Green Lantern nº 03

Título: Ragnarok (y III)
Autor: Jerónimo Thompson
Portada: Jose Manuel López García
Publicado en: Noviembre 2005

Capítulo final de Ragnarok: ¿Conseguirá Kyle recuperar su anillo antes de que la explosión termonuclear destruya el Rectorado?
Es el último de su estirpe, poseedor del arma más poderosa del universo y depositario de uno de los legados más grandes de la historia. Y él mismo se convertirá en leyenda. Es Kyle Rayner y su misión es evitar que la Luz Verde de la Verdad se extinga alguna vez. Él es...
 
En el episodio anterior... Kyle se aventura en el interior del laboratorio ocupado por la bacteria descontrolada, descubriendo que los dos científicos encerrados en su interior se han convertido en piedra. Al salir con una muestra del organismo lo espera una transformada doctora 74, que después de haberle roto el cuello al Psion, se apropia de la muestra y encierra a Kyle en la antesala del laboratorio. Allí dentro, Kyle escucha tres voces ocultas en la oscuridad que se dan a conocer como Las Nornas.

- Ordene la captura del Green Lantern- dijo la Rectora 1.
- Pero no podemos saber… -comenzó a decir 277 mientras colocaba la cabeza del Psion sobre el suelo.
- Sí que podemos. 12 y 36 siguen en el Laboratorio Beta– contestó la Rectora alzando la barbilla hacia la imagen que proyectaba el reactivado Ojo -, sin embargo el Green Lantern ya no se encuentra allí; el Decano de Seguridad 3 está muerto y la doctora 74 desaparecida-.
277 observaba los ojos grises de la Rectora desde el suelo, inclinado sobre el Psion, sin atreverse a mostrar incredulidad.
- 74 ha trabajado para el Rectorado Delta durante años–continuó la Rectora-, desde antes incluso de que yo llegara, y su lealtad es incuestionable-.
277 asentía con un ligero movimiento de cabeza.
- Debemos encontrar al Green Lantern; tiene mucho de qué responder- concluyó ella con dureza.
- Por supuesto…- aventuró 277 mientras se maldecía interiormente por cambiarle el turno a 291: un permiso de tres días en Thanagar no compensaba tener que aguantar los desvaríos de aquella mujer.
- Diríjase a los niveles superiores y comunique mis órdenes- dijo la Rectora abandonando el Ojo con rapidez. -Reúnase después conmigo: vamos a cazar a ese Green Lantern-.
- ¿Las Parcas?- preguntó Kyle repitiendo el único nombre que tenía algún significado para él. –¿Queréis decir que vosotras…?- su voz se apagó antes de concluir la frase, avergonzado por lo que iba a preguntar.
La espesa oscuridad de la Sala de Conexión del Laboratorio Beta seguía ocultando aquellas tres mujeres.
- El tiempo se acaba, Kyle. No puedes seguir aquí- intervino Urd, la anciana.
- ¿Sabéis algo de lo que está pasando? ¿Por qué se han convertido en piedra los dos científicos del laboratorio? ¿Quién es la doctora 74?...-.
- Escucha atentamente, Kyle Rayner- susurró Verdandi, la de edad madura. –Nada de esto debería haber ocurrido; al Psion no le había llegado su hora-.
- Debes evitar que hoy se produzcan más muertes– siguió Skuld, la más joven. –Tienes una hora para evacuar el Rectorado-.
- ¿Una hora?- exclamó Kyle-. Pero no tengo mi anillo, ¿y qué pasa con esa bacteria que crece fuera de control?. ¿Y ese monstruo en que se ha convertido la doctora 74?-.
- Olvida todas esas cuestiones- volvió a intervenir Urd. –Nada de esto te incumbe-.
- El anillo de poder se encuentra donde lo dejaste -esta vez habló Skuld-. Recupéralo y haz lo que está ya escrito-.
Kyle permaneció tumbado en la Sala de Conexión sin saber qué hacer: ¿debía creer lo que le decían unas voces fantasmales que evitaban contestar a sus preguntas?.
- Tu tiempo se acaba, Kyle –concluyó la susurrante voz de Verdandi. –¡Corre!-.
