Animal Man nº04

Título: Finales y principios (Pet Sematery)
Autor: Arturo Miguez
Portada: Sergio Calvet
Publicado en: Noviembre 2006

Buddy recibe una visita inesperada. La visita de alguien a quien nadie quiere ver. ¿Porqué esta ella aquí y ahora? Ademas ¿que quieren los agentes Mendel y Darwin?
La vida de Buddy Baker era normal hasta que una nave alienígena le estalló otorgándole poderes animales, lo que le motivó para ser superhéroe... Y luego las cosas se volvieron extrañas. Conectado al campo morfogenético de la Tierra, Buddy trata de compaginar su vida familiar con la heroica, como…
Creado por Dave Wood y Carmine Infantino

- ¿“El zoo humano” no era lo bastante ridículo, cariño?, ¿ahora soy la mujer del “increíble hombre ladilla”? Después de esto seguro que hacen una película sobre ti.

- Si te lo vas a tomar así no te lo sigo contando, Ellen. Peor lo pasé yo.

La conversación se mantenía en la pequeña terracita que los Baker habían construido en la parte del tejado que les recibía al abrir la ventana de su dormitorio. Era uno de sus lugares especiales. En las calurosas noches de verano se quedaban dormidos viendo las lluvias de estrellas después de hacer el amor y en invierno suponía una atalaya inmejorable para observar todo el vecindario nevado y a los niños construyendo muñecos de nieve anatómicamente correctos mientras compartían una humeante taza de chocolate con muchos malvaviscos.

- Venga, no te enfades. Pero reconóceme que la situación es cuanto menos jocosa. Si lo llego a ver en una película de Fellini me hubiera parecido exagerado.

- Pues como te contaba antes de que me interrumpieras... Aunque ya sabes, corazón, que me puedes interrumpir cuando quieras.- Por más que lo intentaba Buddy no lograba ponerse serio. Además de que la situación (no tenía más remedio que reconocerlo) era divertida, no podía enfadarse con su mujer en esta terracita y mucho menos mientras ella llevara esa camiseta medio roída que compraron en aquel lejano concierto de los Rolling Stones. Siempre que se ponía esa camiseta terminaban con jornadas de sexo prodigiosas. “El efecto Jagger” lo llamaba Ellen.

- Sigue, sigue, no te interrumpo más.- Interrumpió Ellen sin cesar de reírse.

- Bueno, verás, imagina: La base de la Liga en la Luna, un portento de ingeniería moderna, J´onzz paralizado y un gorila gigantesco parlante diciéndome no se qué de una llamada...

- ¡Papá, Mamá!.- Las voces de los niños estaban impregnadas de urgencia.- ¡Papá, Mamá!.

- ¿Qué ocurre, tesoros?.- Les preguntó Ellen después de sentir como de golpe “el efecto Jagger” perdía toda su fuerza.

- Se trata de Skeeper.- explicó Cliff. Eso no podía ser bueno, cuando Maxinne dejaba hablar a su hermano mayor era porque pensaba que la situación debía ponerse en manos adultas.- Me parece que está malo, ha devuelto en su caseta y no se mueve cuando le llamamos.

- Enseguida bajo.- Respondió saltando al dormitorio Buddy.

“Skeeper ha muerto”, pensó enseguida y nada más verle tumbado en la puerta de la caseta que repintaron la primavera pasada tuvo la certeza. Siempre había sido un perro muy vivaz. De hecho, era prácticamente hiperactivo y ahora estaba allí tendido sobre el suelo y parecía mucho más viejo de repente. Skeeper era parte de la familia desde que nació Cliff y los niños le adoraban. Esta sería su primera experiencia con la muerte y con el hecho de que toda vida en la tierra acabará consumiéndose, de que todos han de morir sin importar lo mucho que les queramos o les necesitemos.

Después de envolverle en una manta, avisar al veterinario para que certificara que no había muerto de nada contagioso y de pasar el resto de la noche tranquilizando los llantos de los niños (era curioso como un niño como Cliff que se las daba del más heavy de su clase seguía en el fondo no siendo más que un niño), la historia de la Luna dejó de tener gracia y pudo resumirse en unas pocas frases que Buddy contó a su mujer con desgana.

