Task Force-X nº04

Título: The Office
Autor: Juan B. Canto
Portada: Juan B. Canto
Publicado en: Enero 2015

¡Descubre la Roca, el nuevo y secreto cuartel general de la Task Force-X! Acompaña a King Faraday y descubre todos los secretos que contiene. ¿Podrá el famoso espía lidiar con todos ellos… o este grupo estará condenado antes de empezar?
Durante los últimos cincuenta años, una unidad militar especial ha defendido a los EE.UU. de aquellas amenazas para las que nadie estaba preparado. El gobierno nunca ha reconocido conexión con ellos pero eso no impide que  estén dispuestos a hacer cualquier cosa, cualquier sacrificio, para cumplir su misión, aunque ello implique utilizar a los más perfidos villanos en sus operaciones. Ellos son ...
Creados por Robert Kanigher, Ross Andru y John Ostrander

Resumen de lo publicado: El Presidente de los EE.UU. ha decidido reactivar la Task Force-X bajo el mando de King Faraday. Mientras se traslada a su nueva base, Faraday va conociendo a los nuevos hombres a su cargo.

Un sobrio despacho. Mobiliario en blanco y negro. Pulcro, casi aséptico, como un quirófano. No había luz natural. Ni un solo detalle personal se apreciaba en la diáfana estancia. Una mujer de rasgos marcadamente eslavos revisaba documentos en su ordenador. Parecía hastiada, casi fuera de lugar. Sonó un “bip” en el intercomunicador instalado en su mesa. La mujer pulsó un botón.

-¿Sí?

Una voz femenina y aséptica, mecánica, le respondió:

-##Valentina, ya ha regresado el HELLHAMMER.##

-Gracias, Mindboggler. Ya voy para allá -cerró la comunicación y susurró para si misma-... Faraday...

 El avión aterrizó en un hangar oculto de la antigua prisión de Alcatraz. Valentina Vostok  llegó a tiempo para ver como descendían los pasajeros de aquel pájaro de metal. Iba vestida con algo parecido a un mono muy ceñido de cuero o vinilo, con detalles en plateado y el escudo de la Fuerza de Choque X. Una mujer de su altura y belleza vestida así resultaba como mínimo imponente.

-Confío en que hayan tenido un buen vuelo.

-Ha sido muy instructivo, Vostok -le respondió con su típica retranca Faraday.

-Me alegro, señor -repuso Valentina sin emoción alguna-. Si me permite le acompañaré a su despacho. Allí podrá refrescarse y descansar del viaje si así lo desea.

-Adelante, Valentina. Damas y caballeros -dijo refiriéndose a sus compañeros de viaje-, les veré pronto. Lockwood, ¿nos acompaña?

-Desde luego, señor.

-As -dijo Faraday señalando a la teniente Von Hammer a modo de saludo. Ella le respondió bajándose las gafas de sol y guiñándole un ojo.

La base de operaciones de la nueva Fuerza de Choque X había sido excavada en la roca, bajo el subsuelo de la antigua prisión. Hacía ya algunos meses que se había desautorizado el acceso de visitantes a las viejas instalaciones de la cárcel, aduciendo graves problemas estructurales que ponían en riesgo la integridad física de los turistas. Incluso se fingió un falso accidente con víctimas mortales. Una cortina de humo perfectamente orquestada para ocultar la verdad. Bajo la Roca y en tiempo récord, se había construido una enorme base subterránea con la tecnología mas puntera de la que disponía el tío Sam.

Tras unos minutos de ascensor y pasillos, Faraday, escoltado por el agente Lockwood y Valentina Vostok, llegó a la puerta de un despacho. Su despacho, como  podía leerse con total claridad en el rótulo plateado que adornaba la inmaculadamente blanca puerta. “CORONEL KINGSLEY R. FARADAY. DIRECTOR EJECUTIVO”.

-Hemos llegado, señor -apuntó Vostok.

-Diablos... hacía siglos que no me recordaban el rango...

