Título: Noches de venganza (II) Autor: Raul Peribañez Portada: Sergio Fenoy Publicado en: Marzo 2008
¿Quien es el misterioso "Mr. J" que tiene retenido a Robin? No te fies de la portada, busca la respuesta en el fanfic... ¡y sobretodo no le eches un vistazo antes al final!
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Una nació para convertirse en la mejor asesina del mundo. El otro esta destinado a convertirse en el mejor detective del mundo.Bajo el Manto del Murciélago, ambos unen sus talentos para combatir el crimen en Gotham City. Ellos son...
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Por la mente de Tim Drake pasaban imágenes y recuerdos de su pasado. Y por un instante también de su presente más inmediato. Eso le hizo abrir los ojos. Tras sentir un grave mareo comprendió que ya no estaba en la mansión de Blockbuster. Estaba atado a una silla y su cinturón de utilidades había desaparecido. Recordó a aquel hombrecito de aspecto endeble que disparó un gas contra él. “Debió dejarme inconsciente” pensó.
- S-señor, está despertando –dijo Jeremiah Noris, precisamente “el hombrecito de aspecto endeble”.
- Ya sabes qué hacer –aquella siniestra voz venía de alguien que se ocultaba entre las sombras.
Robin vio como Noris se acercaba a él con una pistola en mano. La accionó para disparar un gas que de nuevo lo dejó dormido.
- Dulces sueños…
Por la mente de Tim Drake pasaban imágenes y recuerdos de su pasado. Eran tiempos más sencillos y tranquilos en los que su vida era como la de un chico cualquiera. Se veía a sí mismo jugando con sus padres. Estaban en el jardín que rodeaba su antigua residencia, pasándose una pelota el uno al otro. El sol brillaba y los pájaros cantaban. La sonrisa de Tim iba de extremo a extremo, acompañada de risas de alegría.
En un momento dado el balón salió disparado en otra dirección. Tim corrió a buscarlo. A cada paso se alejaba más de sus padres adentrándose en un oscuro bosque. Se podían escuchar unas fuertes carcajadas. Venían de la mismísima parca, que aparecía entonces frente a él con los cuerpos inertes de sus padres. Tim se vio entonces rodeado por la oscuridad y comenzó a sentir miedo. Mucho miedo.
Las pulsaciones de Robin se aceleraron. Los sudores fríos recorrieron todo su cuerpo. Tenía la tentación de sucumbir a sus temores, pero… Entonces dejó de lado aquella pesadilla y recordó qué había pasado recientemente. Eso le hizo abrir los ojos. Tras sentir un grave mareo comprendió que ya no estaba en la mansión de Blockbuster. Recordó a aquel hombrecito de aspecto endeble que disparó un gas contra él. “Debió dejarme inconsciente” pensó de nuevo.
- Euh, señor, él…
- Lo sé. Otra vez.
Muy lejos de allí, varios hombres entraron en la oficina de su jefe, Desmond Holdings, más conocido como Blockbuster.
- ¿Qué cojones ha pasado aquí?
- El jefe nos dijo que dejáramos pasar a esos vigilantes. (1) Supongo que se enfrentaron y salió mal parado… Espera, mira ahí –dijo señalando a Batgirl, que se ocultaba acurrucada en una esquina-. Vaya, vaya, ¿pero qué tenemos aquí?
Cassandra Cain reaccionó golpeándoles cuando les vio acercarse. Al ver que sacaban sus pistolas salió corriendo como mejor pudo en dirección al ventanal roto. (2) Saltó sin pensarlo dos veces. Pero era un salto al vacío porque, como minutos antes Blockbuster, a Cassandra no le esperaba más que una terrible caída al río.
- Esa tía está loca. ¿Has visto eso? Se debe haber matado –dijo uno mientras se asomaba para ver el cuerpo de Batgirl impactando contra el agua.
La joven estaba ya de por sí conmocionada por su enfrentamiento con Scarab, y desde luego el choque con el agua a decenas de metros de altura no había ayudado a mejorar su estado. Casi inconsciente, su cuerpo inmóvil se adentraba más y más en las profundidades del río.
