Superman nº 17: Imperio I

Título: Imperio (I)
Autor: Jose Luis Miranda
Portada: Jaime Martínez
Publicado en: Julio 2008

El comienzo del fin. Ya está aquí la mayor macrosaga del universo DC desde Crisis en Tierras Infinitas. Asiste en primera fila a un cambio en el orden mundial y contempla cómo Lex Luthor, la mayor mente criminal de nuestra era, y el General Zod, el hombre más poderoso del universo, se convierten en emperadores de la Tierra. Con Superman desaparecido y los héroes divididos, ¿qué esperanza le queda al planeta? No lo dudes, al término de esta saga la vida del Hombre de Acero cambiará para siempre.
Enviado a la Tierra desde el moribundo planeta Krypton, Kal-El fue criado por los Kent en Smallville. Ahora como un adulto, Clark Kent lucha por la verdad y la justicia como...
Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster

La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida.
(Miguel de Cervantes Saavedra. El  Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha)

Prólogo
Washington D.C.
Casa Blanca, Despacho Oval.


El presidente de los EE.UU., Lex Luthor, estaba ante su biblioteca. Su vista recorría los títulos de los diferentes ejemplares que descansaban en ella. Por fin, halló el volumen que estaba buscando. Alzó la mano, lo extrajo de su lugar y contempló la portada. Se trataba de Los Miserables de Víctor Hugo. Había leído la obra hacía muchos años en la universidad y nunca había dejado de sentir hacia ella una extraña fascinación.

La novela cuenta las vicisitudes de Jean Valjean, un hombre que al recibir un gran favor dedicaba toda su existencia a ayudar a los que le rodeaban. A pesar de su bondad, por el hecho de ser un antiguo presidiario, era injustamente perseguido por el estricto policía Javert. La historia, posee varios niveles de lectura. El más evidente es el de ser un alegato en favor de la ayuda que los seres humanos pueden prestarse entre sí. Luthor nunca pudo entender al protagonista. Esa necesidad moral de ayudar a sus semejantes, incluso perjudicándose, no cabía en su cabeza.

Pero, no era la narración principal lo que le llevó a coger el libro en aquel momento. Era uno de los pasajes secundarios en el que se hablaba de política. Un personaje, Mario, defendía las excelencias del Imperio napoleónico ante un auditorio en el que se encontraba otro contertulio llamado Combeferre. Luthor nunca pudo sacarse ese fragmento de la memoria. Sostuvo el libro firmemente y lo leyó en voz alta:
Mario, casi sin tomar aliento, continuó con entusiasmo creciente:
- Seamos justos, amigos. ¡Qué brillante destino de un pueblo ser el imperio de semejante emperador, Napoleón, cuando el pueblo es Francia y asocia su genio al genio del gran hombre! Aparecer y reinar, marchar y triunfar, tener por etapas todas las capitales, hacer reyes de los granaderos, decretar caídas de dinastías, transfigurar la Europa a paso de carga, sentir, cuando amenazáis, que ponéis la mano en el pomo de la espada de Dios, seguir en un solo hombre a Aníbal, a César y a Carlomagno, (…) hacer brillar a cada instante en el cénit de los siglos constelaciones de victorias; dar el imperio francés por contrapeso al imperio romano; ser la gran nación y producir el gran ejército; hacer volar las legiones por todos los pueblos, así como una montaña envía a todas partes sus águilas; vencer, dominar, fulminar, ser en medio de Europa un pueblo dorado a fuerza de gloria; tocar al través de la historia una marcha de titanes; conquistar el mundo dos veces, por conquista y por deslumbramiento, esto es sublime. ¿Qué hay más grande?

- Ser libre – dijo Combeferre

Lex Luthor cerró con violencia el libro. Estúpido Combeferre- le dijo al personaje literario. Después, fijó sus ojos en el enorme globo terráqueo que adornaba el despacho oval. Lo acarició con su mano derecha. Su mente se trasladó a la película el Gran Dictador, donde Charles Chaplin parodiaba las ansias conquistadoras de Hitler haciendo flotar un globo parecido. Luthor murmuraba…

- He nacido para esto. Sin duda. Zod tenía razón: no puedo conformarme con menos. Laverne me ha despertado. (1) Tengo los medios y el objetivo. También la voluntad de llevarlo a cabo. Es el momento de crear… de forjar a sangre y fuego, si fuera necesario, un Imperio… el mayor que hayan visto los siglos. Instaurar una dinastía. Dejar a este mundo un legado que perdure milenios.

Un segundo después, Zod le observaba sentado en el sillón presidencial. Su voz sonó tétrica y sorprendió a Luthor:

- Doy por supuesto que ha aceptado mi oferta.

- ¿Cuánto lleva ahí?

- Acabo de llegar. Contésteme. ¿Está conmigo? ¿Dirigiremos la Tierra?

- ¿Cabe alguna otra respuesta que no sea la de sí? Pero, no es una empresa fácil. Tenemos que estudiar la situación. No podemos empezar a invadir países así como así. Debemos ser cautelosos.

- Tenemos el poder suficiente.

- Si lo hacemos se hará a mi manera.

Al escuchar la frase Zod sintió deseos de incinerar a Luthor. Pero se contuvo, de momento le necesitaba. Ya habría tiempo de deshacerse del presidente.

- Bien, ¿y cuál se supone que es su manera?

- Necesitamos una excusa. Algo que presente nuestra guerra como una contienda justa. Necesitamos que, al menos al principio, la opinión pública nacional e internacional esté de nuestro lado.

- Entiendo.

- Provocaremos un enorme atentado en el centro de una ciudad importante. No sé… Washington, Nueva York, Gotham, Metrópolis… Después, culparemos a tres naciones dictatoriales. Por ejemplo, Irak, (2) Qurac (3) y Bialya (4). Presentaremos pruebas falsas para que el ataque parezca justificado. Declararemos la guerra a esas naciones y así tendremos las primeras víctimas.

- Me parece un buen comienzo.

- Los países que conquistemos serán controlados por nuestras tropas. Con usted en la sombra, ayudando a nuestro ejército, tardaremos menos de una semana en tomar un país.

- Aunque la guerra sea breve morirán soldados. Eso a la larga provocará un efecto de protesta.

- Tengo todo previsto. No morirá un solo soldado.

- ¿Cómo?

- Tengo preparado un contingente de robots superpoderosos, llamado Fuerza Iron. Serán ellos quienes derroten a los ejércitos enemigos. No morirá nadie humano.

- Y una vez conquistemos estos países...

- Entonces, les daremos libertades. El mundo verá que extendemos la democracia. El nivel de vida de esos lugares subirá. Luego, seguiremos con otras naciones dictatoriales. En la práctica, esos países pasarán a mi control. Llegará un momento que asumiré poderes absolutos. La República dará paso al Imperio. Pero, vayamos paso a paso… poco a poco…

- Empecemos…

- General… me preocupa una única cosa…

- ¿Cuál?

- Se trata de… – Luthor, que hasta el momento había hablado sin el menor titubeo, ahora parecía costarle sacar la palabra- … Superman.

- Está muerto.

- ¿Tiene usted el cádaver?

- Lo robó alguno de sus amigos. Estoy convencido. Le destrocé y le enterré en el desierto.

- Entonces su tumba…

- Está vacía… pero me aseguré de haberlo matado.

- General… no tengo el menor ánimo de ofenderle, pero si me hubiesen dado un país por cada vez que he creído matarle ahora no tendríamos que conquistar ninguno.

- No dude de mí jamás… presidente Luthor… le digo que está muerto. –las palabras de Zod sonaron amenazantes.

- Supongo que…

- Cualquier insinuación acerca de que el kryptoniano está vivo lo tomaré como una afrenta personal. He planeado cada segundo tras mi reaparición. He dedicado todo mi tiempo a conseguir su destrucción. Yo no fallo jamás. Tuve su cadáver entre mis manos. Le enterré en el desierto. Kal-El está muerto.

- De acuerdo General, me basta su palabra. Creo que es hora de comenzar.