La puerta externa de la estancia se hizo a un lado liberando a Kyle de su encierro. Mientras se incorporaba miró a su alrededor, repasando el interior de la habitación a la luz que llegaba desde el pasillo: estaba solo.
Al salir comprobó que no había nadie esperándole, reflexionó brevemente y terminó corriendo en dirección opuesta al Ojo, en busca de un ascensor que lo subiera al nivel 0: allí se encontraba su anillo.
Pronto encontró uno de los seis ascensores que comunicaban los diferentes niveles del Rectorado; presionó alternativamente los tres botones situados a la derecha de la puerta sin saber muy bien cuál de ellos lo haría aparecer, mientras vigilaba ambos extremos del pasillo.
La puerta se abrió sin emitir ningún sonido que indicara su llegada. Al girar la cabeza Kyle se encontró con unos ojos esmeraldas que le observaban desde el interior con sorpresa: -¿Cómo has conseguido salir de la Sala de Conexión?- preguntó la doctora 74 con su reciente voz aguardentosa.
- ¡Joder!- fue lo único que consiguió exclamar Kyle antes de que una fuerte mano morena lo agarrara por el cuello arrastrándolo hacia el interior del ascensor. La puerta se cerró tras ellos.
- Realmente no me importa cómo has conseguido escapar, Green Lantern; iba a sacarte de allí yo misma…-. La doctora empujó a Kyle contra una de las paredes del ascensor.
- Tengo tu anillo, ¿sabes?- continuó mientras se lo mostraba en la palma de su mano izquierda. –Pretendía utilizarlo para escapar de este agujero sin necesidad de pasar por los embarcaderos, pero no consigo que funcione-. Lentamente fue acercando su rostro al de Kyle: -¿Me explicarás qué tengo que hacer, mi querido Green Lantern?-.
Kyle mantuvo la mirada del monstruo sin concederle ningún gesto de temor: -El anillo sólo responde a mi voluntad, doctora. ¿Qué eres?-.
- Una multiforme –contestó sonriendo con una fila de irregulares dientes amarillos. -¿No habíamos quedado en eso?-.
La doctora aproximó de nuevo su enorme mano hacia el cuello de Kyle: -No tengo mucho más tiempo, niño: he arreglado las cosas para que este apestoso Rectorado salte por los aires y necesito salir de aquí cuanto antes. Dime cómo utilizar el anillo-.
Antes de que pudiera contestar se abrió de nuevo la puerta del ascensor, que aún no había abandonado el nivel -20. La doctora y Kyle volvieron su mirada hacia la sorprendida figura de la Rectora, plantada frente a ellos.
- Un troll…- murmuró la Rectora ignorando la presencia de Kyle, su objetivo hasta ese mismo instante.
- Saludos, Idun- respondió la doctora sonriendo nerviosamente.
Sin ofrecerle a ninguna de las dos la oportunidad de reaccionar, Kyle golpeó el brazo izquierdo de la doctora liberando el anillo de poder sobre el suelo del ascensor. A continuación descargó todo su peso sobre el monstruo, lanzándolo hacia fuera contra la Rectora, y presionó el botón que marcaba “0” en la consola interior. La puerta se cerró mientras el ascensor transportaba a Kyle hacia los niveles superiores del complejo científico.
Aún sobreexcitado por la descarga de adrenalina, recogió el anillo del suelo y lo colocó en el dedo corazón de su mano derecha.
Su cara se iluminó con una amplia sonrisa mientras cerraba el puño.
La Rectora estudiaba detenidamente el cuerpo caído del monstruo, prestando especial atención a los restos que aún conservaba de su antiguo uniforme y la muñequera del brazo izquierdo.
- La doctora 74… ¿Cómo es posible?-.
El troll clavó su mirada en los fríos ojos grises de Idun: -¿Creías de verdad que tus movimientos pasarían desapercibidos?-.