Por un breve instante abrió los ojos. La oscuridad era casi absoluta allí abajo. No podía más que sentir la angustia de estar ahogándose. Pero sí pudo verse a sí misma… con la peculiaridad de vestir el traje de la anterior Batgirl. (3)
De repente vio algo más: una figura gigantesca que se acercaba lentamente. Chocó contra ella arrastrándola hacia el exterior. Una vez con la cabeza fuera del agua sintió el aire fresco Batgirl y comenzó a despejarse. Se echó las manos a la cara y comprobó que su máscara era la suya propia (y no la de su antecesora). De hecho, toda su vestimenta seguía siendo la habitual. ¿Había sido una simple ilusión? Seguidamente se quitó la máscara para poder respirar mejor y nadó hasta salir del río.
Cassandra se desplomó en tierra agotada por el esfuerzo físico al que se había visto sometida. “¿A quién vi ahí abajo?” pensó. “Alguien me arrastró hasta el exterior”. Pero el cansancio se adueñó tan pronto de ella que dejó de buscar respuestas para conformarse con descansar.
Por la mente de Tim Drake pasaban imágenes y recuerdos de su pasado. Y por un instante también de su presente más inmediato. Eso le hizo abrir los ojos. Tras sentir un grave mareo comprendió que ya no estaba en la mansión de Blockbuster. Recordó a aquel hombrecito de aspecto endeble que disparó un gas contra él. “Debió… ¡No, espera, esto ya lo he vivido!”
- Señor J …
- Lo sé, lo sé, me he dado cuenta. Vuelve a hacerlo.
Jeremiah Noris sacó por enésima vez su pistola de gas, pero esta vez Robin le golpeó con una patada. El chico seguía atado a la silla, sí, pero las piernas las tenía libres. Aunque no era un gran consuelo al menos podía evitar que volvieran a drogarle.
- ¿Quién eres? ¿Adónde me habéis traído?
Las respuestas no vinieron de Noris, sino de quien aparecía por detrás de Robin: - Mi ayudante. Un almacén.
- ¡Joker!
El joven héroe se quedó paralizado al ver al Payaso del Crimen. La ciudad de Gotham estaba plagada de maníacos peligrosos, pero sin duda el Joker era el peor. Aún después de tantos encuentros seguía sintiendo miedo cuando le veía.
- ¿Qué quieres de mí? ¡Suéltame!
- Oh, ¿no te alegras de ver al viejo J? Pensaba que éramos amigos, Rob. Me ofendes.
- ¿Tú… eres “J”? ¿Eres el que pagó a Blockbuster para encontrarme? –a su pregunta el Joker simplemente sonrió.
- Venga, chico, siéntate –empujó a Robin para que cayera sobre la silla que estaba en su propia espalda-. ¿Quieres algo de beber? Yo tomaré un refresco –el Joker sacó la bebida de un frigorífico-. Oh, maldición. Jeremiah, ¿no has hecho la compra?
- Euh… se debe haber terminado todo lo que robamos de aquella tienda.
- Ghrr… No hay light. Sabes que me gusta cuidarme la línea. El traje está hecho a medida.
Mientras la pareja de criminales seguía con su discusión Robin sacó del interior de su guante una pequeña cuchilla. Con ella empezó a cortar las cuerdas con las que estaba atado.
- Bah, da igual, un día es un día. ¿De verdad que no quieres nada?
- Blockbuster me dijo que querías que me mataran, pero… que después cambiaste de idea.
- ¿Eso te dijo el grandullón, eh? ¿Qué más te contó? Le insistí en que no te dijera quién era para guardar la sorpresa. ¿Te sorprendí?
- Un poco –sonrió con cierta malicia; la cuerda comenzaba a romperse.
- Verás, Rob, me caes bien. Seguro que podríamos pasar horas reventando cabezas en la Play, pero… a veces eres un poco pesado. Tú y el orejudo os dedicáis a hacerme la vida imposible. Ya estarías muerto de no ser porque tengo una duda que me corroe por dentro y que quiero aclarar: ¿cuántos “tú” ha habido? ¿Cuántos críos han llevado ese antifaz?