Capítulo 1.
Río Hudson
Nueva York

La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más famosos del planeta. Su nombre original es La libertad que ilumina al mundo y fue una creación del escultor Frédéric-Auguste Bartholdi sobre una estructura central metálica diseñada por Gustave Eiffel, creador de la no menos famosa Torre. Se trató de un obsequio del pueblo de Francia a la ciudad de Nueva York con motivo del centenario de la independencia de los Estados Unidos en 1886.La figura se construyó en París siendo desmontada y enviada por barco hasta América. Mide alrededor de 46 metros de altura y pesa 225 toneladas. Se situó en la isla de la Libertad, en el Río Hudson. La figura representa al conocido emblema de la república francesa, Marianne. Resulta un símbolo de las más altas aspiraciones del ser humano, un recuerdo constante de que el espíritu de la libertad y la justicia nunca debe quedar asfixiado por ningún tipo de opresión y maldad. Aquel día sería recordado en todo el mundo con pesar. A la estatua le quedaban dos minutos para desaparecer.
Zod estaba tres metros por debajo del monumento. Había excavado un túnel que le situó bajo la base. Colocó el artefacto explosivo, diseñado por Brainiac, en el lugar donde su supervisión le indicó que derrumbaría todo el emplazamiento. Al explosionar, se desintegraría por completo dejando restos falsos de otros explosivos utilizados por la nación de Qurac. De esa manera Luthor y Zod conseguían su primera cabeza de turco. Además, Zod también tenía que resolver un asunto pendiente del presidente. Se trataba del cadáver de Amanda Waller, (5) miembro del gabinete presidencial de Luthor, asesinada por éste. El cadáver quedaría destrozado por la cercanía a la bomba. Sería identificado por algún resto de ADN.
Zod iba envuelto en una especie de plástico irrompible que también le había proporcionado Brainiac. No quería dejar el más mínimo rastro que pudiese ser detectado. Sin importarle las decenas de personas que visitaban en aquel momento la construcción, conectó la bomba y se alejó a supervelocidad taponando el surco que había creado. Cuando se encontraba a diez kilómetros sucedió. La Estatua de la Libertad saltó por los aires como si estuviese hecha de cartón. Sus cuarenta y seis metros y sus más de doscientas toneladas se desplomaban sobre el río y la isla aplastando a casi un centenar de personas. Zod iluminó su cara con otra sonrisa. Todo está saliendo a la perfección- pensó.


Capítulo 2
Metrópolis
Hospital Municipal

Perry White no daba crédito a lo que veía y escuchaba en la televisión: la Estatua de la Libertad había sido destruída en un terrible atentado. Se encontraba en una sala de espera del Hospital en donde Lois seguía ingresada. A su lado, Jimmy Olsen tampoco quitaba la atención del televisor. Rodeándoles la madre de Lois, Elionore, la hermana de Lois y su marido, Lucy Lane y Ron Troupe, respectivamente.

Elionore, llamada cariñosamente por la familia Ella, callaba mirando al suelo. Ni siquiera había reparado en la fatal noticia. Sus pensamientos vagaban de la muerte de su marido Sam Lane, producida durante los sucesos de Nuestros Mundos en Guerra, a la situación de su hija, que se debatía entre la vida y la muerte debido a las heridas causadas por Zod.

Perry, se excusó y salió al pasillo. Sacó un puro de una pitillera plateada mientras dirigía la vista a un enorme cartel que prohibía fumar en todo el recinto. Al mismo tiempo, una enfermera se situaba a su lado con cara de pocos amigos y una mirada que parecía decir: alégrame el día puto cabrón. Enciéndelo y será lo último que hagas. Perry le esbozó una sonrisa y guardó el puro. Jimmy salió detrás de él:

- Jefe…

- Te he dicho millones de veces que no me llames jefe. ¿Qué pasa Jimmy?

- Primero el Planet, ahora la Estaua de la Libertad… ¿Cree que también ha sido Zod?

- No lo sé, no me extrañaría…

- Todo se desmorona. ¿Cree que Lois saldrá de esta?

- Estoy seguro. Ya sabes, Lois es dura como el acero. Si alguien puede soportar esto es ella.

- ¿Cree que también la atacó ese malnacido?

- Estoy convencido, ese hijo de puta sabía donde iba.

- Es decir que…

- Iba a por los amigos de Superman. Por eso atacó el Planet. Le ha observado y ha atacado donde más daño podía causarle.

- Y el señor Kent… no aparece… Su móvil desconectado. Su apartamento vacío. El teléfono de Smallville tampoco da señal. ¿Cree que ha podido matarlo?

- No lo creo, hubiesen encontrado ya su cadáver. Estoy convencido que Clark está bien. Quizá fuera atacado y se haya ocultado. Quizá, como a nosotros, también le salvara Superman.

- Pero, Superman tampoco da señales de vida…

- Superman volverá Jimmy.

- ¿Pero por qué no se muestra? Quizá Zod le haya asesinado.

- Siempre vuelve, no lo dudes, igual que el Planet.

- No, no quiero desilusionarle pero…

- Escucha…

- Es que…

- Calla. Sé lo que piensas. Crees que me he vuelto loco. Llevamos dos días repartiendo una hoja que cobramos como el periódico. Te aseguro que la gente de Metrópolis será solidaria. Conseguiremos ingresos para que la semana que viene sean dos hojas. Estoy convencido.

- El señor Tyron… dijo que esta semana sería la última, que perdía dinero distribuyendo nuestro periódico.

- Le pagaremos algo con el dinero que estamos sacando. No te preocupes por Tyron. Me debe demasiados favores como para negarme nada.

- Pero, reconstruir el edificio es imposi…

- Jimmy… confía en mí. Te lo he dicho: ¡antes de un año el Planet estará en pie y en ese periodo no dejará de salir ni un solo día! ¿No dicen que la fe mueve montañas? Voy a demostrarte que es verdad. ¿Estás a mi lado? ¿Tienes fe en mí?

- Claro que sí… jefe, claro que sí señor White.

La última frase de Jimmy sonó tremendamente falsa. El joven se giró y volvió a la habitación con los familiares de Lois. Se alejó pensando en que White estaba perdiendo el juicio. White decepcionado bajó a la calle. Quería dar un paseo. Anochecía. Volvió a acercarse a las ruinas del Planet. Se detuvo ante ellas más de una hora. Después se encaminó a casa. Cuando llegó su mujer, Alice, le esperaba ansiosa. En la televisión el presidente iba a realizar un importante anuncio:

- Va a hablar el presidente. Se emite en todos los canales.

White, sin quitarse la gabardina, se sentó en el sofá. Escuchó los últimos acordes del himno que precedía el mensaje y se dispuso a ver qué tenía Luthor que decirle a la nación.


Capítulo 3
Washington D.C.
Casa Blanca

La expectación era inusitada. Luthor hablaba por primera vez después del atentado. Los periodistas se amontonaban en una sala que, a pesar de su amplitud, quedaba pequeña. La emisión copaba la audiencia norteamericana.

- Buenas noches. Sin duda, hoy es uno de los peores momentos que he vivido como presidente de esta gran nación. Hemos sufrido un sangriento atentado terrorista que ha costado la vida a un centenar de personas. Entre ellas, parece que se encuentra un miembro de mi propio gabinete: Amanda Waller. Las voces de los fallecidos y de sus familiares nos piden una respuesta. Esta administración se compromete a detener a los asesinos que han ideado y perpetrado el atentado para que paguen por sus crímenes. Comparezco ante el pueblo americano para dar cuenta tanto del anuncio de la reivindicación del ataque, como de los primeros resultados de la investigación.

Luthor hizo una pausa bajó la vista a sus manos y prosiguió mirando de nuevo a cámara:

- El atentado acaba de ser reivindicado desde internet por un grupo terrorista de superhumanos. Al parecer sus tres miembros son provenientes de tres naciones diferentes: Irak, Qurac y Bialya.

Luthor volvió a detenerse, carraspeó y continuó.

- La milicia terrorista se autodenomina Contramérica y está compuesta por tres miembros de los que desconocemos sus identidades civiles. El nombre en clave del Quraiquí es Tormento, posee la habilidad de generar rayos eléctricos. Creemos que así activó la carga de explosivos que destruyó la Estatua de la Libertad. Por cierto, los análisis químicos parecen concluir que son explosivos utilizados en anteriores ocasiones por Qurac en sus ataques a suelo norteamericano. El segundo de estos terroristas, el iraquí, se denomina Sidi Sol, parece que puede emitir radiaciones a temperaturas elevadas. Y el tercero, el Bialyano, es Huracán, puede generar vientos tan mortíferos como tornados. Aparecen en esta grabación de hace un par de años. Obtenida desde el satélite muestra un campamento de entrenamiento terrorista.

