Green Lantern nº 20

Titulo: La bendición de un hombre sin miedo (II): las consecuencias del Bien y del Mal
Autor: Gabriel Romero
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Agosto 2010

¿Que significó Hal Jordan para el resto de superhéroes? ¿Cómo vivió la JLA los mejores y los peores momentos del Héroe Esmeralda?Su ascenso, su inmenso poder, su terrible caída en desgracia... Descúbrelo en el segundo capítulo de "La bendición de un hombre sin miedo".
Nacido sin miedo y honrado a carta cabal. Dos requisitos indispensables para convertirse en el mayor defensor
de la verdad y la justicia por todo el Universo. Para vestir los colores y el anillo de poder de…

Hal Jordan creado por John Broome y Gil Kane 

Buenas noches, señoras y señores, y bienvenidos a una edición más de “En la brecha”, su programa de entrevistas de plena actualidad. Soy Tawny Young, y tendré el placer de acompañarles durante toda una hora, en el que sin duda será el momento del que más se hable mañana por la mañana. Si no quieren estar perdidos frente a la máquina de café, no se les ocurra cambiar de canal.

Esta noche entrevistaremos a una de las mujeres sin duda más fascinantes del mundo, no sólo por sus logros individuales, sino también por su extenso legado de heroísmo. Una dama que podía haberse dedicado a trabajar en oficinas, o vender cupones del metro, pero eligió luchar por la verdad y la justicia a lo largo y ancho de todo el universo. Fue una de las primeras heroínas en formar parte de la Liga de la Justicia, pero también ocupó el asiento de su propia madre en la mítica JSA. Ha visitado planetas y lugares que nos aterraría sólo conocer, y se codea con personajes tan inmensos, tan formidables, que sólo nombrarlos enaltece nuestra capacidad de esperanza, nuestra fuerza para ser mejores cada día.

¿Lo han adivinado ya? Por supuesto. Señoras y señores, pónganse de pie para recibir como se merece a la mejor invitada que hemos podido tener nunca: Dinah Lance, más conocida como… ¡¡Canario Negro!!

CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP

–Buenas noches, Tawny, y muchas gracias por estos aplausos. Aunque no creo que sean tan merecidos, y no es falsa modestia.

Oh, vamos, Dinah, no me creo que puedas decirme eso. Tus logros son infinitos. Sólo el documentarme para esta entrevista me ha llevado casi un mes. Hay cientos de archivos de la JLA en los que apareces (lo cual según tengo entendido es obra tuya).

–Bueno, yo fui una de las que apoyó que esos archivos secretos dejaran de serlo, pero Superman y Wonder Woman pensaban lo mismo (como puedes imaginar, Batman siempre estuvo en contra). Es una cuestión muy simple: creo que todo el mundo debe tener acceso a los planos de la Energi–Vara de Kanjar Ro, o la Mochila–Cohete de Adam Strange, siempre que los utilicen para fines lícitos. Por eso la Liga se ha encargado desde hace tiempo de canalizar los pedidos de información para laboratorios o centros de altos estudios, generalmente a través de la Fundación Wonder Woman. No queremos más científicos locos que pongan en peligro a personas inocentes, pero sí que esas personas inocentes se merecen que su nivel de vida mejore gracias a las armas de los héroes o los villanos. ¿Quién sabe? Quizá algún día podamos erradicar el cáncer, o descubrir los mayores secretos del Universo (de los cuales ya les puedo adelantar que Green Lantern conoce unos cuantos).

Ahí quería llegar. Desde luego es un auténtico honor tenerla con nosotros, y nos gustaría pasar horas y horas comentando sus grandes aventuras con los dos mayores equipos de la Historia. Pero… se imagina por qué la hemos llamado.

–Supongo que sí. Ya estuve aquí en Noviembre, y pudimos hablar con calma de toda mi carrera, mi relación de… continuo vaivén con Green Arrow, los rumores que relacionaban a mi madre con Johnny Thunder… así que imagino que lo que ahora nos queda es Hal Jordan.

Justamente. Hay unas imágenes bastante demostrativas, en las que puede verse una estela de color esmeralda sobrevolando los restos de lo que fue Coast City, e incluso un videoaficionado nos envió un zoom extremo en el que se adivinan los rasgos del que fue defensor de la ciudad. ¿Ha podido verlas?