- No sé de qué me hablas…
- Tu voz tiembla. Te mostrabas tan firme, pero… he tocado algo importante, ¿eh? Recuerdo a un chaval que se movía de lujo… Luego vino otro, más alto pero menos corpulento, pegaba más fuerte pero era torpe… Y después tú. No eres tan ágil ni tan agresivo, pero ganas en inteligencia. Tres personas distintas. Tres Robin. Y uno está muerto, je. (4)
En ese momento el Chico Maravilla rompió sus ataduras y saltó para golpear al villano. El Joker, ahora en tierra, disparó un chorro de ácido con la flor de la solapa de su chaqueta. Robin reaccionó cogiendo la silla para ponerla entre aquella sustancia y él.
- Wow –dijo al ver que la madera se deshacía en instantes-… Eso ha ido de poco.
Jeremiah fue a atacarle de nuevo con su pistola de gas, pero antes de que pudiera hacerlo Robin le lanzó encima la silla.
- No sé qué demonios era ese gas con el que me habéis estado mareando, pero esto va a terminar. Vais a volver a vuestras celdas acolchadas.
- Ey, que yo no estoy loco –aclaró Jeremiah.
- Tranqui, seguro que habrá una celda libre en Blackgate. Y ahora, “Señor J”… Vamos a acabar con esta broma.
- Ey, Rob, venga, yo sólo intentaba que intimáramos un poco. Yo te hablo de mis amoríos, tú de los tuyos… Esas cosas. ¿Te he contado lo de Harley Quinn? Creía que tenía claro que yo de hijos paso. Ya sabes, yo soy un hombre de mundo que va de aquí para allá, y tener un crío es toda una responsabilidad. Pero ahora viene y me dice que le ha entrado el gusanillo de tener hijos porque tiene envidia de Hiedra Venenosa… Claro, para esa arpía tener un ficus es como tener un niño.
El Joker se fue levantando, retrocediendo lentamente hasta acercarse a un paragüero. Sacó rápidamente un paraguas (un arma en realidad) y comenzó a disparar como un poseso. Robin saltó hacia atrás para esquivar las balas.
- ¿Te lo puedes creer? ¡Esa tía está loca!
Robin salió corriendo buscando donde esconderse. Aún era de noche y el almacén estaba poco iluminado, así que era complicado moverse por allí dentro. Las lentes nocturnas de su antifaz estaban rotas, probablemente por el combate con Blockbuster. Así pues, no tenía más remedio que ir a oscuras, guiándose por lo que percibía y los sonidos que emitía su enemigo.
Mientras tanto, en la orilla del río, Cassandra despertó. Vio entonces una gigantesca figura. Se movía de una manera extraña, casi tambaleándose, mientras se arrancaba la chaqueta y camisa. “Debe ser Blockbuster” pensó la chica. “Encaja con la descripción de mafioso hipermusculado que me dio Tim… y prefiero que sea él antes que Salomon Grundy…”.
Mientras Blockbuster se marchaba recordó que alguien le había sacado del fondo del río. “Fue simple casualidad, pero ese monstruo me salvó la vida. Tengo dos opciones: o seguirle o buscar a Tim, pero con mi comunicador estropeado por el agua no sé por dónde empezar… Y apenas recuerdo nada desde que luché con Scarab. Vale, Cassie, ese monstruo provocó la muerte de Jack Drake y de Spoiler. Sin Robin la venganza tendrá que tomarla Batgirl.”
- Roooooobin…. ¿Dóooooooonde estás? Va, pero si sólo quería enseñarte mi colección privada de paraguas previamente robada al Pingüino.
El Chico Maravilla, escondiéndose entre los recovecos del almacén, vio una caja en la que podía leerse la palabra Blüdhaven. “Seguimos en la ciudad” pensó entonces. “Y ese olor… ¡Es pescado! Ese gas lleva mareándome un buen rato y no me había percatado del olor. Estamos en un almacén de pesca, el mar debe estar cerca… No estoy en condiciones de enfrentarme al Joker, pero si pudiera salir de aquí y llamar desde una cabina a Oráculo...” Pero sus pensamientos se interrumpieron cuando el Joker apareció por detrás suyo y le golpeó con un enorme pescado. Seguidamente apuntó con el paraguas y le disparó a bocajarro.