- Tan sólo le distraje saltando sobre él y... “picándole” hasta que J´onzz logró resistir la parálisis mental y se pudo encargar de él. De verdad que tenía más gracia en su momento. Lo que todavía no se es a qué se refería con lo de la llamada.- La cocina era ahora un lugar más frío y oscuro que durante la cena, Ellen asentía mientras sorbía un poco de té verde.

- No me lo acabo de creer. Parece que fue ayer cuando nos lo regalaron siendo un cachorro. Tu querías llamarle Billy por aquella gracia de los Beatles con “Billy Shears” y se quedó con Billy... Hasta que Cliff aprendió a hablar y le rebautizó como Skeeper. Y la verdad es que sonaba mejor.- Ellen daba sorbitos a su té mientras hablaba y no parecía dirigirse directamente a su marido, sino que le contaba su vida a quien quiera que fuese que estuviera en la cocina.- Esta misma tarde le he dado su comida y me ha lamido la mano antes de empezar a comer como hacía siempre.

- Sí, cielo, lo sé. A mí también me ha afectado mucho, pero debemos de aparentar un poco de seguridad delante de los niños.

- Maxinne ya me ha preguntado si está en el cielo de los perros y si ella le podrá ver cuando se muera.

- Es normal que hagan este tipo de preguntas. Es una de sus primeras malas experiencias que les da la vida.

- ¿Crees que deberíamos explicarle la situación al psicólogo del colegio para que hable con ellos?

- Sabes que no me gustan nada los psicólogos.

- No puedes juzgar a toda la profesión por uno sólo. No todos van a ser como tu hermano.

- Mi... Hermano... Intentó violarte Hellen(1), amor, después de estar jugando con nosotros a sus juegos psicológicos de dependencias, chantajes emocionales y demás. Comprenderás que no les tenga especial afecto. Hasta su director de tesis, el Dr Hugo Strange, creo tuvo varios problemas con la justicia.

- Sí, cariño, pero creo que los niños pueden necesitar hablar con alguien que les ayude mejor de lo que lo vamos a hacer nosotros. Yo soy incapaz de ver los ojitos rojos de tanto llorar de los críos sin que se me rompa algo dentro.

- De acuerdo, tienes razón, hablaremos con el psicólogo del colegio.

Cliff y Maxinne estaban totalmente decididos. Skeeper, como miembro de la familia que era, se merecía un entierro digno en el mejor cementerio de animales que estuviera disponible. Sus padres acabaron aceptando, viendo como la preparación del triste acontecimiento hacia trabajar juntos a los hermanos y a superar el mal trago.

- No podré volver a pensar en un cementerio de animales sin recordar el libro de Stephen King.- Le dijo Ellen a su esposo justo antes del momento del entierro.

- Siempre puedes pensar en la película, la banda sonora tenía una canción de los Ramones, “Pet Sematary”, que no estaba nada mal.

- ¿No crees, querido, que todas las vidas en la tierra son como una canción de los Ramones?.

- ¿En qué sentido?, cielo.

- Estaba pensando en que todas son realmente cortas, prácticamente iguales, pero en el fondo todas son estupendas.

Buddy empezó a sonreír hasta que comprendió que Ellen estaba hablando muy en serio sobre lo efímero de toda existencia, la simplificación de todo proceso vital y lo preciado de la vida por mucho que se sufra en ella.

- Perecía imposible, pero a partir de hoy me deprimirán los Ramones para el resto.

- Nada amor, ya verás como en cuanto lleguemos a casa, te pongo en el sótano unos vinilos y se te olvidan mis relaciones de ideas.

Mientras Ellen se lanzó a detener a Cliff que parecía planear algo en un entierro de unos canarios de unas viejas solteronas, Buddy vio como Maxinne reía mientras hablaba con una jovencita que parecía realmente simpática. Se acercó para allá para ver con quien hablaba su hijita.

- Hola, ¿conoce usted a Maxinne?.- Preguntó Buddy a la joven que acababa de hacer sonreír por primera vez en días a su hijita. Cliff ya lo llevaba mejor, en parte porque trataba de demostrar a todo el mundo que era mayor que su hermana y que llorar era cosa de crías.

