Superwoman nº 11

Título: Bocados de Realidad (III)
Autor: Imanol Amado
Portada: Eric Wolfe
Publicado en: Noviembre 2009

Su nombre es Linda Danvers y a pesar de no tener lazos de sangre con el hombre de acero, se ha ganado el derecho de llamarse ...


- ¡¿Pero qué diablos?! – Exclamó Linda, protegiéndose la cara con las manos de forma instintiva. Un autobús había frenado a escasos milímetros de ella.

Unos segundos antes, se encontraba en el sótano de la casa de los Raven, donde cuyo hijo, Eric, tenía montada una especie de secta o sociedad secreta que sin duda estaba involucrada en el asesinato de Roberta Ford.

- ¡Señorita! - ¿Se encuentra bien? – Dijo el conductor del autobús, bajando del vehículo.
- Estoy bien. – Dijo Linda casi en un susurro, dándose cuenta que estaba en el centro de Metrópolis. Junto a ella, un joven enmascarado se levantaba recobrando la consciencia.
- ¡Nightwing! ¿Qué haces aquí? – Preguntó anonadada.
- ¿Nighwing? Linda, soy yo: Cutter. – Dijo él.
- ¿Cutter?
- ¡Dios mío! – Exclamó aterrado. - ¡Estoy dentro del cuerpo de Nightwing!
- ¿De verdad eres Cutter? – Preguntó Linda curiosa.
- ¿Se puede saber de qué psiquiátrico os habéis escapado vosotros dos? – Dijo el conductor del autobús, ahora visiblemente enfadado.

La súbita aparición de Superwoman y “Nightwing” en el centro de Metrópolis había paralizado el tráfico, provocando un atasco que aumentaba por segundos. En aquel instante, en el cielo, las nubes dibujaron una gigantesca cabeza.

- ¡Bienvenidos a mi mundo! – Tronó desde las nubes la voz de Eric Raven.

La gente comenzó a huir despavorida, abandonando vehículos y viviendas. En pocos minutos, la zona había quedado desierta a excepción de Superwoman y Nightwing.

- ¿Qué significa esto, Eric? – Preguntó Linda.
- ¿No lo has adivinado Superwoman? – Contestó la voz de Eric con la potencia de un trueno. – Estáis en una realidad ficticia creada por mí... Una realidad donde soy un Dios y vosotros... ¡Mi rebaño!
- ¡Estás loco! – Gritó Linda.
- Loco o no Superwoman, ahora, tú y ese tal Cutter estáis en mi territorio.
- ¿Dónde está mi cuerpo? – Pregunto Cutter, todavía sin asimilar que tenía el físico de Nightwing.
- Vuestros verdaderos cuerpos se encuentran a salvo en una dimensión intermedia de la realidad y el mundo que os he fabricado... Si tienes el cuerpo de Nightwing es porque tengo el poder de darte lo que has deseado... [1]
- Entonces... ¿No estamos aquí realmente? – Preguntó Linda dirigiéndose a Eric.
- Lo que tenéis alrededor, es un mundo creado por la magia, mi magia. La gente, los edificios, el aire que respiráis... ¡Incluso vuestros propios cuerpos!

En aquel instante, justo delante de Superwoman y Nightwing se materializaron cinco figuras. Linda reconoció al instante a los nuevos invitados de aquel disparatado juego: El Hombre Kryptonita [2] , Silver Banshee [3] , Siniestro [4] , Dr. Psycho [5] y Deathstroke [6] .

- ¿Y ahora qué? – Preguntó Cutter.
- Si no me equivoco, éstos son los cómplices de Raven, los de las togas...
- Todas las piezas están ya en el tablero. – Dijo Eric mientras las nubes que formaban su cabeza se desvanecían poco a poco. – No debiste volver a Leesburg Superwoman... ¡Qué comience la partida!
- ¿Partida? ¿Qué partida? – Preguntó Cutter.

Linda se volvió y trató de razonar con los esbirros de Raven.