Sin esperar su respuesta saltó con las manos extendidas hacia el cuello de la Rectora. Idun, sin cambiar su posición, pronunció una sola palabra: -Quieto-, congelando la figura de la doctora en el aire, como si estuviera sujeta por hilos invisibles.
La Rectora acercó su rostro al del troll: -Aunque el uso de la magia sea costoso y poco recomendable en este plano, puedo utilizarla cuando la ocasión lo requiere, criatura-.
La doctora forcejeaba sin éxito, incapaz de moverse; sólo su boca y cuerdas vocales eran libres de expresar toda su frustación mediante gritos desgarradores que resonaban por todo el nivel -20.
Idun sujetó el abundante pelo que poblaba la cabeza del troll, tirando con fuerza mientras le hablaba: -Ahora vas a decirme qué es lo que sabes, quién te ha enviado y cuántos de vosotros hay en mi Rectorado-.
El monstruo gritaba con impotente ferocidad.
- No pretendas fingir firmeza o lealtad a tu amo: los trolls sois una raza de criaturas cobardes, y sabes perfectamente que puedo eliminar tu innecesaria vida con una sola palabra-. La Rectora soltó su pelo con un gesto de repugnancia mientras reducía la distancia que separaba sus rostros: -Responde a mis preguntas-.
Los desesperados ojos verdes de la doctora cesaron pronto de buscar frenéticamente una vía de escape, rindiéndose a la evidencia.
Kyle se encontraba solo en uno de los blancos y monótonos pasillos del nivel 0. Observaba detenidamente su anillo mientras decidía cuál sería su próximo movimiento: si aceptaba lo que le habían dicho las voces, y le había confirmado la misma doctora 74, el Rectorado iba a saltar por los aires en menos de una hora; debía organizar la evacuación inmediatamente. Pero antes...
- Anillo, localiza una fuerte emisión de energía situada en un laboratorio a 20 niveles por debajo de nuestra posición actual-.
- Localizada, Kyle- respondió la voz impersonal del anillo de poder.
- Vale. Ahora busca otra fuente que emita el mismo tipo de energía; debe ser mucho menos intensa- ordenó rápidamente.
Kyle recordaba perfectamente que la doctora no llevaba consigo la pequeña caja que guardaba la muestra bacteriana cuando se encontraron en el ascensor. Era posible que la hubiera escondido en algún otro sitio mientras bajaba a por él.
- Localizada, Kyle-.
- Éramos tres- comenzó a contar el troll -: 12, 36 y yo. Abrimos una puerta al plano de Midgard (1) dos años antes de que tú llegaras y asimilamos los cuerpos de estos mortales mediante una fachada. Ya sabes cómo funcionan este tipo de hechizos: los huéspedes murieron y nosotros asumimos su cuerpo y mente; una experiencia realmente desagradable: me he pasado todos estos años encerrado en la mente de una llorona incapaz de controlar sus propias emociones…-.
- Basta- cortó Idun -, conozco ese hechizo. Sigue tu historia-.
- Está bien… Poco después de nuestra llegada se desató la crisis de los Green Lantern Corps y la mitad del personal del Rectorado huyó de Calisto. Nosotros te esperamos; sabíamos que aparecerías pronto. Y efectivamente, sólo unos meses más tarde te hiciste con el control del complejo, y casi al mismo tiempo llegó el meteorito. ¿O debería decir tu meteorito? Fuiste muy hábil simulando que ese polímero dorado había caído del cielo-.
- Sigue-.
- No tengo mucho más que contar. Antes de que vinieras nos situamos en unos puestos que nos convirtieran en los científicos más adecuados para el tipo de investigación que necesitabas. Cuando el polímero llegó al Rectorado fue una simple cuestión de tiempo que nos eligieras para desarrollar su estudio-.
- Hasta hoy –interrumpió Idun -. 12 y 36 han provocado la fusión incontrolada del organismo. ¿Por qué?-.