-Como verá, está totalmente equipado -añadió Valentina, abriendo la puerta y haciendo un gesto con la mano mas propio de una azafata de televisión que de una teniente coronel de las fuerzas aéreas-. Si no me necesita para nada mas, señor, volveré a mis obligaciones. Querrá ver a lo jefes de sección lo antes posible ¿me equivoco? -Faraday asintió con la cabeza- Digamos en... ¿una hora?

-Que sean 45 minutos. Puede retirarse, Vostok. Muchas gracias.

La seriedad con la que Faraday trataba a Valentina Vostok, a diferencia de otros colaboradores o subordinados, incluso algunos superiores, denotaba un profundo respeto. No en vano, Val Vostok era una mujer, un soldado excepcional. Daba igual lo que dijeran los informes. No le importaba lo mas mínimo que formase parte de la administración Luthor. Si de alguien podía estar seguro era de esta mujer. Su caída en desgracia a raíz de los eventos del llamado “Imperio”(1), habían sido una bendición para él. ¿Cómo si no hubiera conseguido una colaboradora de tanta valía para una operación tan “subterránea”? “Ganancia de pescadores” se dijo a sí mismo.

-Señor -Vostok hizo un gesto con la cabeza a modo de saludo y se marchó.

-Adelante Lockwood, pase y cierre la puerta. Usted y yo tenemos cosas de las que hablar.

El agente entró cerrando la puerta tras de sí.


Sala de reuniones. 45 minutos después.

Alrededor de una mesa ovalada se encontraban varias personas sentadas en sus respectivas sillas. Cada uno ordenaba sus notas. Una cierta tensión flotaba en el ambiente. Los inicios siempre son complicados: 

Teniente coronel Valentina Vostok, directora de la división A.R.G.E.N.T. (Advanced Research Group for Evaluating Non Standard Threads); Lyle “Lock-up” Bolton, Jefe de Seguridad de las instalaciones de La Roca; Mitchell Black, Jefe del Departamento Médico; Harold Knopf, Jefe del Equipo de Evaluación y Asistencia Psicológica; Robert Dubois, Jefe de Mantenimiento y Armas; Doctora Tina McGee, asistente del Jefe del Equipo Científico, el doctor Heinrich Megala, ausente “sabe Dios por qué” pensaba Faraday; y la Teniente Ilsa “As” Von Hammer, Jefa de Pilotos. 

-Damas y caballeros -Faraday acababa de entrar en la sala, escoltado por Benjamin Lockwood, alias Agente Libertad-. No hace falta que se levanten, los formalismos me resbalan. Supongo que todos ustedes me conocerán y ya estarían informados de mi llegada, así como de las funciones que he venido a realizar aquí. Me imagino que, como soy el último en llegar... -se notaba que a Faraday le molestaba eso- ustedes ya se conocerán entre sí, así que si les parece, nos dejaremos de zarandajas y presentaciones estilo terapia de grupo o primer día de cole e iremos directamente al meollo de la cuestión. Me gustaría escuchar sus informes. ¿Valentina?

Valentina Vostok era una belleza rubia y de ojos azules, casi grises. Era originaria de Rusia. Hacía tiempo ya, había desertado del ejercito soviético, robando un jet experimental con el que intentó llegar a los Estados Unidos. Pero durante su huida, sufrió un accidente y acabó convertida en la criatura conocida como LA MUJER NEGATIVA,  uniéndose a una de las formaciones del grupo de marginados con habilidades especiales conocido como LA PATRULLA CONDENADA. Al cabo de algún tiempo, Valentina perdió sus poderes y el grupo se desbandó. Pero con su experiencia militar y en asuntos meta-humanos, pronto comenzó a trabajar para el Gobierno de los Estados Unidos, llegando a ser la directora de operaciones de la organización JAQUEMATE.

-Señor, la Unidad A.R.G.E.N.T. Está funcionando al 100%. Como habrá podido comprobar, la base de operaciones está totalmente terminada y todo el personal asignado al proyecto conoce ya sus funciones y está trabajando a pleno rendimiento. El señor Carmichael, nombre en clave “Thinker”, se ocupa de nuestro sistema informático y de comunicaciones. Ahora mismo se encuentra en la sala del interfaz de nuestra IA residente, nombre en clave “Mindboggler”. Puede comunicarse con ellos si así lo desea ya que seguramente nos estén escuchando en este momento.

