró a una velocidad cegadora, segando y mutilando la cabeza y el hombro izquierdo de Chakat, que cayeron a los pies de Billy.
- ¡Linda! - Gritó Billy bajando como podía a las mazmorras por entre los escombros.
- Aquí… Contestó débilmente Linda.
- ¿Ha muerto?
Linda estaba en el suelo, con el cadáver de Satsuke haciéndole de manta.
- Ayúdame a quitármelo de encima. – Dijo Linda – Mis brazos no me responden.
- El portal se ha cerrado, Chakat ha muerto. – Dijo Billy.
Con gran dificultad, Billy y Linda consiguieron echar a un lado el cadáver del demonio. Los dos estaban completamente exhaustos, ensangrentados y sucios… Pero habían vencido. Habían ganado. Allí sentados, en el suelo, Billy y Linda se miraron y estallaron en risas y llantos. Se abrazaron y se ayudaron mutuamente para ponerse en pie. La pesadilla había terminado. Cuando lograron subir de nuevo a la sala del trono, Linda se acercó a los miembros mutilados de Chakat.
- Tanto desear llegar a nuestra dimensión… Al parecer por fin lo ha conseguido. En parte al menos.
- Yo más bien diría “Algunas partes” lo han conseguido. – Respondió Billy.
- Salgamos de aquí, Billy.
- No hace falta que me lo digas dos veces, Linda.
Parte de la victoria de Linda sobre Satsuke fue debido a la valentía con la que habían luchado los ciudadanos de Bluelake City. Los Kebracks eran parte de Satsuke, el debilitamiento de Satsuke produjo el debilitamiento de los Kebracks y su tardanza al revivir… Pero a su vez, cada vez que un Kebrack caía abatido, producía agotamiento y consumo de energía en Satsuke.
Después de la muerte de Satsuke, la corriente del caos había desaparecido ya que la maldad había sido erradicada de aquel lugar. Por toda la ciudad, los Kebracks fueron ardiendo y consumiéndose hasta dejar tan sólo un rastro de cenizas. La gente, salía de sus casas aún con las armas en las manos, preguntándose que había sucedido, preguntándose porque seguían vivos. Henry había conseguido liberar a Mr. Bernard y juntos, habían bajado a la calle mayor de la ciudad. Supergirl había vencido, era la única explicación.
Sin embargo, era difícil celebrar la victoria con media ciudad envuelta en llamas y alrededor de tres mil muertos. Linda lloró durante horas cuando supo lo ocurrido en Bluelake City, no podía evitar echarse la culpa de todo lo sucedido, a pesar de que en la ciudad era considerada como lo que realmente era, una heroína. Sin ningún descanso, los ciudadanos pronto se organizaron las tareas más urgentes, los cadáveres fueron enterrados en un extenso campo y después de la misa por sus almas ya estaban pensando en la reconstrucción de la ciudad.
Epílogo 1:
Al día siguiente de la liberación de la ciudad, Linda se puso un vestido prestado por Miranda y bajó de su habitación del hotel. El edificio se mantenía en pie pero había sufrido muchos daños. En el hall, estaba Mr. Bernard, Miranda y Henry.
- Buenos días Linda... ¿Café? – Preguntó Miranda.
- Si por favor.
- Linda... – Dijo Mr. Bernard que todavía no la había visto.
Los dos amigos se fundieron en un abrazo sin que ninguno de los dos pudiera contener las lágrimas. Billy le había contado que Adam era en realidad una forma que tomaba Satsuke. Mr. Bernard estaba destrozado, confuso. El dolor que sentía tardaría mucho tiempo en sanar, “Adam” era como un hijo para él.
- ¿Cómo te encuentras mi querida niña? – Preguntó Mr. Bernard.
- Me duelen hasta las pestañas... Pero estoy más dolida por lo sucedido en la ciudad... ¿Cómo está usted?
- Con ganas de que todo esto acabe, de que la ciudad vuelva a la normalidad.
- El sello mágico que aislaba la ciudad ha desaparecido, lo he comprobado. Me he tomado la libertad de llamar a un viejo amigo para hacer más fácil la reconstrucción de la ciudad.
- Ahora nos hace falta toda la ayuda que podamos conseguir... – Dijo Henry.
- Si... Reorganizar la distribución del trabajo y los recursos va a ser complicado – Dijo Mr. Bernard.
- Hay un comité trabajando en ello. – Dijo Henry. – Todo va a salir bien.
- ¿Y el alcalde Chase y John? – Preguntó Linda.
- Como sospechábamos, los Kebracks no les dañaron. Satsuke mantuvo su promesa de dejarles vivos. Serán juzgados en cuanto nombremos a un nuevo juez. – Dijo Mr. Bernard.
- ¿Habéis hablado con Billy? ¿Está bien? – Preguntó Linda.
- Se recuperará, el Dr. McCoy le ha cosido las heridas. Creo que planeaba incinerar el cadáver de Jack esta noche. Quiere estar sólo.
- Ahora que la ciudad no está aislada, ¿Volverá usted al mundo del exterior? – Le preguntó Linda a Mr. Bernard.