- Eso no es cierto– contestó el troll-. Nosotros teníamos tanto interés como tú en conseguir el objetivo. Lo ocurrido ha sido algo fortuito-.
- Por supuesto... ¿y qué les ha pasado a 12 y 36?-.
El troll rezongó con fastidio antes de continuar: -No he sabido lo que había pasado hasta que el Green Lantern ha entrado en el laboratorio: el exceso de energía emitido por el organismo en forma de radiación luminosa ha conseguido emular de alguna forma la propia luz solar, y bueno… ya sabes lo que nos ocurre a los trolls cuando nos exponemos a la luz del sol…-.
- Se han convertido en piedra, claro. ¿Y el Green Lantern?, ¿qué pinta en todo esto?-.
- Nada. Sabes tan bien como yo que fue idea del Psion traer aquí a ese idiota…-.
- El Psion… has sido tú quien le ha matado, ¿no es cierto?... pero eso ya no importa…-. Idun observaba a la doctora con la mirada perdida, reflexionando: -Utilizásteis una fachada para ocultaros de mí, sin embargo, si no hubiérais llegado aquí antes que yo no habríais conseguido burlar el áura de aislamiento que invoqué para blindar el Rectorado frente a cualquier incursión. ¿Cómo supisteis cuáles eran mis planes y el punto temporal del plano de Midgard en el que iba a aparecer? -.
- Nosotros sólo hicimos lo que nos dijeron…-.
- ¿Quién?, ¿quién os ha enviado aquí?- atajó Idun.
El troll permaneció callado.
- ¡Habla, sucia criatura!-.
El troll disminuyó el volumen de su voz hasta convertirla en un murmullo nervioso: -Servimos a Skadi-.
- ¿Skadi?, ¿la mujer de Niord(2)? ¿Qué interés puede tener ella en todo este asunto?-.
- Venganza. Nunca os ha perdonado el asesinato de su padre-.
- ¿Asesinato? Fue Thiazzi quien me raptó con la ayuda de Loki para apropiarse de las manzanas doradas de mi cofre(3). Ese gigante de Jotumheim(4) tuvo la suerte que merecía-.
- Y ahora los dioses de Asgard tenéis la suerte que os merecéis- apuntó el troll con una sonrisa envenenada.
Idun apretó enfurecida la garganta de la doctora: -No abuses de mi paciencia, escoria-.
- ¡Pero eso es absurdo!- gritó 214 frente a la entrada del embarcadero 0.
- No hace falte que te alteres; yo sólo te comunico las órdenes de la Rectora- añadió 277 con voz cansada.
- ¿Pero cómo vamos a detener a un Green Lantern?- preguntó el Khund atemorizado. –Acabará con nosotros antes de que nos demos cuenta-.
- Bueno, él no tiene su anillo…- contestó 277 de forma insegura.
- ¿Tú crees?- intervino Kyle desde el pasillo que comunicaba con la entrada del embarcadero.
Ambos palidecieron al girar sus cabezas hacia allí y ver cómo movía juguetonamente su mano derecha, mostrando el anillo de poder.
- X’hal…-murmuró 277.
- Cuéntame todo lo que sabes-.
- ¿Sobre qué?- preguntó el troll fingiendo inocencia.
- No juegues conmigo. ¿Qué es lo que averiguó Skadi?-.
- Bueno, en Jotumheim no tardamos mucho en enterarnos de que el cofre había sido destruido y que tú habías huido con las últimas manzanas doradas-.
- ¿Huido?-.
- Sí, en un principio nos admiramos de tu mezquindad: abandonar Asgard con los últimos frutos capaces de proporcionar la inmortalidad a los dioses era algo realmente sucio; sin embargo Skadi no creyó los rumores y decidió buscar la mejor fuente de información que puede encontrarse en el Reino Dorado: Thor-.
- Ese estúpido borracho…-.
- Efectivamente. Regó a ese botarate con una cantidad fabulosa de hidromiel durante cinco días seguidos, hasta que le sacó todo lo que ansiaba-.
- ¿Qué averiguó?- murmuró Idun.
- Todo- afirmó sonriente el troll. -Que Odín había subido a Hlidskialf, su trono en la cima de la montaña, donde permaneció siete días y seis noches hasta que su infinita sabiduría le mostró el camino que debía seguir: utilizar la ciencia mortal para recuperar el don de la vida eterna. Así que la antigua portadora del cofre, Idun, recibió las últimas manzanas doradas, junto con la misión de recuperar la inmortalidad en el plano de Midgard-.