- No tenéis que hacer esto. Todavía estáis a tiempo de arreglar las cosas.
- ¿Arreglar? – Preguntó Deathstroke. - ¡Tú lo has estropeado todo Superguarra! ¡No podemos permitir que nos quites esto! ¿No lo entiendes? ¡No podemos!
- ¿De qué hablas? – Preguntó Cutter, que no se enteraba de nada.
- ¿Has deseado alguna vez ser Luke Skywalker y luchar contra el Imperio Galáctico? ¿Has soñado con cazar Vampiros junto a Buffy… Con luchar por la Tierra Media o con ser el dueño del coche fantástico [7] ? ¿Qué me dices de salvar al mundo en una apoteósica batalla de superhéroes? Eric nos ha dado todo eso... ¡Y más! ¡Todos nuestros sueños al alcance de nuestras manos, tan reales como la propia vida!
- ¡Es enfermizo! – Dijo Cutter. - ¿No lo entendéis? ¡No es real!
- ¡Lo es para nosotros! – Dijo Siniestro. – ¡Eric, con sus dados mágicos, puede crear “Partidas de Rol” reales! Superhéroes, estrellas del Rock, actores porno... ¡Podemos ser quienes queramos ser!
- Y Eric es el “Director de Juego” o “Master”. – Dijo Linda.
- ¿Es como si estuviéramos dentro de Matrix? – Preguntó Cutter, que no estaba acostumbrado a todo aquello.
- Más o menos. – Dijo Linda. – Esperemos no estar en las secuelas al menos. [8]
- ¡Escuchad! – Dijo Cutter. – Sé lo difícil que es la adolescencia, diablos, yo mismo pasé por ello hace años... Escapar de la realidad no es la solución.
- ¿Acaso fue la solución para Roberta? – Dijo Linda dándose cuenta que la chica formaba parte de todo aquello.
- Roberta cometió un error. – Dijo Siniestro. – Entró en pánico... ¡No estaba a la altura y acabó pagándolo!
- Si mueres en el juego... Tu cuerpo real sufre las mismas heridas. – Adivinó Cutter.
- Por eso llevaba un traje de Superwoman. – Dijo Linda.
- A Roberta siempre le gustaba disfrazarse antes de meterse en sus partidas. – Dijo Silver Banshee - Le hacía sentirse especial incluso en el mundo real.
- Vosotros la abandonasteis cerca del lago... – Dijo Cutter.
- ¡Basta de charla! – Gritó Deathstroke. - ¡Para proteger nuestro secreto, debéis morir!

Deathstroke disparó su arma contra Nightwing pero Superwoman se interpuso recibiendo el impacto en el pecho.

- Aún sigo siendo más rápida que una bala. – Dijo Linda. – Sal de aquí Cutter, yo me encar...

No pudo terminar la frase, una gran mano amarilla, creada por el anillo de poder de Siniestro la golpeó fuertemente, clavándola en el pavimento.

- ¡No voy a dejarte aquí con esos sociópatas degenerados! ¡Si tengo el cuerpo de Nightwing, también tengo sus habilidades! – Dijo Cutter haciendo una pirueta y propinando una patada en la cara de Deathstroke.

Superwoman se liberó de su prisión de cemento con facilidad lanzando media carretera contra Siniestro. Tuvo la impresión de que su “cuerpo” dentro de aquel juego era aún más fuerte que en la realidad. Poco a poco, las piezas del puzzle empezaban a encajar: los poderes y habilidades de los “jugadores” en ese mundo dependían de los conocimientos que tuviera Eric sobre sus contrapartidas reales. Probablemente, su aumento de fuerza provenía de la falsa creencia de la gente sobre su parentesco con Superman.

De repente, un intenso dolor invadió su cuerpo, debilitándola a cada segundo que pasaba.

- Lo siento... – Dijo el Hombre Kryptonita. – Esto nunca debió de acabar así...

¡Era vulnerable a la radiación de la Kryptonita! Eso demostraba su teoría fuera de cualquier duda, Eric pensaba que era una especie de versión femenina de Superman, con todos sus poderes y debilidades incluidas.