- En cierto modo conozco a todo el mundo. Maxinne es una niña encantadora, llena de vida y Cliff, en el fondo, es un niño sensible y atento.- Contestó la chica con un tono de voz tan sincero y agradable que daban ganas de abrazarla. Era una chiquilla joven, delgada y que vestía unas cómodas ropas negras que les dejaban al aire unos graciosos bracitos poco musculados. Su atuendo terminaba con un sombrero de copa que remarcaba sus facciones alegres y juveniles. Era muy pálida pero no daba la sensación de estar enferma. Su tono de piel le hacía resaltar sus grandes y bellos ojos negros y que brillara con más intensidad la cruz egipcia que llevaba colgando de su cuello.- Les conozco a todos una vez y luego vuelvo a estar con ellos. A ti también te conozco Buddy, aunque tú ya me habrás olvidado. Tu hija no lo ha hecho del todo y eso no es muy normal.

- Pues....seguro que tanto Maxinne como Cliff le agradecen que se haya pasado por aquí.- Había algo en ella, un aura imperceptible, una sutil emanación que conseguía que Buddy se calmara totalmente y que se sintiera a gusto en la compañía de la joven pálida del ankh de plata como colgante.

- No ha sido nada. Los niños no deberían tener que pasar por cosas como estas. Los niños deberían dar de comer a los pájaros, jugar en el patio, ver películas de aventuras... Pero yo no puedo hacer nada, es la ley universal. Sin embargo sí que voy a avisarte a ti, aunque sea sólo de manera subliminal de lo que puede pasarte.

- ¿A mí? ¿De qué estás hablando? ¿Tienes algo que ver o con Mr Grimm (1) o con esos agentes extraños que molestaron a Ellen hace días(2)?.- Buddy preguntaba de manera muy calmada, sin excitarse y sin llegar a sentir en ningún momento miedo de esta persona tan extraña a la que realmente sentía como si ya hubiera conocido hacía muchos años. Su presencia actuaba como calmante, parecía capaz de darte la peor de las noticias y que la recibieras con una sonrisa y con el corazón alegre.

- No debería decirte esto. Estoy rompiendo todas las reglas de mi familia pero, según mi hermano mayo,r en su libro se marca claramente un evento definitivo y está ligado a ti. En una gran parte de los caminos posibles morirás y contigo la misma existencia, por lo que debo actuar de manera poco ortodoxa. Buddy, por favor, no te mueras. No hagas que tenga que volver a recogerte, porque después tendría que hacerlo con todos. Ten mucho cuidado. Aunque no te vayas a acordar de toda esta conversación, te quedará una huella subconsciente. Aférrate a ella y no actúes sin pensar. Ten mucho cuidado de quienes te fías y no te olvides tampoco de quienes no te fías. No puedo decirte más sin alterar totalmente las leyes cósmicas y crearía una excepción cuántica que podría llegar a ser peor que lo que trato de arreglar. Buddy... ¿Te gustan las películas de piratas?

Películas de piratas. ¿De eso había hablado con la chiquilla tan pálida y agradable? No lo recordaba, había algo importante en la conversación, pero no conseguía fijar su mente en ello. No tendría tanta importancia cuando se le había escapado.

- ¿Te vas a morir pronto, papá?.- Era Maxinne quien le había hecho la pregunta más desestabilizadora de su corta vida.

- ¡Claro que no se va a morir pronto, amor!- Contestó Ellen tan asustada que hasta le tembló la voz al final de la frase, justo cuando abrazó a su hija con una enorme intensidad.- ¡No se va a morir pronto!.- Repitió manteniendo el abrazo. Maxinne estaba en su cama y sus padres acababan de acostarle y darle el beso de buenas noches. Cliff seguiría en su habitación, conectado a Internet.

- No te preocupes, Maxinne cielo. Ya sabes que papá ya no trabaja como superhéroe así que no tienes que preocuparte por eso.- Buddy había captado el temor en la voz de su mujer y había tratado de ayudar a solventar la situación. ¿No te habrá dicho nada esa chica tan rara del cementerio de animales?

- No, es chica era muy simpática y me animó mucho. Es que cuando volvíamos en el coche he soñado que estaba en un cementerio muy parecido, estábamos yo - Los niños siempre se ponen primero en todas las frases- Cliff y mamá, pero tú no estabas. Empecé a pensar, antes de despertarme, que a .lo mejor eras tu el que se había muerto.

- Sólo es un sueño, querida. También soñaste que unos marcianos hechos de natillas raptaban a Jim Carrey para que no hiciera más películas y no ha pasado, lamentablemente.- Dijo Buddy relevando a su esposa de la labor de abrazar.