La imagen de Luthor fue sustituida por un video de mala calidad que mostraba una especie de campamento en medio del desierto en donde tres hombres hacían gala de los poderes descritos. Alrededor se apreciaban símbolos y emblemas de los talibanes afganos.

- Nos hemos puesto en contacto con los presidentes de las tres naciones: Sadam Hussein de Irak, el Coronel Rajak de Bialya y con Marlo II de Qurac. Queremos su colaboración, aunque no hemos tenido respuesta. En cuanto tenga más información volveré a comunicarla al pueblo americano.

Luthor puso una cara de preocupación tremendamente convincente. Miró a cámara y habló con firmeza.

- Quiero recordar que Dios está de nuestro lado y que no cejaré en mi empeño de ver castigados a los culpables. Juro por el altísimo que serán capturados y pagarán por lo que han hecho. Y, perdónenme, la referencia personal, estés donde estés, querida Amanda, serás vengada.

Tras la alocución Luthor esperaba a dos representantes de los principales superhéroes de América. El Detective Marciano, en nombre de la Liga de la Justicia y Mr Terrific, por la Sociedad de la Justicia. Ambos resultaban imponentes. El primero por sus dos metros de altura, su color verde oscuro y su inexpresividad al hablar. El segundo, por la determinación de sus palabras y su enigmático rostro con una máscara en forma de T. Luthor sabía que no podría engañarlos. Terrific era considerado como uno de los hombres más inteligentes del planeta y el Detective Marciano era incluso telépata. Podía extraer de su mente todo lo que Luthor quisiera ocultar. Sin embargo, Luthor contaba con que esto no sucedería. La estúpida moral del héroe le impediría hacerlo. Pero, aunque estaba convencido de que no les iba a engañar, también sabía que le concederían el beneficio de la duda por ser el presidente. Luthor habló el primero:

- Señores, les he reunido en este trágico momento para pedir su colaboración. Creemos que los autores están en sus respectivos países. Pero hemos recibido otras informaciónes diciéndonos que no han abandonado los EE.UU.

- Señor Presidente, - intervino el Detective Marciano- ¿está usted seguro que esa reivindicación es verdadera? Nunca habíamos oído hablar de estos supervillanos. Nuestros miembros han tenido mucho contacto con Bialya o Qurac en el pasado. Estamos al tanto de las actividades metahumanas de estos países. Superman tiene una base de datos amplísima sobre Qurac que no deja de actualizar y no hay una sola referencia a este grupo terrorista.

- Ya lo supongo, Detective, si ustedes hubieran sabido de su existencia les habrían vigilado e impedido este desastre, ¿verdad?

- Quiero decir, presidente, que prácticamente no hay superhumano o actividad superheroica que las bases de datos de nuestros ordenadores no contemplen. Y, sin embargo, no tenemos la menor referencia a este grupo terrorista. No quiero que parezca que cuestiono su existencia pero…

- Pues es lo que parece.

- Les encontraremos y los entregarenos a la justicia- dijo un conciliador Mr. Terrific.

- Eso espero. Por mi parte, estoy estableciendo contactos con el régimen de los talibanes en Afganistán, en donde parece que se entrenaron, y con los tres países de origen por si retornan a ellos. Si vuelven les he pedido que me informen para enviar un equipo de fuerzas especiales que los capture. Si no obtengo colaboración actuaré en consecuencia. No dudaré en utilizar la fuerza si mis demandas no son atendidas.

- ¿No es mejor agotar la vía diplomática? ¿Puede permitirse EE.UU. entrar en conflicto con tantas naciones al mismo tiempo? – habló Mr. Terrific.

- Lo que yo no puedo permitirme es que este atentado quede impune.

- Bien, estaremos en contacto.

Los héroes se encaminaron hacia la salida cuando Luthor les detuvo con una nueva intervención:

- Espere… Detective… Hay otro asunto del que me gustaría hablarle.

El Detective Marciano se volvió hacia Luthor, Mr. Terrific esperó al fondo de la estancia.

- Usted dirá.

- Se trata de… Superman.

- ¿Superman?

- Sí, hace días que nadie le ve en Metrópolis. Y no soy capaz de comunicarme con él por los canales habituales. Me gustaría saber si le ha pasado algo…

- Señor Presidente, realmente desconocemos su paradero. Pero, no es preocupante. No es la primera vez. Superman tiene multitud de responsabilidades, algunas incluso fuera del planeta. No es de extrañar que pueda ausentarse unos días. De hecho, quizá esté detrás del responsable del terrible suceso del Planet o que esté deteniendo a esta facción terrorista.

- Claro. Por favor, cuando le vea transmítale mi preocupación y pídale que se ponga en contacto conmigo.

- Así lo haré…


Capítulo 4

Metrópolis

White acababa de repartir la hoja impresa que conformaba el Planet del día. Sus trabajadores lo distribuían en sus propios coches por la ciudad. Constaba de un enorme titular, varias noticias breves y un par de columnas de opinión. En todo ello, recogía, además de la alocución de Luthor, la respuesta de las cuatro naciones aludidas. Qurac, Bialya e Irak negaban la existencia de dichos terroristas y Afganistán afirmaba que el vídeo era falso y opinaba que era un montaje. Luthor volvía a salir por la noche aportando más pruebas documentales sobre el grupo Contramérica, a la par que diferentes reportajes recordaban los horrores que Sadam Hussein había perpetrado contra los kurdos, las matanzas de los talibanes, los pasados atentados terroristas de Qurac y la opresiva dictadura de Bialya.

White releyó las escuetas noticias. Se detuvo en la única foto que había. Era de Luthor. Has elegido bien a tus víctimas,- murmuraba- son cuatro tiranos que machacan a su gente. Pero, este asunto huele mal. Un camión que rugía horriblemente le hizo perder la concentración. Su preocupación volvió a la situación del Planet. Contaba con un fondo de previsión y algunas acciones a nombre del periódico que había vendido. Podía, recortando algo los sueldos, mantener los salarios un par de meses más, pero después nada. Además, Tyron el editor que se lo imprimía le requería más dinero. A pesar de que la venta de este experimento era realmente buena, de hecho se agotaba, no era capaz de cubrir ni un treinta por cien de la antigua tirada. La solidaridad de la gente de Metrópolis no iba a ser suficiente. White observó como se alejaba el último coche y se sentó exhausto.

Ensimismado como estaba no notó que alguien se le acercaba por detrás. Sólo advirtió su presencia cuando le tenía a un par de metros. Se trataba de Julian Jurgens, (6) una de las fortunas más grandes de EE.UU. White había sido amigo de su padre.

- Señor White.

- Julian…- dijo levantándose sorprendido Perry. Una vez en pie, estrechó efusivamente la mano del millonario.

- Estoy enterado de todo.

- Sin duda, es una situación difícil. Pero, saldré adelante…

- Quizá yo pueda ayudarte.

- ¿Estás ofreciéndome dinero…?

- Sabes que me sobra. Mi padre te debía favores. Quiero devolvértelos. Puedo darte lo suficiente para que reconstruyas tu periódico.

- No tengo palabras- dijo White emocionado- No sé como podría agradecerte…

- Yo sí.

- Dime…

- Bueno, mi ayuda tiene dos condiciones…

- ¿Dos…? Tú dirás…

- La primera es que el marido de Lois no vuelva a incorporarse.

- ¿Clark Kent? Pero, ¿qué te ha hecho? ¿Por qué…?

- Bueno, digamos que en mi entrevista con Lois… me he interesado algo por ella… Su marido resultaría un estorbo… prefiero que esté lejos…

- Julian… Lois se debate entre la vida y la muerte en el hospital de Metrópolis, su marido sigue desaparecido… no sabemos si estará entre las víctimas del derrumbe.

- Lo sé, ya me he informado. Si Lois sobrevive quiero que sea mía. Si su marido aparece quiero que esté alejado.

- No puedes estar hablando en serio.

- Lo hago. Nunca bromeo. Mi segunda condición es que el periódico estará a mi servicio. Cuando necesite crear una corriente de opinión favorable o simplemente un titular lo tendré. ¿Qué contestas?

- Tu padre era un hombre honrado y justo.

- Esto no tiene nada que ver con mi padre. Tendrás tu periódico…

- Arrodillado ante tus pies, recibiendo tus órdenes, traicionando a mis amigos…

- Si quieres verlo así, piensa en el resto de tus empleados.