Cada instante era vital, Superwoman concentró hasta la última gota de fuerza y voluntad que quedaba en su cuerpo para contraatacar: usando su superaliento, un improvisado huracán había alejado al Hombre Kryptonita hasta al final de la calle, donde se golpeó la cabeza con una farola, perdiendo el conocimiento.

- ¿Cómo he sobrevivido tanto tiempo sin el superaliento? - Dijo Linda, recuperando las fuerzas rápidamente.

Sin duda, la falta de experiencia de aquellos chavales en el trabajo en equipo les estaba beneficiando: se estorbaban el uno al otro y eran incapaces de operar bajo una estrategia común. Sorprendentemente para Linda, Cutter estaba haciendo un buen trabajo conteniendo a Deathstroke en una igualada lucha cuerpo a cuerpo.

- ¡Muere Superwoman! – Dijo Silver Banshee, lanzando un grito mortal contra ella.

Pero las ondas de sus gritos no se extendían como el sonido, era un ataque muy concentrado y lanzado a una dirección concreta. Usando su prodigiosa velocidad, Linda no tenía problemas esquivándolos, no en vano había luchado con la verdadera Silver Banshee en el pasado [9] . Ésta, al entender que jamás podría alcanzarla, giró en dirección a Nightwing.

- ¿Cuál era tu nombre? ¡Ah sí! ¡Cutter! ¡Te prometo que no sentirás dolor! – Dijo mientras su llanto de la muerte le alcanzaba de lleno, lanzándolo a varios metros de distancia.
- ¡Noooo! – Gritó Superwoman desesperada.


Mattie Harcourt llegó a casa muy cansada, lo cierto es que no había tenido una buena mañana: el niño estaba revoltoso, le dolían los riñones y la espalda y el estrés que se respiraba en el hospital había terminado desquiciándola. Aunque había tratado de evitarlo, era evidente que ya no podía desempeñar su trabajo al cien por cien y lo más inteligente en ese caso, por el bien del hospital y del bebé, era que pidiera la baja. [10]

- ¿Cutter? ¿Estás en casa cariño? – Preguntó entrando en la vivienda.

No obtuvo respuesta, algo perfectamente normal por otro lado: todavía era temprano. Cogió el móvil, buscó el nombre de su marido en la guía del aparato y apretó el botón verde para iniciar la llamada. Segundos después, una voz completamente estéril le informaba que el teléfono al que había llamado estaba apagado o fuera de cobertura.

- ¡No me vengas con esas! – Gritó Mattie, consciente de que estaba hablando sola.

Decidió que llamaría unos minutos más tarde, con un poquito de suerte, convencería a Cutter para cenar fuera, quizás en el nuevo restaurante Chino del barrio. Se acomodó en el sillón anatómico del salón y comenzó a ojear una revista para matar el tiempo.


Superwoman golpeó a Silver Banshee en la cara, le costó mucho controlarse pero sabía que en el caso de matar a la adolescente que la “interpretaba” por decirlo de alguna manera, no se lo perdonaría nunca.

- ¡Cutter! – Gritó de nuevo acercándose a su cuerpo.
- ¡Ahhhh...! Creo que estoy bien... – Dijo él incorporándose.
- ¿Pero cómo? – Preguntó Linda abrazándole,
- Cutter no es mi verdadero nombre... ¿Recuerdas? [11] El grito de Silver Banshee es mortal para cualquier ser humano, pero sólo si conoce tu nombre...

En ese instante, Linda sintió que el Dr. Psycho se adentraba en su mente, rebuscando en su subconsciente su miedo más aterrador y dándole vida. Paralelamente, Sinestro utilizó su anillo para crear una gigantesca catapulta medieval donde colocó a Nightwing.

- Saluda de mi parte a los pajaritos... – Dijo mientras lanzaba a Cutter a varias manzanas de distancia, superando sin dificultades la altura de un edificio de diez plantas.
- ¡¡Superwomaaaaaaaaaaaaannnn!! – Gritaba Cutter mientras se alejaba como un avión a reacción.