- Pero podría llegar a pasar...- Maxinne se sintió algo contrariada por que sus padres hubiesen sacado el tema de ese sueño tan ridículo de los extraterrestres de natillas pero se sentía muy aliviada al estar más segura de que su padre no moriría pronto.

- Además, cariño, papá es amigo de toda la Liga de la Justicia ¿Crees que alguien podría con Superman, Batman, Flash, Wonder Woman... todos a la vez?.

- No has contado a Plastic Man.- Puntualizó Ellen sonriendo a su marido.

- Claro que sí, antes he hablado de Jim Carrey. ¿No lo habéis oído?- Contestó Buddy consiguiendo que las dos mujeres de su vida agrandaran su sonrisa. Era increíble lo que se parecía Maxinne a su madre. Las dos sonreían exactamente igual y a las dos se les producía ese hoyito tan gracioso en la barbilla. Sin embargo Cliff había salido a su familia, una pena, porque Ellen era toda una preciosidad. Aunque si él había logrado casarse con ella tal vez Cliff también consiguiera una mujer igual de extraordinaria.


Los días pasaron por encima de la tumba de Skeeper y el recuerdo doloroso de su muerte se fue tornando suavemente en algo mucho menos dañino. Los buenos momentos vividos con él, las fotos que conservaban... Todo ello acabó pudiendo con el dolor. Además T.C, el gato, se vio superado por una mayor cantidad de atenciones, cosa que tampoco es que le gustara demasiado.

- ¿Adivina quienes me acaban de llamar por teléfono, Ellen?.- Preguntó Buddy totalmente eufórico a su mujer.

- A ver... Déjame pensar... ¡Los componentes del grupo de rock que tenías en la universidad!.

- ¿Cómo lo has sabido?.

- Buddy, amor, seguro que te han oído hasta en la Luna. No sabes contener tu emoción.

- Han estado pensando y creen que con la moda del revival setentero, es el momento idóneo para volver a triunfar con “Dead man´s chest”. (3) Éramos muy buenos, llegamos hasta a ser teloneros de “Grand Funk Railroad”.

- Me gustaba más ese que tu anterior grupo.

- “Pheromons” tampoco eran malos. Más experimentales, eso sí. Además teníamos a Delfín de cantante. Debíamos haber triunfado aunque sólo fuera por eso.

- Sí, pero en ese estaba tu hermano...

- Lo sé, por eso no funcionó.- Buddy se quedó callado, mientras viejas heridas se abrían de nuevo con la misma frescura e intensidad que la primera vez.

- Para que luego alaben a los hermanos Gallagher: esos no saben ni pelearse entre ellos.- Ellen trató de romper el hielo, pero sabía que Rod Baker, era un tema muy complicado de tratar. Rod era capaz de provocarla escalofríos sólo con su recuerdo.

- Eh... Bueno, el caso es que quieren que volvamos a ensayar para grabar un disco. Lo venderemos como el grupo al que la coyuntura política y las mafias de la industria discográfica no dejaron triunfar. Además, ¿qué grupo hay hoy día que haga buena música?. Se...

- Sí, cariño ya lo se, “se murió Freddy Mercury y se jodió la música para siempre”.

- Además, es un...

- Sí, por supuesto, “es un hecho probado científicamente que el momento de alción de la música rock fue en 1975 y que desde ese momento empezó su decadencia. Suave al principio, hasta defenestrarse definitivamente en la década de los ochenta”.

- Si algún día J´onzz deja la Liga te recomendaré como telépata, amor.

- Sólo funciona contigo, cielo, así que sólo entraré en la Liga si llegara a este tiempo una versión futura y maligna de ti.

- Podría pasar.

Buddy tenía un pequeño fetichismo sexual: “su mujer hablando de música rock” por lo que comenzó a avanzar hacia ella con aviesas intenciones, hasta que el teléfono insistió por cuarta o quinta vez.

- ##¿Señor Baker, Animal Man?. Soy la agente Mendel, hablamos con su mujer hace poco pero a usted no le localizamos. Es muy urgente que le veamos cuanto antes.##

- ¿Quien le ha dado este número?.

- ##Tenemos muchos números de mucha gente. ¿Quiere el número de móvil de la prostituta preferida del presidente Luthor?.##

- No, no me interesa, me interesa que dejen a mi familia en paz y que no vuelvan a molestarme.