- Julian…

- ¿Qué contestas?

- Si no sabes mi respuesta es que no me conoces.

- Eso quiere decir…

- Quiere decir que te metas tu dinero por el culo hasta que te salgan los dólares por las orejas.

- Nadie me habla de esa manera.

- Si no te largas de aquí en un minuto aquella manera te parecerá muy suave comparado con la siguiente frase.

- Te arrepentirás Perry.

- No lo creo, hijo. Nunca me he arrepentido de decirle a los imbéciles la verdad a la cara. Y ahora haz el favor de volverte por donde has venido antes de que te dé una patada en tus millonarias posaderas.

Jurgens dio media vuelta indignado. Se metió en la limusina que le esperaba a cien metros. Su secretario personal, Doug Pitt, esperaba dentro. Jurgens ordenó:

- Quiero tres mujeres para esta noche. Sólo lo mejor de lo mejor. Ah, y a la vez.

- De acuerdo. Puedo hacer un comentario… Julian…

- Doug eres mi secretario y mi amigo. Sabes que puedes decir lo que quieras.

- El dinero no puede comprarlo todo. White ayudó a tu padre en momentos muy difíciles para él. Lois Lane está en el hospital y ya te rechazó… Esto no tiene sentido. No se puede tener todo en esta vida. ¿No es mejor que echemos una mano a White y volvamos a Nueva York?

- No. Soy Julian Jurgens consigo lo que deseo y punto. Ya deberías conocerme. White cederá…Y si no, quizá compre el solar y edifique mi propio periódico.

- Algún día descubrirás que hay cosas más importantes que el dinero.

- Un segundo después de muerto. Y deja ya esta cháchara. ¿Quién te ha nombrado mi Pepito Grillo? Hablando de otra cosa. ¿Está mi avión privado preparado? Tenemos una cita con el presidente.

- Sí. Salimos en un par de horas.

- Veamos qué ha hecho el presidente con mi dinero.

>
Capítulo 5

Washington D.C.

Efectivamente, horas después Jurgens era conducido por hombres del presidente a un complejo secreto del ejército excavado bajo tierra. Era enorme y las medidas de seguridad impresionantes. Desde la puerta de acceso tardó cerca de diez minutos en llegar al interior de las instalaciones. Allí, le esperaba el mismísimo presidente con otros dos millonarios que ya habían llegado: Simón Stagg (7) y Maxwell Lord. (8)

- Señor Jurgens.- dijo un sonriente Luthor. Me alegro de que aceptara mi invitación.

- ¿Cómo iba a perdérmela? Quiero ver en qué se ha gastado mi dinero.

- Nuestro dinero, dijo Stagg.

- En efecto, añadió Lord.

- Estén ustedes tranquilos. En los tiempos que corren no han podido elegir mejor inversión.

Luthor les indicó que le siguieran. Todos anduvieron por un complejo que parecía no tener final. Por fin, llegaron hasta un enorme cristal que permitía ver una sala circular en donde un grupo de hombres eran observados sin cerciorarse. Desde dentro de la sala el cristal se tornaba espejo. Luthor señaló a los hombres que discutían entre sí acaloradamente y dijo:

- Estos son los creadores de la maravilla que vamos a contemplar. Ese con aspecto de reptil es el Profesor Ivo, (9) constructor entre otros androides del poderoso Amazo, un robot que emulaba los poderes de la Liga de la Justicia. A su lado, se encuentra el profesor Thomas Oscar Morrow, (10) también un declarado enemigo de la Liga, que consultaba tecnología del futuro. Ivo y Morrow forjaron a Mañana, una mujer androide que casi parecía real. (11) El de la chaqueta a cuadros es el Doctor Will Magnus (12) creador de los Metal Men (Mercurio, Platino, Oro, Lata, Hierro, Plomo), recientemente su mente se había incorporado a un robot llamado Veridium y había perdido su humanidad. Afortunadamente, la tecnología de Lex Corp le ha podido clonar un cuerpo humano. Gracias a ello trabaja para nosotros. Ese calvo con gafas de aspecto insignificante es el doctor Sivana, (13) uno de los peores enemigos del Capitán Marvel, un genio científico de primer orden. Y el último, el que está apartado en una esquina es Winslow P. Schott, más conocido como el Juguetero, enemigo declarado del Hombre de Acero. (14)

- Todos son expertos en…

- En robótica, ingeniería, sistemas informáticos y construcción de androides…

- Entonces…

Luthor volvió a indicarles que le siguieran. A cada paso las paredes se alejaban unas de otras y lo que era un pasillo ancho se convirtió en una sala que alcanzaba las dimensiones de un estadio olímpico. Ante su vista unos bultos metálicos iban tomando forma:

- Señores les presento a los Protocolos Iron… dijo Luthor.

Ante ellos, firmes y silenciosos, aparecían multitud de robots.

- Cada uno de ellos es una máquina perfecta de combate. Capaces de tomar decisiones propias para destruir al enemigo y de adaptarse a las circunstancias de cada batalla. Miden tres metros de alto y pesan casi 500 kilos. Todos están recubiertos de una aleación exterior mezcla de los tres materiales más duros que se conocen. Al compactarse, prácticamente, se vuelven indestructibles. Poseen una velocidad de vuelo superior a la de los aviones. Pero, en la tierra se mueven con la velocidad de un guepardo en carrera. Sus movimientos son más rápidos que los de una cobra al atacar. Además, están sus armas. Cada unidad posee cerca de cien lásers que puestos a máxima potencia desintegran el acero en segundos. Sus ojos despiden una energía eléctrica de más de un millón de voltios y su boca un ácido corrosivo. También, albergan más de un millar de misiles cada uno con una potencia casi nuclear.

- Menudos juguetes, señor presidente.- dijo Lord. Decía usted que podían tomar decisiones.

- Nos hemos asegurado que su única prerrogativa clara sea la de obedecernos. Nunca cuestionan las órdenes, pero su programación les permite decidir cómo van a llevarlas a cabo de la manera más rápida. Aún así, podemos controlarlos manualmente. Y si todo fallase tenemos la forma de hacerlos explotar por control remoto.

- ¿Podremos ver lo que hacen?- dijo Stagg.

- Claro. Todos están equipados con cámaras. Además, podemos localizarlos estén en el punto del planeta que estén.

- Son impresionantes. ¿Cuántos hay?- volvió a intervenir Stagg, que sin duda era el más interesado de todos.

- Aquí hay 500. Proyectamos construir millares. Por supuesto con su financiación.

- Inversión…-dijo Jurgens.

- Evidentemente, no se me olvida que la propiedad de algunos pozos petrolíferos de Irak, Qurac o Bialya estarán a nombre de ustedes.

- Pero, - intervino Lord. ¿La invasión es un hecho?

Luthor sonrió:

- Digamos, señor Lord, que estoy deseando verlos en acción.

- Pero, esto lleva preparándose meses. El ataque terrorista ha sido hace nada, ¿usted sabía…?

- Señor Lord… Déjeme que le diga algo. – Luthor cogió del hombro a Lord y le alejó de Jurgens y Stagg, que miraban embebidos a los androides. Esto sólo lo sabemos las personas que estamos aquí. De los constructores sólo Magnus es el único que no está loco ni es malvado. Trabaja para mí porque le devolvimos su humanidad. El resto mataría a su madre aunque no obtuvieran nada a cambio. Y en cuanto a ustedes, Stagg es un auténtico hijo de perra y Jurgens un niñato que ha heredado la riqueza de su papá. Mi única preocupación es usted… No sólo porque colaboró durante bastante tiempo con la Liga de la Justicia, si no porque sé que tiene un pequeño don: dominar la mente de los demás para que le obedezcan. ¿Ve usted ese artefacto? -Luthor señaló una esfera voladora que les acompañaba en el recorrido-. Al primer indicio que detecte de actividad metahumana disparará un láser mortal. Necesito su colaboración, su fortuna. Todo el mundo tiene un precio, ¿cuál es el suyo?

- Poder.

- Hay una pequeña agencia gubernamental, creada por la señorita Waller que necesita director. Se llama Jaque Mate. (15) Quizá podríamos empezar por ahí. ¿Le parece bien?

- Sigamos hablando.

- Jaque Mate está diseñada para realizar misiones encubiertas que salvaguarden la integridad de los EE.UU.

- ¿Incluye el control de los metahumanos?