- He estado pensando en ello... Detenidamente... Después de tantas décadas sólo puedo pensar en quedarme aquí y vivir los días que me quedan en paz y tranquilidad. Sin embargo, me preocupa que sin el sello, la ciudad sea “conquistada” por el exterior. Me preocupa que la ciudad pierda su autonomía. No quiero que esto sólo haya servido para cambiar de negrero.
- Creo que he dado con la solución... Bueno, gracias por el café. Supermán y el Dr. Fate llegarán pronto al punto de encuentro en el bosque. Quiero explicarles todo lo sucedido antes de que vean la ciudad.
Epílogo 2:
Volver a ver a Supermán no fue algo fácil para Linda, algunos de los sentimientos que creía superados volvieron para atormentarla nada más vio aparecer al hombre de acero. La verdad es que tuvo que hacer grandes esfuerzos para no llorar como una magdalena mientras hablaba con él sobre lo ocurrido en la ciudad. Nadie lo sabía pero ella había estado casada con Supermán, había tenido una hija con él. En realidad se trataba de un Supermán diferente, de una realidad paralela pero física y moralmente eran idénticos. Su mirada, sus gestos, su voz... Aún le amaba, aún le echaba de menos pero su marido había muerto o peor aún... No había existido jamás. [3]
- Linda, tengo que decir que me alegro mucho de verte. Sé que dijiste que no te buscara pero estuve tentado de hacerlo muchas veces. Me consta que sufriste mucho y si hay alguna cosa que pueda hacer...
- Gracias. Significa mucho para mí, de verdad pero es algo que tengo que afrontar yo sola... Entenderé si no quieres que vuelva a vestir tu símbolo... Estuve dos años ausente prácticamente sin darte ninguna explicación aparte de aquella nota... Me siento fatal.
- Tenías que enfrentarte a algunos demonios internos, créeme, puedo entender eso… Quizás algún día puedas hablarme de ello. En cuanto al símbolo, estoy muy orgulloso de compartirlo contigo. Tu corazón está en el sitio adecuado Linda... Supergirl...
- De hecho, estoy pensando en cambiarlo a Superwoman... ¿Crees que soy demasiado mayor para llamarme Supergirl?
Supermán sonrió y en aquel momento, Linda supo que todo saldría bien. Ese era el mayor de los poderes del hombre del mañana, simplemente uno no podía sentirse inseguro cuando él sonreía. Todo iba a salir bien porque Supermán estaba ahí.
En aquel instante, apareció el Dr. Fate, que había estado inspeccionando el aura energética del lugar, a Linda no le iban demasiado los rollos místicos, ya había tenido suficiente ración para toda una vida.
- He restaurado el sello místico del lugar tal como me has pedido Supergirl... En realidad no he hecho más que reagrupar la energía que ya flotaba sobre el lugar. Si alguien quiere abandonar la ciudad, sólo tendrá que entrar en la gruta del bosque y pronunciar la palabra clave.
- ¿Cual es?
- Ábrete sésamo.
- Vaya, no sabía que fueras un amante de los clásicos... Gracias. De verdad. La gente de Bluelake City quiere seguir con su particular forma de vida. Al menos de momento. ¿Funciona igual si quieres entrar?
- Así es…
- Bueno, entonces ahora sólo nos queda ayudar en la reconstrucción de la ciudad y en asegurarnos de sellar para siempre la vieja mina que servía de guarida para Satsuke. – Dijo Supermán. – Manos a la obra.
Epílogo 3:
Había sido un día duro de trabajo en la ciudad, un día de triste de llorar a los muertos pero a su vez, un día en el que la gente de Bluelake City miraba con esperanza hacia el futuro. El sol se había ocultado ya y Billy, con su antorcha en mano, encendió la pira funeraria de su hermano Jack. Muy pronto, las llamas comenzaron a devorarlo todo, como si fueran un animal salvaje e insaciable. Linda posó su manó en el hombro de Billy.
- ¿Estás bien?
- ¿Cómo sabías que estaría aquí?
- Te estaba buscando, vi el fuego desde el cielo.
- Siento que de alguna forma, todo esto es culpa mía, él murió por salvarme. Soy yo quien debería estar consumiéndose por las llamas.
- No eres el único que se siente culpable. No debí permitir que ocurriera.
- Nada podías hacer…
- Tu tampoco, él tomó una decisión y ya sabes lo tozudo que podía llegar a ser.
- Si… Era un gran hombre ¿Verdad?
- El mejor… Él nunca morirá Billy, Bluelake City siempre le recordará como el héroe que fue y siempre perdurará en nuestros corazones.
- Si…
- ¿Qué tal tu hombro?
- Duele como el infierno pero estoy mejor. Espero que las almas de los fundadores de Bluelake City hayan podido descansar por fin, ni siquiera ellos se merecían aquel destino.
- Con Satsuke muerto, seguro que si. ¿Qué piensas hacer ahora? ¿Vas a ocupar el puesto de Sheriff?
- No… - Dijo Billy sacando del bolsillo la estrella de sheriff de su hermano. – Henry se ha ganado con creces el puesto. Quiero abandonar Bluelake City, quiero conocer el mundo.