- ##Señor Baker, estamos de su lado, se lo contaría su mujer. El bando del que debe temer es el de Mr Grimm y sus socios. Venga esta misma tarde y se lo contaremos todo.##

- Bien, díganme dónde y una vez que les escuche les pediré que me dejen en paz.

- ##Excelente, venga a vernos al zoo. Por cierto, creemos que hay alguien dentro, alguien que hace que todos los animales se estén volviendo locos. Hemos hecho una llamada a la Liga y ¿a que no sabe a quién nos han recomendado? A usted, sí.##

- De acuerdo, voy para allá en un momento.- Se dirigió a su mujer nada más colgar el teléfono.- Cariño...

- Te he oído, querido. Por favor ten mucho cuidado y si ves que es algo que te sobrepasa, llama a la Liga, a los Titanes, a la Doom Patrol o hasta a los Power Company, a quien quieras. Pero no te arriesgues innecesariamente.

- Sólo voy a ver qué ocurre, amor, nada más. Te lo prometo.

Buddy se puso el traje, besó a su mujer durante un largo minuto y salió volando por la terracita donde los niños le comunicaron la mala noticia de la muerte de Skeeper. Ni siquiera cogió su walkman con música para el viaje. Presentía que algo muy grave iba a ocurrir y que una amenaza ominosa se cernía sobre ellos, una amenaza que sería el principio de algo innombrable.

Nada más irse su marido Ellen oyó a alguien golpear con los nudillos en la puerta. Observó por la mirilla, hizo un gesto de contradicción y abrió. Una atractiva mujer de aspecto joven, de una preciosa cabellera blanca y que sólo llevaba puesto una camiseta color crema y unos pantalones vaqueros cortados por debajo de las rodillas, dejaba un charco de agua salada en el felpudo de entrada. Se apoyaba en el quicio de la puerta y parecía realmente cansada y abatida.

- Ellen... Lamentó presentarme así, pero creo que alguien me ha estado llamando psíquicamente desde esta zona. Necesito hablar con tu marido, es muy importante.

- Ahora no está Delfín, pero pasa y espérale, no creo que tarde mucho.- Ellen no sentía muchas simpatías por Delfín. Primero cuando era compañera del grupo de música de Buddy, y luego cuando ambos estaban en los “Héroes Olvidados”, sentía que entre ellos existía una pulsión sexual muy poco sana. Pero no iba a dejarla en la calle.


Los agentes Mendel y Darwin le estaban esperando en la entrada al zoo. Los dos vestidos de la misma manera en la que se presentaron a su mujer. Primero le dio la mano la mujer y más tarde el agente masculino.

- Es un placer conocerle, Animal Man. Tenemos mucho de qué hablar.

- ¿Está cerrado hoy el zoo?.- Pregunto Buddy ante lo extraño de la situación.

- Sí, hoy están los veterinarios “revisando a los animales”.- El agente Darwin hizo los gestos de las comillas al final de la frase poniendo nervioso a Buddy.

- Lo que quiere decir mi compañero es que nos las hemos arreglado para que esté usted sólo allí. No sabemos quién o quienes están dentro. Hemos localizado dos fuentes de energía: una en los sótanos y otra en la zona de los acuarios. Pensamos que hay por lo menos dos supervillanos con poderes animales. Y pensamos que todo esto tiene que ver, en gran parte, con usted.

- ¿Conmigo?, por qué iba a tener que ver conmigo.

- Entre dentro, detenga a los malos y se lo contaremos todo. Y no olvide Buddy que estamos de su parte.

- Bien, si para que me cuenten su historia de locos y me dejen en paz tengo que patear el culo a dos supervillanos, pues se le patea y listo. Espero que por lo menos sean del nivel de poder del Pingüino.

- No, no se trata del Pingüino. A ese le tenemos localizado.- Puntualizó el agente Darwin. El agente “me estoy buscando una ostia yo solito” Darwin, que diría Ellen.

- Es igual, entraré y se acabará todo.

- No, Buddy, te equivocas, entrarás y empezará todo...


Continuará...

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Referencias:
1 .- ver Animal man #01 aquí en AT53
2 .- ver número anterior
3 .- “Dead man´s chest” (“ El cofre del muerto”) es una parte de la canción de piratas que se repite a lo largo de “La isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson. “Quince hombres sobre el cofre del muerto. ¡yo-ho-ho y una botella de ron. La bebida y el diablo se llevaron al resto. ¡yo-ho-ho y una botella de ron!.

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