- Digamos que el director puede proponer nuevas líneas de actuación.

- Creo que el destino de la Tierra debe estar en manos de los humanos y no de estos seres que se creen dioses.

- Me ha quitado las palabras de la boca, señor Lord. Pero, ¿es usted sincero? Bueno, perdone mis dudas, no hace tanto era usted el responsable de la todopoderosa Liga de la Justicia.

- Como en todas mis operaciones he sacado beneficio de ello. Quiero el bien general. Creo que este camino a seguir es el correcto. Puede usted contar conmigo, señor presidente.- concluyó Lord alzando su mano.

- Me alegro que nos entendamos señor Lord, nuevo director de Jaque Mate.- terminó Luthor estrechando la mano tendida.


Capítulo 6.

Smallville.

Martha Kent era abrazada por todo el pueblo de Smallville. El entierro de Jonathan había sido multitudinario. Era, sin duda, una de las personas más queridas de Smallville. Siempre había echado una mano a quien la había necesitado. Marta recibía las condolencias con tristeza. No se hacía a la idea de que el ataud que cubrían con tierra acogería para siempre el cuerpo de su esposo.

Las noticias de Metrópolis no eran nada halagüeñas. En televisión había visto como el Planet había sido destruído y mencionaban un brutal ataque a la famosa reportera Lois Lane. ¿Y su hijo? Los telediarios no hablaban de Superman. Parecía haber desaparecido. De hecho, si Lois había sido atacada es porque Clark no había podido impedirlo. Algo tenía que haberle pasado. Algo llamado Zod.

Al estar destruida su casa durmió en la granja de unos vecinos. Se levantó muy temprano, sacó algo de dinero del banco y con una maleta como equipaje se encaminó a la estación de buses. Allí, compró un billete que la llevaría a Metrópolis. Ya en el autobús no dejaba de pensar en Jonathan y en Clark.


Capítulo 7
Nueva York

Zod y Brainiac estaban a punto de llevar a cabo la segunda parte del plan. Nuevos atentados contra lugares emblemáticos de EE.UU., con nuevas pruebas de la complicidad de Irak, Qurac y Bialya. Desde su nave espacial controló dos aviones y los dirigió contra las Torres Gemelas de Nueva York.
El complejo del World Trade Center empezó a construirse en 1963 terminándose la primera torre en 1972 y la segunda en 1973. Además, albergaba cinco edificios más construídos entre 1972 y 1977. En su interior complejos hoteleros y oficinas de diferente temática que ocupaban un espacio de 930.000 m². Trabajaban más de 50.000 trabajadores y recibía hasta 150.000 visitantes al día.
El estruendo fue horripilante. Miles de personas se encontraban trabajando en las oficinas cuando el impacto condenó sus vidas. El recuento total alcanzó las 2.749 personas. En poco tiempo las estructuras se derrumbaron. Miles de televisiones de todo el mundo estaban pendientes del hecho. Entonces, Brainiac, dio salida a tres formas robóticas con el aspecto del grupo terrorista. Así, a los ojos del mundo aparecieron ante las cámaras por espacio de dos segundos los tres miembros de Contramérica.

Además, Brainiac grabó un mensaje con uno de los terroristas, Sidi Sol. En el vídeo culpaba a los EE.UU. de miles de matanzas en todo el mundo y declaraba la guerra santa. Enlazaba su grupo con la organización Al Queda de Ben Laden. Citaba a Bialya, Irak, Qurac y Afganistán como naciones colaboradoras. Un día más tarde, Luthor volvió a aparecer en televisión:

- América no va a cruzarse de brazos ante esta escalada terrorista. Tenemos el deber y el derecho de defendernos y de salvaguardar las vidas de los inocentes. Vamos a actuar en consecuencia. Sabemos que Ben Laden, líder de la organización Al Queda, es el ideólogo de esta cadena de atentados terroristas. Su paradero se encuentra en Afganistán. Además, las investigaciones de nuestros servicios de seguridad concluyen los terroristas se han refugiado en su respectivos países natales. Nos hemos puesto en contacto con las autoridades de los tres estados para que procedan a su detención y a su extradición. También con Afganistán para que nos entregue a Ben Laden. Esperamos que las cuatro dictaduras colaboren con nosotros. Si no es así, si en una semana no obtenemos la respuesta esperada, no descartamos la invasión de los cuatro países.

Luthor se detuvo mirando fijamente a la cámara y concluyó:

- Los EE.UU. somos un país basado en los más altos principios de libertad y justicia. No vamos a permitir que ningún malnacido vulnere nuestra seguridad. América está cansada de no actuar. Quizá sea el momento de un nuevo orden internacional en el que no se permitan naciones dictatoriales que amparen grupos terroristas. Quizá el único garante de la libertad y la seguridad en el mundo seamos los EE.UU. Quizá sea hora de asumir un papel internacional mucho más activo en la lucha por los derechos humanos.

Durante esa semana los presidentes de Bialya, Qurac e Irak juraron y perjuraron no tener noticia de los superterroristas ni conocer su paradero. Brainiac falsicaba nuevos vídeos y testimonios, que mostraban a los aludidos en sus respectivos países. La opinión pública americana se volcó con el presidente. Luthor, en su siguiente comparecencia, anunció el primer ataque: Qurac. También, presentó al público la Fuerza Iron. Explicó sus características y señaló que los ataques los realizarían esos androides. Los soldados no ocuparían un papel activo en la contienda. Las encuestas situaron a Luthor en la cima de su popularidad.


Capítulo 8

Qurac

El ejército de Qurac esperaba inmerso en miedo. Los jóvenes soldados apretaban las armas con fuerza. Los aviones sobrevolaban y las baterías antiaéreas se preparaban para disparar. Ante un monitor, el Jefe de la Defensa Quraiquí se estremecía al ver como unas masas metálicas avanzaban a una gran velocidad hacia ellos. Cerró los ojos y encomendó su alma a Alá. No dudaba ni por un segundo que hoy se encontraría ante el altísimo en el paraíso.

Los robots llegaban volando. Parecían indestructibles. Cosa que demostraron enseguida cuando las bombas que recibían no les causaron el menor efecto. Además, una sombra que se movía a una velocidad increíble aumentaba el daño. Era Zod. Invisible al ojo humano y a los más sofisticados medios de captación. Destrozaba, mataba y se aseguraba que la respuesta ante la Fuerza Iron fuese mínima. Sin embargo, tampoco hubiera hecho falta su participación. Los androides eran prácticamente invulnerables. De los 300 empleados en el ataque tan solo dos resultaron dañados de manera superficial.

La resistencia de Qurac duró dos diás. El presidente era detenido y sus estatuas derribadas por todo el país. Esta capitulación fue recibida con gozo por gran parte de los exiliados que vivían en Europa y América. Se pedía en prensa la convocatoria de un referendum y la elaboración de una constitución. El escritor, Almadán Rasid, refugiado perseguido por el anterior régimen, escribía lo siguiente:

- Es momento de agradecimiento. Por fin, los destinos de Qurac van a estar en manos de sus habitantes. Por fin, la justicia podrá implantarse. Por fin, la bandera de la libertad podrá ondear en Qurac. Gracias al pueblo estadounidense, gracias a su presidente, Lex Luthor, que Alá le brinde felicidad para el futuro.

Aunque el país fue dominado en dos días, la organización terrorista Al Queda se introducía en Qurac apoyándose en los simpatizantes de la dictadura. Conspiraban y planeaban causar atentados terroristas contra la ocupación estadoudinense. Aquí, sí sería importante Zod. Recorría la nación a supervelocidad. Su oído, su vista detectaba a los integrantes de la resistencia, a los terroristas, a las armas. Cualquier disidente, grupos de combatientes quraiquíes que no se rendían o terroristas de Al Queda que intentaban realizar atentados, desaparecían misteriosamente. Zod se aseguraba que la paz se instaurara en el país. Cualquer asomo de rebeldía era silenciado.

Parecida suerte sufrieron en Bialya, Irak y Afganistán. Sus dirigentes, incluyendo a Sadam Hussein y Rajak, eran detenidos. Asímismo, los talibanes eran derrocados. En esta ocasión Zod no atacó a la par que los robots. No era necesario. La Fuerza Iron resultaba invencible contra ejércitos convencionales. Prefería quedar oculto y hacer desaparecer los gropúsculos de resistencia que pudieran producirse.