- ¿Y el momento en que llegaría al Rectorado?-.
- Skadi tiene vastos conocimientos mágicos. Una vez supo dónde buscar, no le resultó difícil saber cuándo y cómo, y adelantarse a ti-.
Idun retrocedió lentamente, presa de la ansiedad.
- ¿Cuál era vuestra misión?-.
- ¿No resulta obvio? Robar la inmortalidad para las gentes de Jotumheim, abandonando a su suerte a los decrépitos dioses de Asgard -. Los ojos del troll brillaron con odio al añadir: -Queremos vuestra muerte, perra-.
Idun clavó su fría mirada en los ojos esmeralda de la doctora, alzó sus manos y pronunció una sola palabra: -Sol-.
Una intensa luz blanca iluminó por unos instantes el pasillo. Como resultado, una estatua de piedra negra flotaba frente a la diosa.
- Libre- conjuró a continuación: la figura de piedra cayó estrepitosamente sobre el suelo, fragmentándose en cientos de pequeños pedazos que se esparcieron por todo el pasillo.
- Volveré a repetirlo sólo una vez más: la Rectora 1 se ha equivocado al ordenar mi captura; yo vine aquí para ayudar; la doctora 74 es la “mala”. ¿Vale?-.
Los dos guardias flanqueaban a Kyle impidiendo que avanzara en cualquier dirección.
- Puede repetirlo hasta quedar agotado, pero eso no cambiará nuestras órdenes, Green Lantern. Tendrá que esperar a que venga la Rectora- contestaba 277 nervioso. Aquel día parecía no tener fin.
Kyle se impacientaba por momentos. Aunque apenas le había llevado cinco minutos encontrar la pequeña caja gris con la ayuda del anillo, el plazo para salir del Rectorado Delta se estaba esfumando rápidamente. No podía perder más tiempo si quería evacuar a todo el personal del complejo.
Kyle situó su puño derecho a escasos centímetros de la nariz de 277: -¿Sabes lo que puede hacer este anillo?-.
277, rígido, sintió cómo se perlaba su frente de sudor.
De repente, un pitido estridente resonó por todo el complejo.
- ¿Qué es eso?- preguntó Kyle, ensordecido por aquel sonido ondulante que martilleaba sus oídos sin cesar.
- ¡Código Alfa! ¡Debemos evacuar las instalaciones inmediatamente!- gritó 277.
Idun entraba en su despacho cuando comenzó a sonar el pitido de alarma: -¿Qué ocurre ahora?- preguntó furiosa mientras cerraba la puerta tras de sí.
- El troll programó la destrucción del Rectorado- contestó Urd. –No hay nada que puedas hacer para evitarla-.
Las Nornas observaban inmóviles la agitada figura de la diosa.
- ¡Pero no puede acabar así! Soy la única esperanza que le queda a Asgard; si yo fallo moriremos todos presa de la vejez y la enfermedad- exclamó Idun cada vez más alterada. -¡Sería una muerte de paja! ¡Sin orgullo!, ¡sin valor!-.
- Ragnarok- susurró Verdandi.
- El destino de los dioses- añadió Skuld.
- ¡No!-. Idun se sentía fuera de sí, incapaz de controlarse. –Ningún lobo se ha comido el sol; las estrellas permanecen fijas en el firmamento… ¡Heimdall no ha llamado al combate!(5)-.
- Todo es mentira, Idun. Os contamos sólo lo que necesitabais oir para mantener vuestra cordura. Ahora debéis afrontar la verdad- dijo Urd.
- Esto es Ragnarok- apostilló Skuld.
- ¡No! ¡Imposible!-.
- Tranquilízate, niña- continuó Urd, empleando un tono consolador. –Intentamos convencerte de que volvieras con nosotras, pero no podíamos revelarte la verdad hasta que llegara el momento indicado. Nada de lo que hicieses hubiera cambiado vuestro destino-.
- Estaba escrito-. La voz de Verdandi apenas alcanzaba ya los oídos de Idun.
- Pero fue el mismo Odín quien me encomendó esta misión– sollozó la diosa. -Él encontró la solución: seríamos inmortales sin necesidad de ningún cofre mágico...-.