Superwoman estaba de rodillas, luchando para liberarse del ataque mental del Dr. Psycho.

- Acabemos con esto de una vez. – Dijo Sinestro. – Despierta al Hombre Kryptonita, matémosla ahora que tenemos la oportunidad. – Le dijo a Deathstroke.
- ¡No tan rápido! – Dijo Linda levantándose repentinamente. - ¿Mi miedo más profundo Dr. Psycho? ¿Mi pesadilla más aterradora?

Superwoman golpeó a Deathstroke y lo apartó como si fuera una hoja de papel, Sinestro trató de detenerla encerrándola en una burbuja de fuerza pero la voluntad de Linda era mucho más fuerte y la hizo añicos golpeándola una y otra vez con una potencia tal que sería capaz de mover una pequeña luna de su órbita.

- ¡La revivo todas las noches! ¡¿Entiendes?! ¡Tus trucos no pueden detenerme porque no puedo concebir un horror superior a la perdida de mi hija [12] ! – Dijo Linda, dejando inconsciente al Dr. Psycho.-  ¡Y eso, ya lo he sufrido en mi propia carne!


Cuando la fuerza que le había impulsado al cielo se había agotado, Nightwing comenzó el rápido descenso hacia la muerte. Cutter jamás había estado tan asustado, sabía que esta vez no podía contar con un rescate de último momento por parte de Superwoman: dependía enteramente de él.

“Estoy muerto, es el fin” pensaba mientras caía al olvido. Sin embargo, al pensar en Mattie y en su hijo aún no nacido, Cutter conquistó suficiente sangre fría para reaccionar: después de todo, era Nightwing.

Casi instintivamente, echó mano a su cinturón utilitario, agarró un juguete con forma de lanzador y disparó contra un edificio de oficinas. El arpón dio en el blanco clavándose en el sólido cemento de un entrepiso. La cuerda del arpón se tensó y si no hubiera tenido la fuerza física y el entrenamiento de Nightwing, sus brazos se hubieran separado del cuerpo. Cutter tuvo suerte y el balanceo no le empotró contra la pared, sino que se estrelló contra los ventanales del quinto piso, atravesándolos y rodando por el suelo.

Cutter consiguió incorporarse, sangraba por la boca y su cuerpo estaba lleno de contusiones. Alzó la mirada y se sorprendió al ver que estaba en las oficinas de una compañía de seguros. Se hizo el silencio, toda la gente que trabajaba allí estaba completamente paralizada, con la mirada incrédula... Había que admitir que Eric Raven sabía crear un mundo ficticio hasta el último de los detalles. Todo era tan absolutamente real que por un segundo, Cutter olvidó que no estaba hablando con seres humanos reales.

- Ah... Venía a... Bueno, ya sabéis... Venía a hacerme un seguro. – Dijo Cutter, recuperando el aliento. – Últimamente mi esperanza de vida ha descendido más que las acciones de “Netscape”...

“Juro que a partir de ahora desearé ser el jodido Capitán Marvel” pensó Cutter entrando en el ascensor que le llevaría a la planta baja.


Superwoman peleaba contra el único de los villanos que quedaba en pie: Sinestro. Había usado su visión telescópica para localizar a Cutter y asegurarse de que estaba bien. En general, sus contrincantes habían sido bastante listos eligiendo los personajes que iban a “interpretar”:

El Hombre Kryptonita podía matarla con la letal radiación que emitía su cuerpo pero su debilidad era la ausencia de otros talentos especiales. Su fuerza y resistencia no eran superiores a la de cualquier otro hombre y con los poderes de Linda, era fácil mantenerse alejada de él y de noquearle a distancia.

Sobre el papel, Silver Banshee también era una elección acertada ya que con el simple hecho de conocer el nombre de su enemigo, era capaz de matar a cualquiera usando su grito mortal. En la práctica, su superfuerza era muy limitada y la velocidad de Superwoman le permitía esquivar sus ataques con bastante facilidad.

El Dr. Psycho era también un enemigo formidable pero sus poderes eran demasiado complejos para que un adolescente aprendiera a usarlos con la máxima eficiencia en pocos minutos.