Capítulo 9

Metrópolis

Perry White observaba la televisión. Veía y escuchaba las reacciones de la comunidad internacional. El presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, explicaba:

- Es intolerable. Evidentemente España está al lado de la democracia y de la libertad, pero a esta forma de actuar yo digo: no. No a los propósitos encubiertos, no al imperialismo oculto, no a la invasión de territorios ajenos.

Después, la cámara ofrecía las declaraciones del presidente de la República Francesa, Jacques Chirac:

- El presidente americano se equivoca por completo. Mi homólogo español tiene razón no debemos caer en la barbarie aunque condenemos el terrible atentado que ha sufrido la sociedad americana y, evidentemente, nos sentimos copartícipes del dolor de las víctimas.

El Primer ministro británico, Tony Blair, hablaba de diferente modo:

- Quizá sea el momento de que aparezca un nuevo orden mundial en el que no se permitan más vulneraciones de los derechos humanos. Un nuevo orden mundial en el que, de verdad y para siempre, el ser humano sepa lo que es vivir en libertad en todas las partes del globo.

El programa se trasladó a los presidentes de algunas naciones americanas. Así, el el presidente de Venezuela, Hugo Chavez, decía:

- Los Estadounidenses vuelven a demostrar que son el auténtico eje del mal. El imperialismo yanqui campa a sus anchas por el mundo. Quieren acabar con la vida de los pobres y aplastarnos con sus botas militares hasta que no queden aire y agua en el planeta salvo para ellos. Quieren dominar el petróleo y los recursos
nacionales de los países invadidos. Yo digo no al imperialismo yanqui.

De parecida manera se expresaba el dictador cubano, Fidel Castro:

- De nuevo las botas del poder yanqui pisotean los salones de la tierra ajena. De nuevo quieren imponer por la fuerza su derecho y su ley. Yo pido a los pueblos que se unan contra el terrible presidente Luthor. Yo gritó ¡Viva la revolución! ¡Viva Cuba libre! ¡Hasta la victoria o muerte!



Capítulo 10

Atalaya de la Liga de la Justicia.

Sentados en torno a su mesa redonda los héroes más grandes de la Tierra debatían sobre la situación política. La alineación de la Liga en aquella reunión comprendía a Batman, Flash, Detective Marciano, Green Arrow, Canario Negro, Green Lantern (Kyle Rayner), Wonder Woman, Aquaman, Hawkman, Átomo, Hombre Elástico, Acero y Plastic Man. La silla en la que solía sentarse Superman permanecía vacía. Batman comenzó la reunión:

- Esta escalada militar es preocupante. Cuatro naciones han sido invadidas y ocupadas por tropas americanas. Tenemos que tomar parte intentando que Luthor cese en sus invasiones.

Hawkman interrumpió:

- Todos sabemos de lo que es capaz Luthor, pero no nos hemos preguntado si, a la larga, estas guerras podrían ser algo positivo para la humanidad. Es decir, no estoy a favor de la invasión de países ni nada parecido, pero, está atacando dictadores que han esclavizado y masacrado a su pueblo, no a monjitas que cuidan ancianitos venerables. ¿Y si consigue eliminar la dictadura de la faz de la Tierra?

El Detective Marciano intervino:

- He leído la historia de vuestro mundo. ¿No está haciendo lo mismo que Hitler en 1939? Ataca, invade y controla. ¿No pretenderá después anexionarse dichos territorios?

Flash prosiguió:

- Sé de la maldad de Luthor. Pero, ¿cómo va a pretender anexionarse…? Somos una república basada en la democracia… Por el amor de Dios…Hitler era un dictador que no permitía los partidos políticos, Luthor es un presidente elegido por sus ciudadanos. No ha suprimido al resto de partidos. Es un hijo de puta, pero un
hijo de puta elegido por los americanos. Con los deberes de cualquier otro presidente.

Aquaman pidió la palabra:

- Deberes que incumple cuando le viene en gana. En mi opinión, Luthor no es quien para intervenir en la forma de gobierno de otros países. Lo digo como antiguo soberano de Atlantis. Luthor puede promover unas relaciones internacionales para que los derechos humanos se cumplan, pero no imponer su ley.

Green Lantern:

- Pero Luthor no está invadiendo países porque sí. Está buscando a los terroristas que han matado cerca de tres mil norteamericanos en dos tragedias terribles. Quizá deberíamos entrar en esos países y capturarlos nosotros. Así tranquilizaríamos la situación.

Batman:

- Pienso que todo esto es una cortina de humo, que esos terroristas no existen. No hemos encontrado el menor rastro de esa Contramérica. Pero, aunque estuvieran allí, ¿alguno cree que Luthor se va a contentar con capturarlos y largarse?

Wonder Woman:

- Creo que, a veces, la fuerza es la única solución posible. No comparto las actuaciones de Luthor, pero las dictaduras no se acaban nunca con poemas y flores. Quizá si en el pasado se hubieran empleado acciones más contundentes no existiría otra forma de gobierno que la democrática.

Green Arrow:

- Habló la embajadora de la paz. Creo que hablas de democracia con conocimiento. Porque como en Temiscira habéis tenido una democracia duradera durante siglos…- dijo socarronamente el arquero.

Wonder Woman:

- La situación es diferente. Allí teníamos paz y mi madre fue una reina justa y sabia.

Green Arrow:

- Las amazonas de Artemisa no opinaban igual. De cualquier forma, tenemos que detener a Luthor. Esto es fascismo puro y duro. ¿Qué sucederá cuando los haya conquistado? ¿Instaurará la felicidad por decreto en esos territorios? ¿Acaso no recordamos que hemos detenido a otros tipos que hacían cosas parecidas en otros mundos?

Hawkman:

- No creo que todo se explique con tanta facilidad…

Green Arrow:

- ¿Cómo que no?

Hawkman:

- No. Dime otra manera de acabar con las dictaduras. Te recuerdo que a Hitler no se le detuvo con bonitas palabras, tuvimos que matar más que él. Luthor sólo ha atacado dictaduras.

Green Arrow:

- Tal vez, en este caso, Luthor sea Hitler. ¿No te planteas que, tal vez, ahora seamos nosotros los malos?

Batman:

- No podemos tener divisiones. Debemos actuar unidos. Es un momento muy difícil de la historia. Votemos y decidamos cuál va a ser nuestra postura a seguir.

Hawkman:

- Me hace gracia que digas tú eso. Si la votación te complace, evidentemente estarás satisfecho y colaborarás con la Liga. Si la votación no lo hace, nos abandonarás y harás lo que te salga de las narices. Siempre actúas en función de tus intereses.

Batman:

- ¿Quién eres tú para juzgarme? Llevas mucho tiempo fuera de la Liga para dar lecciones. Además, perteneces a la JSA. Estás aquí como miembro reserva. No es lo más apropiado que votes en la reunión.

Hawkman:

- ¿Quién mencionaba el fascismo? Siempre es lo mismo. Nunca te preocupas por nadie más que por ti y por tu eterna cruzada. Sólo nos ves como simples ayudantes o recaderos a los que contactas cuando algo es demasiado grande para ti.

Batman:

- No hay nada demasiado grande para mí.

Hawkman:

- ¿Quiéres que te demuestre que hay cosas que no puedes masticar? -Hakwman sacó la maza de su cinto.

Batman:

- Guarda eso, si no quieres quedarte sin ella.

Hakwman:

- Estoy deseando que intentes quitármela.

Detective Marciano:

- ¿Os habéis vuelto locos? Lo último que debemos hacer es pelearnos entre nosotros.

Wonder Woman:

- Recuperemos el sentido común. Hablemos con Luthor para que detenga esta escalada de violencia.

Batman y Hakwman quedaron en silencio. Se miraron a los ojos sin que ninguno desviara su mirada. Ambos cerraron los puños y Hakwman guardó su maza. Batman volvió a sentarse en la mesa. El desafío quedaba en pie. Green Lantern volvió a hablar:

- Está bien, de acuerdo. Todos estamos tensos y nerviosos. Hay otro asunto del que no hemos hablado: Superman.

Wonder Woman:

- Destrozaron el Planet, atacaron a Lois y a su padre adoptivo. Éste ha fallecido. No hay rastro de Kal. No he podido localizarle, ni a través de la polícía, ni en Smallville, ni en la Fortaleza… Ayer estuve allí y encontré la puerta destrozada y a Krypto, su perro, muerto… No sé donde puede estar. Me temo lo peor. Temo que Zod le haya…

Un silencio dominó la escena. Realmente nadie de los presentes podía imaginar su muerte. Flash intervino:

- Nadie puede con Superman.