-Carmichael, informe.

Una voz comenzó a sonar a través del sistema de megafonía de la sala.

-##Bienvenido, señor Faraday. Espero que me disculpe por no poder presentarme físicamente, pero Mindy y yo estamos haciendo una prueba imprescindible para mejorar el firewall de nuestro sistema. Cuando terminemos con él, será un 200 % mas efectivo. Mindy, ¿quieres saludar al señor Faraday? Es nuestro nuevo jefe##

Una voz femenina y mecánica, similar a la de un contestador o a una máquina expendedora, resonó en el sistema de comunicación:

-##Buenos días, director Faraday. Nos complace informarle de que la red informática y de comunicaciones de La Roca está completamente operativa. ¿Desea que le muestre una simulación holográfica con su esquema detallado?##

-Dios santo, no... er... “Mindy”, eso no será necesario... Gracias -Faraday se sentía como la maldita Tangina Barrons, hablando con los espíritus del mas allá, cosa qué, desde cierto punto de vista, no dejaba de tener ciertos tintes de verdad, ya que Mindboggler no dejaba de ser una especie de espíritu incorpóreo, una forma de vida digital, diseñada a partir de las pautas mentales de una persona muerta(2). A King no le gustaban demasiado los ordenadores, pero si había algo que aún le gustaba menos, eso eran los fantasmas-. Continúe usted, Valentina, hágame el favor.

-Si, señor. Lyle Bolton, nombre en clave “Lock-up”(3), es nuestro jefe de seguridad. Informe, Bolton.

-Señora. Director Faraday -Bolton debía de medir cerca de los dos metros, era algo que podía apreciarse con facilidad aún estando sentado. Su constitución, mas allá de la altura, era poderosísima. Se notaba que se tomaba el entrenamiento físico de lo mas en serio. Su pelo era negro y sus ojos oscuros. Las facciones de su rostro eran duras, como esculpidas en granito y su expresión era hierática, muy marcial -. El operativo de seguridad trabaja conjuntamente con el departamento informático. Los sistemas de vigilancia y defensivos son controlados por Mindboggler, que informa a mi equipo de cualquier anomalía que detecta, además de un parte periódico cada 2 horas.

-Lo quiero cada hora -ordenó Faraday.

-Así lo haré, director Faraday -contestó Mindboggler directamente.

-Continúe Bolton.

-Si, señor. La seguridad perimetral y vigilancia exterior, están completamente automatizadas. Dentro de las instalaciones mis hombres y yo efectuamos rondas de control durante las 24 horas del día. El subnivel de confinamiento, así como la armería, cuentan con retén permanente. Yo mismo he diseñado la mayoría de las celdas en colaboración con el doctor Megala(4)...

-No lo veo, por cierto...

-El doctor estaba muy ocupado, señor... -Interrumpió Valentina Vostok-. Me ha pedido que le excusara. La doctora McGee está aquí en representación del departamento científico. Ella le dará el informe de su sección. De todos modos, si lo desea, puede comunicarse con Megala vía Mindboggler.

-No, no... Déjelo -ya había tenido “sesión de espiritismo” suficiente por un rato-. Mas tarde me pasaré por el labo. Siga Lyle.

-Todos los sistemas, así como el personal de seguridad están ya funcionando a pleno rendimiento. La integridad de las instalaciones, los equipos y el personal de esta base están aseguradas con un 99 % de fiabilidad, señor.

-¿Solo un 99 %, Bolton?

-No me gusta confiarme. Si piensas que tu sistema es 100 % seguro, acabas por relajarte y pierdes efectividad. No existe la defensa inexpugnable... solo una falsa y peligrosa sensación de seguridad. Hay que ponerse EN TODO MOMENTO  en el lugar de un hipotético agresor, o en el de un convicto que planea fugarse. Por cada cerradura hay siempre al menos una llave. Nuestro operativo de seguridad solo es casi-inexpugnable, pero eso hace que no nos durmamos en los laureles, señor. 