- Ni siquiera Odín puede escapar a su destino- interrumpió Skuld.
Idun se derrumbó en el suelo mientras el pitido de alarma seguía sonando por todo el Rectorado Delta.
- Levántate, Idun. Debemos irnos ya- concluyó Urd.
- No. Me quedaré aquí. A esperar la muerte-.
- No seas necia. La muerte de tu cuerpo mortal sólo te devolverá a Asgard-.
- Dejadme…-.
- Pero…-.
- ¡Dejadme!-.
Idun permaneció arrodillada en el suelo; sola en su despacho vacío; perdida en recuerdos de un futuro inexistente.
-¿Quién ha disparado la alarma de evacuación?- preguntó Kyle; 277 consultaba el estado del complejo en un monitor del embarcadero 0.
- La ICR. Al parecer ha detectado fluctuaciones de energía en el reactor principal que amenazan con destruir estas instalaciones en menos de treinta minutos- contestó 277 mecánicamente, absorto en la pantalla. Tras ellos, los más de cien ocupantes del embarcadero 0 iban repartiéndose ordenadamente entre las dos naves de tamaño mayor, tal y como hacían en ese mismo instante los restantes miembros del Rectorado en el embarcadero +1.
-¿Qué es lo que ha provocado esas… fluctuaciones?-.
- Alguien ha retirado la protección magnética del reactor-.
- La doctora 74, ya se lo dije... ¿Y qué es eso de la protección magnética?-.
277 se volvió hacia Kyle: -No tengo tiempo para explicárselo con detalle... Verá, la superficie de Calisto está formada por una enorme capa de hielo de unos 200 kilómetros de profundidad bajo la que se encuentra un océano salado de más de 10 kilómetros de grosor, ¿vale?-.
- Vale-.
- Bien, pues Calisto tiene un campo magnético cambiante debido a las corrientes electricas que fluyen por ese océano en respuesta a la rotación de Júpiter-.
- Y eso significa…-.
-Que la única forma de mantener estable el reactor principal que abastece de energía al Rectorado es protegiéndolo de estas variaciones en el campo magnético de Calisto-.
- Si se retira la protección…-.
- Fisión del núcleo del reactor-.
- Entendido. Salgamos de aquí cuanto antes-.
Kyle y 277 atravesaron rápidamente el embarcadero vacío; los diferentes grupos que se habían organizado en cumplimiento del protocolo de evacuación ocupaban ya su lugar en el interior de las naves.
214 se reunió con ellos a escasos metros de la entrada a la nave más cercana, mostrando una preocupante agitación: -La Rectora 1 se niega a salir de su despacho; ni siquiera me ha permitido entrar-.
- ¿Y la doctora 74?- intervino Kyle.
- La ICR no detecta su presencia en el Rectorado. O ha encontrado la forma de escapar por sus propios medios o...-.
- Muy bien –atajó Kyle. -Traeré aquí a la Rectora aunque sea arrastrándola-.
277 sujetó con fuerza el brazo de Kyle, sin darle tiempo a moverse: -Tiene que venir con nosotros, Green Lantern. Necesitamos su anillo para proteger la flota de la onda expansiva: no podremos alejarnos lo suficiente para escapar de la explosión-.
- Pero ella...-.
- La evacuación es prioritaria y los protocolos de seguridad muy claros: si la Rectora se niega a venir, se quedará aquí-.
Agitadas por el fragor de la explosión termonuclear que ilumina el cráter Valhalla, las naves se alejan lentamente de la superficie de Calisto envueltas en un halo de energía esmeralda. Minutos más tarde, mientras cruzan la órbita de Ganímedes, Kyle se separa de ellas dejando tras de sí una brillante estela verde en su vuelo de regreso a la Tierra.
La flota rodea Júpiter para tomar impulso y se lanza hacia los límites del Sistema Solar, transportando la única muestra conservada de la bacteria dorada en el interior de una pequeña caja gris.
Su destino: Oa.