Green Lantern apoyó la frase anterior:

- Estoy convencido que Zod no podrá con él. Superman es invencible.

Batman tomó la palabra:

- Ojalá esté bien. Pero, debemos estar preparados para lo peor. Supongamos que Zod le ha vencido, tarde o temprano vendrá a por nosotros. Debemos estar alerta. Cualquiera que le encuentre debe avisar inmediatamente a los demás. Debemos trabajar en equipo, más que nunca.

Hawkman:

- Aplícate el cuento murciélago.

Batman lanzó una nueva mirada desafiante pero no quiso empezar de nuevo otra discusión, así que bajó el rostro sin hablar. J’Onzz tomó la palabra dando paso a la votación. La disensión era fuerte, los votos quedaron empatados entre quienes pedían más tiempo y quiénes decidían intervenir contra Luthor. No llegaron a un acuerdo claro



Capítulo 11


Zod llegaba a la nave de Brainiac. Con el plan empezado había perdido las ganas de volver a ver a la computadora viviente. Ni siquiera guardaba agradecimiento al hecho de que, sin Brainiac, seguiría en una fría tumba en un planeta olvidado. Zod, también, era consciente del tremendo poder que Brainiac poseía. No deseaba tenerle en contra. La cantidad de armamento e información de Brainiac era inimaginable. Zod prefería que se fuera por propia voluntad. Brainiac adivinaba los sentimientos de su aliado:

- General, ambos sabemos que esta situación se está tornando incómoda. Me he conectado a la red virtual que llamáis internet y he mimetizado prácticamente el 80% de sus contenidos. En cuanto acabe me gustaría estudiar in situ algunas de las cosas de las que hablan. Despúes, sólo quedará un fleco suelto antes de que emprenda mi marcha a otros lugares del universo.

- ¿Cuál?

- Partiré en cuanto haya comprobado la muerte de Superman.

- ¿Cómo? ¿Vuelves a dudar de mi palabra?- respondió Zod iracundo.

- No se trata de dudar. Mi programación exige pruebas de…

- ¿Qué más prueba necesitas que la de mi palabra? Le maté. Oí como los latidos de su corazón se detenían. Escuché como su respiración dejaba de producirse. Está muerto. Y punto. Algunos de sus amigos superhéroes se llevarían el cadáver. ¿No es suficiente prueba que no haya aparecido para vengarse de mí?

- General, sólo digo …

- Escucha Brainiac, creo que este es un buen momento para poner punto y final a nuestra relación. Creo, sinceramente, que sería beneficioso para ambos separar nuestros caminos. ¿Quiéres la cultura de la Tierra? Absorbe lo que quieras de la red. ¿Quiéres reducir alguna ciudad y llevártela? Ningún problema. Pero te
agradecería que en el plazo de dos días estuvieras rumbo a otro lugar del universo…

- General… me debe usted la vida…

- Esa es la única razón que me impide destrozarte.

Zod se alejó de la nave enfurecido. Debía quitarse de encima a Brainiac. La computadora humana se quedó pensativa. Su cerebro computerizado analizaba todas las opciones. Empezó a calcular quién era más peligrosos para su existencia y llegó a la conclusión de que había sustituido una amenaza, Superman, por otra
mucho mayor, Zod.



Capítulo 12

Casa Blanca
Reunión del Gabinete Presidencial

Luthor acababa de reunir a su gabinete presidencial. Cat Grant, portavoz de la Casa Blanca, Jefferson Pierce, el antiguo superhéroe Relámpago Negro y ahora responsable del área de asuntos sociales, Pete Ross, vicepresidente, y el superhéroe Capitán Átomo, Nathaniel Adam, que acababa de ocupar la Jefatura del Estado Mayor.

- Señores, creo que ha llegado la hora de tomar decisiones trascendentales para la historia del país.- comenzó Luthor.

Jefferson Pierce tomó la palabra. El cabal político negro no temía decirle a Luthor sus pensamientos.:

- Señor presidente, ya sabe usted mi opinión respecto a los últimos acontecimientos. Tenemos cuatro países controlados por unos androides que le cuestan al contribuyente millones de dólares diarios. A la larga deberemos abandonar los países. No ha habido rastro del grupo terrorista Contramérica. La opinión pública que mayoritariamente nos apoya pronto dejará de hacerlo.

Pete Ross intervino:

- Sí, pero no ha habido una sola baja de militares americanos. Eso retrasará las protestas.

El Capitán Átomo habló:

- De cualquier forma, si los terroristas existen deben ser desarticulados cuanto antes…

- ¿Si los terroristas existen…?- interrumpió Luthor.

- Señor presidente, ninguno de nuestros servicios de seguridad ha encontrado prueba alguna… salvo los explosivos de Qurac. Todos los vídeos han venido de esos misteriosos colaboradores a los que usted insiste en dar crédito. Sin que se nos haya notificado quiénes son. Por no hablar de esas extrañas y nada
explicadas relaciones con los thanagarianos. - contestó el Capitán Átom

- Quizá debería sincerarse con nosotros.- añadió Pierce.

- Creo que también tuve misteriosos colaboradores de otros mundos en la batalla contra Imperiex y salimos airosos. Creo que me he ganado la confianza de este gabinete. ¿No es así? Cuando llegue el momento desvelaré de dónde me viene la información. Hasta entonces les pido que confíen en mí.

Hubo silencio. Miradas que bajaban a la mesa. Ninguno estaba convencido de seguir obedeciendo a Luthor. Hasta la fecha se había mostrado como un buen presidente. La economía subía, el paro descendía, las relaciones diplomáticas con el exterior eran positivas, incluso con Atlantis. La Guerra contra Imperiex
se ganó gracias a la buena gestión de Luthor. Las objeciones pararon y Luthor prosiguió con firmeza:

- Bien, empecé diciendo que ha llegado la hora de iniciar cambios importantes en el país.

- ¿Cuáles?- replicó Pierce.

- He decidido que, mientras dure el estado de guerra, para garantizar el orden y la paz, incorporaremos a las naciones liberadas como estados sometidos. Es decir, EE.UU. les controlará políticamente.

- ¿Estados sometidos?- Pierce no salía de su asombro.

- Estarán bajo control militar y yo, personalmente, seré su nuevo presidente. Nombraré un gobierno provisional que responderá ante mí.

- Nuestra República no permite…- dijo Atom.

- La etapa de la República ha caducado. Una República nacida hace 230 años necesita un lavado de cara.

- Esto es anticonstitucional.- dijo airado Pierce.

- De ningún modo. Es verdad que el cambio que planeo no cabe en nuestra carta magna hoy por hoy. Por ello, planeo redactar una nueva enmienda que me otorgue poderes excepcionales durante un año. Hemos tenido 230 años de libertad y esplendor, desde 1776 hasta el 2004. Ahora es tiempo de que pongamos en suspenso esta República para dejar paso a otra etapa que será más esplendorosa: el Imperio.

- No puede hablar usted en serio.- contestó el Capitán Atomo.

- Totalmente. Las circunstancias son nuevas. Es momento de cambios históricos. La seguridad debe ser la principal de nuestras preocupaciones. Aunque en la práctica intentaré que se pierda la menor libertad posible.

- Entonces estas invasiones…- volvió a intervenir Pierce.

- Habrá más. Convertiremos todas las dictaduras de la Tierra en países democráticos. Acabaremos con todos los grupos terroristas mundiales. Una nueva era de grandeza se extenderá a todas las naciones del planeta.

- ¿Y supongo que estos nuevos países conquistados serán incorporados también a nuestro recien creado Imperio?- habló Ross.

- Todos los estados que no tengan una forma de gobierno democrática serán asimilados por el imperio estadounidense. Por favor, que nadie vea en esto una amenaza, es simplemente una extensión de los derechos democráticos a todo el mundo. Eliminaremos el terrorismo y el fanatismo por completo.

- Señor Presidente con todos los respetos. El Congreso jamás votará a favor. Para un cambio semejante hacen falta dos terceras partes y no creo que…- intervenía airado Pierce.