-Interesante manera de pensar, Bolton. ¿Tiene algo mas que añadir a su informe?

-No señor, nada mas.

-No pierda de vista ese uno por ciento.

-No lo haré, director Faraday.

-Mas nos vale. ¿Continuamos, Valentina?

-Si, señor. El jefe Dubois es el encargado de mantenimiento de la base...

-¿Se fía de él, Valentina? -Vostok se giró como si hubiera oído caer una bomba. Todos en la sala de reuniones tenían la misma mueca de estupefacción en sus rostros. Todos excepto Faraday, claro. Y el propio interfecto. Robert Dubois, conocido en otros tiempos bajo el alias de Bloodsport. El se limitó a agachar la cabeza con resignación. Dubois era un afroamericano con cuerpo de runningback, como si de un joven Jim Brown se tratase. No obstante, en sus sienes y en su barba había mechones plateados que lo avejentaban aún sin restarle poderío a su físico, quizás queriendo dar testimonio de la vida tan complicada que había llevado. Por suerte, la teniente coronel Vostok se recompuso con rapidez de la pregunta sorpresa de Faraday y le respondió:

-¿Confía usted en mí, Faraday?

-Yo no me fío ni de mi sombra, Vostok. Pero sí, confío en usted. ¿Que tiene eso que ver? ¿A donde quiere ir a parar?

-Tan de fiar soy yo como el jefe Dubois, director Faraday, señor. Todos tenemos un pasado. Tanto él como yo hemos sido marionetas en manos de Luthor... creo que Robert Dubois es un hombre completamente rehabilitado y ha demostrado ser un miembro fundamental de esta organización, así como un trabajador excepcional en el tiempo que ha estado bajo mi mando. ¿Sabe usted que se licenció summa cum laude en la Facultad de Ciencias Aplicadas de Toronto? Este hombre es mucho mas de lo que los medios han mostrado de él, este hombre es mucho mas de lo que Luthor quiso hacer de él. Y sobretodo es alguien mucho mejor de lo que usted piensa, Faraday.

Dubois cerró los ojos durante unos instantes. Después alzó el cuello, pues aún permanecía cabizbajo, volvió a abrirlos y le hizo a la teniente coronel Vostok un gesto, casi una reverencia, en señal de agradecimiento.

-Muy emotivo... -Faraday hizo una pausa de unos segundos, para hacerse el interesante-. Créame, Valentina, cuando le digo que tendré muy en cuenta sus afirmaciones.

-Señor -dijo Dubois-, si me permite... -Faraday permaneció en silencio, solo por esta vez- En el pasado hice cosas de las que no me siento orgulloso. Pero le aseguro que he dejado atrás todo aquello. He encontrado a Jesús y él...

-OH, POR EL AMOR DE DIOS... -Dijo Faraday casi fuera de sí-. Está bien, está bien...  Deme el informe de su sección y corramos un "tupido velo". Ese maldito "cara-de-hueso"(5) debe estar descojonándose ahora mismo a mi costa... -Determinó entre dientes.

-Si, director Faraday. Bien... Lo cierto es que la mayor parte de las tareas de mantenimiento se realizan automáticamente, tanto las reparaciones como la limpieza están a cargo de los sistemas controlados por Mindboggler...

-¿Entonces, me quiere decir qué puñetas hace usted aquí?

-El factor humano.

-¿El factor humano?

-Si, director. Las máquinas también pueden fallar...

-##Lo dudo mucho.## -La voz de Carmichael resonó en la megafonía.

-##Gracias, amor## -Le respondió “Mindy” en un tono tan aséptico como inquietante.

-Valentina, corte la megafonía o mándelos a un hotel... -Valentina lo miró anonadada-. Era broma. ¿Podría explicarse mejor, Bo?

-Desde luego. Sencillamente me dedico a supervisar que todo esté funcionando como debe hacerlo y cambio pautas cuando es necesario para un mejor funcionamiento de los sistemas.