–Sí. Sí, las recibimos de forma casi instantánea en la Atalaya. El monitor nos avisó de modo automático.

¿Y qué puede decirnos? La pregunta está en la calle: ¿ha vuelto Hal Jordan?

–Es posible. Tengo que decir que, si ha regresado de entre los muertos, aún no se presentó ante la Liga, así que la información que tenemos es sólo la que nos aportan los satélites y el tratamiento de la imagen.

Que desde luego es mucho mayor de lo que podemos tener en un canal de televisión. ¿Qué les han dicho sus… maquinitas mágicas?

–Que las facciones corresponden a las de Hal, pero su estela energética no, pertenece al actual Green Lantern de la Tierra, cuya identidad es secreta. Eso nos hace pensar (y esto lo dijo el Detective Marciano, que lleva años siendo el estratega de la Liga, y en cuyas palabras confío como si fuera el Credo) que es factible que Hal Jordan haya vencido a la muerte, pero no es tan automático que recupere su anillo de poder. Más bien la idea es que el actual Green Lantern se lo llevó a “dar una vuelta” por lo que una vez fue su ciudad.

¿A revivir la tragedia?

–A ser consciente de lo que ocurrió en su ausencia. Hal fue siempre un hombre muy responsable, pero eso no implica que los Guardianes le acepten de nuevo en sus filas. No es algo tan fácil.

¿Cree que Hal Jordan merece de nuevo un anillo de poder?

–Uh… Es una pregunta dura, Tawny, pero me esperaba algo así. Hal no era perfecto, ninguno lo somos, ni siquiera los Tres Grandes. Todos hemos cometido errores, y sufrido graves tragedias por ello. Yo misma fui torturada de modo salvaje en nuestro primer viaje a Seattle, y Flecha Verde asesinó en defensa propia al hombre que se encargó de hacerlo. Barry Allen perdió a su esposa, y rompió el cuello del causante. Está todo en los archivos de la Liga de la Justicia. La diferencia es que nosotros hemos sido juzgados por ello, por una autoridad civil, militar o divina, y a Hal aún le queda pasar por eso. No soy yo la que debo juzgarlo, Tawny, no soy quién.

Eres una vigilante. Sales a la calle y juzgas constantemente a los demás. Los divides en culpables e inocentes. De hecho lo acabas de hacer al hablar de las armas de la Liga. Los inocentes tienen derecho a estudiarlas; los culpables no.

–Pero eso no me convierte en juez, sino en una agente de la ley extremadamente capaz. Yo poseo el grito sónico que me dio el Mago, Flash la supervelocidad, y la Policía Científica del Siglo XXXI un montón de armas que no podría ni describir. Pero eso no nos convierte en el Vigilante. No somos asesinos, nos dedicamos a capturar villanos y entregarle las pruebas a un tribunal, para que él los condene o no. Cierto que el Poder Judicial americano, y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, han tenido que adaptarse a una sociedad en la que ahora los villanos reducen ciudades en vez de robar sus bancos, o son gorilas inteligentes, o estrellas telépatas de una galaxia remota. Pero la decisión sigue estando en sus manos.

Personalmente, a ti te gustaría que Hal Jordan hubiera regresado.

– Por completo. No lo dudes ni un segundo. Conozco a Hal desde hace muchos años, y creo que se merece otra oportunidad. Es noble, honrado y valiente, y ni los archivos conjuntos de la Liga y los Corps pueden saber con exactitud cuántas veces ha salvado el Universo. En su historia, por supuesto, hay episodios oscuros, de los que podemos hablar largo y tendido, pero no creo que eso deba borrar por completo sus logros.

Sí, es cierto que tú eres posiblemente la persona famosa que mejor conoció al héroe esmeralda.

– O al menos la única que tiene un número de teléfono público al que llamar. Como una de los portavoces de la Liga, he acudido en muchas ocasiones a platós y entrevistas semejantes, y nunca tengo problemas en contar aquello que le interese al público. Realizamos nuestro trabajo de cara a la gente, y cualquier cosa buena o mala que hagamos es susceptible de análisis.

Justamente. Háblenos de cómo conoció a Hal Jordan.