- Conseguiré convencer a la mayoría necesaria. Sólo quiero que se me den plenos poderes legislativos durante un año. Un año de ley especial. Una nueva enmienda a la Constitución en la que se disponga que el presidente tendrá amplios poderes para llevar a cabo las medidas que estime oportunas. Cuando la época de guerras haya concluido y el mundo sea otro, devolveré el poder al Congreso y derogaré esa enmienda.

- Jamás conseguirá el apoyo necesario.- dijo Pierce.

- Primero quiero el de ustedes.

- Nos pide que traicionemos a la Constitución y al país.- volvió a contestar Pierce.

- Al revés, les estoy pidiendo que se mantengan fieles al espíritu de libertad que siempre ha defendido este país. Les pido que sean fieles a los derechos humanos. Les pido que me ayuden a cambiar la historia para que todos los seres humanos, independientemente del lugar de nacimiento, disfruten de un bienestar sin parangón en cualquier época.

- Yo no puedo apoyar esto- dijo Pierce.

- Yo debo pensarlo- dijo Atom.

Cat Grant y Pete Ross mantenían un asombrado silencio. La reunión se clausuró. Mañana, Luthor, volvería a reunirles para que dejaran clara su posición. En cuanto el último hubo salido, Luthor pulsó un intercomunicador y habló:

- Podéis entrar.

De la habitación contigua entraron tres personas: Laverne, la ex mujer de Luthor experta en la mente humana que le había liberado de cualquier bloqueo mental; el señor Angle, el ex militar que Luthor empleaba para los asuntos más turbios; y el General Zod.

- Esto puede suponer un problema. No vas a tener un apoyo ciego.- dijo Laverne.

- Lo sé, escogí gente de principios para no sentirme amenazado por ninguna sombra de traición. Eso se vuelve ahora en mi contra.

- ¿Crees que conseguirás que tres cuartas partes del Congreso voten a tu favor?- volvió a preguntar Laverne.

- Muchos me deben su escaño. Otros creerán en mis palabras. Algunos más están sobornados por el señor Angle. Y, para el resto, tengo un plan de emergencia.

- ¿Qué plan …?

- Hay un grupo de telépatas que manipularán las mentes de mis opositores para que voten a mi favor. Estoy hablando de Psimon, despiadado enemigo de los Titanes, Héctor Hammond, némesis de Green Lantern, el Doctor Psycho, enemigo de Wonder Woman, y Cerebro, enemigo jurado de la Patrulla Condenada y los Titanes. Controlarán las mentes necesarias para obtener ese 75% necesario.


- Veo otro problema. Los héroes. La Liga y la Sociedad estarán en contra.

- También lo sé. Espero que si el Congreso vota a mi favor, ellos acepten la decisión de la mayoría. Pero, por si no es así, pienso desprestigiarlos. En una sociedad perfecta no deberíamos permitir vigilantes enmascarados. Nuestros Iron podrían patrullar las calles 24 horas y conseguir estar más cerca de los
problemas. Quizá sea el paso de promulgar una nueva ley.

- Pero, ¿estás hablando de poner a los superhéroes fuera de la ley?- dijo Laverne.

- En efecto, voy a prohibir las actividades superheroicas. Crearemos un Escuadrón Suicida inmenso. Los villanos que quieran conseguirán su perdón persiguiendo superhéroes. Ahí entra el señor Angle. Usted será el encargado de reunirlos y ponerlos a mi servicio. ¿Lo conseguirá?

- Sabe señor presidente que con dinero se puede conseguir cualquier cosa.- respondió Angle.

Luthor sonrió y habló:

- Señores, es tiempo de cambios. Pronto gobernaré un imperio.



Epílogo

Nueva Génesis. Hogar de los Nuevos Dioses

El Alto Padre apoyado en su bastón se mesaba la barba. Frente a él Orion, el más poderoso de los Nuevos Dioses, se colocaba su arnés volador dispuesto a partir. El Alto Padre hablaba:

- Se ha puesto en contacto conmigo.

- ¿Kal El?

- Sí. Encuéntrale y entrégale esta Madre Caja. La necesitara para los días venideros. Marcha ahora y sé cuidadoso.

- Así lo haré Alto Padre.

El guerrero llamado Orión se alzó con su arnés perdiéndose en las negruras del espacio. Detrás del Alto Padre, el ser llamado Metrón, subido en su silla temporal, pronunció una frase.

- ¿No vas a advertir al kryptoniano de la nueva profecía?

- No.

- Tiene derecho a conocerla.

- No. Es su hora, no debe enturbiarle nada. Debe vencer. Si es derrotado la esperanza morirá.

- Pero el precio para el kryptoniano será enorme.

- Nunca mayor que lo que supondría para la humanidad su fracaso.

El Alto Padre y Metrón se alejaron de la Fuente, el muro profético, en donde una mano llameante acababa de escribir:

- Y cuando el Emperador y el General claven sus rodillas un superhombre dejará de existir.


Dedicado al pequeño Carlos Miranda,mi segundo hijo,nacido el pasado 23 de junio de 2008


Noviembre de 2006- julio de 2008
José Luis Miranda Martínez

Referencias:
(1) Se refiere a la terapia psíquica que Laverne le hizo en Flash Action Tales 6. Terminó por destruir todo freno mental que se autoimpusiera.
(2) En el universo DC Luthor ha sustituído a Bush. No ha sufrido el atentado de las Torrers de 2001 e Irak no ha sido invadida. Sadam Hussein, por tanto, sigue siendo el dictador gobernante.
(3) Qurac es una nación imaginaria del universo DC.
(4) Bialya es otra nación imaginaria del universo DC.
(5) En Imperio Prólogo fue asesinada por Luthor. Amanda Waller fue creada por John Ostrander, Len Wein y John Byrne para el número 1 de Legends. Waller ha dirigido las agencias del Escuadrón Suicida y Jaque Mate para los gobiernos americanos
(6) Julian Jurgens es un millonario creado para esta serie en el número 11.
(7) Stagg apareció por primera vez en el Brave and the Bold 57 dic 1964, es el más antiguo enemigo de Metamorfo. Su hija estuvo ligada sentimentalmente a éste. También ha complicado la vida a la Liga en alguna ocasión.
(8) Lord es el millonario que ayuda a refundar la Liga de la Justicia tras los sucesos de la miniserie Legends. Su primera aparcición es Justice League 1 (1987).
(9) Ivo apareció por primera vez en The Brave and the Bold 30 en la tercera aparición de la Liga de la Justicia.
(10) Primera aparición en Flash 143, marzo 1964.
(11) Como se vio en el clásico de Grant Morrison JLA número 5 usa, 1997.
(12) Showcase 37, abril 1962. Los Metal Men creados por ¿ y Ross Andru
(13) El Doctor Sivana es el enemigo por excelencia del Capitán Marvel. Apareció en el Whiz comics 2 (1940) ejemplar en el que debutó el Capitán.
(14) Uno de los enemigos más clásicos de Superman. Nacido en el Action Comics 64 de 1943. La renovación de John Byrne le convirtió en un ser desequilibrado y mucho más peligroso. Pero, fue Dan Jurgens quien le confirió una personalidad oscura y sicótica, llegando a convertirse en asesino de niños. En Action Tales ha recibido un espléndido tratamiento de la mano de Imanol en las páginas de Superwoman.
(15) Jaque Mate es una agencia de agentes secretos aparecida por primera vez en el Action Comics 598 (1988) por Paul Kupperberg y John Byrne.
(16) Creada por Marv Wolfman y Jerry Ordway como periodista del Daily Planet en el Adventures of Superman 424.
(17) Creado por Tony Isabella en Black Lightning nº1 (1977) junto con el dibujante Trevor Von Eeden.
(18) Presentado en Superboy 86, 1961. Amigo de la infancia de Clark Kent.
(19) Ver serie de Flash en Action Tales.




1 comentario :

  1. Excelente capitulo, se va hilando la cuestión de forma interesante, aparecen personajes igual de interesante y algunos muy pesados como el tal Jurgens. Los diferentes personajes están muy bien tratados y expresados… y lo mejor de todo el guiño a los presidentes del mundo real. Como venezolano, me reí a mandíbula batiente, cuando salió hablando el presidente de mi país. Más o menos eso sería lo que diría :D en fin se nota un plan realmente pensado, pero manifestado de forma sencilla. La deliberación en la Sala de la liga quedo genial, y me recordó a algo que dijo un compañero de clases: la liga de la justicia es como la ONU salvo que ellos le puede caer a piñazos a todo el mundo.

    En fin esto pinta genial.

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