-Pero lo más importante es que -añadió la teniente coronel Vostok-, en caso de que todo el sistema informático colapsase...

-##Algo virtualmente imposible## -apuntó de nuevo desde las ondas, el señor Carmichael.

-Algo muy improbable, es cierto. Pero no imposible -apostilló Valentina frunciendo el entrecejo-. En ese caso, las habilidades técnicas y los conocimientos sobre mecánica del señor Dubois lo convertirían en indispensables para que la misión pudiera continuar.

-Ya veo. Así que Bloodsport el pirado es nuestro seguro contra catástrofes... AY... Está bien. ¿Es eso todo?

-Pues... si, señor. Eso creo...

-Bien, continuemos.

-Equipo Médico, director Faraday. ¿Señor Black?

-Y yo el señor Marrón(6)... -Añadió King Faraday esbozando una sonrisa sardónica.

-Mitchell Black es nuestro jefe de medicina residente, Faraday...

-YA LO SE, DEMONIOS. ¿ES QUE NO PUEDE UNO DIVERTIRSE UN POCO? Diga lo que tenga que decir, Mitch.

-Yo, errr... Si, director Faraday. Nuestro equipo médico está especializado en trauma y cirugía de combate. Tenemos gente que ha servido en Qurac,  Kahndaq, Afghanistan y otros puntos “calientes”. Le aseguro que a ninguno nos asusta la sangre. Hemos visto de todo...

-Ya lo puede jurar usted, ¿no, “Pacificador”?

Costaba imaginar que aquella persona de amigables ojos color avellana y buenas maneras, hubiera sido alguna vez un peligroso comando de un solo hombre.

-Es cierto, fui el Pacificador(7)...

-UN Pacificador.

-Un Pacificador. Es algo que tuve que hacer y de lo que no me siento especialmente orgulloso. Pero fue un medio para un fin y de no ser por eso, ni estaría aquí, ni hubiera podido volver a ejercer la medicina, así que...

-Francamente, me parece estupendo que tanto usted como el señor Dubois se hayan encontrado a sí mismos y hayan hecho las paces con Dios, con Buda o con la mismísima Rama Kushna encarnada. Me la refanfinfla. Lo único que quiero saber, en su caso, es si sería capaz de entrar en una zona de combate en caso de ser necesario.

-SOY médico de combate, Faraday. Si la pregunta es si estoy dispuesto a empuñar las armas, la respuesta es un NO rotundo. Ya he pagado mi deuda. Estoy aquí como médico. Iré donde se me necesite, al mismísimo infierno si es preciso. Como médico. Para sanar, no para causar dolor. Es lo que firmé cuando me ofrecieron formar parte de esta operación, lo que juré en su momento y lo que pretendo hacer, sí. Eso y solamente eso.

-Y eso es exactamente lo que quería oír, Mitch. Para otra cosa, nos hubiéramos hecho con los servicios de su predecesor.

-Pero él... Creía qué... -Faraday le guiñó un ojo mientras le hacía el gesto de silencio poniéndose el dedo índice sobre los labios.

-¿Qué tal son las instalaciones y el material que le han asignado, Doc?

-Las ins... ¡Oh, si! ¡Realmente alucinantes, Director! ¡Muchas gracias! Son... Hay cosas aquí que están a años luz de distancia de las instalaciones médicas convencionales, ni en mis tiempos con el Proyecto Pacificador vi nada igual...

-Es algo qué -interrumpió Vostok-, al menos en parte, hay que agradecerle también, al igual que las mejoras en las unidades de contención, al jefe del departamento científico, el Doctor Megala...

-El ausente Doctor Megala -interrumpió Faraday esta vez-. Bien. Me alegro de que esté feliz con sus juguetes nuevos, Mitch. Esperemos que tenga que utilizarlos lo menos posible... Aunque teniendo en cuenta el historial de esta operación... ¿Tenemos servicio funerario, Vostok? ¿Que tal es el seguro de accidentes laborales?

-Señor... -Faraday había conseguido abochornar a Valentina Vostok. Un nuevo hito acababa de sumarse a los ya acumulados entre los mas “dudosos” de su carrera.