Las calles de Blüdhaven estaban vacías. Aún faltaban varias horas para que comenzara un nuevo día, así que Blockbuster caminaba tranquilo, sin nadie que pudiera alertar de la situación. Siguió adelante hasta llegar a las puertas de un hospital. Entonces lanzó un grito y comenzó a correr enloquecido.
Desde la distancia Batgirl había estado observándole. Le había seguido desde el río. Cassandra Cain era una de las mejores luchadoras del mundo, pero enfrentarse a solas con un monstruo como éste era un suicidio. Sin embargo, las circunstancias no daban lugar a otra solución que intervenir: Blockbuster rompió la entrada del hospital y quién sabe qué podría hacer ahí dentro.
- Vamos, dímelo, ¿cuántos Robin ha habido?
Robin volvía a estar atado a una silla. El disparo no lo había matado, pero su hombro estaba ensangrentado. El Joker y su ayudante sonreían frente a él. Miró a su alrededor y, curiosamente, nada daba la sensación de que allí hubiese habido una pelea. Es más, miró su hombro y por un instante no le pareció que hubiese sangre.
- Esto… todo esto es una mentira –respondió-… Estás jugando con mi mente…
- ¿En tu mente? ¡Estúpido! –el Joker comenzó a golpearle repetidamente- ¿Esto ocurre en tu mente, eh? ¡Maté a ese chico! ¡Hice crujir todos sus huesos con mis propias manos! ¡Si maté un Robin puedo matar otro!
- Eugh… ¿te… crees un hombretón por ello? Sólo era un niño… un niño indefenso que buscaba su lugar… en el mundo. Pasé tantos meses escuchando la historia de cómo le habías matado… No quería acabar como él. Pero ya ha pasado mucho desde entonces… y ahora, Joker, no tengo miedo de ti, sólo pena. Porque… si tu mayor satisfacción ha sido matar a un crío no eres más que un despojo humano.
Batgirl entró en el hospital. Todo estaba destrozado por el paso de Blockbuster. Parecía que hubiese habido una guerra.
- ¿Usted… busca al monstruo? –preguntó un médico que asomó la cabeza por debajo de una mesa- ¿Viene a detenerlo? Dígame que sí.
- Eso me temo, sí.
- Preguntó por el paciente Garfield Lynns
- ¿Lynns?
- Ingresó hace poco en…
- Lo sé. Es Firefly.
- Señor J, creo que no ha salido bien. El chico se ha dado cuenta de que todo es una farsa.
La mente de Robin seguía dando vueltas, incapaz de poner orden en sus pensamientos. Escuchaba la conversación de sus raptores y pensaba en que todo lo que había pasado en los últimos ¿minutos? era mentira. No se había liberado de sus ataduras, ni había recibido un disparo… Puede que ni toda aquella conversación hubiese tenido lugar. “¿Quién es J entonces? ¿Qué quiere de mí, saber cuántos Robin ha habido? ¿Por qué, por qué insiste tanto?”
- Piensas en voz alta, chico –dijo el misterioso raptor desde la oscuridad.
- ¿Quién… eres?
- ¿Aún no te has dado cuenta, Tim?
- Sabes mi nombre… Blockbuster me investigó…él sabía mi nombre…te lo ha dicho…
¡Concluirá en el próximo episodio!
Raúl G. Peribáñez
Enero-Marzo de 2008
Referencias:
(1) Como se explicó en el episodio anterior.
(2) Se rompió durante el combate entre Robin y Blockbuster.
(3) O sea, Barbara Gordon, conocida en la actualidad como Oráculo.
(4) Por si has estado viviendo en una cueva los últimos 20 años: el Joker mató a Jason Todd, el segundo Robin, en la historia “Una muerte en la familia”.
(1) Como se explicó en el episodio anterior.
(2) Se rompió durante el combate entre Robin y Blockbuster.
(3) O sea, Barbara Gordon, conocida en la actualidad como Oráculo.
(4) Por si has estado viviendo en una cueva los últimos 20 años: el Joker mató a Jason Todd, el segundo Robin, en la historia “Una muerte en la familia”.
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