Deathstroke sin embargo, había sido un claro error de elección. Sus poderes y habilidades no podían rivalizar con los de Superwoman y no aportaba nada al grupo con la excepción de estorbar en los ataques de sus compañeros.

Poder contra poder, Sinestro estaba resultando ser un temible adversario, lleno de agresividad y con una envidiable seguridad en sí mismo.

- ¡Detén esta locura Sinestro! ¡No tienes ninguna posibilidad! – Dijo Linda estrellando su puño en un guante de baseball gigante que Sinestro había creado como escudo.
- ¡Calla maldita sea! ¡No pienso dejar que lo estropees todo! ¿Me oyes? ¡No volveré a ser un don nadie al que patear y hacerle ahogadillas en la taza del inodoro!



Mattie despertó de un sobresalto. ¡Se había quedado dormida mientras esperaba a Cutter! Comprobó la hora y el teléfono: eran las nueve de la noche y no tenía ningún mensaje nuevo. Más nerviosa cada momento, volvió a llamar a su marido obteniendo la misma respuesta que la anterior vez.

- ¡Maldita sea! – Dijo con visible preocupación.

Marcó el número de los Danvers y pocos segundos después, Sylvia descolgó el teléfono.

- ¿Diga?
- Señora Danvers, Soy Mattie...
- ¡Ah! Hola Mattie, buenas noches. ¿Cómo estás?
- Bueno, ya sabe... Con muchas ganas de que el bebé salga de una vez. – Rió nerviosa.
- Te entiendo, estar embarazada es una experiencia maravillosa pero no hay nada como sujetar a tu bebé cuando ha nacido...
- Es lo que me dicen todas... – Dijo haciendo una pausa. - ¿Está Linda en casa? – Preguntó mientras se le aceleraba el pulso.
- La verdad es que no... – Hoy era su primer día de trabajo pero creo recordar que libraba por la tarde...
- Es que tampoco puedo contactar con Cutter y he pensado que quizás estén juntos...
- No sabría decírtelo, De todas formas, me he asegurado de mirar los canales de noticias y no parece que haya nada por lo que debamos preocuparnos. Tú ya me entiendes...
- Claro. – Dijo Mattie temiéndose lo peor.
- Estoy segura de que estarán bien, Mattie. – Dijo Sylvia.
- ¿Me llamarás si sabes algo?
- Por supuesto.
- Ok, gracias. Tengo que colgar.
- Buenas noches Mattie.
- Buenas noches Señora Danvers.

A Mattie le temblaban las manos, estaba segura de que su marido estaba con Linda y no podía alejar de su mente el pensamiento de que corría un gran peligro.


Superwoman tenía la experiencia de mil batallas y Sinestro tenía cada vez más problemas intentando detenerla. Sangrando por la nariz, con la cara hinchada y su uniforme destrozado, escapó hasta donde yacía inconsciente el Hombre Kryptonita. Utilizó su anillo para crear un aparato capaz de absorber la radiación que emitía el cuerpo de su compañero, estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para acabar con Superwoman.

Linda, se alejó a supervelocidad hasta la cabina pública más cercana, revisó una guía telefónica y salió zumbando hacia una herrería. Para Sinestro apenas había pasado un minuto cuando Superwoman le encaró de nuevo: esta vez llevaba puesta una armadura de plomo fabricada usando su visión calorífica.

Sinestro usó la radiación absorbida para crear balas de kryptonita, balas que usaría con una potente arma ideada por su mente. Ambos contrincantes se miraron a los ojos, aquella iba a ser el enfrentamiento final.

- Has sido una enemiga formidable Superwoman, no esperaba menos de ti... Pero no tienes ninguna posibilidad contra la kryptonita.

La armadura de plomo la protegería contra la exposición de la radiación pero nunca contra los proyectiles de kryptonita, las balas atravesarían el plomo como el papel.