-Era solo...

-¿Otra broma, señor?

Faraday hizo guiñó el ojo por enésima vez, mientras en su cabeza resonaba “It's my party” de Lesley Gore.

-Veamos, nos faltan los loqueros, la Teniente “As” Von Hammer y la señora McGee ¿me equivoco, Val?

-Correcto, señor.

-As, ¿cómo están sus pájaros?

Ilsa Von Hammer parecía cortada por el mismo patrón que la teniente coronel Vostok. Ambas eran mujeres y militares, rubias -aunque ahora Ilsa llevaba el pelo corto y Valentina largo y suelto- de ojos claros y muy altas. Ambas tenían sus orígenes en el viejo continente, pero mientras Valentina había nacido y vivido en Rusia, Ilsa, a quien todos llamaban As, era la tercera generación de Von Hammer nacidos, criados y casados con norteamericanos. Su bisabuelo había sido el celebre Hans Von Hammer, conocido como “El As Enemigo”, un piloto y aristócrata alemán que se ganó la fama de invencible y de honorable durante la Primera Guerra Mundial y brevemente durante la Segunda. Ambas, Vostok y As eran pilotos de combate, pero su forma de volar no podía ser mas diferente. Valentina era un tempano de hielo cuando estaba a los mandos de un caza. Jamas cometía fallos. En cambio Ilsa, As, era impredecible en el aire, volaba por instinto, y eso se veía reflejado también en su forma de ser.

-Mejor que un millón de pavos, jefe... quiero decir señor. Tenemos un par de Hellhammer's listos para despegar en siempre que sea necesario. Son los cacharros mas jodidamente acojonantes que haya montado en toda mi jodida existencia... con perdón, señor. Tienen lo último en armas y sistemas. Vuelo silencioso, anti-radar, despegue y aterrizaje vertical. Esas preciosidades pueden aterrizar incluso en el escupitajo de un talibán. Amerizan, tienen autonomía suborbital e incluso subacuática. Una auténtica gozada. Y luego tenemos la flotilla de SHEBA's... 

-Designación standard para el helicóptero de combate Special Hover Engine Battle Aircraft Mark X.

-Lo iba a decir justo ahora, jefa... quiero decir, señora. Teniente coronel, Vostok. Loquesea -Faraday se mondaba con la teniente “As” Von Hammer y a Valentina Vostok no parecía molestarle demasiado su aparente falta de “modales castrenses”, no así al agente Lockwood, que se removía en su silla y fruncía el ceño con cada nueva muestra de insubordinación. La vena en su sien parecía una anaconda a punto de estallar...-. Si los Hellhammer's son lo mejor que he tenido entre las piernas... que no bebiera cerveza y mease de pie, esas bellezas con hélices no se quedan atrás. En mitad de un “fregao” de los gordos, son ideales de la muerte para dejar a nuestros G.I. Joes y recoger heridos o prisioneros a toda leche. Además tienen tantas armas automáticas y explosivos como para poner en orbita al jodido Arnold Schwarzegger, señor.

-Los SHEBA -interrumpió Vostok- pueden funcionar con piloto humano, o bien teleguiados desde la base mediante la interfaz de Mindboggler.

-Aquí todo parece pasar por ella... -Se notaba que a Faraday eso no le convencía ni lo mas mínimo.

-ARGENT tiene personal sobradamente cualificado como piloto, Faraday. No tiene nada de que preocuparse. La mayoría de nuestros agentes son capaces de pilotar a la perfección los SHEBA. Pero si no se fía de Mindboggler ni de ellos, yo misma le llevaré donde quiera.

-No se ofenda, Vostok. Ya sabe a lo que me refería... -Valentina asintió-. Bueeeno, entonces, ¿hurra, As?

-A tope, señor director Faraday, Coronel.