– Uh, eso es casi la Prehistoria. Eran los primeros tiempos de la Edad de Plata de los Héroes, cuando Superman salvó aquel avión espacial en Metrópolis y lo adoptaron como su protector, después llegó Batman a Gotham, y sólo poco después Diana de Themyscira evitó que el dios Ares aniquilara a toda la Humanidad, y se convirtió en Wonder Woman. Eso disparó el nacimiento de toda una nueva generación. Barry Allen sufrió un accidente de laboratorio y ganó supervelocidad, el Rey de Atlantis decidió manifestarse en tierra firme, y a Hal le cayó al lado un alienígena moribundo, y le entregó el arma más poderosa del Cosmos.

Y juntos formaron un equipo para hacer historia.

–Bueno, eso no estaba previsto. Mucha gente ha dicho que todos ellos esperaban ya el momento de reunirse siguiendo el ejemplo de la JSA, pero realmente no se conocían de nada, y tampoco tenían el más mínimo interés en hacerlo. Me refiero, son personalidades totalmente opuestas, gente que no podía parecerse menos. El último hijo de un planeta muerto y un criminalista de Central City, la princesa de una isla paradisíaca de mujeres y un piloto de pruebas bravucón y machista. Y mejor no decir nada de Batman, que como ya saben no se parece absolutamente a nadie que haya en todo el Universo. Eran individuos dispares, y si se reunieron fue solamente por una razón: para enfrentarse a una amenaza que no podían combatir solos, la invasión alienígena de unos monstruos multiformes del planeta Appelax. Desde entonces comprendieron que no podían dejar las cosas al azar, que tenían que estar preparados para responder de modo veloz y efectivo a unos villanos que cada vez se habían vuelto más terribles. Ubicaron su cuartel general en el Santuario Secreto, una cueva cercana a Happy Harbor, Rhode Island, y desde ese día forjaron mitos como las guardias de control de monitores, o los comunicadores para localizar a los héroes en cada segundo. Los fundadores eran siete: Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash, Aquaman y el Detective Marciano; y pronto se unieron también Green Arrow, Atom y Hawkman. Eran épocas más jóvenes, y también mucho más inocentes.

¿Y por qué se acabaron? ¿Qué fue lo que pasó en aquellos días?

–¿Qué fue lo que pasó? El mundo de Batman vino a destrozarlo todo, por supuesto. La mayoría de los héroes de esa época éramos bastante simples, la verdad. Luchábamos contra villanos de nombres y trajes coloridos, como Goldface o el Trompo, pero Batman se enfrentaba a verdaderos psicópatas, monstruos mucho más aterradores que los Appelaxianos. Gente como Dos Caras, o el Espantapájaros, cuyos trastornos son demasiado complejos de estudiar, o el verdadero causante de la pérdida de la fe de la Liga: el Joker.

Brrr… El Joker. Asusta sólo con nombrarlo.

–No es para menos. Ese lunático convenció a Snapper Carr, la mascota de la JLA, para que le entregara los secretos del Santuario, y a punto estuvo de matarlos a todos. ¿Comprendes, Tawny? Siete héroes perfectos capaces de vencer a todo tipo de poderes galácticos… pero indefensos ante un lunático desfigurado. La clase de amenaza que supone un villano no depende realmente de sus poderes, sino de lo que está dispuesto a perder para destruirte. Un ser como el Joker no siente piedad, ni remordimientos, ni le importa que lo maten. Es sólo caos y muerte desenfrenada. Por eso la Liga tuvo que repensar sus ideas.

- Y construyeron el Satélite.

–Era necesario. Un cuartel general más protegido, más tecnológico, abierto a la función claramente cósmica que estaba asumiendo por aquel entonces la Liga. Green Arrow nunca lo soportó, dice que alejaba a los superhéroes de la gente normal, que los convertía en una especie de dioses omnipotentes más allá de los juicios morales. No sé, supongo que no le falta razón. El caso es que ésa fue la época en que yo me incorporé al grupo, igual que Firestorm, Zatanna, el Hombre Elástico, Tornado Rojo, Hawkwoman e incluso el Fantasma Desconocido, aunque sólo fuera como miembro honorífico.

Desde luego un gran refuerzo.

–Puedo asegurarte, Tawny, que nunca nos vinieron mal. Las batallas fueron duras, pero no perdimos la alegría y el compañerismo. Disfrutábamos de ese trabajo, y fuimos realmente hermanos.

¿Y qué pensaste de Hal Jordan la primera vez que lo viste?