- Primero vas a tener que acertarme Sinestro, sabes que sólo vas a tener una oportunidad de apretar el gatillo antes de que te arranque la piel a tiras.
- Sólo necesito un disparo...
- He tratado de ser suave con vosotros porque en el fondo no sois más que una panda de adolescentes con problemas de sociabilidad, pero mi paciencia también tiene un límite... Ya ha muerto una persona por vuestra culpa y te aseguro que esto acaba aquí y ahora.
- Si estuviera viva, Roberta estaría junto a nosotros, peleando para detenerte... No importa lo mucho que te admirase: jamás renunciaría al juego.
- Roberta necesitaba ayuda... Como todos vosotros. Pero ya que no la aceptaréis voluntariamente, me conformaré con la segunda mejor opción: patearos vuestro cobarde culo.

Un parpadeo de Sinestro fue suficiente para poner a Superwoman al ataque, usando su supervelocidad al límite, su objetivo era llegar hasta él antes de que pudiera disparar sus balas de kryptonita. El anillo de Sinestro vio la jugada y contraatacó a la velocidad de la luz. Una bala atravesó la armadura de Superwoman, rozando su brazo e incrustándose en la carrocería de un vehículo cercano.

Esa fue la única oportunidad que tuvo Sinestro, cuerpo a cuerpo, no importaba lo que su mente construyese con el poder del anillo, la voluntad experimentada de Linda era inquebrantable. Sin embargo, en el choque de titanes, la armadura protectora de Superwoman quedo reducida a cenizas, quedando expuesta a la radiación emitida por el Hombre de Kryptonita.

Sinestro trató de zafarse de su enemiga, todavía podía convertir aquella derrota en victoria, Superwoman perdía fuerzas segundo a segundo. Sólo necesitaba resistir un minuto más y dejar que la kryptonita hiciese el resto. Puso su puño delante de la cara de Superwoman y lanzó un rayo de pura energía.

Linda gritó de dolor pero no retrocedió ni un centímetro, se protegió la cara con su mano derecha y agarró el puño de Sinestro, que continuaba emitiendo energía. De rodillas y soportando un dolor indescriptible, Superwoman cerro su mano, arrancando de cuajo cuatro dedos de Sinestro y atrapando su anillo de poder.

Sinestro aulló de dolor, gritando y maldiciendo cayó de rodillas. Superwoman por su parte, cedió a la radiación del veneno verde, quedando inconsciente.

- ¡Puta! – Gritó entre lágrimas. - ¡Al menos tendré la satisfacción de verte morir!

Pero eso no iba a ocurrir aquel día, Nightwing le propinó un fuerte puñetazo que le partió el labio, enviándole al mundo de los sueños. Cutter arrastró a Superwoman fuera del alcance del Hombre de Kryptonita y poco a poco, comenzó a recuperar sus fuerzas y a recobrar la consciencia.

- ¿Cutter? – Preguntó confusa.
- Todo ha acabado Superwoman... Salvarte la vida ha sido un cambio refrescante en nuestra relación...
- ¿Sabes? Este es el “Team-Up” más extraño que he tenido nunca. – Dijo Linda levantándose. - ¡Puajjj! – Exclamó al abrir su mano y ver los dedos mutilados de Sinestro.
- ¿Te los llevas de recuerdo?
- Muy gracioso. – Dijo Linda tirando los dedos al suelo.
- La pregunta es... ¿Cómo salimos de aquí?
- Estoy en ello, estoy en ello... – Contestó Superwoman.

En aquel instante, se dieron cuenta de que habían desaparecido los cuerpos del Hombre Kryptonita, Sinestro, Deathstroke, Dr. Psycho y Silver Banshee.