-Bien, bien, bien... -Cuando Faraday sonreía, uno realmente no sabía si eso era algo bueno o malo, pero lo cierto es que a la mayoría, esa sonrisa le daba, como mínimo, un escalofrío. La teniente “As” Von Hammer no estaba dentro de ese grupo, desde luego-. Tocan los loqueros, pero como hemos venido charlando durante el vuelo, no creo que aquí mi amigo el “come-cocos” tenga mucho más que añadir a lo dicho, ¿o me equivoco?

-Grmmmfff... -Refunfuñó el doctor Knopf, que era prácticamente un clon de Tom Selleck de joven, bigote incluido-. Nada que añadir. Nuestro gabinete psicológico esta abierto a cualquier hora para atender a todo el personal que lo necesite. Los perfiles psicológicos se encuentran ya en su base de datos personal, director. Recomendamos un seguimiento, como mínimo semanal, para todos los operativos de campo y...

-Si, si, si, si, si... Lo típico. Estese tranquilo, Knopf, que le dejaremos seguir con sus jueguecitos mentales.

-Director -se interpuso Valentina, algo harta ya del coronel Faraday-. Lo que el doctor Knopf iba a decir, era que el personal de A.R.G.E.N.T. debe pasar controles rutinarios para prevenir y/o detectar estrés, como mínimo una vez cada tres meses, ¿no es cierto, Harold?

-Desde luego, Valentina. Eso es exactamente a lo que iba a hacer referencia cuando me ha interrumpido el señor Faraday. Ustedes saben mejor que yo que este tipo de operaciones producen una gran tensión en la psique humana y siempre es mejor prevenir que curar. Aclarado esto, no tengo nada mas que añadir. Por ahora.

Ese “por ahora”, le sonó tan amenazante a Faraday, que le respondió tan fría y secamente como fue capaz. Y si había algo de lo que King Faraday era capaz, era de ser frío.

-Perfecto -La mirada que acompañó a su respuesta, habría sido la envidia de cualquiera de los personajes de Clint Eastwood. 

-La doctora McGee -dijo Val Vostok forzando el cambio de tema- está aquí en representación del departamento científico. ¿Doctora?

Tina McGee era una Demi Moore madurita con el pelo rizado y que ocultaba sus sinuosas curvas bajo una bata blanca y un carácter mas hosco que el de la propia Moore en La teniente O'Neil.

-Gracias. El departamento científico, al igual que los de mis colegas aquí presentes, también funciona a pleno rendimiento. Heinrich y yo estamos trabajando ahora mismo en diferentes líneas de investigación y desarrollo.  En este preciso momento, el doctor Megala está ocupándose de cierto material susceptible de convertirse en una posible arma. Eso es al menos lo que he podido deducir de los comentarios de Heinrich... El doctor es un individuo muy reservado, como ya le dije al director Faraday durante nuestro “encuentro” en el avión.

-Si, lo recuerdo perfectamente. ¿Podría ser mas concreta en lo de las líneas de investigación y desarrollo?

-Bueno... estamos trabajando en mejoras específicas para cada uno de los miembros del equipo de campo, para el “Escuadrón Suicida”.

-Pero aún no las tienen listas...

-No, todavía no. Pero es cuestión de tiempo.

-Cuestión de tiempo dice, ¿eh? -Faraday se frotaba la barbilla, pensativo-. Está bien. Quiero que al terminar esta reunión, cosa que no tardará mucho en suceder, baje al nivel del laboratorio y avise al pirado de Megala de que voy a ir a verle. ¿De acuerdo, señora McGee?

-Como usted quiera, Faraday.

-Chupi.

-Faltaría el señor Lockwood, señor.

-No, no, Valentina. No se preocupe. El señor Lockwood y yo hemos estado charlando en mi despacho sobre su equipo y otros detalles de la operación, ¿verdad hijo?

-Así es, señor -asintió el Agente Libertad.

-No obstante, aún tengo que reunirme personalmente con los muchachos. Por cierto, Mitch -dijo dirigiéndose a Mitchell Black-, ¿cree que podría reunirme con el señor Lawton para una charla amistosa?

-Por supuesto, señor. Su evolución es muy buena(8), pero... 

-¿Sí? Termine lo que iba a decir, Doc.