–Que era idiota. Te lo digo sin dudar. Me pareció un chulo y un prepotente. Se lanzaba a la batalla de cabeza, sin un plan de acción, sin hacer caso al resto de los héroes, y eso nos cabreaba a todos, especialmente a Batman. Pero luego empezamos a darnos cuenta de que era justamente al revés. Hal siempre tiene un plan. Siempre. Y su plan es atraer el fuego enemigo hacia su brillante estela esmeralda, para que el resto de tipos que no disponemos de un aura de protección casi impenetrable podamos movernos con libertad.

Un plan un poco temerario, ¿no crees?

–Sí, pero ¿qué esperabas? Era piloto de pruebas. Nacido sin miedo y honrado a carta cabal. Y el aliado más valioso que podías tener en batalla. Todos tuvimos que adaptarnos, y la Liga se convirtió en Los Mayores Superhéroes del Mundo.

La Liga se adaptó a él… ¿y Jordan se adaptó a la Liga? ¿O crees que esa adaptación sólo vino de una parte?

–Oh, no, para nada. Eso no es más que un mito, parte de la propia fachada que utilizó todos esos años. Él se hacía el bravucón, pero en el fondo llegó a sentirse hermano de toda la comunidad de superhéroes, especialmente de su grupo más íntimo: Flash, Green Arrow y el Hombre Elástico. ¿Sabes que después de cada reunión de la Liga se los llevaba de juerga por todo Coast City? Fiesta de machos, ya te puedes imaginar.

¿Y bebían alcohol?

–Venga, no nos hagamos los sorprendidos ahora. Los héroes somos personas corrientes, Tawny, no intentes demonizarnos. Además, Hal era totalmente invulnerable al alcohol. Había sido soldado. Flash lo metabolizaba a supervelocidad, y el Hombre Elástico lo repartía por su larguísimo cuerpo.

¿Y Flecha Verde?

–¡Ja! ¡Flecha Verde lo bajaba viniendo a mi casa!

Ah…

–Pues eso, que Hal era un buen tipo, por muchas cosas malas que se hayan dicho de él. Y había casos de la Liga en los que nadie más podía hacer algo. Igual que en batallas mitológicas había que contar con Wonder Woman, o para la magia llamábamos a Zatanna… ¡Ay, amiga, en los asuntos cósmicos más te valía tener a Hal de tu parte!

¿Y qué ocurrió durante ese famoso viaje por el corazón de América?

–Ah, esa historia es muy buena. Durante todo un año, Hal y Green Arrow anduvieron por las llanuras centrales de los Estados Unidos, primero ellos dos solos, después con un Guardián del Universo, y finalmente conmigo. Fue una especie de viaje iniciático para todos, tipo “Easy Rider” pero sin drogas, y uno de los que más aprendió de aquello sin duda fue Hal. Verás, Tawny, Flecha es como un viejo ideario de izquierdas que nunca se trasnocha, y Hal en cambio es el reducto del conservadurismo militar del Medio Oeste, y quizá justo por eso se hicieron inseparables. Jordan era hijo de militar, había servido en el Ejército durante años, y ahora se había convertido en un Green Lantern, que puedo asegurarte que es lo más parecido a un cuartel que haya en todo el Universo. De forma que su instinto natural de afrontar aquella nueva vida era el mismo que había aprendido siempre: obedecer órdenes sin rechistar. Él lo único que tenía era un valor sin límites, pero no la capacidad de poner en duda a sus señores. Eso se lo aportó Green Arrow. Durante aquel viaje, lo principal que descubrieron fue que ni siquiera los Guardianes del Universo tienen razón siempre, y que a veces por combatir el mal lejano estás desatendiendo a tu propio planeta. GA salvó a un niño de ser arrollado por un tren, y se preguntó qué clase de ciudad permite que su infancia juegue al lado de las vías. GL se pasó años salvando razas de piel añil o piel dorada, y un día tuvo que afrontar que le preguntasen por qué no hacía lo mismo por los de piel negra.

¿Crees que ese viaje cambió la forma de trabajar de Green Lantern? ¿Qué lo hizo más… ético?