Fin (por ahora)

Referencias:
(1) Nombre que recibe la Tierra en la mitología escandinava.
(2) Dios de los vientos y el litoral en la mitología escandinava.
(3) El cofre de Idun guardaba las manzanas doradas que debían comer los dioses escandinavos todos los días para conservar su inmortalidad.
(4) Tierra de los gigantes del hielo y la montaña en la mitología escandinava.
(5) Profecías que forman parte del Ragnarok descrito en la mitología escandinava.

5 comentarios :

  1. Reseña del 16 de Noviembre de 2005 (Imanol):
    Conclusión de la estupenda Ragnarok de la mano de Jerónimo Thompson, con un giro de tono de 90 grado que por lo menos a mi me cogió muy desprevenido. Un final realmente intrigante y poderoso. Hay que leelo.

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  2. Reseña del 21 de Marzo de 2006 (The Stranger):
    Tercer y ultimo numero de la saga "Ragnarok" donde sabemos el por qué del nombre de la saga, asi como descubrimos toda la trama que hay tras la cientifica 74 y la Rectora, todo bastante interesante y muy bien desarrollado, hasta llegar a ese arrollador final. Buen desarrollo de los personajes, buenas revelaciones, dosis de intriga, de acción y un Green Lantern/Kyle muy, muy bien desarrollado. Me ha caído bastante en gracia este personaje al que conocía más bien poco.
    Por el lado criticón, por así decirlo, veo algo precipitada la parte final de la explosión, como si el autor se huibiera recreado poco menos de los que nos gustaría a los demás. Por lo demás, solo que echó en falta más acción y más presencia de Kyle.

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  3. Reseña del 15 de Mayo de 2006 (Vulcan):
    La saga Ragnarok empezo interesandome mucho. Kyle se quedaba sinanillo, un organismo biológico que ha matado a dos personas, Kyle se acerca a los cuerpos, la doctora sorprende matando al cientifico Psion...
    pero luego todo se desinflaba. La, a mi entender ,absurda aparicion de la mitologia, con un sinfin de nombres Skadi, Niord, Thiazzi, Loki, Thor, odin, la doctora resultaba ser un troll infiltrado en el Rectorado (¿¡!?), la no justificada aparicion de las Benevolas en pleno espacio... ademas para poca cosa
    y la demasiado simple recuperacion del anillo, la explosion final muy típica
    En fin no me convencio

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  4. Leído el primer arco argumental de la serie he de decir que ha tenido bastantes puntos fuertes: me ha gustado bastante el concepto de los rectorados, así como la interactuación de todos los personajes, incluso me dio pena la muerte del pobre psion. Si bien el elemento de la mitología nórdica puede sonar algo raro creo que está muy bien metida (a mi realmente lo que se me hace más raro de ella es que pienso en sus homónimos de Marvel). Muy interesantes los momentos de Kyle investigando sin su anillo y se queda muy bien la cosa con la bacteria recuperada, que si no me equivoco mucho igual acaba relacionándose con los guardianes, está por ver ^^

    Como punto negativo decir que eche algo en falta algo más de acción por parte del protagonista, esperaba que le llevara más tiempo recuperar su anillo y que la escena final fuera más impactante.

    Pero bueno, en definitiva he de decir que me ha gustado mucho jejejej

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario, Carlos. Me alegro de la impresión general que te ha dejado esta historia haya sido buena, a pesar de sus defectos (que los tiene, y no sólo los que tu señalas).

      Esta historia fue la primera que hice para Action Tales y creo que se nota que aún me faltaba mucho por aprender sobre cómo escribir historias por entregas y con sus dosis razonables de acción. Pero bueno, me gusta creer que la calidad de la serie aumenta conforme avanza ;)

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