-Bueno, verá, señor... Lawton, bueno... Todos sabemos lo que hizo. Creo que el doctor Knopf y la doctora Carpenter tienen mas que decir en este tema que yo...

-Tranquilo Doc. De hecho, creo que nuestros come-cocos residentes estarán bastante de acuerdo con lo que tengo en mente para el señor Lawton... Bueno. ¿Alguien quiere añadir algo? -Nadie dijo ni hizo ademán de añadir nada-. Muy bien, gente, entonces que cada cual vuelva a lo suyo hasta nueva orden. Rompan filas y todo ese rollo. Ya nos iremos viendo...

Vostok se acercó a Faraday.

-Bueno, señor director ejecutivo. ¿Y ahora qué?

-Ahora toca bajar a las mazmorras, a visitar “el laboratorio de Dexter”. Tengo ganas de enterarme de una maldita vez de lo que hay en la dichosa caja de marras...

-Buena suerte con el doctor. La necesitará... -Dijo mientras se daba media vuelta para marcharse.

-¿Que quiere decir con... ? ¿Valentina...? ¡Valentina!

Continuará

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Referencias:
1.- ¿Qué es Imperio? No dejes de leer la mayor aventura escrita en AT53.
2.- Mindblogger fue uno de los primeros reclutas de Amanda Waller cuando reactivó al Escuadrón Suicida en la era moderna (murió en Escuadrón Suicida #2 USA EN 1987) y sus pautas cerebrales sirvieron como base para una nueva  entidad digital.
3.- Lyle Bolton es un viejo conocido de Batman, Robin y Nightwing. Llegó a tomar el control de la prisión de Blackgate durante el evento "No Man's Land".
4.- Otro viejo conocido del Universo DC. Participó en el desarrollo del Proyecto Capitán Atom.
5.- Se refiere al Mr Huesos, el director de D.E.O. y quien le puso al cargo de la Task Force-X en nuestro primer número.
6.- Para el que no lo coja, Faraday esta haciendo otra broma a costa del clásico de Tarantino "Reservoir Dogs".
7.- El Proyecto Pacificador fue desarrollado por Christopher Smith y e su Instituto de la Paz como fuerza antiterrorista, hasta que los desequilibrios psicológicos de Smith le hicieron "desvirituar" los valores originales en los que se fundó, volviéndose cada vez más y más violento.Tras la muerte de Smith, otros han llevado su legado.
8.- Floyd Lawton a.k.a. Deadshot está aún recuperándose de la paliza recibida a manos de Nightwing en nuestro Nightwing #04

7 comentarios :

  1. Buen capítulo. Sólo la base y el grupo administrativo da para dos series!

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  2. Juan va a un excelente ritmo con esta serie, lentamente esta construyendo un gran tela que parece ser solo una minúscula parte de un gran lienzo. Seguimos con la trama de la organización a cargo del bueno de Faraday, personaje que va ganando, más carisma, con cada comentario. En fin, me tiene totalmente enganchado.

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    1. Gracias Will! Me alegro de que te guste Faraday :) Has visto ya la peli de JLA: The New Frontier? Y el comic, lo leiste?

      Gracias por seguir ahi, colega! :)

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    2. El comics no lo he leído, lo buscaré cuando pueda. La película si la vi, me gustó mucho.

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  3. Bueno, pues yo diría que lo que está haciendo Juan B. Cantó en esta serie tiene mucho mérito. Que a estas alturas aún sigamos con la presentación de personajes y estructura administrativa de esta rama del gobierno USA que dirige Faraday, sin ningún atisbo de acción, ni en el presente ni en el futuro próximo, basando cada episodio en conversaciones a una o varias bandas, y que a pesar de ello, cada nuevo número se lea con interés, resulte dinámico, y lo que es aún más importante, el lector quiera leer más, no es nada, nada fácil.

    En mi opinión, en este cuarto número lo ha vuelto a conseguir, y por ello me congratulo y felicito al autor. Y en el próximo episodio, el encuentro con el esquivo doctor Megala, que ya se anticipa intenso.

    ¡Buen episodio! ;)

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