–Tampoco fue exactamente así. Su vida como GL había sido muy vistosa hasta entonces, siempre la dinámica de “héroe luminoso contra villano con alta tecnología”, una especie de aventura permanente en su trabajo con el anillo y con la ropa de calle. Y sin embargo en aquellos días comprendió que se estaba olvidando de otras amenazas mucho más grandes. De la pobreza. De la incultura. De los niños enfermos por nacer en determinado sitio. De los desastres a los que nadie hace caso porque todos están pendientes de las guerras cósmicas de los Guardianes del Universo. Fue en esa época cuando los dos crearon la Fundación JLA, para intentar equilibrar un poco la balanza de este mundo.

Y una de las que más tareas lleva a cabo. Han devuelto la vida a los desiertos, erradicado virus mortales y enseñado a leer a cientos de miles de niños. Hemos visto en imágenes a Superman, Wonder Woman, el Detective Marciano o Vixen, tal vez los más solidarios de los leaguers. ¿Y todo eso empezó con un viaje al desierto?

–Bueno, no vamos a estar siempre peleando con galaxias inteligentes o dioses cósmicos, ¿no crees? También le debemos algo de atención a la Tierra.

Dioses cósmicos… ¿Cómo Parallax, te refieres?

– Sí, Tawny, como Parallax, por desgracia. Sé que es el tema del que habla la gente, y estoy dispuesta a aclararlo.

Bueno, sé que es un salto respecto al tema del viaje, que ocurrieron muchas cosas entre medias…

–Unas cuantas, realmente. Hal abandonó el anillo por vivir feliz con Carol Ferris y luego se arrepintió, John Stewart y Guy Gardner lo sustituyeron, el Multiverso se convirtió en Universo Único, la Liga de la Justicia se desmembró un par de veces, los Guardianes se retiraron y dejaron solos a los Green Lanterns, Oa se convirtió en un Planeta Mosaico… pero vamos, en general cosas de poca importancia.

No queremos tampoco presionarte, Dinah, pero comprenderás que, en vista de un posible retorno de Hal Jordan, el tema que está en boca de la gente es qué significó Parallax en realidad.

–Sí, puedo entenderlo. Verás, el tema es muy simple. Green Arrow nunca habla de Parallax, y cuando le pregunto, sólo dice una frase: “Al final el poder corrompe incluso a los honrados a carta cabal”. Hal Jordan no sólo tuvo en sus manos el poder del anillo esmeralda, sino toda la Batería Central de Oa. En una de sus primeras misiones el planeta le eligió como su representante vivo frente a una amenaza más allá de los talentos del Green Lantern Corps, y no creo que ningún cerebro humano pueda albergar eso. Los Guardianes fueron humanos hace muchos eones, pero tuvieron que renunciar a serlo para poder hacerse dueños de la Luz Esmeralda del Bien. Se convirtieron en dioses por derecho propio, y renunciaron a sus almas. Hal quiso conservarla, y perdió la cordura.

¿Y es cierto que asesinó a sus propios compañeros Green Lanterns y a los Guardianes del Universo, y que voló en pedazos el planeta Oa?

–Bueno, eso creemos que no fue él quien lo hizo, sino el propio poder. El Detective Marciano sostiene la teoría de que es antinatural retener grandes cantidades de Energía Cósmica, y que la misma Energía hallará la forma de liberarse. Algo similar a la tendencia a la entropía que hay en todo el Universo, pero a una escala infinitamente mayor. La Batería llevaba eones almacenando unas cantidades de Energía Esmeralda totalmente incalculables, y siempre en contacto con los cerebros más poderosos de la Historia (entre ellos Siniestro, el Green Lantern Renegado). Así que creemos que aquel poder inconmensurable utilizó la frustración y el ansia de justicia de Hal Jordan para obtener la libertad que buscaba. La explosión de Oa, aunque ya ha sido restaurada, sigue siendo célebre por el modo en que sacudió por completo la existencia. Oa es la representación del Bien. Sin un planeta en el centro del Cosmos, hemos ido mucho tiempo a la deriva.

Así pues, ¿quién es el culpable, Dinah? ¿La Batería de Poder? ¿Oa, quizá?

–No lo sé, Tawny. Como te dije, yo no soy juez de nadie. Sé que Hal estaba enormemente dolido por la absoluta destrucción de su hogar, y que a sus ojos parecía que realmente no hay un mínimo de justicia en el mundo. Eso le partió, rompió su fe y su esperanza, y supongo que a la vez le hizo vulnerable a algún tipo de influencia externa que desconocemos. De lo que sí estoy segura es que realmente era Hal cuando dio su vida por aniquilar al Devorador de Soles. De no haber estado él allí, nada nos habría podido devolver nuestro Sol. Hizo falta todo el poder de la Batería Central de Oa para derrotar a un villano que se alimenta de estrellas, y la vida del más capaz de los Green Lantern para enfrentarse al miedo que genera. Fue un héroe, y murió como tal.