- ¿Dónde...? – Comenzó a preguntar Cutter.
- Les he llevado de vuelta a la realidad. – Dijo un joven apareciendo de la nada. Vestía ropa de calle.
- ¿Eric? – Preguntó Superwoman.
- Sí, soy yo. Debo decir que no contemplé siquiera la posibilidad de que les derrotaseis. Muy impresionante... Es sin duda el mayor desafío al que nos hemos enfrentado nunca, dejando a la altura del betún la vez que los chicos y yo hicimos añicos la Estrella de la Muerte.
- Acepta tu derrota y devuélvenos a la realidad. – Dijo Linda. – Es hora de coger responsabilidades y despertar de las fantasías. Es hora de madurar.
- Me temo que todavía queda un jugador al que derrotar... Yo. – Dijo Eric, transformándose delante de los ojos de Superwoman y de Cutter.
- ¡Dios mío! – Dijo Cutter sintiendo que el miedo le invadía las entrañas.

¡Eric se había transformado en el monstruo conocido como Juicio Final! ¡La temible criatura que había matado a Superman!

Continuará...

REFLEXIONES DESDE KANDOR:

Hola a todos...
Empezamos con el cambio de título de esta sección, más que nada para darle cierta “oficialidad”.
Supongo que esto es como mi “blog” personal, pero sin tener que actualizar a diario jejeje...
Espero que la explicación del funcionamiento de las “partidas de rol” de Eric Raven y su pandilla sea clara, porque a veces tengo la sensación de que lío mucho la manta para tratar de explicar todos los detalles, con el consiguiente peligro de confundir al lector (me pasó durante Infierno de Cobardes también).
Por fin sale a la luz todo (o casi todo) lo que ha estado sucediendo en los últimos números... (Por ejemplo, las escenas intercaladas de Roberta Ford como Supergirl) ¡Espero que os guste!
El argumento de esta saga me vino a la cabeza cuando Raúl Peribañez (Editor de la línea DC), me envió el dibujo de Eric Wolfe que tenemos como portada (Creo que todavía estaba escribiendo Supergirl #4). Después de intercambiar un par de correos sobre la posibilidad de un Team-UP con Nightwing para aprovechar la portada (a veces es complicado conseguir portadas hechas expresamente para la página), y teniendo en cuenta que mi mayor obstáculo parecía ser la nula relación entre Dick y Linda, me vino a la cabeza la idea básica para éste “Bocados de Realidad”.
Hablando de portadas, ¿Qué os pareció la de Superwoman #10? Por mi parte, nada más verla en una de mis “cacerías” de ilustraciones por Internet, sabía que tenía la portada perfecta con el dibujo perfecto de Roberta Ford.
Y ya que estamos, me encanta también la portada de Superwoman #9 por Juan Luis Rincón, es exactamente lo que quería para ese número.

Gracias por vuestra paciencia y hasta el próximo número...

Imanol
(Septiembre 2006)



Referencias:
[1] Lo vimos al final del número anterior.
[2] Villano Pre-Crisis cuyo poder era emitir radiaciones de kryptonita. Murió en la historia clásica “Whatever Happened to the Man of Tomorrow” escrita por Alan Moore. En esta historia, me tomo la libertad de rescatarle (aunque realmente no se trate de él). Recientemente, en Superman #650 (Mayo 2006) ha debutado la versión Post-Crisis del personaje.
[3] Villana creada por Byrne para Superman. Tiene cierta superfuerza y como arma, un grito que mata a cualquiera siempre que sepa su nombre.
[4] Un Green Lantern renegado que fue instructor de Hal Jordan. Posee un anillo del poder amarillo con similares características a los usados por los Green Lantern Corps.
[5] Enemigo de Wonder Woman y que está teniendo cierta relevancia últimamente en los cómics USA. Tiene el poder de controlar mentes.
[6] Deathstroke: The Terminator... Un mercenario enemigo de los Titanes.
[7] Es lo primero que haría si fuera uno de los malos de este fic: conducir ese precioso Pontiac Firebird Trans Am del año 82…
[8] Lo siento pero es que me parecieron bochornosamente malas.
[9] En Supergirl Vol 3 #11 y #12 USA (Tomo III de VID).
[10] Por si no lo recordáis, Mattie está embarazada.
[11] El verdadero nombre de Cutter es “Wendell”, No pensaríais que una madre pondría a su hijo “Cutter” ¿Verdad?
[12] Sucedió en Manny Happy Returns, (Supergirl Vol 3 #75-#80 USA).

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