- El choque cultural puede ser tremendo…
-¿Algún consejo?
- Deja tu caballo y tu rifle en la ciudad, no los vas a necesitar ahí fuera.
- Me sentiré desnudo sin ellos…
- Confía en mí, aprenderás a viajar sin el caballo y el rifle sólo te meterá en problemas.
- Gracias por todo…
- Ven aquí… - Le dijo Linda abrazando a su amigo.
- ¿Sabes que estás muy rara con ese vestido?
Epílogo 4
Linda había abandonado Bluelake City y había tenido la oportunidad de darse una ducha de verdad, ponerse ropa limpia y maquillarse para disimular sus heridas. Tenía un pequeño asunto pendiente al pie de la montaña. Entró en el bar restaurante y se acercó a la barra.
- Hola Luke. – Dijo Linda – Te dije que volvería… [4]
- ¡Linda! ¡Dios santo! ¿Estás bien? La policía encontró abandonada tu autocaravana… ¿Qué te ha sucedido?
- Jamás me creerías… ¿Puedes servirme el menú del día y un poco de café?
- Claro, me alegro un montón de que estés bien, de verdad. Estaba muy preocupado.
- Gracias Luke… La verdad es que por primera vez en dos años, tengo ganas de que llegue “un mañana”.
- ¿Qué va a suceder mañana?
- Mañana vuelvo a casa, Luke. Vuelvo a casa.
Fin, por ahora...
¿Dudas? ¿Comentarios? ¿Amenazas? Mi email es imanolamado@hotmail.com
Referencias:
[1] Supergirl #5.
[2] Los vimos al final del número anterior.
[3] Linda viajó al universo DC pre-crisis en “Many Happy Returns” (Supergirl USA Vol 3, #75-#80) y contrajo matrimonio con el Supermán de Tierra-1, quien presumiblemente, dejó de existir después de las crisis en tierras infinitas.
[4] Supergirl #1.
NOTAS DEL AUTOR
Como lo primero es lo primero, me gustaría agradecer a quien haya llegado hasta aquí… ¡Mis sinceras gracias por vuestra infinita paciencia! Yo he disfrutado y sudado muchísimo para sacar adelante esta serie y espero que al menos haya alguien por ahí que le haya gustado o entretenido.
También me gustaría agradecer a nuestro intrépido editor DC de Action Tales, Raúl Peribañez por escribirme aquel email a finales de Marzo de 2005, ofreciéndome la posibilidad de escribir cualquier serie que no estuviera cogida… Y ofreciéndome en bandeja a Supergirl (Si es que el muy cabroncete conoce mis debilidades…).
La cosa es que al empezara a escribir esta serie también he descubierto las series de otros compañeros (sólo había leído “Animal Man” hasta entonces) y la verdad es que ha merecido la pena. Algunos fics me han gustado más, otros me han gustado menos pero en todos ellos he visto las ganas de hacerlo bien, el esfuerzo y el cariño por los personajes que estaban escribiendo. Gracias pues a todos ellos... Os sigo leyendo siempre que puedo.
Y terminando con las gracias, agradezco a Doc Banner por crear Action Tales, a los portadistas de la serie por su talento y por hacer que la serie parezca mejor de lo que es… Y a mi novia por estar ahí y aguantar mis “frikadas”…
Si empezara ahora, es probable que hiciera las cosas de otra manera pero en general, me encuentro muy satisfecho con como a quedado la primera saga (Supongo que para un padre no hay hijo tonto). Hubo momentos en los que no me vi capaz de terminarla, estuve atascado con el #4 más de un mes… Pero aquí estamos, con seis números ya publicados.
¿Qué deparará el futuro a Supergirl? Pues como dijo un sabio antes de convertirse en un absurdo gráfico saltimbanqui 3D, “El futuro siempre en movimiento está”… Lo que si creo improbable es que vaya a escribir otra saga larga en muuucho tiempo (es cansino para mí y para el lector).
Visitaremos Leesburg, veremos a Linda reorganizar su vida… Y habrá un par de sorpresas por el camino…
Nos vemos en la siguiente actualización.
-Imanol.
(Septiembre 2005)
Reseña del 13 de Diciembre de 2005:
ResponderEliminarTrepidante conclusión de la extensa, pero no por ello alargada, saga Infierno de Cobardes. Siguiendo la estela de los números anteriores, los personajes están muy bien tratados (destacando esta vez Billy), y los diálogos y desarrollo del argumento muy logrados.
La dura batalla entre Supergirl y Satsuke ocupa buena parte de este número, mostrando perfectamente la dificultad de batirse con este demonio, lo cual consigue subrayar el logro del final.
Por otra parte, el asalto de los Kebracks sobre el pueblo transmite muy bien la desesperación de la gente y la sensación de que se encuentran en el filo de la navaja.
En fin, como ya he ido comentando sobre los episodios anteriores, Imanol ha conseguido arrancar la serie de Supergirl con un buen argumento cargado de sorpresas, secundarios muy bien definidos (que se echarán de menos) y, en definitiva, una estupenda saga que habrá que tener muy en cuenta en los próximos premios AT.