¿Entonces sí era él? ¿Cuándo hizo las cosas bien era realmente Hal Jordan, y cuando asesinó a todo el Green Lantern Corps estaba dominado por otros? ¿No resulta un poco oportuno decir eso? ¿En qué te basas?

–En que le conocía, Tawny. Todos en el Sector 2814 le conocían perfectamente, y ahora podemos creer cualquier cosa porque tendemos a derribar a nuestros propios ídolos, no vayan a ser demasiado inalcanzables, pero la verdad que hay en la historia es que cualquiera en este mundo sabe que aquél no era Hal Jordan. No sé quién era, porque yo sólo soy una heroína pobre de Manhattan con medias de red, pero no hay que ser muy listo para darse cuenta de dos cosas: Primero, que aquél que asesinó a los Green Lanterns y destruyó Oa no se parecía en lo más mínimo a Hal Jordan; y segundo, que el verdadero va a regresar en cualquier momento, porque es el que más interés tiene en poner a cada uno en su sitio, y restituir su nombre.

Lo demás, Tawny, son sólo conjeturas. Gracias por invitarme a tu programa.
Pues esto ha sido todo, señoras y señores, en una nueva edición de “En la cumbre”. Esperamos haberles abierto un poco los ojos. Parece ser que Hal Jordan ha vuelto. ¿Es verdaderamente un héroe, como quieren pintarlo sus amigos… o en realidad un verdugo y un asesino de masas, como nos han informado nuestras fuentes? Esperamos que esa duda se nos pueda resolver pronto. Y si es cierto que ha regresado de entre los muertos, le exijo… repito, le exijo que se entregue a las Fuerzas del Orden y sea juzgado por un tribunal independiente. Nadie se merece que un hombre empuñe un anillo de poder si no es digno de tal honor. Esta sociedad no puede consentir que haya asesinos vestidos de héroes, ni que sus amigos intenten engañarnos. Recuérdenlo mañana. Han visto “En la cumbre”. Se lo han oído a Tawny Young.



FIN


Hal Jordan creado por John Broome y Gil Kane
Oliver Queen creado por Mort Weisinger y George Papp
Dinah Drake creada por Robert Kanigher y Carmine Infantino
Dinah Lance creada por Roy Thomas, Gerry Conway, Chuck Patton y Romeo Tanghal
Tawny Young creada por Len Wein y Dave Gibbons
Liga de la Justicia creada por Gardner Fox

1 comentario :

  1. Reseña del 29 de septiembre de 2010:

    Segundo número de esta nueva etapa de Green Lantern a cargo de Gabriel Romero (¿quién se acuerda ya del tipo que escribía antes esta serie?), en el que el autor nos sigue presentando despacito y con buena letra tanto a Hal Jordan como su entorno (cósmico y terrestre), para que todos estemos bien preparados para lo que viene a continuación (que puedo anunciarlo sin tapujos: ¡va a ser la leche!).

    Este episodio en concreto hace un recorrido por el pasado más reciente de Hal (y de la dimensión social que tiene la JLA además), así como de los diferentes puntos de vista que pueden tenerse sobre su retorno (porque una cosa es resucitar, y otra muy distinta que te perdonen todos tus pecados de la noche a la mañana), a partir de una entrevista televisiva a Canario Negro, de una forma que resulta original y muy amena de leer. Y bueno, aunque en principio pueda parecer extraño que sea esta superheroína la que actúa como "narradora" de la historia de Hal Jordan, porque no es un personaje especialmente relacionado con él, una vez leído el número todo cobra sentido.

    Así que lo dicho: "La Bendicion de un Hombre sin Miedo", saga de tres números que sirve de tarjeta de presentación a Gabriel Romero (aunque no olvidemos que el Green Lantern #11 también es suyo, con un repaso/reinterpretación de la vida de Siniestro que no estaría de más releer ahora), es el punto perfecto para subirse a esta serie, aprovechando que cuenta con un nuevo autor que va a ofrecernos una etapa que sin duda dará mucho de qué hablar.

    ¡No os lo perdáis!

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